Domingo, 17 de octubre de 2.010
A ti, hijo, hija, te hablaré del ahorro: El ahorro, como medio de cuidar las cosas que posees, es un valor que te ayudará a ser mejor persona y a valorar lo que tienes, quién eres, lo que son los demás. Hay necesidades que no son necesarias, hay algunas que vienen impuestas por la sociedad de consumo y sobre todo por el “qué dirán”. Muchas cosas se usan y se cambian por otras, aún siendo útiles, pero ese afán de tener lo último es un peligro para no valorar lo que se tiene, y, a veces, se pasa de la utilidad de las cosas, a las personas. Se empieza con las cosas, y se continúa con las personas. La base de nuestra fe cristiana católica es buscar la Verdad, saber la verdad, ser realistas; y la base de todo ahorro es igual, ser realistas; saber realmente cómo somos, quiénes somos, qué es lo que tenemos y qué es lo que necesitamos. Te sugiero que hagas una lista de lo que tienes, otra de lo que necesitas y otra de lo que quieres, y basándote en el conocimiento, con la primera lista des gracias a Dios, con la segunda pidas a Dios y con la tercera aprendas a sacrificarte por el bien de tu economía, de tu paz y salud integral. Ahorrar tiempo, para ello debes tener una agenda y tener en cuenta todas las cosas que debes de hacer, y posiblemente podrás sincronizar algunas cosas y actividades que puedes hacer el mismo día, siendo en la misma zona y lugar donde deberás llevarlas a cabo. Y como en esto, debes de meditar sobre todas tus cosas buscando lo más positivo para ti, para tu familia, y que será un ahorro de tiempo, y podrás vivir una calidad de vida mejor, porque la dispersión agobia, y te hace sentir como una marioneta de tus propias necesidades. Haz las cosas meditando antes las consecuencias y ahorrarás en errores, en fallos, en pecados; que por el hecho de haber pensado en las consecuencias de tus posibles actos, tendrás una mejor calidad de vida porque vivirás en positivo, en Gracia de Dios. Para ahorrarte disgustos debes de ser discreto-a, debes de saber bien lo que dices y a quién. Es mejor escuchar e interesarte por los demás, que ir de protagonista a todas horas. El interesarte por los demás te hace menos orgulloso y egoísta, y te ayuda a que tus cosas te salgan mejor, porque aprendes de otros y, callando tus proyectos, hablas de hechos. Los proyectos son para presentarlos en oración a Dios y a las personas que directamente pueden ayudarte en ellos, ya sea dándote información y conocimientos necesarios, como si forman parte de tu sociedad laboral o matrimonio y familia. Tú reza, infórmate, fórmate, pide ayuda directa y haz bien tu labor según tus buenas y lícitas aspiraciones. Los disgustos serán menos y te ahorrarás sufrimientos. Te deseo una vida feliz en el ahorro, disfrutando de lo que Dios te ha dado y te irá dando. Confía en el Todopoderoso. Dios te Ama y quiere que vivas sufriendo lo mínimo; por lo menos, que no sufras por tus errores; cuantos menos hagas mejor. En esto estamos de acuerdo todos. La Virgen María lo hizo bien, se unió a Dios en su “sí” de humildad y servicio a la Divina Trinidad, por eso se ahorró muchos disgustos, y aunque sufrió mucho, su conciencia la tenía limpia, por haber seguido y cumplido la Voluntad de Dios. Haz como Ella, y ahorra en disgustos y en lujos, que siendo la Reina de Cielos y Tierra, su Hijo, Dios, nació en la pobreza de una cueva. Ten en mira la vida de la Virgen María, de San José, de Jesús, Dios y hombre verdadero, y verás que tu vida estará llena de lujos espirituales que te llenarán de gozo y paz, preparándote para la Herencia de los Hijos de Dios, ésta que está en el siempre de la Eternidad Celestial; total, en esta vida nadie vive más de 120 años. Ahorra y luego disfrutarás de los intereses. Que tu banco sea la Caridad. Gracias por leerme, mí querido hijo e hijo de Dios: ¡hermano mío! Con afecto sincero. P. Jesús © copyright |
Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN. |