San Pedro Crisólogo, quien fue uno de los oradores más famosos de la Iglesia Católica, nació en Imola, Italia y fue formado por el Obispo de esa ciudad Cornelio, por el cual conservó siempre una gran veneración. El Obispo Cornelio convenció a San Pedro Crisólogo de que en el dominio de las propias pasiones y en el rechazar los malos deseos reside la verdadera grandeza, y que este es un medio seguro para conseguir las bendiciones de Dios. San Pedro Crisólogo gozó de la amistad del emperador Valentiniano y de la madre de éste, Plácida, y por recomendación de los dos, fue nombrado Arzobispo de Ravena. También gozó de la amistad del Papa San León Magno. Cuando empezó a ser arzobispo de Ravena, había en esta ciudad un gran número de paganos. Y trabajó con tanto entusiasmo por convertirlos, que cuando él murió ya eran poquísimos los paganos o no creyentes en este lugar. A la gente le agradaba mucho sus sermones, y por eso le pusieron el sobrenombre de crisólogo, que quiere decir, el que habla muy bien. Su modo de hablar era conciso, sencillo y práctico. La gente se admiraba de que en predicaciones bastante breves, era capaz de resumir las verdades más importantes de la fe. Se conservan de él, 176 sermones, muy bien preparados y cuidadosamente redactados. Por su gran sabiduría al predicar y escribir, fue nombrado Doctor de la Iglesia, por el Papa Benedicto XIII. Recomendaba mucho la comunión frecuente y exhortaba a sus oyentes a convertir la Sagrada Eucaristía en su alimento de todas las semanas. Murió el 30 de julio del año 451. Fuente: ACI Prensa |
Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús
San Pedro Crisólogo
Medita esto, San Pedro Crisólogo murió el 30 de Julio del año 451, y hoy 30 de Julio de 2.009 aún se le recuerda y se le toma por ejemplo. Así sucede con los santos, que viven siempre en el recuerdo de su bondad, de su ‘serviam’. San Pedro Crisólogo servía a Dios con la palabra, con el don de la palabra, la sabiduría y claridad de pensamiento, que lo transmitía con su voz en sencillas enseñanzas que todos comprendían y así podían poner en práctica., porque si no entendemos, aunque lo que oímos nos parezca soberbio, no vamos luego a poder ponerlo en práctica, porque somos hombres libres y queremos saber el porqué. Hay quien como San Pedro Crisólogo, por Gracia de Dios, consigue hacerse comprender y, al comprender la Verdad de la que habla, podemos obedecer a Dios que tanto nos ama y que nos da Santos con dones especiales para que nos transmitan Sus enseñanzas y así al comprenderlas podemos ponerlas en práctica. ¡Somos libres y no tontos! Gracias son dadas a todos los Santos. P. Jesús © copyright |