Nació en Sevilla en el año 556. Era el menor de cuatro hermanos, quienes también fueron elevados a los altares: San Leandro, San Fulgencio y Santa Florentina. Su hermano mayor, San Leandro, que era obispo de Sevilla, se encargó de su educación conllevando a que el santo adquiriese el hábito de dedicar mucho tiempo al estudio y a la oración. Al morir Leandro, San Isidoro ocupó el cargo de Obispo de Sevilla, y por 38 años administró la Prelatura española con gran brillo y notables éxitos.
San Isidoro fue el obispo más sabio de su tiempo en España. Poseía la mejor biblioteca de la nación, y escribió varios libros, entre ellos el más famoso fue «Las Etimologías», el Primer Diccionario que se hizo en Europa. También escribió «La Historia de los Visigodos» y biografías de hombres ilustres. Muchos historiadores y teólogos consideran al santo como un puente entre la Edad Antigua y la Edad Media que empezaba. Su influencia fue muy grande en toda Europa y principalmente en España. Su ejemplo llevó a muchos a dedicar su tiempo libre al estudio y a las buenas lecturas.
Se preocupaba mucho por la instrucción del clero, por esto, se encargó de que en cada diócesis hubiera un colegio para preparar a los futuros sacerdotes, lo cual fue como una preparación a los seminarios que siglos más tarde se iban a fundar en todas partes.
Cuando sintió que iba a morir pidió perdón públicamente por todas las faltas de su vida pasada y suplicó al pueblo que rogara por él a Dios. A los 80 años de edad murió, el 4 de abril del año 636. La Santa Sede de Roma lo declaró «Doctor de la Iglesia».
El año pasado, luego de un sondeo realizado por iniciativa del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, San Isidoro fue considerado el principal candidato para convertirse en el santo patrono oficial de los usuarios del web y los operadores de computadora.
Fuente: ACI Prensa
Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús
San Isidoro, Arzobispo de Sevilla
San Isidoro, arzobispo de Sevilla, de familia de santos, con su dedicación al estudio y a la oración, lo consideraban sabio; considera tú también la posibilidad de dedicar más tiempo a la oración y al estudio; y haciendo buen uso de la caridad, y como san Isidoro, Dios podrá hacerte santo; porque los santos los hace Dios, y no los muchos libros.
P. Jesús
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