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27 de Septiembre / San Vicente de Paul

Nació en el pueblecito de Pouy en Francia, en 1580. San Vicente -cuyo nombre significa victorioso- solía decir, por experiencia propia, a los impacientes: «Tres veces hablé cuando estaba de mal genio y con ira, y las tres veces dije barbaridades». Por eso cuando le ofendían permanecía siempre callado, en silencio como Jesús en su Santísima Pasión». 

El Ministro Gondi nombró al P. Vicente como capellán de las grandes regiones donde tenía sus haciendas, descubriendo con horror que los campesinos ignoraban totalmente la religión; que las pocas confesiones que hacía eran sacrílegas porque callaban casi todo, y que no tenían quién les instruyera. 

Se consiguió un grupo de sacerdotes amigos, y empezó a predicar misiones por esos pueblos. La gente acudía por centenares y miles a escuchar los sermones, se confesaban y enmendaban su vida. Fue ahí donde vio la necesidad de fundar la Comunidad de Padres Vicentinos, dedicada a instruir y ayudar a los más necesitados. La obra apostólica del santo se extendió velozmente fundando no sólo comunidades sino también grupos de caridad para ayudar e instruir a las gentes más pobres; sin embargo, para dirigir las misiones el santo vio la necesidad de que sean religiosas quienes lo ayudasen fundando la comunidad de las hermanas vicentinas a cargo de Santa Luisa de Marillac. 

Murió el 27 de septiembre de 1660, a los 80 años de edad. El Santo Padre León XIII lo proclamó Patrono de todas las asociaciones católicas de caridad.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Vicente de Paul

«Tres veces hablé cuando estaba de mal genio y con ira, y las tres veces dije barbaridades». Por eso cuando le ofendían permanecía siempre callado, en silencio como Jesús en su Santísima Pasión». Acuérdate del veraz comentario de San Vicente de Paul, y haz como Jesús y como hacía luego el mismo San Vicente de Paul, que callaba. Calla y no te arrepentirás de hablar mal, porque lo mismo que quieres decir, lo podrás decir pero de otra manera; sin perder la Gracia y por tanto lo dirás con caridad, para ayudar y no para protegerte. Protegerte ¿de qué? ¡Tú eres libre!, y mientras no peques, y mientras no vayas contra ningún mandamiento de la Ley de Dios, entonces, vas bien, y puedes ir mal si haces caso a lo que te dicen personas que son libres pero que no practican la caridad. Todo aquel que no practica la caridad, miente cuando dice que tiene fe, porque la fe tiene obras de Amor a Dios y por Dios y con Dios a todos los hombres.

Si tienes que perder la caridad: Calla. Es más grato a Dios este ejercicio que la misma flagelación; y en cuanto al ayuno, lo que hace, es ayudar al cuerpo a poder dominarlo, y por el ayuno tú callas más, eres mejor y tienes paz. El ayuno es bueno para personas que no tienen paciencia, les ayuda a la caridad.

El ayuno sólo se puede practicar si tu cuerpo esta bien. Hablo del ayuno-ayuno, y no de dejar de comer unas horas. Hablo de 24 horas sin comer. Lo otro no es ayuno, aunque se le llama ayuno, pero no lo es. Y si no busca en el diccionario. Llámalo de otra manera. Porque cuando Dios Jesús ayunó cuarenta días y cuarenta noches, fue sin comer nada. ¡Claro que era Dios! Pero las cosas claras: Su cuerpo era de un hombre como tú y como yo, pero el alma de Dios vivificaba y cumplía su misión que es dominar por amor a Dios todo el cuerpo, toda la materia. ¡Sólo Dios!, y algunas almas privilegiadas pueden ayunar; lo otro es cambiar de dieta por un día, puede ser a pan y agua, y esto es agradable a Dios, pero no es ayunar como ayunó Dios mismo: Jesús.

P. Jesús
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