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V

5 de Abril / San Vicente Ferrer

Nació en 1350 en Valencia, España. Sus padres le inculcaron desde muy pequeñito una fervorosa devoción hacia Jesucristo y a la Virgen María y un gran amor por los pobres, a quienes repartía significativas limosnas que la familia acostumbraba dar. Ingresó a la comunidad de Padres Dominicos y, por su gran inteligencia, a los 21 años ya era profesor de filosofía en la universidad. Siendo diácono lo mandaron a predicar a Barcelona, ciudad que estaba atravesando por un período de hambre ya que los barcos con alimentos no llegaban desde hace varias semanas.

San Vicente estaba muy angustiado porque la Iglesia Católica estaba dividida entre dos Papas y existía mucha desunión. Estas constantes preocupaciones mortificaron y enfermaron peligrosamente al santo; pero una noche, por revelación divina, descubrió que su misión era la de predicar el Evangelio por ciudades, pueblos, campos y países. El santo recuperó inmediatamente la salud, y durante 30 años recorrió el norte de España, el sur de Francia, el norte de Italia, y Suiza, predicando incansablemente, con enormes frutos espirituales, ya que los primeros en convertirse fueron judíos y moros.

San Vicente fustigaba sin miedo las malas costumbres, que son la causa de tantos males e invitaba incesantemente a recibir los santos sacramentos de la confesión y de la comunión. Los milagros acompañaron a San Vicente en toda su predicación, siendo el don de las lenguas el primordial y básico para su misión de evangelizar las ciudades y pueblos. El santo se mantuvo humilde y sencillo a pesar de la gran fama y popularidad alcanzada por sus predicaciones en varios países. Los últimos años, acechado por varias dolencias y enfermedades, sus predicaciones mantenían esa fuerza, vigor y entusiasmo que lo caracterizaron en el anuncio del Evangelio.

Murió en plena actividad misionera, el Miércoles de Ceniza, 5 de abril del año 1419. Fue canonizado en 1455.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Vicente Ferrer

San Vicente Ferrer es un santo muy querido por la Iglesia, porque su celo de apostolado venció sus angustiosas mortificaciones que le llevaron a la enfermedad por ver una Iglesia Católica dividida por dos Papas, por ver que las cosas no funcionaban bien en las altas jerarquías eclesiásticas, pero sobreponiéndose a todo mal, empezó a pensar en hacer todo bien posible él, ya que la Gracia de la revelación divina vino a visitarlo para consolarlo, aliviarlo de su dolor y elevarlo a las obras de santificación y santidad por amor a Dios.

Cuando la Santa Madre Iglesia pasa temporadas en que no parece tan santa, es el momento propicio de hacer como hizo San Vicente Ferrer, que en vez de enfermarse por lo que hacen los demás, empezó a usar de su libertad de bautizado y proclamó su fe y obras de la misma en todo lugar, y la asistencia de Dios no le faltó; la historia nos dice que Dios, por y con este santo, hizo verdaderos milagros, y muchos de conversión, y los primeros fueron judíos y  moros; porque nada es imposible para Dios. Y Dios necesita de ti, como necesitó y usó del humilde san Vicente Ferrer.

P. Jesús
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31 de Mayo / Fiesta de la Visitación de la Virgen María

Luego que María Santísima oyó del ángel Gabriel que su prima Isabel también esperaba un hijo, sintióse iluminada por el Espíritu Santo y comprendió que debería ir a visitar a aquella familia y ayudarles y llevarles las gracias y bendiciones del Hijo de Dios que se había encarnado en Ella. San Ambrosio anota que fue María la que se adelantó a saludar a Isabel puesto que es la Virgen María la que siempre se adelanta a dar demostraciones de cariño a quienes ama.

Por medio de la visita de María llevó Jesús a aquel hogar muchos favores y gracias: el Espíritu Santo a Isabel, la alegría a Juan, el don de Profecía, etc, los cuales constituyen los primeros favores que nosotros conocemos que haya hecho en la tierra el Hijo de Dios encarnado. San Bernardo señala aquí que desde entonces María quedó constituida como un «Canal inmenso» por medio del cual la bondad de Dios envía hacia nosotros las cantidades más admirables de gracias, favores y bendiciones.

Además, nuestra Madre María recibió el mensaje más importante que Dios ha enviado a la tierra: el de la Encarnación del Redentor en el mundo, y en seguida se fue a prestar servicios humildes a su prima Isabel. No fue como reina y señora sino como sierva humilde y fraterna, siempre dispuesta a atender a todos que la necesitan.

Este fue el primero de los numerosos viajes de María a ayudar a los demás. Hasta el final de la vida en el mundo, Ella estará siempre viajando para prestar auxilios a quienes lo estén necesitando. También fue la primera marcha misionera de María, ya que ella fue a llevar a Jesús a que bendijera a otros, obra de amor que sigue realizando a cada día y cada hora. Finalmente, Jesús empleó a su Madre para santificar a Juan Bautista y ahora ella sigue siendo el medio por el cual Jesús nos santifica a cada uno de nosotros que somos también hijos de su Santa Madre.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Fiesta de la Visitación de la Virgen María

Dios se da al mundo cuando los santos aman al mundo, porque Dios hace un todo con el santo, como pidió Jesús al Padre: “Que sean uno como nosotros”.

La Santísima Virgen María, fue a dar las gracias de Dios a su prima Isabel, e Isabel se llenó del Espíritu Santo y profetizó.

María, una y otra vez, nos da a Su Hijo Dios. No lo esconde, no tiene miedo de darlo, porque es madre y Madre de Dios.

Las santas madres preparan a sus hijos para darlos al mundo, para que ayuden a Dios a hacer un mundo mejor.

Si tú eres madre, ya sabes cual es tu plan de vida: Dar a Dios en la vida de tus hijos; que vivan la fe y den a Jesús al mundo para que el mundo se llene de Dios. La imitación a la Madre de Dios es para vosotras, madres, el camino de la Verdad que os da y da Vida.

P. Jesús

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15 de Junio / Santos Vito, Modesto y Crescencia, Mártires

El culto a estos tres santos se remonta a tiempos muy antiguos; sus nombres aparecen en el llamado martirologio de San Jerónimo o Hieronymianum. Dieron su vida por la fe en la provincia romana de Lucania, en el sur de Italia.

La veneración a San Vito se extendió tanto por Alemania, que su nombre se incluyó entre los Catorce Santos Protectores y se le consideró como patrono especial de los epilépticos y de los afectados por esa enfermedad nerviosa llamada ‘Baile de San Vito’, tal vez por eso se le tiene también por protector de los bailarines y actores. Asimismo, se le invocaba contra el peligro de las tormentas, contra el exceso de sueño, mordeduras de serpientes y contra todo daño que las bestias pueden hacer a los hombres. A menudo se le representa acompañado de alguna fiera. San Vito, Modesto y Crescencia, a los que se le atribuían poderes sobrenaturales, murieron por negarse rotundamente a rendir sacrificio a los dioses. Fueron sometidos a diversas torturas de las que salieron ilesos. Los mártires murieron en Lucania, agotados por sus sufrimientos.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santos Vito, Modesto y Crescencia, Mártires

A veces te puede parecer que estás agotado de sufrir, que ya no puedes más, y es por cosas del mundo; pero si todo ello lo ofreces a Dios y aceptas tanto dolor sin devolver mal por mal y perdonando a todos los que te dañan, entonces tú, con Cristo, te estás santificando. ¡Dios te hace santo!

Los santos como San Vito, Modesto y Crescencia, aguantaron por amor a Dios, por su fe, tormentos sin fin, que los llevaron al fin de su vida llenos de amor a Dios. Tú, tú que amas tanto a Dios, no te extrañes pues de que tienes una vida difícil, llena de dolores y pruebas, y es que Dios te quiere santo. ¡Sé santo! Vas a salir de estas, pero luego de un tiempo vendrán otras y otras más, distintas y quizás no tan duras, pero, oh amado de Dios, la Santidad se gana a golpes de corazón: renunciando a devolver mal por mal y perdonando a todos. Dios te ama si sufres tanto. Piensa en el Cielo, oh amado de Dios. Dios purifica tus excesos y cubre tu alma de los abusos de sentimentalismos que la ponen una y mil veces en peligro. Sé recio, se Santo: ¡Por Dios!

P. Jesús
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10 de Julio / Santa Verónica Giuliani, Virgen

Ursula Giuliani nació en Mercatello de Urbino, en 1660. 

En 1667, la joven ingresó en el convento capuchino de Cita de Castello, en Umbría, donde tomó el nombre de Verónica. Después de la profesión, aumentó todavía más su devoción a la Pasión de Cristo; a raíz de una visión de Nuestro Señor con la cruz a cuestas, Verónica empezó a sufrir de un agudo dolor en el costado. En 1693, tuvo otra visión en la que el Señor le dio a gustar el cáliz; Verónica lo aceptó y, desde aquel momento, los estigmas de la Pasión comenzaron a grabarse en su cuerpo y en su alma. Al año siguiente las marcas de la corona de espinas aparecieron sobre su frente y las huellas de las cinco llagas se formaron en sus miembros el Santo de 1697. 

Durante 34 años desempeñó en su convento el cargo de maestra de novicias. Once años antes de su muerte, fue elegida abadesa. Formaba a sus novicias con el «Ejercicio de Perfección y Virtudes Cristianas» del P. Rodriguez. Al fin de su vida, Santa Verónica, que durante casi 50 años había sufrido con admirable paciencia, resignación y aún gozo, se vio atacada de una apoplejía. Murió el 9 de julio de 1727. Dejó escrito un relato de su vida y sus experiencias místicas, que fue de gran utilidad en el proceso de beatificación. Antes de su muerte, había dicho a su confesor que los instrumentos de la Pasión del Señor estaban impresos en su corazón. Le dibujó su corazón, representando estos instrumentos, pues decía que los sentía porque cambiaban de posición. Al hacerle la autopsia, en la que estuvo presente el obispo, el alcalde y varios cirujanos, se puso al descubierto una serie de objetos minúsculos, que correspondían a los que la santa había dibujado.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santa Verónica Giuliani, Virgen

Los santos sufren, sí, y mucho, muchísimo, así como sufrió Santa Verónica Giuliani, Virgen.

¿Tienes miedo de sufrir? Entonces no serás santo, no serás santa, porque hay que sufrir mucho para adquirir las virtudes que nos hacen más perfectos, más dóciles a las gracias que Dios quiere darnos. No tengas miedo a sufrir, porque todos los santos sufren.

Tú, sí, tú; si tú sufres y vives en Gracia de Dios, amando a Dios sobre todas las cosas: sufres.

P. Jesús

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28 de Julio / San Víctor I, Papa y Mártir

San Víctor, originario de Africa, sucedió en el pontificado a San Eleuterio hacia el año 189. Afrontó eficazmente las grandes dificultades de su época. Por ejemplo, ciertos cristianos del Asia que vivían en Roma, insistían en celebrar la Pascua según su propia tradición, aunque no fuese en domingo. Como ciertos obispos de Asia los apoyasen, San Víctor los amenazó con la excomunión. Otra de las dificultades que tuvo que enfrentar, fue la enseñanza de Teódoto, quien sostenía que Jesucristo era simplemente un hombre dotado de poderes sobrenaturales. 

San Víctor murió antes de que comenzase la persecución de Septimio Severo, pero las persecuciones que debió sufrir por su enérgico celo para defender la fe, le merecen el título de mártir. Según San Jerónimo, este santo fue el primero en celebrar los sagrados misterios en latín.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Víctor I, Papa y Mártir

Hay que enfrentarse a todo lo que nos aparta de Dios, a todos los que nos apartan de Dios, y así, con nuestro ejemplo, vamos a hacer un mundo mejor.

Hay que ser como los santos, como San Víctor I, Papa y Mártir, que lucho para defender la fe, desde el lugar donde Dios lo había puesto: Papa.

Tú, que eres lo que eres, siendo lo que eres, defiende la verdad, defiende tu fe con obras, no sólo con palabras.

P. Jesús

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15 de Agosto / Solemnidad de la Asunción de la Virgen María

El dogma de la Asunción se refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida terrena fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial. 

Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus: 

«Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo». 

Ahora bien, ¿por qué es importante que los católicos recordemos y profundicemos en el Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo? El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica responde a este interrogante: 

«La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos» (#966). 

La importancia de la Asunción para nosotros, hombres y mujeres de comienzos del Tercer Milenio de la Era Cristiana, radica en la relación que hay entre la Resurrección de Cristo y la nuestra. La presencia de María, mujer de nuestra raza, ser humano como nosotros, quien se halla en cuerpo y alma ya glorificada en el Cielo, es eso: una anticipación de nuestra propia resurrección. 

Más aún, la Asunción de María en cuerpo y alma al cielo es un Dogma de nuestra fe católica, expresamente definido por el Papa Pío XII hablando «ex-cathedra». Y … ¿qué es un Dogma? Puesto en los términos más sencillos, Dogma es una verdad de Fe, revelada por Dios (en la Sagrada Escritura o contenida en la Tradición), y que además es propuesta por la Iglesia como realmente revelada por Dios. 

En este caso se dice que el Papa habla «ex-cathedra», es decir, que habla y determina algo en virtud de la autoridad suprema que tiene como Vicario de Cristo y Cabeza Visible de la Iglesia, Maestro Supremo de la Fe, con intención de proponer un asunto como creencia obligatoria de los fieles Católicos. 

El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (#966) nos lo explica así, citando a Lumen Gentium 59, que a la vez cita la Bula de la Proclamación del Dogma: «Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del Cielo y elevada al Trono del Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte». 

Y el Papa Juan Pablo II, en una de sus Catequesis sobre la Asunción, explica esto mismo en los siguientes términos: 

«El dogma de la Asunción afirma que el cuerpo de María fue glorificado después de su muerte. En efecto, mientras para los demás hombres la resurrección de los cuerpos tendrá lugar al fin del mundo, para María la glorificación de su cuerpo se anticipó por singular privilegio» (JP II, 2-julio-97). 

«Contemplando el misterio de la Asunción de la Virgen, es posible comprender el plan de la Providencia Divina con respecto a la humanidad: después de Cristo, Verbo encarnado, María es la primera criatura humana que realiza el ideal escatológico, anticipando la plenitud de la felicidad, prometida a los elegidos mediante la resurrección de los cuerpos» (JP II , Audiencia General del 9-julio-97). 

Continúa el Papa: «María Santísima nos muestra el destino final de quienes `oyen la Palabra de Dios y la cumplen’ (Lc. 11, 28). Nos estimula a elevar nuestra mirada a las alturas, donde se encuentra Cristo, sentado a la derecha del Padre, y donde está también la humilde esclava de Nazaret, ya en la gloria celestial» (JP II, 15-agosto-97) 

Los hombres y mujeres de hoy vivimos pendientes del enigma de la muerte. Aunque lo enfoquemos de diversas formas, según la cultura y las creencias que tengamos, aunque lo evadamos en nuestro pensamiento, aunque tratemos de prolongar por todos los medios a nuestro alcance nuestros días en la tierra, todos tenemos una necesidad grande de esa esperanza cierta de inmortalidad contenida en la promesa de Cristo sobre nuestra futura resurrección. 

Mucho bien haría a muchos cristianos oír y leer más sobre este misterio de la Asunción de María, el cual nos atañe tan directamente. ¿Por qué se ha logrado colar la creencia en el mito pagano de la re-encarnación entre nosotros? Si pensamos bien, estas ideas extrañas a nuestra fe cristiana se han ido metiendo en la medida que hemos dejado de pensar, de predicar y de recordar los misterios, que como el de la Asunción, tienen que ver con la otra vida, con la escatología, con las realidades últimas del ser humano. 

El misterio de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo nos invita a hacer una pausa en la agitada vida que llevamos para reflexionar sobre el sentido de nuestra vida aquí en la tierra, sobre nuestro fin último: la Vida Eterna, junto con la Santísima Trinidad, la Santísima Virgen María y los Angeles y Santos del Cielo. El saber que María ya está en el Cielo gloriosa en cuerpo y alma, como se nos ha prometido a aquéllos que hagamos la Voluntad de Dios, nos renueva la esperanza en nuestra futura inmortalidad y felicidad perfecta para siempre.

FUENTE: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Solemnidad de la Asunción de la Virgen María

Un dogma es una declaración de fe, de verdad. Y es verdad que María, la Madre de Dios y nuestra, vive ya en el Cielo, en cuerpo y alma, como vamos a vivir otro día nosotros allí, en el Cielo, también con cuerpo y alma. Ella, María, nació sin la marca del pecado original, nació con la misma condición que fue creado Adán, y que Eva; salida de la esencia de Adán, fué creada así por Dios. Y Si Dios pudo hacerlo en Adán y Eva, pudo hacerlo y lo hizo en María, la que iba a ser su Madre, si ella accedía.

No hablaré hoy más de este tema, porque deseo que meditéis lo que ya os he dicho del mismo. Repito: Si Adán y Eva pudieron ser creados por Dios, ¿podía Dios crear de esa misma esencia, en las entrañas de Santa Ana, un alma y persona llena de Gracia? ¿Podía? Tú piensa sólo esto: ¿Podía hacerlo, Dios Creador? ¿O le era una cosa imposible?… ¿Había indicios, anteriores al del nacimiento de María, que demuestran que Dios hizo algo semejante? ¿No hizo Dios a Eva, sacada de la costilla de Adán y de barro? Sí, lo hizo. Entonces, ¿puede Dios, hacer de Dios, cuantas veces quiera? Sí.

Cree, ten fe; es un dogma, que María subió al Cielo en cuerpo y alma, porque nació llena de gracia, y ¿no nos salvamos por la gracia de Dios? ¿No es, por la gracia de Dios, que vamos al Cielo? ¿No es, por la gracia de Dios, que otro día resucitarán los cuerpos? Entonces, tu fe y la historia de Dios, te proclaman la verdad de María, que vive en cuerpo y alma en el Cielo, como vas a vivir tú otro día: Todo es cuestión de tiempo, pero para Dios, todo es en el mismo tiempo, y no necesita esperar a cumplir su voluntad, ésta se cumple siempre, de continuo, como el que tú vives por su voluntad. Es Dios, ¿recuerdas? Y María, es la Madre de Dios, ¿recuerdas?, y es Madre tuya: ¡¡Recuérdalo!! ¡Venérala!, porque es de fe, que está en cuerpo y alma en el Cielo, por ser la Madre de Dios y, por serlo, merece tu veneración, y tú necesitas venerarla, como necesitas adorar a Dios. Es tu propia necesidad, la que pone las cosas en su lugar; a Dios se le adora, y a María se le venera; y a ti mismo, deja de glorificarte y empieza a vivir en cristiano, y sé dogmático; María te ama, créetelo, porque este es un dogma mayor que el dogma de la Solemnidad  de la Asunción de la Virgen María, el que sepas y creas verdaderamente y ciertamente y con autenticidad, el que tu Madre, María, te ama. ¡Te ama! A ver si aprendes a ver las cosas claras y dejas de endiosarte, y te haces hijo de Dios y de María de la Asunción.

P. Jesús
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8 de Septiembre / Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María

La celebración de la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María, es conocida en Oriente desde el siglo VI. Fue fijada el 8 de septiembre, día con el que se abre el año litúrgico bizantino, el cual se cierra con la Dormición, en agosto. En Occidente fue introducida hacia el siglo VII y era celebrada con una procesión-letanía, que terminaba en la Basílica de Santa María la Mayor. 

El Evangelio no nos da datos del nacimiento de María, pero hay varias tradiciones. Algunas, considerando a María descendiente de David, señalan su nacimiento en Belén. Otra corriente griega y armenia, señala Nazareth como cuna de María. 

Sin embargo, ya en el siglo V existía en Jerusalén el santuario mariano situado junto a los restos de la piscina Probática, o sea, de las ovejas. Debajo de la hermosa iglesia románica, levantada por los cruzados, que aún existe -la Basílica de Santa Ana- se hallan los restos de una basílica bizantina y unas criptas excavadas en la roca que parecen haber formado parte de una vivienda que se ha considerado como la casa natal de la Virgen. 

Esta tradición, fundada en apócrifos muy antiguos como el llamado Protoevangelio de Santiago (siglo II), se vincula con la convicción expresada por muchos autores acerca de que Joaquín, el padre de María, fuera propietario de rebaños de ovejas. Estos animales eran lavados en dicha piscina antes de ser ofrecidos en el templo. 

La fiesta tiene la alegría de un anuncio premesiánico. Es famosa la homilía que pronunció San Juan Damasceno (675-749) un 8 de septiembre en la Basílica de Santa Ana, de la cual extraemos algunos párrafos: 

«¡Ea, pueblos todos, hombres de cualquier raza y lugar, de cualquier época y condición, celebremos con alegría la fiesta natalicia del gozo de todo el Universo. Tenemos razones muy válidas para honrar el nacimiento de la Madre de Dios, por medio de la cual todo el género humano ha sido restaurado y la tristeza de la primera madre, Eva, se ha transformado en gozo. Ésta escuchó la sentencia divina: parirás con dolor. A María, por el contrario, se le dijo: Alégrate, llena de gracia! 

¡Oh feliz pareja, Joaquín y Ana, a ustedes está obligada toda la creación! Por medio de ustedes, en efecto, la creación ofreció al Creador el mejor de todos los dones, o sea, aquella augusta Madre, la única que fue digna del Creador. ¡Oh felices entrañas de Joaquín, de las que provino una descendencia absolutamente sin mancha! ¡Oh seno glorioso de Ana, en el que poco a poco fue creciendo y desarrollándose una niña completamente pura, y, después que estuvo formada, fue dada a luz! Hoy emprende su ruta la que es puerta divina de la virginidad. De Ella y por medio de Ella, Dios, que está por encima de todo cuanto existe, se hace presente en el mundo corporalmente. Sirviéndose de Ella, Dios descendió sin experimentar ninguna mutación, o mejor dicho, por su benévola condescendencia apareció en la Tierra y convivió con los hombres». 

Si pensamos por cuántas cosas podemos hoy alegrarnos, cuántas cosas podemos festejar y por cuántas cosas podemos alabar a Dios; todos los signos, por muchos y hermosos que sean, nos parecerán tan sólo un pálido reflejo de las maravillas que el Espíritu de Dios hizo en la Virgen María, y las que hace en nosotros, las que puede seguir haciendo… si lo dejamos.

Fuente: ACI PRENSA

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María

¡Felices los que aman a la Madre de Dios, porque ellos tienen consuelo en este Valle de Lágrimas!

Natividad de María:

Dios quiso lo perfecto para Ella; y lo perfecto para toda persona es que sea deseada su vida, su nacimiento, por sus padres; eso marca de por vida a cualquiera: el amor con que se espera su venida.

María fue deseada, como deseada es la alegría en todos, y María es nuestra alegría, la alegría del mundo, la portadora de la Buena Nueva, del Evangelio, del mismo Dios, que tanto la ama.

Ella, María: Nació. ¡Cantan Aleluyas los Ángeles y los corazones que aman a Dios Padre y a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo!

P. Jesús

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27 de Septiembre / San Vicente de Paul

Nació en el pueblecito de Pouy en Francia, en 1580. San Vicente -cuyo nombre significa victorioso- solía decir, por experiencia propia, a los impacientes: «Tres veces hablé cuando estaba de mal genio y con ira, y las tres veces dije barbaridades». Por eso cuando le ofendían permanecía siempre callado, en silencio como Jesús en su Santísima Pasión». 

El Ministro Gondi nombró al P. Vicente como capellán de las grandes regiones donde tenía sus haciendas, descubriendo con horror que los campesinos ignoraban totalmente la religión; que las pocas confesiones que hacía eran sacrílegas porque callaban casi todo, y que no tenían quién les instruyera. 

Se consiguió un grupo de sacerdotes amigos, y empezó a predicar misiones por esos pueblos. La gente acudía por centenares y miles a escuchar los sermones, se confesaban y enmendaban su vida. Fue ahí donde vio la necesidad de fundar la Comunidad de Padres Vicentinos, dedicada a instruir y ayudar a los más necesitados. La obra apostólica del santo se extendió velozmente fundando no sólo comunidades sino también grupos de caridad para ayudar e instruir a las gentes más pobres; sin embargo, para dirigir las misiones el santo vio la necesidad de que sean religiosas quienes lo ayudasen fundando la comunidad de las hermanas vicentinas a cargo de Santa Luisa de Marillac. 

Murió el 27 de septiembre de 1660, a los 80 años de edad. El Santo Padre León XIII lo proclamó Patrono de todas las asociaciones católicas de caridad.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Vicente de Paul

«Tres veces hablé cuando estaba de mal genio y con ira, y las tres veces dije barbaridades». Por eso cuando le ofendían permanecía siempre callado, en silencio como Jesús en su Santísima Pasión». Acuérdate del veraz comentario de San Vicente de Paul, y haz como Jesús y como hacía luego el mismo San Vicente de Paul, que callaba. Calla y no te arrepentirás de hablar mal, porque lo mismo que quieres decir, lo podrás decir pero de otra manera; sin perder la Gracia y por tanto lo dirás con caridad, para ayudar y no para protegerte. Protegerte ¿de qué? ¡Tú eres libre!, y mientras no peques, y mientras no vayas contra ningún mandamiento de la Ley de Dios, entonces, vas bien, y puedes ir mal si haces caso a lo que te dicen personas que son libres pero que no practican la caridad. Todo aquel que no practica la caridad, miente cuando dice que tiene fe, porque la fe tiene obras de Amor a Dios y por Dios y con Dios a todos los hombres.

Si tienes que perder la caridad: Calla. Es más grato a Dios este ejercicio que la misma flagelación; y en cuanto al ayuno, lo que hace, es ayudar al cuerpo a poder dominarlo, y por el ayuno tú callas más, eres mejor y tienes paz. El ayuno es bueno para personas que no tienen paciencia, les ayuda a la caridad.

El ayuno sólo se puede practicar si tu cuerpo esta bien. Hablo del ayuno-ayuno, y no de dejar de comer unas horas. Hablo de 24 horas sin comer. Lo otro no es ayuno, aunque se le llama ayuno, pero no lo es. Y si no busca en el diccionario. Llámalo de otra manera. Porque cuando Dios Jesús ayunó cuarenta días y cuarenta noches, fue sin comer nada. ¡Claro que era Dios! Pero las cosas claras: Su cuerpo era de un hombre como tú y como yo, pero el alma de Dios vivificaba y cumplía su misión que es dominar por amor a Dios todo el cuerpo, toda la materia. ¡Sólo Dios!, y algunas almas privilegiadas pueden ayunar; lo otro es cambiar de dieta por un día, puede ser a pan y agua, y esto es agradable a Dios, pero no es ayunar como ayunó Dios mismo: Jesús.

P. Jesús
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7 de Octubre / Fiesta de la Virgen del Santo Rosario

En tiempos del Santo Padre Pío V (1566 – 1572), los musulmanes controlaban el Mar Mediterráneo y preparaban la invasión de la Europa cristiana. Los reyes católicos de Europa estaban divididos y parecían no darse cuenta del peligro inminente. El Papa pidió ayuda pero no le hicieron mucho caso hasta que el peligro se hizo muy real y la invasión era certera. El 17 de septiembre de 1569 pidió que se rezase el Santo Rosario. El 7 de octubre de 1571 se encontraron las dos flotas, la cristiana y la musulmana, en el Golfo de Corinto, cerca de la ciudad griega de Lepanto.

La flota cristiana, compuesta de soldados de los Estados Papales, de Venecia, Génova y España y comandada por Don Juan de Austria entró en batalla contra un enemigo muy superior en número y buques de guerra. Se jugaba el destino de la Europa cristiana. Antes del ataque, las tropas cristianas rezaron el Santo Rosario con mucha devoción. La batalla de Lepanto duró hasta altas horas de la tarde pero, al final, los cristianos resultaron victoriosos.

Mientras la batalla transcurría, en Roma el Papa recitaba el Rosario en su capilla. En eso, el Papa salió de su capilla y, por aparente inspiración, anunció a todos los presentes y con gran calma que la Santísima Virgen le había concedido la victoria a los cristianos. Semanas mas tarde llegó el finalmente el mensaje de la victoria de parte de Don Juan de Austria, quién, desde un principio, atribuyó el triunfo del cristiano a la poderosa intercesión de Nuestra Señora del Rosario. Agradecido con Nuestra Madre, el Papa Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias y agregó a las Letanía de la Santísima Virgen el título de «Auxilio de los Cristianos». Más adelante, el Papa Gregorio III cambió el nombre de la fiesta a la de Nuestra Señora del Rosario.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Fiesta de la Virgen del Santo Rosario

Rezad el Rosario, hermanos en Cristo; es oración santa, por ser un pedido de la misma Madre de Dios, la Virgen María.

Rezad el Rosario, y veréis como cambia vuestra vida.

P. Jesús

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