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11 de Octubre / Santa María Soledad Torres

Esta es la santa fundadora de las hermanas Siervas de María, Ministras de los enfermos, que tienen 126 casas en el mundo con 2,380 religiosas. 
Nació en 1826 en Madrid (España), hija de modestos comerciantes que la instruyeron muy bien en la religión. 
Estudió con las hermanas Vicentinas y al ver la dedicación total de estas religiosas a los más pobres, se entusiasmó por la vida religiosa. Pero era muy débil de salud y no fue admitida en la comunidad. Solamente a la edad de 25 años logrará cumplir su anhelo de ser religiosa. 
El párroco de un barrio pobre de Madrid se entristecía al ver que muchos enfermos morían en el más completo abandono y sin recibir los santos sacramentos. Y pensó en reunir a un grupo de mujeres piadosas que visitaran a los enfermos en sus domicilios y les ayudaran a bien morir. 
Al enterarse Soledad Torres de este deseo del párroco se presentó a él para ofrecerse a ayudarle en tan caritativa misión. Ella desde niña había asistido a varios moribundos y sentía un gusto especial por asistir a enfermos y moribundos. Era una gracia que le había concedido el Espíritu Santo. Aunque el sacerdote le rechazó en una primera entrevista porque le parecía muy débil y enfermiza para esas labores, después se dio cuenta de que era un alma de Dios y con ella y seis compañeras más, fundó el 15 de agosto de 1851, la comunidad de Siervas de María o Ministros de los enfermos. 
La novedad de esta comunidad era que ellas debían asistir a domicilio y totalmente gratis a los enfermos que lo solicitaran. 
Por aquellos tiempos llegó a Europa la terrible epidemia del cólera y en los hospitales no cabían los enfermos. Muchos de ellos eran abandonados por sus familiares por temor al contagio. Fue entonces cuando María Soledad y sus religiosas se multiplicaron por todas partes para atender a los más abandonados. 
El fundador de la comunidad se fue de misionero a lejanas tierras y el sucesor se dejó creer de cuentos y habladurías y destituyó a Soledad del cargo de superiora. Ella se alegró de poder asemejarse a Cristo en padecer incomprensiones y persecuciones. En sus visitas a Jesús Sacramentado obtenía fuerzas para sufrir con paciencia y por amor a Dios. Después se supo la verdad de todo y fue restablecida en su cargo, y bajo su dirección se extendió admirablemente su congregación. Murió la santa el 11 de octubre de 1887 a la edad de 61 años. Fue canonizada por Pablo VI en 1970.

Fuente: EWTN

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santa María Soledad Torres

Sufren los santos, porque un santo no puede ser jamás verdugo, y siempre es la víctima de la mala fe de los demás.

La falta de fe, en las personas, les hace hacer cosas malas, porque quien tiene fe hace obras de fe. Entonces, que quede claro, que quien daña a los demás, este-esta, no es santo-santa, ni tiene las obras de la fe, por lo cual no tiene fe, porque sin fe, las obras están muertas; por eso, aunque sean religiosas o sacerdotes los que obran mal, sabremos que no tienen fe, porque la fe hace que se obre, que obremos, cosas buenas para los demás.

Santa María Soledad Torres, como Cristo, fué víctima de los suyos.

Aprendamos de ella y suframos como ella, no los malos entendidos, sino la maldad real de la falta de fe, en quien debe tenerla.

Si tú sufres por la maldad de tus padres, de tus hijos, de tus hermanos, de tus amigos, de algún sacerdote o religiosa, que sepas que, ser la víctima, es lo que tienes que ser, y ello te proclama persona de fe, por sufrirlo, por no devolver mal por mal, por aceptarlo y esperar la justicia de Dios, que todo, todo, lo pone en su lugar. Un día u otro, si tú eres siempre bueno-buena, verás como te llamarán de tu exilio y, restituyéndote del cargo, volverán a llamarte “Padre”, “Madre”, como volvieron a llamar: “Madre”, por ser nuevamente la Superiora del convento, a Santa María Soledad Torres. ¡Santa por su amor a Cristo, y unión con Él, en la perfección de su sufrimiento!

P. Jesús

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