Este incomparable maestro recibió después de su muerte el nombre de Crisóstomo o Boca de Oro, en recuerdo de sus maravillosos dones de oratoria. Pero su piedad y su indomable valor son títulos todavía más gloriosos que hacen de él uno de los más grandes pastores de la Iglesia. San Juan nació en Antioquía de Siria, alrededor de año 347. En 386, el Obispo Flaviano le confirió el sacerdocio y le nombró predicador suyo. El santo consideraba como su primera obligación el cuidado y la instrucción de los pobres, y jamás dejó de hablar de ellos en sus sermones y de incitar al pueblo a la limosna. San Juan fue consagrado Arzobispo de Constantinopla en el año 398 y emprendió la reforma del clero. La elocuencia y el celo del santo movieron a penitencia a muchos pecadores y convirtieron a numerosos idólatras y herejes. Fue desterrado dos veces por conspiración de la reina Eudoxia y del Obispo de Alejandría, Téofilo; en el último destierro ante las penosas condiciones del viaje y la crueldad de los soldados imperiales, San Crisóstomo falleció el 14 de setiembre del 407. En 1909, San Pio X declaró al santo «Patrono de los Predicadores». Fuente: ACI PRENSA |
Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús
San Juan Crisóstomo
No a todos los santos los matan, y menos por insidias de Obispos y reinas; pero sí que hay algunos que son perseguidos por hombres malos de la Iglesia. Pero… ¿Es que no se puede fiar uno de nadie? No. No es que necesites fiarte de nadie, sino que debes vivir por Dios, poniendo tu corazón en Dios, como hizo San Juan Crisóstomo, Arzobispo de Constantinopla, que, creyendo en Dios, se dejó desterrar por dos veces, no se escondió ni se apartó de sus actividades de predicador, y aceptando así la Providencia de Dios, hizo historia con su buen ejemplo de fe viva y de fiel servidor de Dios: Un ejemplo para toda la Iglesia. P. Jesús © copyright |