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50 Carta / A ti, que no sabes dónde ir

Domingo, 17 de julio de 2.011

A ti, que no sabes dónde ir:

Tienes ya decidido seguir por siempre a Dios, a Jesús, a ser su fiel discípulo, a cargar con tu cruz cada día, a aceptar que no te quieren los que quieres, a ver tu vida de soledad, y decidir preferirla antes que devolver mal por mal.

¿Dónde vas a ir?…

Pon tierra por medio, si tu trabajo te lo permite; sinó, cámbiate de casa y acepta con sencillez y templanza tu nueva vida.

Si tu trabajo no te lo permite, sigue tu vida donde estás, pero medita en marcharte en cuanto Dios lo permita, con su providencia infinita. Confía siempre en Él.

Si debes seguir viviendo en la casa de los que te amargan la existencia, hasta al punto de ponerte en serias condiciones de pecar, busca, o haz el propósito de buscar un nuevo lugar donde ir a vivir; que sea algo sencillo, aunque tengas dinero en el bolsillo, pero para los cambios intermedios, es mejor que busques un lugar opcional hasta que no halles el amor de los seres que te lo van a dar, por Gracia de Dios; que Dios sabe de lo que necesitas. Por eso te digo que sea un lugar como de paso, porque estás pasando de una triste vida a una vida mejor, sin tener que enfrentarte a la posibilidad de pecar, y perdiendo tu identidad de hijo-a de Dios, te pierdas el Cielo, por vivir en este infierno sin afecto de los que deberían quererte, y en vez de esto, hacen obras y sueltan palabras que te duelen a morir. ¡Vive!

Todos los cambios llevan dolor e incertidumbre, pero es mejor esto que dar mal por mal. ¡No peques nunca más!, que sea esta tu intención.

Llena las maletas y despídete, sí. Haz las cosas bien. Deja que una vez más te insulten, pero no des con el silencio. Tú te despides, aunque te pese, y diles que los escribirás, que te mantendrás en contacto con ellos. Y es mejor por escrito, hasta que no aprendan que te han perdido, y empiecen a respetarte como ser humano, si no lo hacen como padre, como hijo, como hermano…

Te será duro, pero no doloroso. El dolor es vivir sin comprensión y rodeado de sermones sociales-mundanos, sin ton ni son, y a todo tiempo, y teniendo que enfrentarte siempre con tu fe.

Dios te ayudará.

Dios proveerá.

No devuelvas nunca mal por mal, ¡es pecado grave hacerlo!

Hoy hablaré poco porque, cuando uno se va, cuando uno deja a los seres que ama y que lo crucifican en toda ocasión, necesita de soledad una temporada, porque Dios Espíritu Santo quiere consolarte, y lo hace, y lo hará, mientras sigas viviendo en Gracia de Dios.

Tu prioridad es vivir en Gracia de Dios.

Y, tómate unas vacaciones de Amor con Dios. Esas que propuse ya el año pasado. Que los de CatholicosOnline pongan el link aquí mismo, para que puedas acceder a ellas, y vívelas en esta tu nueva vida.

Fe, esperanza y caridad. Eso da Dios Espíritu Santo, en cuanto lo aceptas como Amigo de tu viaje en esta vida terrenal. Comparte tu vida con Él, este Gran desconocido que es Dios Espíritu Santo, y que es el Amor que necesitas ahora y siempre. Te encomiendo a Él. ¡Vive con Él! Acéptalo como a tu Dios de Amor que es. Déjate Amar por Él, por Dios Espíritu Santo. Y ve con María, tu Madre bendita; Ella siempre ha estado a tu lado, sufriendo viendo como eras tan mal tratado por las personas que amas y que deberían amarte, pero no lo han hecho, y es hora de reconocerlo. Dios ya te dará ocasión de una verdadera reconciliación, cuando sean capaces de respetarte y de valorarte, y de permitirte vivir la fe católica. Todo llegará si rezas por intercesión de la bendita Madre de Dios, la mujer más poderosa del mundo entero, la más fiel, la más hermosa, la misma Madre de Dios, de Jesús, que anda contigo, como a lo que es: tu hermano, tu amigo; ten un trato así con Él.

¡No estás solo!

Y a tu Ángel de la Guarda, ¡no lo olvides!, habla con él, pídele ayuda en todo, sobre todo en lo material y físico; para lo espiritual, Dios Espíritu Santo, siempre está contigo.

Bienvenido a los que dejamos todo para vivir sin hacer mal a nadie, para vivir en obediencia a Dios Padre.

Con afecto sincero.

P. Jesús
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