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17 de Enero / San Antonio Abad

Nació en una población del alto Egipto, al sur de Menfis, el año 251. Antonio se retiró a la soledad siguiendo el ejemplo de un anciano ermitaño de los alrededores. El trabajo manual, la oración y la lectura constituyeron en adelante su principal ocupación. A los 54 años de edad, hacia el año 305, abandonó su celda en la montaña y fundó un monasterio en Fayo. El monasterio consistía originalmente en una serie de celdas aisladas, pero no podemos afirmar con certeza que todas las colonias de ascetas fundadas por san Antonio estaban concebidas de igual manera. Más tarde, fundó otro monasterio llamado Pispir, cerca del Nilo.

San Antonio exhortaba a sus hermanos a preocuparse lo menos posible por su cuerpo, pero se guardaba bien de confundir la perfección, que consiste en el amor de Dios, con la mortificación. Aconsejaba a sus monjes que pensaran cada mañana que tal vez no vivirían hasta el fin del día, y que ejecutaran cada acción, como si fuera la última de su vida. «El demonio-decía- teme al ayuno, la oración, la humildad y las buenas obras, y queda reducido a la impotencia ante la señal de la cruz».

Hacia el año 355, hizo un viaje a Alejandría a petición de los obispos para refutar a los arrianos. Ahí predicó la consustancialidad del Hijo con el Padre, acusando a los arrianos a confundirse con los paganos «que adoran y sirven a la creatura más bien que al Creador», ya que hacían del Hijo de Dios una creatura.

Murió en el año 356, a la edad de 105 años. Parece que en 561, sus restos fueron descubiertos y trasladados a Alejandría, después a Constantinopla, y finalmente a Vienne de Francia. Las imagenes representan generalmente a San Antonio con una cruz en forma de T, una campanita, un cerdo, y a veces un libro. La liturgia bizantina invoca el nombre de San Antonio en la preparación eucarística, y el rito copto.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Antonio Abad

San Antonio, santo de santos, hombre prudente y sabio, hombre de fe basada en el amor a la bendita Madre de Dios, a la que veneraba y tenía como suya; Ella lo consolaba, ella lo cuidaba y por eso vivió tanto, porque cuando una Madre cuida de su hijo, es un consentido del Padre. Todos los que queráis vivir muchos años para servir a la humanidad, pasando por el amor total e integral a la Divinidad un sólo Dios, acudid a María, dejad que Ella os adopte legalmente; no la veáis lejos, sino cerca, muy cerca, como lo que es tu verdadera Madre.

San Antonio, abad, pudo sobrevivir en su soledad porque no estaba solo, porque en el corazón de Antonio estaba la relación de amor total y pleno a esa Madre que Dios nos dio a cada uno de nosotros, de esa Madre que siempre te ve niño, que siempre está pendiente de ti y que en todas tus cosas se implica y te ayuda para que puedas hacerlas siguiendo la voluntad de Dios Padre, como hizo con su verdadero hijo Cristo, Dios Hijo.

Fíate de la Madre de Dios, de María, como lo hizo Jesús y triunfó: Resucito; nos Salvó, ¡triunfó!

Si tú quieres triunfar en tu vida, si tú quieres tener éxito en toda ella, deja que una Mujer que te ama sea tu ayuda, tú consejera, tú intercesora delante Del que todo lo puede, del Todopoderoso Amor que es Dios.

La clave de todo éxito humano es María.

P. Jesús
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