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6 de Febrero / Santa Dorotea

En Cesarea de Capadocia a fines del Siglo III, nació Dorotea, cuando Diocleciano, a nombre del Emperador Maximiano Galerio, regía los destinos del imperio romano.
Dorotea era cristiana, amaba y servía al verdadero Dios y le honraba con el ayuno y la oración Era muy atractiva, mansa, humilde, pero sobre todo, prudente y sabia. Quienes la conocían, se maravillaban de sus dones y glorificaban a Dios por su sierva. Por su amor perfecto a Cristo alcanzó la corona de la virginidad inmaculada y la palma del martirio.
La fama de la santidad de Dorotea llegó a oídos del perseguidor de los cristianos Saprizio, el Prefecto, quien mandó a apresarla para interrogarla.
Cuando se instaló el tribunal, trajeron a Dorotea quien, después de haber elevado su oración ante Dios, se mantuvo firme delante del Prefecto.
– ¿Cómo te llamas?” , le preguntó.
– “Mi nombre es Dorotea”, respondió la joven.
Saprizio dijo: “He mandado traerte para que ofrezcas sacrificios a los dioses inmortales, según la ley de nuestros augustos príncipes”.
Respondió Dorotea: “El Dios que está en el cielo es la augusta Majestad, sólo a Él sirvo: Adorarás al Señor, tu Dios y a él sólo servirás. Los dioses que no crearon el cielo y la tierra, perecerán de la tierra. Pues bien, a qué emperador debemos obedecer, al terrenal o al celestial, a Dios o a un hombre. Los emperadores son hombres mortales como lo fueron también estos dioses, de los cuales adoráis sus imágenes”.
Saprizio añadió: “Si quieres regresar sana y salva, cambia tu decisión y ofrece el sacrificio a los dioses, de lo contrario te haré castigar por las leyes más severas, para escarmiento de los demás”.
“Ante esto -replicó Dorotea- daré testimonio de temor de Dios, para que todos aprendan a temer a Dios y no a los hombres airados que, como criaturas irracionales o perros rabiosos, se lanzan contra los hombres inocentes, se agitan, se inquietan, ladran insolentes y los desgarran con mordeduras”.
Saprizio dijo. “Veo que estás resuelta a mantenerte firme en tu confesión inútil y quieres morir. Escúchame, y ofrece sacrificios para que escapes del “potro” (caballete de torturas.).
Esas torturas son pasajeras, pero los tormentos del infierno son eternos. Para escapar de la pena eterna, no temo estos sufrimientos, pues Jesús dijo: “No temáis los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma, temed más bien a Aquel que puede herir el cuerpo y el alma en el infierno” , dijo Dorotea.
Saprizio replicó: “Entonces teme a los dioses y ofréceles sacrificios, para evitar el castigo de su ira”.
Pero ella dijo: “De ningún modo me convencerás, esos dioses son los espíritus de hombres vanos que vivieron torpemente y murieron como seres irracionales, porque no conocieron al Creador del cielo y de la tierra, del mar y de todas las cosas. Las almas de tus ídolos cuya imagen impresa en metales adoráis, arden en el fuego, donde también irán los que negaron al Creador”.
Saprizio se encendió en cólera y dijo a los verdugos: “Ponedla en el potro, atormentadla hasta que ofrezca el sacrificio a los dioses”.
La sierva de Dios inmutable y firme, le interpeló: “¿Qué esperas? Haz lo que debes hacer, así podré ver a Aquel por cuyo amor no temo la muerte ni los tormentos”.
Saprizio añadió: “¿Pero, quién es Aquel que tu deseas?”.
“Cristo, el Hijo de Dios”, respondió Dorotea.
Y ¿dónde está Cristo? preguntó Saprizio.
Dorotea respondió: Si creemos en su Omnipotencia, Él está en todas partes; si miramos en cambio su Humanidad santísima, profesamos que el Hijo de Dios subió al cielo y está sentado a la diestra de Dios Padre omnipotente, desde allí, verdadero y único Dios con el Padre y con el Espíritu Santo, nos invita al Paraíso de sus delicias, donde los árboles siempre están cargados de frutas. En toda las estaciones florecen los lirios, las rosas, verdean los campos los montes, las colinas se adornan, el agua fluye dulcemente y las almas de los santos gozan en Cristo. Si creyeses lo que yo creo, también tú podrías entrar en el Paraíso de las delicias de Dios”.
Saprizio sentenció: “Olvídate de esas pequeñeces, ofrece incienso a los dioses, cásate y disfruta en esta vida sino perecerás como tus padres”.

Conversión y martirio de Crista y Calixta

Después de esto, Saprizio llamó a dos hermanas Crista y Calixta quienes, poco antes habían apostatado y les ordenó: “Así como vosotras abandonasteis la vanidad y la superstición cristiana y ya adoráis a los dioses invictos, por lo cual os recompensé; ahora debéis inducir a Dorotea a renunciar de su necedad, os premiaré con mejores regalos”.
Llevaron a su casa a Dorotea y trataron de persuadirle: “Acepta lo que te dice el juez, y te librarás del peligro de las penas como nosotras. No desperdicies tu vida con los tormentos y la muerte”.
Dorotea, con dulzura, les reprochó: “Oh, si escuchaseis mi consejo, os arrepentiríais de haber ido tras los dioses falsos, pero el Señor es bueno y misericordioso hacia quienes se convierten a Él de todo corazón”.
Crista y Calixta se conmovieron: “Pero si ya hemos matado a Cristo en nuestro corazón, cómo lo resucitaremos?”.
Dijo Dorotea: “Pecado más grande es desesperar de la misericordia del Señor que ofrecer sacrificios a los ídolos. No desesperéis porque el Señor puede curar vuestras llagas. No hay llaga que El no pueda sanar. Es Salvador porque salva; es Redentor porque redime; liberador porque no cesa de liberar. Arrepentíos de corazón, tened fe y seréis perdonadas”.
Las dos mujeres se arrojaron a sus pies, bañadas en lágrimas y le suplicaron su intercesión para ofrecer a Dios su arrepentimiento y alcanzar el perdón.
Dorotea elevó su oración conmovida por las lágrimas: “Oh Señor que has dicho, “No quiero la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.” Y “hay mayor fiesta en los cielos por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no han pecado”, muestra tu piedad hacia quienes el Demonio te había arrebatado. Vuelve a llamarlas a tu grey para que con su ejemplo, regresen a Ti todos los que se alejaron de tu amor”.
Mientras así oraba, el Prefecto mandó traer a Crista y Calixta para averiguar si habían logrado replegar el ánimo de Dorotea.
Ellas respondieron: “Estabamos equivocadas, habíamos obrado inicuamente al ofrecer sacrificios a los dioses falsos por miedo a las penas y dolores pasajeros; pero ya nos hemos arrepentido para alcanzar el perdón de Dios”.
Entonces Saprizio, se rasgó sus vestidos y ordenó furioso que las amarrasen juntas de espaldas y las pusieran en el suplicio de la copa, si no adoraban a los dioses, mas, ellas elevaron su oración: “Señor Jesús, acepta nuestro arrepentimiento y concédenos tu perdón.” Y repitiendo esta confesión fueron torturadas y quemadas vivas.
Dorotea les animaba: “Id al cielo, con la certeza del perdón de vuestros pecados, sabed que habéis recuperado la palma del martirio que habías perdido. Viene a abrazaros el Padre, alegre por el hijo perdido y hallado”.

Muerte de Dorotea

Luego, Dorotea al ser torturada nuevamente, comprendió que había llegado por fin su anhelada aspiración. Subió feliz al tormento porque, aquellas almas que el Demonio había raptado de Dios, en ese momento, habían sido reconquistadas.
Dijo a Saprizio “En el cielo hay una gran fiesta; gozan los Ángeles, se alegran los Arcángeles, exultan los Apóstoles, los Mártires y todos los Profetas. Apresúrate, haz pronto lo que debes hacer, para poder unirme a la alegría y gozo de los santos”.
Entonces Saprizio hizo aplicar en los costados de la joven, antorchas encendidas, y luego la hizo abofetearla hasta desfigurar la cara. Finalmente dictó la sentencia de muerte: “A Dorotea, joven muy soberbia que se negó a adorar a los dioses inmortales para salvar su vida y más bien, quiso resueltamente morir por no sé qué hombre que se llama Cristo, ordeno la pena de muerte a espada”.
Dorotea exclamó dichosa: “Te agradezco, oh Amado de las almas, porque me invitas a tu Paraíso y a las nupcias celestiales”.

Mientras salía del pretorio, Teófilo, el abogado de Saprizio, en forma irónica le dijo: “Oh tú, esposa de Cristo, mándame rosas y manzanas del paraíso de tu esposo.” Dorotea le respondió: “Sí, te las mandaré”.

Al llegar al lugar del suplicio, oró un instante, y se realizó el prodigio: apareció un niño con tres manzanas y tres rosas. Dorotea le ordenó: “Llévalas a Teófilo y dile: “He aquí, te mando del Paraíso lo que me has pedido”.
Enseguida, la joven fue degollada, y, circundada con la gloria del martirio, fue al encuentro de Cristo.

Conversión y muerte de Teófilo

Teófilo, aún estaba burlándose de la promesa de Dorotea, cuando en ese mismo instante apareció el niño con las manzanas y rosas: “He aquí, Dorotea desde el paraíso de su Esposo te manda estos dones”. Era el mes de Febrero.

Teófilo los tomó y exclamó en alta voz: “Cristo es el verdadero Dios, no hay en Él ningún engaño”.

Le dijeron los compañeros: “¿Te has vuelto loco”, Teófilo, o bromeas?; “No me he vuelto loco, ni intento bromear- dijo- tengo razones para creer en el verdadero Dios. Mirad, Capadocia está inmersa en un frío glacial, ningún arbusto está revestido de su verde follaje, de dónde creéis que vengan estas manzanas y rosas magníficas?”.

Bienaventurados los que creen en Cristo; los que sufren por su Nombre. Él es el verdadero Dios y quien cree en Él, es un verdadero sabio”.

Con estas palabras, los compañeros fueron ante el Magistrado: “Tu abogado Teófilo que luchó y persiguió a los cristianos hasta la muerte, está alabando y bendiciendo el nombre de no sé qué Jesucristo y muchos creen en su predicación”.

Teófilo confesó: “Alabo a Cristo a quien hasta hoy, he negado”. Le dijo el Magistrado: “Me sorprende que tú, hombre prudente, pronuncies ese nombre, si antes habías perseguido a cuantos lo nombraban”. Teófilo respondió: “Ahora creo que Él es el verdadero Dios porque me sacó del error y me condujo a la vía recta.”

Añadió el Magistrado: “Todos crecen en la sabiduría, los sabios llegan a ser más sabios; tú en cambio, de sabio te haces ignorante, llamas Dios a Aquel que fue crucificado por los judíos según dicen los cristianos”.

Dijo Teófilo: “He oído que fue crucificado y por esto, en mi error, creía que no fuese Dios, pero me arrepiento de mis pecados y blasfemias, y profeso que Cristo es Dios”.
Continuó el Magistrado “Y dónde y cómo te has hecho cristiano, si hasta hoy habías adorado a nuestros dioses?”. Contestó Teófilo: “Desde el momento en que he pronunciado el nombre de Cristo, he creído en Él, me he convertido en cristiano. Creo con todo mi corazón en Cristo inmortal, Hijo de Dios, predico su Nombre santo, inmaculado, en el cual no hay engaño como en tus dioses”. “¿Quieres decir que nuestros dioses son impostores?” preguntó Saprizio.

Teófilo dijo: “Mentiría si digo que no hay falsedad en estos simulacros que el hombre ha tallado de la madera, ha fundido del bronce, ha limado del hierro, ha modelado del plomo, custodiados por los mochuelos, entretejidos por las telas de araña en cuyas partes cóncavas hacen nidos los ratones. Como no te miento, es justo que tú aceptes la Verdad y te liberes de la falsedad. Y como tú juzgas a los mentirosos, es necesario que te liberes de la mentira y te conviertas a la verdad que es Cristo”.

El Magistrado dijo: “Infeliz Teófilo, quieres morir de una muerte execrable. Si persistes en tu necedad, ordenaré que te den una muerte con crueles suplicios ”.

Respondió Teófilo: “Yo deseo encontrar la verdadera vida. Ya he tomado esta decisión y estoy resuelto a ello.”

Cuando estuvo en el caballete de tormentos exclamó: “ahora soy verdadero cristiano porque estoy en la cruz. (la forma del potro era como una cruz) Gracias, Oh Cristo, porque me has concedido ser elevado en tu madero”.

Luego laceraron sus costados con garfios de hierro y los quemaron con antorchas encendidas. Antes de ser decapitado entregó su espíritu con esta oración: “Oh Cristo, Hijo de Dios, creo en Ti: inscríbeme en el número de tus santos”.

(Tomado de las Actas del Martirio).

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santa Dorotea

Los que han dejado la fe van a venir a ti, como esas dos hermanas, que inducidas fueron a santa Dorotea para que desistiera de su fe y adorara a los dioses falsos, pero la fe de Dorotea convenció a esas dos hermanas y ellas volvieron a la fe.

Estos amigos de la infancia, estos familiares que quieren persuadirte de tu fe, haz tú como Dorotea, y defiende tu fe con tu vida, y sé tú otra santa Dorotea y, por tu fe, sálvate y salva a los que han dejado la fe o nunca han tenido fe. Que tus palabras y obras demuestren tu fe. Sí, vas a sufrir, pero a saber por qué y por Quién. En el mundo todos sufren y pocos saben por qué y por Quién, y se quedan sufriendo en esta vida y en la eternidad. Los santos sólo sufren en este mundo, ¡nada más! Sé santo, sé santa y vive tu vida de fe con la alegría de lo que te espera, la felicidad, la dicha de gozar en la Vida, de vida eterna feliz y amado por el que Ama: Dios.

P. Jesús
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1 de Marzo / San David

San David, o Dewi Sant, como se le conoce en idioma galés, es el santo patrono de Gales. Era un monje, abad y obispo celta que vivió durante el siglo VI. Fue arzobispo de Gales, y uno de los primeros santos que ayudaron a diseminar el Cristianismo entre las tribus celtas paganas del oeste de las islas británicas.

Dewi nació cerca de Capel Non, en la costa suroriental de Gales, cerca de lo que ahora es la ciudad de Sain Dewi.

Estudió en un monasterio de nombre Hen Fynyw
Dewi hizo muchos viajes como misionero por todo Gales, donde estableció varias iglesias. También viajó al sur y oeste de Inglaterra y Cornualles. Fundó un monasterio en Glyn Rhosyn en la rivera del pequeño Río Alun, donde actualmente se yergue la catedral de la ciudad de Saint David.

Existen muchas historias acerca de la vida de Dewi, pero tal vez la más conocida se dice que ocurrió en el Sínodo de Llanddewi Brefi. Estaban por decidir si Dewi se convertiría en arzobispo. Una multitud se congregó en el Sínodo y cuando Dewi se puso de pié para tomar la palabra, uno de los miembros de la congregación grito: «No podremos verlo ni oírlo». En ese momento, el piso se elevó hasta que todos podían verlo y oírlo. Así, no era de sorprender que pronto fuera nombrado arzobispo.

Se dice que Dewi vivió más de 100 años, y generalmente se acepta que murió en al año 589. Las últimas palabras que dirigió a sus seguidores fueron en un sermón un domingo antes de su muerte. Según uno de sus biógrafos, Dewi les dijo: «Sean alegres y mantengan su fe y su credo. Hagan las pequeñas cosas que me han visto u oído hacer. Yo caminaré por la ruta que nuestros ancestros recorrieron antes que nosotros. «Hagan las pequeñas cosas» es una frase muy conocida en galés que ha sido la inspiración de muchos. Se dice que el martes 1 de marzo del año 589 el monasterio se llenó de ángeles y Cristo recibió su alma.

Tal como se celebra en la actualidad, el Día de San David data del año 1120, cuando Dewi fue canonizado por el Papa Callactus Segundo, y el 1 de marzo quedó incluido en el calendario de la Iglesia.

San David fue, y sigue siendo, una figura muy importante de Gales. El Día de San David es una gran celebración para Gales.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San David

Un santo con carisma muy marcado por la gracia de Dios, es san David. Los santos tienen esto, son diferentes y a la vez tienen tantas cosas en común.

P. Jesús
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2 de Noviembre / Conmemoración de los Fieles Difuntos

Esta fiesta responde a una larga tradición de fe en la Iglesia: orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrena y que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.
El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que los que mueren en gracia y amistad de Dios pero no perfectamente purificados, pasan después de su muerte por un proceso de purificación, para obtener la completa hermosura de su alma.

La Iglesia llama «Purgatorio» a esa purificación; y para hablar de que será como un fuego purificador, se basa en aquella frase de San Pablo que dice: «La obra de cada uno quedará al descubierto, el día en que pasen por fuego. Las obras que cada cual ha hecho se probarán en el fuego». (1Cor. 3, 14).

La práctica de orar por los difuntos es sumamente antigua. El libro 2º de los Macabeos en el Antiguo Testamento dice: «Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados» (2Mac. 12, 46); y siguiendo esta tradición, la Iglesia desde los primeros siglos ha tenido la costumbre de orar por los difuntos.

Al respecto, San Gregorio Magno afirma: «Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en este mundo ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el otro mundo. Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos misas, oraciones y limosnas por su eterno descanso».
Estos actos de piedad son constantemente alentados por la Iglesia.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Conmemoración de los Fieles Difuntos

Necesitas de un buen amigo, de amigos que no van a decepcionarte. Reza y pide a Dios por las almas del Purgatorio. Ellas jamás te decepcionarán, porque no pueden hacer maldades, no pueden ir al Infierno, ya que estando en el Purgatorio, han sido juzgadas y sentenciadas a salvarse pero tienen que, purificarse, necesitan de ti para que, con tus oraciones y sufragios y sacrificios por ellas, puedan ir antes al Cielo; y una vez allí, van a ser Santas y, al serlo, piden a Dios, interceden por ti que las ayudaste a salir del dolor para vivir en la Gracia del Reino de Dios.

Acordarse de los difuntos es ganarse amigos que no van a traicionarte y sí que van a pedir a Dios por ti.

Ayuda y serás ayudado.

De la Iglesia, el Santo Padre tiene el poder dado por Dios a San Pedro, para perdonar pecados, y si los puede perdonar puede también rezar por los pecadores, por los vivos y por los difuntos, esos que han partido ya de este ingrato mundo para ir a las delicias del Cielo o a las atrocidades del Infierno, y también hay la oportunidad de pasar un tiempo en el Más Allá purificándose antes de entrar en el Cielo, y siendo así, las oraciones de los vivos consiguen de Dios misericordia y perdón, por eso la Santa Madre Iglesia Católica ha puesto un día, el día de hoy dos de noviembre para que se recuerde uno de sus difuntos y rece por ellos, para que puedan ir cuanto antes al ¡Cielo Eterno!, piensa que si tú rezas por las almas del Purgatorio, ellas, una vez en el Cielo, agradecidas por tu ayuda van a pedir por ti y recibirás mayor consuelo que los que no tienen amigos en el Cielo. Rezad por los difuntos porque lo necesitan y es un acto de misericordia infinita, y hazlo con caridad y por caridad. Amén.

P. Jesús
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20 de Marzo / San Daniel, Profeta

Los datos acerca de este santo los sabemos por el libro de Daniel, en la S. Biblia. Pertenecía a una familia importante de Jerusalén. Era muy inteligente y estudioso y de agradable presencia. Cuando el rey Nabucodonosor invadió a Jerusalén se lo llevó prisionero a Babilonia junto con otros jóvenes. Al darse cuenta de las cualidades de este adolescente, Nabucodonosor lo hace instruir en todas las ciencias políticas y sociales de su país.

Los enemigos de la religión acusaron a Daniel porque tres veces cada día se arrodillaba en la azotea de su casa a adorar y rezar a Dios. En castigo fue echado al foso donde había leones sin comer. Pero Dios hizo el milagro de que los leones no lo atacaran, y esto hizo que el rey creyera en el verdadero Dios. El joven se abstenía de tomar bebidas alcohólicas y de consumir alimentos prohibidos por la Ley de Moisés, y Dios en cambio le concedió una inmensa sabiduría, con la cual logró escalar los más altos puestos de gobierno hasta llegar a ser primer ministro bajo los gobiernos de Nabucodonosor, Baltasar, Darío y Ciro.

A su gran sabiduría, a su habilidad para gobernar y a su santidad debe él que a pesar de los cambios de gobierno lograra conservar su cargo durante el reinado de cuatro reyes. Daniel recibió de Dios la gracia de revelar sueños y visiones. Daniel fue un profeta tan estimado que pudo corregir a los mismos jefes de gobierno de su tiempo y sus correcciones fueron recibidas con buena voluntad. Ante el pueblo apareció siempre como un hombre iluminado por Dios y de una conducta ejemplar y como un creyente de una profunda piedad y devoción.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Daniel, Profeta

Conducta ejemplar era la de san Daniel, profeta. Pero la conducta ejemplar la tenía antes de ser santo y de ser profeta y consejero de reyes; precisamente fue por su conducta ejemplar que llegó a ser santo, a codearse con reyes y a ser profeta.

Tu conducta debe ser ejemplar, y serás santo, y Dios te dará sus dones, y el mundo contará contigo para hacer cosas grandes.

P. Jesús
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19 de Abril / Fiesta de la Divina Misericordia

La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos … «y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia» (Diario, 723). En este mensaje, que Nuestro Señor nos ha hecho llegar por medio de Santa Faustina, se nos pide que tengamos plena confianza en la Misericordia de Dios, y que seamos siempre misericordiosos con el prójimo a través de nuestras palabras, acciones y oraciones… «porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil» (Diario, 742). Con el fin de celebrar apropiadamente esta festividad, se recomienda rezar la Coronilla y la Novena a la Divina Misericordia; confesarse -para la cual es indispensable realizar primero un buen examen de conciencia-, y recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta de la Divina Misericordia. La escencia de la devoción La esencia de la devoción se sintetiza en cinco puntos fundamentales: 1. Debemos confiar en la Misericordia del Señor. Jesús, por medio de Sor Faustina nos dice: «Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en mi misericordia. Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina». 2. La confianza es la esencia, el alma de esta devoción y a la vez la condición para recibir gracias. «Las gracias de mi misericordia se toman con un solo recipiente y este es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son mi gran consuelo y sobre ellas derramo todos los tesoros de mis gracias. Me alegro de que pidan mucho porque mi deseo es dar mucho, muchísimo. El alma que confía en mi misericordia es la más feliz, porque yo mismo tengo cuidado de ella. Ningún alma que ha invocado mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en mi bondad». 3. La misericordia define nuestra actitud ante cada persona. «Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia mí. Debes mostrar misericordia siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formar de ejercer misericordia: la primera es la acción; la segunda, la palabra; y la tercera, la oración. En estas tres formas se encierra la plenitud de la misericordia y es un testimonio indefectible del amor hacia mí. De este modo el alma alaba y adora mi misericordia». 4. La actitud del amor activo hacia el prójimo es otra condición para recibir gracias. «Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá mi misericordia en el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque la misericordia anticiparía mi juicio». 5. El Señor Jesús desea que sus devotos hagan por lo menos una obra de misericordia al día. «Debes saber, hija mía que mi Corazón es la misericordia misma. De este mar de misericordia las gracias se derraman sobre todo el mundo. Deseo que tu corazón sea la sede de mi misericordia. Deseo que esta misericordia se derrame sobre todo el mundo a través de tu corazón. Cualquiera que se acerque a ti, no puede marcharse sin confiar en esta misericordia mía que tanto deseo para las almas». La Santa Sede decreta día de la Divina Misericordia. Una propuesta de Santa Faustina Kowalska La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó el 23 de mayo del 2000 un decreto en el que se establece, por indicación de Juan Pablo II, la fiesta de la Divina Misericordia, que tendrá lugar el segundo domingo de Pascua. La denominación oficial de este día litúrgico será «segundo domingo de Pascua o de la Divina Misericordia». Ya el Papa lo había anunciado durante la canonización de Sor Faustina Kowalska, el 30 de abril: «En todo el mundo, el segundo domingo de Pascua recibirá el nombre de domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al genero humano en los años venideros». Sin embargo, el Papa no había escrito estas palabras, de modo que no aparecieron en la transcripción oficial de sus discursos de esa canonización. Santa Faustina, que es conocida como la mensajera de la Divina Misericordia, recibió revelaciones místicas en las que Jesús le mostró su corazón, fuente de misericordia y le expresó su deseo de que se estableciera esta fiesta. El Papa le dedicó una de sus encíclicas a la Divina Misericordia («Dives in misericordia»). Los apóstoles de la Divina Misericordia están integrados por sacerdotes, religiosos y laicos, unidos por el compromiso de vivir la misericordia en la relación con los hermanos, hacer conocer el misterio de la divina misericordia, e invocar la misericordia de Dios hacia los pecadores. Esta familia espiritual, aprobada en 1996, por la archidiócesis de Cracovia, está presente hoy en 29 países del mundo. El decreto vaticano aclara que la liturgia del segundo domingo de Pascua y las lecturas del breviario seguirán siendo las que ya contemplaba el misal y el rito romano.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Fiesta de la Divina Misericordia

Quien no confía, no obedece; y sin obras de fe, no hay Caridad, y la Misericordia de Dios no se recibe porque no se cree en su Amor.

Hoy, Fiesta de la Divina Misericordia, quiere Dios que se crea en su Amor misericordioso que ama a todos los pecadores, y a todos da su misericordia infinita.

Cree en el amor de Dios y déjate Amar por Jesús en su Divina Misericordia.

P. Jesús
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6 de Mayo / Santo Domingo Savio, Niño

Domingo Savio tuvo una vida muy sencilla, pero en poco tiempo recorrió un largo camino de santidad, obra maestra del Espíritu Santo y fruto de la pedagogía de san Juan Bosco.

Había nacido en San Giovanni di Riva (cerca de Chieri, provincia de Turín) en una familia pobre de bienes materiales, pero rica de fe. Su niñez quedó marcada por la primera comunión, hecha con fervor a los siete años, y se distingue por el cumplimiento del deber. A sus doce años tuvo lugar un acontecimiento decisivo: el encuentro con San Juan Bosco, que lo acoge, como padre y guía, en Valdocco (Turín) para cursar los estudios secundarios.

Al descubrir entonces los altos horizontes de su vida como hijo de Dios, apoyándose en su amistad con Jesús y María se lanza a la aventura de la santidad, entendida como entrega total a Dios por amor. Reza, pone empeño en los estudios, es el compañero más amable. Sensibilizado en el ideal del Da mihi ánimas de san Juan Bosco, quiere salvar el alma de todos y funda la compañía de la Inmaculada, de la que saldrán los mejores colaboradores del fundador de los salesianos.
Habiendo enfermado de gravedad a los 15 años, regresa al hogar paterno de Mondonio (provincia de Asti), donde muere serenamente el 9 de marzo de 1857 con la alegría de ir al encuentro del Señor. Pío XII lo proclamó santo el 12 de junio de 1954.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santo Domingo Savio, Niño

No es cuestión de años, sino de deseos y cumplimiento fiel del deber de cada quien y de cada edad y de cada circunstancia. Hay niños, como Santo Domingo Savio, que ya desde que tuvo uso de razón supo cumplir con su obligación y se esforzó en ello. Unido a San Juan Bosco halló el Camino, vivió la Vida de la perfección que Jesús quiere para todos. Sí, para ti también. No te se me escondas, que te he visto leerme. Anda, aprende, aprende de los santos. Si el niño Santo Domingo Savio pudo, tú puedes: No tienes excusa, no la busques, porque no la tienes. Sé santo.

P. Jesús

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8 de Agosto / Santo Domingo de Guzmán, Fundador

Era todavía estudiante cuando se le nombró canónigo de la Catedral de Osma. El santo vivía en comunidad, bajo la regla de San Agustín. Cuando Diego de Acevedo fue elegido Obispo de Osma hacia el año 1201, le sucedió en el cargo de prior del capítulo. 

El obispo y Domingo fueron a Roma a pedir a Inocencio III que los enviase a predicar el Evangelio a los cumanos en Rusia. El Papa los exhortó para que consagraran sus esfuerzos a luchar dentro de la cristiandad por desarraigar la herejía. Domingo y el obispo pasaron después por Citeaux, a cuyos monjes había encargado el Papa que lucharan contra los albigenses. En Montpellier se reunieron con el abad de Citeaux y otros dos monjes, Pedro de Castelnau y Raúl de Fontefroide. 

El sistema albigense se basaba en el dualismo del bien y el mal. A este último principio opuesto al bien, pertenecía la materia y todo lo material. Por ende, los albigenses negaban la realidad de la Encarnación y rechazaban los sacramentos. 

En 1206, el día de la fiesta de Santa María Magdalena, Domingo fundó en Prouille un convento con nueve monjas a las que había convertido de la herejía. Santo Domingo había predicado ya diez años en el Languedoc. Hasta entonces había portado el hábito de los Canónigos Regulares de San Agustín y observado su regla. Pero, deseaba reavivar el espíritu apóstolico, para eso proyectaba fundar un grupo de religiosos, que no serían necesariamente sacerdotes ni se dedicarían exclusivamente a la contemplación, como los monjes, sino que unirían a la contemplación el estudio de las ciencias sagradas y la práctica de los ministerios pastorales. Pocos meses más tarde, Santo Domingo acompañó al obispo al cuarto Concilio de Letrán. Hacia 1215, Inocencio III aprobó el convento de religiosas en Prouille y, verbalmente, la nueva fundación. Finalmente la nueva comunidad y sus constituciones fue aprobada por el sucesor de Inocencio III, Honorio III, en el año de 1216. 

Gregorio IX (el cardenal Ugolino) firmó el decreto de canonización de su amigo, Santo Domingo en 1234.

FUENTE: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santo Domingo de Guzmán, Fundador

San Domingo de Guzmán, como muchos otros santos, se puso bajo los mandatos del Santo Padre para su persona, y obedeció en todo y dió fruto abundante por su fe y su voluntad en la obediencia fiel de lo que se esperaba de él. Dió mucho de sí, porque se dió totalmente a la Iglesia, que es fundada por Dios, nuestro Señor Jesucristo, Salvador y Redentor.

Hagamos como San Domingo de Guzmán y pongámonos a servir al Papa, él es el representante de Cristo en la tierra.

P. Jesús

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6 de Septiembre / Santos Donaciano y Leto, Mártires

En el año 484, Humerico, rey arriano de los vándalos, ordenó que todas las iglesias cristianas del África fueran clausuradas y confiscados los bienes del clero para entregarlos al pueblo africano. Por mandato real, congregaron a los obispos en el palacio, siendo conducidos lejos de la ciudad, y ordenados a que marcharan solos hacia el destierro. Ante tal injusticia, Donaciano y otros cuatro obispos de la provincia de Bisaseno, reunieron a numerosos cristianos para protestar frente a las puertas de la ciudad; el rey Humerico furioso por la revuelta, ordenó a sus soldados a matar y «aplastar» a los quejosos. Donaciano y los cuatro obispos fueron brutalmente golpeados y, en estado lamentable, se les condujo al desierto, donde quedaron abandonados para morir de hambre y sed. 

San Leto, Obispo de la Leptis Menor, considerado «un hombre celoso y muy sabio,» y que se había ganado la enemistad de Humerico por su enérgica oposición al arrianismo, también fue encerrado en un calabozo estrecho, oscuro y pestilente, del cual lo sacaron al cabo de dos meses para quemarlo vivo.

Fuente: ACI PRENSA

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santos Donaciano y Leto, Mártires

Y a ti, aunque de distinta manera por la actualidad de los tiempos, si eres buen católico, van a decirte que no vayas a la Iglesia, que cierres tu corazón a Ella y te entretengas en malas mujeres que se entregan a ti por menos que una sonrisa, sólo por el mismo placer de ellas de poseerte. Torturan tu mente con perseguir a la Iglesia, y muchos de la misma Iglesia, ¡las cierran! No hay nadie dentro, dicen que temen a robos y a los blasfemos, pero no saben lo que hacen cuando cierran ellos mismos las iglesias. Cierran el mismo corazón de Cristo que se entregó por todos y al que le despojaron de todo, incluso de su ropa, y dicen que tienen miedo a los robos. Falta amor en muchos corazones. Están muchos muy ocupados realizándose; estudiando a Dios y negándolo al Pueblo, que encuentra cerradas las iglesias.

Los mártires de hoy, como los Santos mártires Donaciano y Leto, como a ellos, los llevan al desierto, a separarlos de Dios, a quedarse sin Dios, a perder su fe en manos paganas de lujos y dinero y éxitos sociales y lujurias de todas clases.

¡Mártires!

Dios os ama. ¡No lo olvidéis! Oh amados.

P. Jesús

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15 de Septiembre / Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores

Por dos veces durante el año, la Iglesia conmemora los dolores de la Santísima Virgen que es el de la Semana de la Pasión y también hoy, 15 de setiembre.

La primera de estas conmemoraciones es la más antigua, puesto que se instituyó en Colonia y en otras partes de Europa en el siglo XV y cuando la festividad se extendió por toda la Iglesia, en 1727, con el nombre de los Siete Dolores, se mantuvo la referencia original de la Misa y del oficio de la Crucifixión del Señor.

En la Edad Media había una devoción popular por los cinco gozos de la Virgen Madre, y por la misma época se complementó esa devoción con otra fiesta en honor a sus cinco dolores durante la Pasión. Más adelante, las penas de la Virgen María aumentaron a siete, y no sólo comprendieron su marcha hacia el Calvario, sino su vida entera. A los frailes servitas, que desde su fundación tuvieron particular devoción por los sufrimientos de María, se les autorizó para que celebraran una festividad en memoria de los Siete Dolores, el tercer domingo de setiembre de todos los años.

Fuente: ACI PRENSA

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores

Acordaos almas benditas por la fe de vuestra Iglesia, que los dolores que padeció María, la llenaron de más belleza. Porque el dolor aceptado, el dolor sufrido en la bondad de Su pureza, hicieron que Su belleza subiera de la tierra al Cielo, y los Ángeles le cantaran a la Madre bendita; que sus dolores tenían fin en el fin de la vida terrena y cuando todos en el Cielo, unidos en el amor de Dios, seremos una estrella brillante en la paz del universo.

P. Jesús

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