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41 Carta / A ti, que quieres que te respeten

Domingo, 10 de abril de 2.011

A ti, que quieres que te respeten:

Pides respeto, ¿para qué?, ¿para seguir pecando?; no se respeta al que peca, porque el pecador no se respeta a sí mismo; si se respetara, no pecaría.

Si vas pidiendo respeto a gritos, ¿por qué no respetas tú primero?

Te duele esta falta de respeto que te dan, aunque lo merezcas, porque no obras bien, pero te duele. Si obraras bien y no te respetaran,  no te importaría,  ni tendrías necesidad de venganza, porque el que es respetable perdona a los que no le respetan, porque ese respeto que todos quieren, es necesario que se lo de uno a sí mismo, primero; y se lo da uno a sí mismo, siendo firme en las obras de bondad que hace para agradar y respetar a Dios, que se merece todo el respeto del mundo, y que no se le respetó en este mundo, sino que se lo mató sin respeto alguno.

Respétate y olvídate de desear que te respeten. Cuando te respetes, no necesitarás el respeto de los demás. Puede que te lo den o no, pero no lo vas a necesitar.

El amor de Dios y mi afecto sincero, lo tienes siempre, tanto si te respetas como si no. Rezo por ti a Dios para que, en tu deseo de ser respetado, halles la renuncia al aplauso, al visto bueno de los demás, y te unas al deseo de hallar, de tener, de vivir el Amor de Dios en ti, que lo tienes siempre, pero lo disfrutas después de la Confesión bien hecha y en la Comunión.

Dios respeta a todos, calla y respeta; Él es la Palabra viva que está escrita en la Sagrada Biblia, Él, Dios, Jesús, es la voz de Dios, en santa unidad, que te pide te bautices a la fe católica, la que Él, Dios, fundó, que cumplas con ella y te goces en ella, porque la fe, la Palabra viva de Dios, tiene el don de enseñarte, de amarte, de respetarte en tu libertad de querer amar a Dios sobre todas las cosas, y a ti mismo, como al prójimo.

No te respetan porque no se respetan. El que se respeta, respeta.

Yo te respeto y más que esto, te aprecio, te quiero mucho y pido a Dios por ti.

Para que te respeten, tienes que ser autosuficiente, es decir, que tengas un compromiso con lo suficiente que necesitas; lo demás es avaricia, a menos que lo quieras para dárselo a los demás.

Te van a respetar o no, pero tú puedes decidir respetarte.

Y, ¿qué tienen que ver las virtudes con el respeto?…

Hay quien muestra virtudes para ser respetado, pero en casa, con los suyos, no pone en práctica las virtudes que practica en sociedad; y ¿por qué no las tiene, si de hecho puede tenerlas, porque en sociedad bien usa de ellas?; ¿será por la falta de respeto que le dan los suyos, su familia? Será que pide y no da. Hay que dar, y luego se puede pedir; hay que respetar a todos, teniendo unas relaciones de paz, en la paz de ser bueno y hacer el bien.

Quieres ser respetado; yo te respeto.

 Con afecto sincero.

P. Jesús
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