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25 de Agosto / Beata María del Tránsito de Jesús Sacramentado

Nace el 15 de agosto de 1821 en San Roque, Córdoba. Sus padres, Felipe Cabanillas y Francisca Antonia Sánchez, constituyeron una familia de once hijos bajo una educación cristiana, hijos de los cuales cuatro, incluyendo a la Madre María del Tránsito, consagraron sus vidas a Dios. 

En su bautismo le pusieron el nombre María del Tránsito Eugenia de los Dolores, al que más adelante, le agregaría «de Jesús Sacramentado» por su gran devoción. 

A los 12 años, su primera comunión la realizó en una capilla de campo. A los 15 años se confirmó. Los dones del Espíritu Santo intensificaron su sentido sobrenatural de la vida, la atenta escucha de la voz de Dios, el deseo de la imitación del Señor. 

Durante su juventud tuvo dos grandes compañeras, sus hermanas Josefa y Nicasia. Para los demás hermanos, por la diferencia de edad, ella era la madrecita. A pesar de siempre tener un intenso llamado a la vida seria y recogida, nunca pudo evadir los deberes que tenía por ser la joven dueña de casa. Cosas como las galas, la música, la fama nunca le atrajo su mirada; más bien cuando cerraba los ojos veía en su alma la belleza del Señor Jesús que cautivaba su espíritu. 

Perdió a su padre a los 29 años, quien era su gran amigo, por lo que la herida que sintió fue muy profunda. En ese momento Jesús empezaba a prepararle una nueva senda. Luego se sobrepuso de la muerte de su madre y de sus hermanos Eufemia, Isabel y Emiliano, que fallecieron en 1875. 

En el año de 1878 la Madre María del Tránsito, acompañada por solo dos jóvenes, fundó la Congregación Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas. El lugar donde estaba lo denominaron Colegio de Santa Margarita de Cortona, en el que tenían como principales objetivos «promover las obras de caridad y misericordia y dar educación gratuita a las hijas de los pobres y desamparados». La nueva congregación tuvo una gran extensión y un rápido crecimiento vocacional. 

En 1879 se le solicitó al Ministro General de la Orden el nombramiento del Padre Poreca como Director y la Madre Tránsito como Madre Superiora. Luego de siete meses se fundó en Concepción de Río Cuarto el Colegio Nuestra Señora del Carmen siendo designada Superiora Mayor. 

En 1882 se fundó en Villa Nueva (Córdoba) la tercera casa, dedicada a la Inmaculada Concepción. 

Para 1883, las casas de Villa Nueva y san Vicente ya tenían más de un centenar de alumnas y la de Río Cuarto, trescientas veinte. 

Antes de que la Madre Tránsito entregara por completo su alma a Dios, sus últimas palabras fueron: «YO YA NO LES HAGO FALTA, PORQUE NO PUEDO HACER NADA. PERO, CUANDO MUERA, DESDE EL CIELO LES HARE MUCHO BIEN». 

Así fue que el día 25 de Agosto de 1885, luego de una crónica enfermedad, partió hacia la Casa Paterna la Madre Tránsito Cabanillas de Jesús Sacramentado, quien recibió los santos sacramentos con devoción y piedad. Recibió la muerte como regalo del Señor, edificando a las hermanas con su gozosa esperanza. Fue sepultada en el terreno destinado a la Iglesia de Santa Margarita de Cortona en la ciudad de Córdoba. 

Fue beatificada, por Juan Pablo II, el 14 de abril del 2002.

FUENTE: ACI Prensa 

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Beata María del Tránsito de Jesús Sacramentado

¡Qué monja tan santa!, la Beata María del Tránsito de Jesús Sacramentado; ella supo poner al mejor en su corazón: a Cristo. Ella tuvo las mejores amigas: sus propias hermanas de sangre, y como consejero en todo, a su padre que la engendró en las entrañas de la bella y buena madre que eligió por esposa para tener así hijos buenos y hacer con ellos y su bella esposa, un hogar piadoso donde la paz y las normas de piedad eran salidas de unos corazones entregados a la Divinidad, Dios y a la Santísima Madre María. Fue feliz el padre de la Beata María del Tránsito de Jesús Sacramentado, porque un hombre es feliz, más que con su mujer buena, siendo esta mujer buena, con los hijos de los dos, siendo buenos y teniéndole a él, al padre, como Patriarca del Hogar, como alguien fundamental en la vida de los hijos. ¿Qué mayor felicidad para un padre que tener hijos e hijas santas?

La Beata María del Tránsito de Jesús Sacramentado, por su propia santidad, hizo feliz a su familia; a su padre le colmó de infinitas dichas. Tú, padre de hijos que con amor concebiste en tu esposa, ayúdalos, cumple con tu deber: Educa a tus hijos en la fe y serás un padre feliz, con un deber cumplido; que de esto va el matrimonio, de tener hijos santos y ser santos los esposos. Hay que serlo: Hay que ir directos al Cielo Eterno. ¡Santos!

P. Jesús

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