Saltar al contenido

151 Carta / A ti, que no comprendes a Pedro

Domingo, 19 de Abril de 2.015

A ti, que no comprendes a Pedro:

¿Por qué Pedro negó a Jesús? Recibió el sacramento de la Comunión en la Última Cena, pero todo y así, le negó. La fuerza de Dios Espíritu Santo, la recibieron los apóstoles en Pentecostés. ¿Cuántos de vosotros habéis recibido el sacramento de la Confirmación?… Es bueno que lo recibas, para que no seas cobarde en momentos de peligro, de tentación.

No juzgues a nadie, y voy a decirte que los que no están bautizados ¿qué puede ser de ellos sin Dios?

Hay que cumplir con el mandato de Jesús, Dios, cuando, después de la Resurrección, subió a los Cielos pidiendo que fueran, sus discípulos, sus Apóstoles, sus sacerdotes, por el mundo dando la Buena Nueva, evangelizando. ¿Se cumple esto, hoy en día?; no basta ayudar a los pobres, ¡hay que evangelizarlos!, hay que decirles que esta ayuda que reciben de ti, es por todo lo mucho que tú amas a Dios, a Cristo, ¡el Mesías!; que por Él haces todo, los amas y los ayudas. Deben, tienen que saberlo, saber la verdad, que sólo por Dios y con Dios, se puede evangelizar, pero si sólo se ayuda al pobre en lo material, ¿es esto evangelizar?, no.

Dios te ama, y no eres capaz de decirle a otro esta verdad de que Dios te ama y que por esto le sirves, a Dios, y le ayudas a él-ella, porque Dios quiere que a través de ti, los demás vean lo mucho que Dios les ama.

¿Por qué te haces protagonista de la Misericordia de Dios? Al no hablarles de Dios, Jesús, piensan que la caridad se la haces por ti, por ser tú quien quiere dársela, y aunque es cierto, que tú quieres servir a los demás, te diré que es porque Dios Espíritu Santo te lo inspira. ¡Nada, no harías nada, sin la fuerza de los sacramentos!

Acepta que tu deber primero es evangelizar e instituir la Paz de Dios en el mundo.

¿Cómo se instituye la Paz de Dios en el mundo?; amándole y perdonando a todos, pidiéndoles perdón y pidiendo perdón a Dios en confesión.

San Pedro se olvidó de Dios por temor, pero luego evangelizó, y mientras evangelizaba, curaba, servía a los demás; no les daba dinero, ¡no tenía!, por eso les daba de lo que tenía, de Dios, que en nombre de Jesús, sanaba. Ahora muchos dan dinero, y es bueno, pero ¿cuántos sanan las almas enfermas?

Sacerdotes, amados de Dios, con vosotros están los sacramentos; por favor, os lo pido, dadlos, ¡propagad el Evangelio!, como hizo San Pedro.

Con afecto sincero.

P. Jesús

© copyright

Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN.