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106 Carta /A ti, que no sólo has dejado el año 2.012

Domingo, 13 de enero de 2.013

A ti, que no sólo has dejado el año 2.012:

Alguno, no sólo ha dejado irse el año que ha pasado, sino que ha tenido que dejar pasar tantas cosas de la vida que quería, cosas y personas; a ti, hijo-a amado-a del Padre, que sepas que a Dios nunca tendrás que dejarlo, porque Él, Dios, nunca te dejará, y siempre te acercará personas y cosas que suplirán las que, con el año pasado, han pasado y no quieren quedarse a tu lado, sino que se van por propia voluntad. ¡Acéptalo!, y, ¡arriba!; ¡ánimo!, que Dios nunca falla; aunque puedes pensar, viendo en la situación en la que estás, que esto que te digo, no es cierto; pero ¡sigue viviendo!, y verás, amado de Dios, cuántas sorpresas agradables están a punto de felicitarte, de darte la bienvenida al salir a tu encuentro, por lo que te has preparado desde el vientre de tu madre.

Deja pasar el año pasado, y procura hacer planes buenos, algunos nuevos, y todos mejores, porque eres mejor, ya que la vida se vive para ser mejor cada día. ¡No vale retroceder, ni en santidad, ni para coger impulso!

Pon alegría en tu corazón, porque mientras hay vida, mientras tienes vida, todo puede ser, incluso lo inesperado. Dios sigue tocando los corazones para que, sin saber, caigas bien al que puede ayudarte; pero la gente no es tonta, y Dios toca al corazón, pero utiliza tus buenas obras y bellas palabras, palabras que a veces te cuesta dejar salir, sobre todo cuando uno ha sufrido tanto como tú.

En cada sufrimiento aceptado, sufrido, sin hacer daño a nadie, y que aún sin comprenderlo, en vez de pensar en el porqué piensas en el cuando, en cuándo llegará la compensación natural a tu caridad, porque todo da su equivalente, y la caridad entrega gracia; porque no puede uno tener caridad, si no vive en Gracia de Dios, y viviendo en Gracia de Dios, uno atrae el mismo elemento en el que vive, es decir, Gracia sobre Gracia. Que así se le entregó a la Virgen María la dicha de tener al Niño Dios, salido de su vientre, en sus brazos, y poder besarlo y apretarlo junto a su corazón, y ¡cuántas peripecias tuvo que pasar por vivir esta realidad de la Gracia!, ¡tantas! Tú, como Ella, como San José, como todos los santos de todos los siglos, a ti también te ha tocado sufrir, y quiero que aprendas a comprender que no eres sólo tú el único que padece, el único que ha padecido en este mundo. ¡Tantos han sido!, incontables, como incontables son los que viven en el Cielo, después de pasar a mejor vida. Tú, que vives, que tienes larga vida, a ti te digo que no pierdas la esperanza, ni pierdas la Gracia, aunque hayas perdido más que el año 2012 que ya se ha ido. A ti, te espera la dicha, porque Dios siempre tiene la última palabra. Paz.

Con afecto sincero.

 P. Jesús

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Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN.