San Martín es un santo muy querido para los franceses, y muy popular en todo el mundo. Nació en Hungría, pero sus padres se fueron a vivir a Italia. Era hijo de un veterano del ejército y a los 15 años ya vestía el uniforme militar.
Una noche vio en sueños que Jesucristo se le presentaba vestido con el medio manto que él había regalado a un pobre y oyó que le decía: «Martín, hoy me cubriste con tu manto».
Luego de esta visión renunció a las armas y decidió seguir a Cristo en una milicia más noble. En seguida se fue a Poitiers donde era Obispo el gran sabio San Hilario, el cual lo recibió como discípulo y se encargó de instruirlo. Como Martín sentía un gran deseo de dedicarse a la oración y a la meditación, San Hilario le cedió unas tierras en un sitio muy solitario y allá fue con varios amigos, fundando el primer convento o monasterio que hubo en Francia. En esa soledad estuvo diez años dedicado a orar, a hacer sacrificios y a estudiar las Sagradas Escrituras.
En Tours fundó otro convento y pronto tenía ya 80 monjes. Y gracias a los milagros, la dedicación, y la piedad del nuevo Obispo, pronto desapareció el paganismo en esa región.
Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús
San Martín de Tours, Obispo
La piedad de unos cuantos puede hacer cambiar una nación, con la ayuda y la gracia de Dios, que nunca deja a los que lo aman con sinceridad, como ocurrió con San Martín de Tours, Obispo.
P. Jesús
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