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17 de Julio / Beata Magdalena Albrizzi, Virgen

Pertenecía a la nobleza de Italia. Después de la muerte de sus padres, Magdalena decidió retirarse al convento de Santa Margarita de Como, donde se recibía a las hijas de los nobles.

Estando en la puerta del convento, Magdalena escuchó una voz que le repitió tres veces: «Magdalena, dirígete a Brunate, ahí es donde debes retirarte.» Entonces, la beata se dirigió sin vacilar al claustro en las montañas de Brunate. El convento estaba casi vacío; pero el número de religiosas aumentó considerablemente después del ingreso de Magdalena, quien fue elegida superiora y afilió el convento a la Orden de las Ermitañas de San Agustín. Magdalena fundó otro convento en la ciudad de Como, pero ella permaneció en Brunate.

La beata curaba a los enfermos y tenía cualidades de visionaria. Su confianza en Dios era tan grande que el Señor obró muchos milagros por su intercesión. Magdalena exhortaba a sus religiosas a la comunión frecuente. Según parece murió el 15 de mayo de 1465, a edad muy avanzada, después de una larga y dolorosa enfermedad.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Beata Magdalena Albrizzi, Virgen

Los santos como la Beata Magdalena Albruzzi, siendo de este mundo, oyen la voz de Dios que vive en este mundo y mora en el otro mundo, y en Su Nombre, en el nombre de Jesús, pueden y hacen milagros, milagros de curaciones y ayudas espirituales, así hace Dios en muchos santos, sean declarados santos por la Iglesia o no, porque hay muchos santos de la historia de la cristiandad que no están en los altares, pero que están en el Altar de Dios. Y eso es lo importante, vivir con Dios tanto en la tierra como en el Cielo: Siempre amando y sintiendo el Amor de Dios viviendo en ellos, obrando en ellos y ellos entregándolo a los demás.

Los santos, algunos santos, oyen la voz de Dios que les ordena y ellos obedecen y Dios los utiliza para hacer sus Obras de amor, que siempre son la salvación de las almas, la misericordia a las personas, la paz.

P. Jesús
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