San Cayo era originario de Dalmacia y pariente del emperador Diocleciano. La violencia de la persecución le obligó a vivir ocho años en las catacumbas. Sus sufrimientos por la fe le merecieron el título de mártir.
San Sotero por su parte sucedió a San Aniceto en la cátedra de San Pedro. Eusebio nos ha conservado una carta en la que San Dionisio, obispo de Corinto alude la paternal bondad del Papa, especialmente con los que habían sufrido por la fe en Cristo. Además, San Dionisio manifiesta que en las iglesias de Corinto se leyó una carta escrita por San Sotero junto con la carta del Papa San Clemente, considerada por algunos autores como la famosa «segunda carta de San Clemente». La Iglesia venera a San Sotero como mártir, pero no existe ningún relato de su martirio.
Fuente: ACI Prensa
Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús
Santos Cayo y Sotero Papas y Mártires
Escribid, santos; dejad constancia de vuestras virtudes en vuestras palabras a los que abrís vuestros corazones.
Escribid libros que ayuden con su lectura a la piedad, al amor de Dios.
Sed buenos y dad de vosotros mismos, escribiendo y siendo buenos discípulos de Cristo. ¡Que vuestra santidad brille en todo lo que hagáis, digáis o escribáis!, para que el mundo sepa y tenga luz.
¡Apartad las tinieblas del mundo!
Los santos Cayo y Sotero, papas y mártires, se dieron a todos por estar llenos de Cristo. Llenáos de Cristo y dáos al mundo.
P. Jesús
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