Domingo, 23 de Noviembre de 2.014
A ti, que cuidas de tus ojos, de lo que ven: Haces bien, ¡eres listo!, porque no todo se puede ver, y menos observar, si algo te puede hacer pecar, pasa la vista y no mires más. La belleza, mirar la belleza, no hace pecar, lo que hace pecar es desear poseerla, que sea tuya. Y la belleza de una mujer o de un hombre, o de una casa o un coche, etc., es pública, se ve; ¿quién esconde una casa?, ¿quién esconde un coche?, ¿quién esconde un bello rostro?; si está ahí, se ve, pero si a ti te hace pecar, te hace desear poseer lo que no es tuyo, lo que es de otros, entonces, ¡no mires!, pasa los ojos, pasa la vista y da gracias a Dios de lo que tú tienes. ¿Cuántos hay que no cuidan lo que tienen y desean poseer lo de los demás?, muchos. Tú, no seas de éstos, tú cuídate y cuida lo tuyo, usa de la limpieza, de la pureza, de no gastar más de lo que puedes permitirte, y verás lo feliz que vas a ser. Muchos tienen hoy, y lo pierden mañana. ¡Qué pena!, ¿no? Mejor, que lo que tienes, lo puedas mantener a tu lado, lo aprecies, lo valores, lo cuides y lo uses bien. Cuídate a ti mismo también, y a los tuyos, valora lo que tienes, y verás cómo lo seguirás teniendo, y se te irán añadiendo muchas cosas más. Hay quien no tiene ojos para su cónyuge, y va mirando aquí y allá; que sepa éste, que muy seguro, que otros miran lo que él no quiere ver, a este cónyuge que está expuesto, por el desprecio del otro, a sentirse mal, a llenarse de tristeza y vivir una vida infeliz, cuando podría ser tan feliz si su cónyuge, en vez de mirar a otro-a, contemplara a la persona que libremente decidió entregarle su amor, su vida. Ay, cuántos sufren por falta de cuidados de su cónyuge. Tú, mira en dirección a tu hogar, y no te entretengas en mirar lo que no es tuyo ni es bueno que observes. Decide ser fiel y verás cómo cambia la calidad de tu vida, porque el que cuida de lo suyo, prosperará. Con afecto sincero. P. Jesús © copyright |
Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN. |