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66 Carta / A ti, que quieres ayuda para salir de tu pecado sexual

Domingo, 6 de noviembre de 2.011

A ti, que quieres ayuda para salir de tu pecado sexual:

Hija buena, releo tus palabras que me dicen:

Gracias Padre, por su mensaje, yo fui enviada a entregar la eucaristía por Monseñor X, en X, y desde hace algún tiempo por mi conducta de lujuria y mal comportamiento en mi hogar he dejado toda la actividad pastoral y me siento vacía, triste. Y mi novio quiere de nuevo esta relación no bajo matrimonio y me hecho débil y esta vez no lo permití más, ya no quiero ofender más a Dios. Ya basta me duele mucho haberme alejado de Dios yo era distinta. Por favor ayúdame a encontrarme nuevamente. Espero que no sea tarde para encontrar definitivamente el camino a Dios Padre y a la Virgen Santísima. Por favor ayúdeme.

Lo que voy a decirte te dolerá, pero es preciso que te diga la verdad, hija mía, y es que tu novio no te ama, él trabaja para Satanás; aunque tenga palabras dulces, con las que te dice tantas veces “te amo, mi vida, ¡te quiero!” El amor  no es esta clase degradante de vida, donde la relación es una relación de lujuria pecaminosa, porque Dios no quiere que tengas sexo sin amor verdadero, sin el sello del matrimonio sacramental, y por eso es pecado, porque es una relación contraria a la voluntad de Dios, que Dios te creó, te Ama y quiere tu felicidad, y sabe cuál es la felicidad que te hará feliz, y no son estas relaciones sexuales con tu novio, sino que es tu relación con Dios mismo, respetándote a ti misma, porque tú no tienes nada que ocultar, eres soltera, puedes ser amada a la luz del día y con las delicias del amor intimo sacramental en el hogar; tú estás destinada a ser venerada, a ser madre y esposa y no a ser una mujer de la calle, porque haces lo mismo que ellas, te entregas, das tu cuerpo ilegalmente, porque lo legal es entregarlo en el santuario de la alcoba matrimonial. Ese novio NO TE AMA, te desea, te quiere suya por momentos, pero no te ama, y si no terminas esta relación por amor a Dios, la vais a terminar en pocos años, porque se cansará de ti, no te será fiel, si es que ya no te lo es, pero te vas a enterar y vas a quererte suicidar, ¿y todo por él?, por un ser que no sabe amarte como te mereces; ¡qué bajo has caído!

¡Levántate!

Respétate a ti misma. ¡Tú puedes vivir sola, esperando al amor de un hombre que te ame de verdad!

Mira los hechos, porque hay muchos actores que actúan en su vida normal y sobre todo actúan muy bien en temas de amor romántico; eso es fácil, se dejan llevar por la pasión del momento, y si, en esos momentos te quieren, te desean, aunque jamás te aman, porque el amor es buscar el bien del otro, y tú no vives bien; si él es incapaz de verlo, de darse cuenta de que no vives bien, y si lo ve y no le importa, en ambos casos, no te ama, ¡TE USA!

¿Y es que no tienes dignidad, hija mía? ¿Cómo puedes permitir que te usen? De acuerdo que tu cuerpo disfruta los momentos de sexo que le das y recibes, pero, ¿es que sólo eres una prostituta?, ¿es que no crees que eres digna de ser esposa y madre? ¡¡¡Por Dios!!! ¡Reacciona!

Tú eres una persona que necesita de amor y no sólo de lujuria. Tienes que tener, que hacer obras de amor, y esto es una convivencia normal dentro de la sociedad, dentro de tu familia, donde todos sepan que tu unión sexual es lícita, es por amor, amor para toda la vida, para compartir no sólo sexo, sino la educación de unos hijos mutuos, y una ayuda para tu santidad, para tu vida de relación humana, en tu trabajo, con tus proyectos.

Mi ayuda es hablarte claro, porque demasiados ocultan con indiferencia o neutralidad la verdad, y si sigues así, ¡vas a acabar mal!

Apártate de tu novio, ¡deja esta relación! Y ni hables con él, una persona que te trata así, no merece que le contestes nada, ¡no dialogues con él!, sus palabras haciéndote caer, son inspiradas por el diablo que ha conseguido apartarte de tanto bien como hacías. ¡Regresa a ser la que eras!, y, ¡sé mejor!, Dios te Ama así, caída, toda enlodada, toda tú vencida por la mala tentación, pero ¡mira!, ¡¡¡mira!!!… A tu petición de ayuda, ¡miles de Ángeles de Dios han acudido a darte testimonio de su Amor! De ahora en adelante, Dios Padre te llamará “Ángel”, porque tu vas a ser “un ángel” en todo cuanto hagas, porque la ayuda de Dios no defrauda, sino que ha venido a ti, y tú la notas, la sientes, porque la has pedido, y todo lo que se pide, Dios lo envía.

Olvidarás con los meses, pocos meses, a tu novio, ¡ese payaso, arlequín!, que te hundió en la ignominia de dejar tu voluntad por la lujuria. Te has ido a confesar y esto es bueno, muy bueno, ve tantas veces cuantas necesites ayuda, porque el consuelo viene a ti por la acción de Dios Espíritu Santo, ¡El Consolador!, que te envuelve en su “aroma”, en cuanto el sacerdote, en representación de Dios, te da la absolución de tus pecados.

Hija de Dios, amada mía, mi oveja perdida, Dios mismo vino a buscarte, y por eso tú escribiste: “Por favor ayúdeme.” Ya has sido ayudada por Dios; uno es ayudado por Dios, desde el mismo momento en que pide ayuda; esa palabra de auxilio, Dios la puso en tu corazón para que tú la digas en oración. ¡Qué bueno es Dios!

Has confesado, y tus pecados han sido perdonados. Haz indulgencia plenaria y resiste a las insidias de tu novio, que volverá a buscarte, muchas veces, porque es Satanás mismo quien le envía, para que caigas y mueras en esta vida, y en la otra, te pierdas el Cielo. Ese novio puede ser muy lindo, pero tiene el corazón podrido. Míralo como realmente es y no como te dice que es, o como crees que es por su manera de hablar lindo. De hoy en adelante aprende a observar los hechos, ¡las palabras se las lleva el viento!

Busca un buen joven en quien poner tu corazón con confianza, ¡qué hay!, hay buenas personas que quieren amarte, y hallarás al que quiere que seas con él, padres de hijos sanos y santos. Pero primero, date tiempo a olvidarlo, unos pocos meses, y luego ora y busca y reza a la Virgen Inmaculada, para que te llegue la dicha de ser amada y amar de verdad, con pasión, con deseo, con amor y servicio, dado y aceptado, y sobre todo viviendo la fe y la alegría de ser cristianos-católicos, que es el ¡no va más!, es lo que hay que poner de moda, la felicidad que da compartir la fe con la persona amada.

Hija, Dios te ha escuchado, vete en paz, y no peques más.

Con afecto sincero.

 P. Jesús

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Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN.