Domingo, 11 de noviembre de 2.012
A ti, que cumples la Ley: Hoy sí, hoy os hablaré de las ventajas de saber la ley, la Ley de Dios y la ley civil. Y no hay, en los países democráticos, ninguna ley que te impida respetar la vida, ¡ninguna! Y aunque en muchos países, dicen sus leyes que, en algunos casos o en todos los casos, se puede abortar, ¡no hay ninguna ley que te impida tener hijos! Entonces, los que abortan es porque quieren, porque el Estado les permite tener hijos, pueden tener hijos, pueden dar vida a uno, dos, diez, quince hijos, si la madre quiere y el padre también; pero parece que sólo se sabe que se puede abortar. Pues enteraos de una vez, también podéis ser padres de familia y, si queréis, familia numerosa, e incluso súper numerosa. Entonces, ¿por qué no tenéis hijos?; ¿quién os lo impide?, ¿la ley civil?, NO. Se puede, se puede, en un país democrático, ser católico practicante; pero hay tantos católicos pendientes de los que abortan, escandalizados por tal crimen, y ¿tienen hijos los católicos?, ¿en qué pueden dar buen ejemplo a los abortistas?; ¿se divorcian los católicos?, ¿son adúlteros los católicos?… ¿trabajan bien los católicos?, ¿quieren prosperar en su trabajo, trabajando, los católicos?… Los católicos tienen las leyes civiles a su favor, en los países democráticos, y tienen la Ley de Dios para cumplir. No mires tanto la viga en el ojo de tu hermano, cuando tú también cometes pecados. ¡Claro que hay que ir contra el aborto!, dando ejemplo de vida, de que los matrimonios católicos aman a sus hijos, amándose los esposos y trabajando para construir un hogar maravilloso, de esos que uno dice: hogar, dulce hogar. Quien cumple con la Ley de Dios, tendrá alegrías, ya en esta vida; porque la ley protege, tanto la ley civil, como la Ley de Dios, que es la natural. Ya no escribo más hoy, porque ha quedado claro, y lo habéis entendido todos. Con afecto sincero. P. Jesús |
Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN. |