Según la tradición, el martirio de San Pedro tuvo lugar en los jardines de Nerón en el Vaticano, donde se construyó el Circo de Calígula y se afirma que fue sepultado cerca de ahí. Algunos autores sostienen que, en el año 258, se trasladaron temporalmente las reliquias de San Pedro y San Pablo a una catacumba poco conocida llamada San Sebastián a fin de evitar una profanación, pero años después, las reliquias fueron trasladadas al lugar en que se hallaban antes. El martirio de San Pablo tuvo lugar a unos 11 kilómetros del de San Pedro, en Aquae Salviae (actualmente Tre Fontane), en la Vía Ostiense. El cadáver fue sepultado a tres kilómetros de ahí, en la propiedad de una dama llamada Lucina. La gran Iglesia de San Pablo Extramuros fue construida principalmente por el emperador Teodosio I y el Papa San León Magno. En 1823 fue consumida por un incendio. Se reconstruyó, haciendo una imitación de la anterior y fue consagrada por el Papa Pío IX el 10 de diciembre de 1854, pero la fecha de su conmemoración se celebra en este día, como lo hace notar el Martirologio. |
Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús
Dedicación de la Basílica de San Pedro y San Pablo
Allí donde está enterrado San Pedro y donde está enterrado San Pablo, en memoria suya están las Basílicas que llevan sus nombres, porque el cuerpo y el alma de una persona están unidos en un mismo destino: Ser uno en vida y ser uno después del Juicio Final. El cuerpo descansa después de traspasar el umbral de la muerte, y el alma vive siempre, como vivió en la vida terrena, y sigue viviendo en la eterna, y vuelven a unirse nuevamente cuando Dios haga el Juicio Universal y vivan los Santos en el Reino de Dios eternamente con su alma inmortal y su cuerpo glorificado. Las Basílicas conmemoran el hecho de esa gloria que en Dios se vive en el Cielo, y nos vivificará el cuerpo para unirlo al alma y ser nuevamente cuerpo y alma para Su Gloria y Honor, el que con nuestro cuerpo y nuestra alma vivamos amándolo tanto, a Dios, que nuestras obras terrenas proclamen su Gloria Eterna. P. Jesús © copyright |