Saltar al contenido

17 de Octubre / San Ignacio, Obispo de Antioquía, Mártir

Llamado Teóforo «el que lleva a Dios», probablemente fue un converso, discípulo de San Juan Evangelista. Luego, por orden de San Pedro y San Pablo, sucedió a San Evodio como Obispo de Antioquía por cerca de cuarenta años, siendo un pastor ejemplar.

La paz que gozaron los cristianos al morir Domiciano duró muy poco y bajo Trajano se reanudó nuevamente la persecución. Rápidamente, el obispo fue capturado y luego de proclamar su fe en Cristo, fue condenado a ser devorado por las fieras en las fiestas populares en Roma.

Las numerosas paradas durante su penoso viaje dieron oportunidad al santo de confirmar en la fe a las iglesias cercanas a la costa de Asia Menor, así como también escribir cuatro cartas: a los Efesios, a quienes exhortaba a seguir luchando por la fe en Jesús nuestro Señor; a las iglesias de Magnesia y Tralles; a los cristianos a Roma y a San Policarpo, a quien también exhorta a seguir trabajando por Cristo.

Al llegar a Roma, y antes de ser conducido al anfiteatro, rezó junto con sus hermanos por la Iglesia, por el fin de la persecución y por la caridad y concordia entre los fieles.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Ignacio, Obispo de Antioquía, Mártir

San Ignacio, Obispo de Antioquía, antes de pasar por su martirio que le llevó a la muerte y entrada directa al Cielo Eterno con Dios, con Jesucristo que es Dios Hijo, rezó junto a sus hermanos por la Iglesia, y yo os pido recemos ahora por lo mismo que ellos rezaron: por el fin de la persecución, y la caridad y concordia entre los fieles. Amén.

P. Jesús
© copyright