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22 de Agosto / Fiesta de María Reina

Mucho se ha escrito referente a la Santísima Virgen y siempre se la ha reconocido como Reina. La Iglesia la proclama Reina doce veces: Reina de los ángeles, de los patriarcas, de los profetas, de los apóstoles, de los confesores, de las vírgenes, de los mártires, de todos los santos, del Santísimo Rosario, de la paz, concebida sin pecado original y llevada a los cielos. 

María es llamada Reina de Misericordia pues su labor es ejercer la compasión y alcanzar el perdón de Dios para los hombres. Pareciera que tiene el encargo de repartir los tesoros de la misericordia de Dios.

FUENTE: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Fiesta de María Reina

Hoy, Fiesta de María Reina, siéntete como lo que eres: hijo de Reyes. Jesús, por su unidad en la Trinidad: Rey, y María, por ser Madre de Dios, Esposa de Dios e Hija de Dios: Reina. Entonces tú, tu perteneces al Reinado del Cielo, allí donde quien manda es quien tanto te ama: Dios mismo, y por su amor le concede a María el reinado de su corazón y, reinando María en el Amor de Dios, y siendo todos y cada uno de nosotros amados por Dios, entonces, cuando aceptamos el amor de Dios, aceptamos el de María, porque Dios la Ama y la tiene como prenda de Amor, y a quien ama Dios; a tí, a mí, a todos, nos ama con el amor de María en Él.

Quien no ama a María, es inútil, le falta el verdadero amor de Dios. Para tener el amor de Dios hay que dejarse amar por María, porque Dios la ama y la amó y es su flor más bella, la flor con que derramó al mundo Su Amor: Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Puente y Luz, Salvador, Redentor, y la expresión humana de todo el gran amor de un Dios que nos ama.

Ama a María, y hoy, en la Fiesta de Ella, de María Reina, déjate de tonterías y acéptala como la Reina de tu corazón. ¡Va! No seas así. Mira qué buena es, dijo el sí más importante para tí, el que por el cual tienes un destino en el Reinado de Dios, el Altísimo.

Tienes todo el día de hoy para pensártelo, pero antes de dormirte, dile: “Mamá te amo, oh Reina de mi corazón”. Y ya verás como algo bueno y maravilloso pasará en tu corazón y ya jamás te sentirás solo, triste o abandonado, porque María va a estar siempre a tu lado. ¡Déjate amar por Dios!

P. Jesús

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