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92 Carta / A ti, que esperas que te cuente sobre la realización personal

Domingo, 5 de agosto de 2.012

A ti, que esperas que te cuente sobre la realización personal:

¿Qué hiciste ayer que te gustó y disfrutaste con ello?… ¿y durante toda la semana pasada?…

Muy seguramente que todos-as tenéis vuestras preferencias y vuestras cualidades. Y muchos tienen muchas cualidades que otros se las abortaron de pequeños, cuando estaban aprendiendo a usarlas, diciéndoles que no servían para eso; y nadie se acordó que todo bebé que nace no sabe caminar y tiene esta facultad pero debe entrenarla para poder realizarla, y debe aprender y ejercer, una y otra vez, la acción de caminar para así poder andar.

Lo mismo ocurre, igualmente pasa con las facultades del alma y las de la mente; que hay que ejercitarlas para hacer de ellas una costumbre y así, algo que aun siendo natural, ninguno nace enseñado, tiene que aprender. Y os diré bien, ¡la vida es un aprendizaje a amarse y a amar!, esta es la VERDADERA realización personal, llegar a la satisfacción íntima, y también física y mental, de amarse uno mismo como a los demás y a Dios sobre todas las cosas. Quien no sabe amarse y amar, no es un ser realizado, ¡está mutilado!

La sociedad, que está compuesta por mucha gente mutilada, en el sentido de no estar realizada, de no amarse a sí mismo y a los demás como a sí mismo, enseña, dice, habla de lo que no sabe, porque la mayoría de las personas no está realizada, no ama.

No es cosa de curas lo que os digo, ¡es científico también!, porque todo bien se hace bien por amor, por cariño, por afecto bien sincero. Los científicos se entregan a su labor, alma y cuerpo, y creen en sí mismos, en ese descubrimiento, en esa mejora que pueden aportar al mundo; en el fondo se aman a sí mismos, aunque algunos sea por el aplauso que van a recibir y desean tener, y por el reto de ganar a otro-s que van por su mismo camino del descubrimiento, “a ver quien llega primero”; esto es un amor mal entendido, pero es amor, en el sentido de que saben ver que el otro, los otros, pueden conseguir lo mismo que él está deseando descubrir, es decir, tiene una unión con los demás, los tiene en cuenta.

La realización personal, os lo diré así de claro, es CARIDAD, y quien más ama, ¡hasta el sacrificio de sí mismo!, éste está más realizado personalmente que otros. Así de claro os lo digo, ser santos es la realización personal superior y la que uno valora realmente; lo demás que os han dicho, ¡son cuentos para niños!, para que hagáis lo que algunos quieren que así sea, para tener de vosotros lo que les puede hacerse llenar los bolsillos, o que no los molesten mientras se los llenan con sus cuentos.

¡Hay tantos que son ingenuos… !

Buscan fuera de sí mismos, lo que lógicamente tienen que tener dentro, porque todo ya nos lo ha dado Dios, sólo que en la vida se desarrolla, como el andar. Dios nos da la capacidad, y luego hay que desarrollarla, hay que hacerla aflorar. Y, ¡cuántas veces!, ¡tantas!, por lo que llaman tantos, desgracias y sufrimientos, es la única manera para que uno llegue al descubrimiento de que tiene que amarse primero, porque, tantas veces, hay temporadas en que se queda solo, sin nadie que lo ame, y entonces, en esta soledad, empieza a analizarse y, como mecanismo de supervivencia, empieza a amarse, por necesidad de ser amado, y se dice: “ya que nadie me ama, ya que nadie me valora, y a nadie le gusta cómo soy, ¿qué hago?, tendré que amarme a mí mismo.” Y entonces se busca, porque no tiene a nadie más a quien dar lo que Dios da a cada uno, la capacidad de amar; y como digo, se mira a sí mismo y ¡se ve!, y como no tiene otras cosas, otras personas en quien pensar, piensa en sí mismo y ¡Dios!; ve su imperfección; sí, ¡la ve!, porque el silencio, por estar solo, y por la falta de otros, la soledad, le hacen reaccionar; ya que le habían enseñado desde niño a agradar a papá y mamá, y si estos padres no eran personas formadas, sino que en algunas cosas eran ignorantes, por sus propios padres, y etc., entonces, nadie le ha enseñado al sujeto a sujetarse en sí mismo, en él mismo, en ser responsable de sus actos y pensamientos y vocablos. Aprendió a agradar a los demás, a necesitar del aplauso, cuando de hecho, NADIE NECESITA APLAUSOS EXTERNOS; y el que no los necesite no quiere decir que si se los dieran no lo agradece, sí los agradece, pero no los necesita. Quiero que miréis esta película, no toda ella está bien al 100%, pero es interesante en alto grado, por eso pido a los amigos de CatholicosOnline que os pongan el link aquí, y les solicito además que sigan dándoos a conocer historias inventadas y filmadas, porque por las experiencias de otros se aprende y se evitan muchos golpes de la vida, muchos sinsabores, y además se tienen muchas alegrías.

El Manantial –  http://www.youtube.com/watch?v=YLIavL8HbpI

Y continuando con el tema, volviendo a la realización personal, os digo, sin exagerar, que es necesario, IMPRESCINDIBLE, QUE TE AMES A TI MISMO. En serio te lo digo, muy de verdad.

Cuando uno se halla solo, y empieza a observarse, puede luego mejorarse, es decir, puede ir sacando de sí mismo lo que Dios le ha dado, porque cada uno ya viene completo al mundo, sólo que tiene que practicar en andar, como en TODO LO DEMÁS.

Las cualidades que van a hacerte feliz, a sentirte realizado, LAS TIENES DENTRO DE TI, pero tantos las buscan fuera, necesitando siempre de la aprobación de los demás, especialmente de los de casa, de los padres y la familia. Aunque también, no os niego, que hay individuos que han sido muy mal informados, y en vez de sacar de sí mismos las cualidades que Dios le ha dado, entonces, en vez de eso, estando solos, empiezan a mirar, a observar a los demás ¡de lejos!, y de lejos siempre hay celos. Y se observa de lejos aunque se puede estar muy cerca, por el trabajo, por el parentesco, etc., y en vez de empezar a amarse a sí mismo, se odia, no se conoce, porque si se conociera, se amaría, y por no conocerse y estar observando a los demás, ¡SE ODIA!, y va haciendo las cosas mal, ¡muy mal!, porque, ¿quién puede vivir sin amor, sin afecto sincero?, ¿tú?… ¡yo no!

Cuando han llevado, la vida, la sociedad, la familia, a uno-a, al extremo de la soledad, -pudiendo vivir en la misma casa, en un mismo lugar-, entonces pueden pasar varias cosas, una es que se odie a sí mismo, pensando que no es digno-a de amor, otra es que buscando el afecto desesperadamente, lo busque en el sexo, en la masturbación; ¡tantos se masturban por falta de amor!, no se aman. También ocurre que, en la soledad, se unan a Dios en la oración; aun algunos, sin tener fe, empiezan hablando solos, y sin darse cuenta se ven que lo comentan con Alguien, que dicen que no les responde, pero SIEMPRE que alguien habla a Dios, aunque no le dé este nombre, SIEMPRE recibe contestación. Y sin oírlo, ¡tanta gente empieza a amarse a sí mismo!, porque por el hecho de hablarse, se conoce, y al conocerse se valora como persona que es y se va cogiendo afecto a uno mismo, y por el afecto llega el mejoramiento personal, y por tal concepto, entonces entra en uno mismo la apreciación de lo que es, de quién es y de quién puede ser, sabiendo que él mismo, a sí mismo puede lograr mejorarse con la voluntad de decidirlo, de quererlo, de desearlo y de hacerlo posible, empezando, continuando y prosiguiendo, como el andar.

Y viéndose a sí mismo, confía en él, y confiando en él mismo, indaga y reconoce que, si antes era de una manera y ahora es de otra mejor, es que es libre; porque la libertad la da el obrar bien, conscientemente bien, sabiendo uno que hace el bien y que es lo que quiere hacer, porque sí. ¡Hay alguna persona así!, los que llaman «buenos por naturaleza», esos a los que les dicen: “este es bueno de su natural”, pero hay algunos que, por malas experiencias de la vida, no son tan buenos, son los que algunos llaman: de carácter difícil; a ésos, lo que les ocurre, es que han tenido mala vida, no han sido valorados como personas, sea en la familia o en la sociedad, como tantas veces ocurre en las escuelas, con otros alumnos y algunos profesores, esos profesores que sólo saben de la materia a enseñar y que no entienden nada de la realización personal. Esos profesores, tantos, que han permitido burlas en sus clases, que degradan a otros, en su presencia o en su ausencia, que no debería haber sido, pero que ha ocurrido, entonces, por no tener autoridad moral, ya que no es un padre, un familiar, o ¡un amigo!, entonces, poco puede hacer para ayudar al maltratado, que llega a casa y a veces, está tan asustado que no puede ni explicar lo sucedido, o que no quiere, por su orgullo herido; por eso a mí me parece correcto y aceptable el que algunos buenos padres quieran para sus hijos el estudiar en colegios a distancia, dentro del marco familiar; no,  no me parece mal, y más si la familia es numerosa; pero que cada quien haga lo que le dejen hacer, porque Dios está por encima de muchas cosas y circunstancias, porque Dios es Dios a todas horas, y aprovecha el dolor recibido para hacer salir rosas, aunque preferiría un paraíso, sobre todo para los niños; por esto Dios, al crear el mundo hizo un Paraíso, pero el pecado, por la tentación del maligno, desbarató la voluntad de Dios, que en su misma voluntad está la LIBERTAD; Él quiere que se quiera lo suyo, lo que dio: el Paraíso, como manera de vivir, pero quiere que se quiera libremente, y que quien lo quiera, LO DEMUESTRE; por esto existe esta vida en el planeta Tierra, para demostrar a Dios lo que uno quiere, y si uno quiere ir al Paraíso, al Nuevo Reino Celestial, entonces, PUEDE; SI QUIERE, puede ganárselo, y como en el mundo está el pecado, por el pecado de la desobediencia, Dios Hijo VINO A OBEDECER, y por su fiel obediencia, de Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios y fruto del Amor entre Dios y la plena de Gracia, la Virgen Inmaculada, María, porque Dios la amó con “locura” tal que le dio a su Hijo, a Él mismo, en naturaleza humana, para “entrar” en el mundo de los vivos en cuerpo y alma, y viviendo como uno de ellos, pero Él obedeciendo en todo al Padre y sin hacer mal a nadie, AMANDOSE TANTO A SÍ MISMO que Ama totalmente y plenamente y verdaderamente al ser humano, salvara a todos los que quieren ir al Cielo, CON ÉL, que estaríais aún con Dios, en el Paraíso que Dios creó, para vivir unidos y felices, criatura y Creador.

Volviendo al tema de la realización personal, vemos que Dios se realizó haciéndose hombre y viniendo a obedecerse, en este elemento humano, para abrir el camino del Cielo, que estaba cerrado por el pecado.

Entonces vemos que la realización personal es hacer lo que uno tiene que hacer; y ¿qué tienes que hacer tú?, amarte, como Dios se Ama a sí mismo; y eso no es malo, ¡ES LO NATURAL!; poco de bueno vamos a hacer si no nos amamos. A algunos santos, les enseñaron y les enseñan a despreciarse, a deformarse, a vivir en una silla de ruedas, pudiendo andar, pero Dios, que ve el corazón, comprende, y aún siendo uno mutilado, lo quiere, lo Ama, y lo cuida, dejándolo en la libertad de hacer caso a los comentarios de algunos que dicen que entienden de santidad, y que ésta está en el dolor y el sufrimiento; y sí está, pero también está en la alegría de vivir en familia, como vivió Jesús, Dios, con Santa María y San José, con sus primos y primas, a los que todos conocían. E iba Dios, Jesús, a las sinagogas y se ponía a hablar en público; y algunos dicen a otros, que es ser ególatra el hablar en público, como hizo Jesús. ¡No saben nada!. Muchos santos han sufrido tanto y no hacía falta, la santidad no es a ver quien sufre más por Dios, sino que la santidad es a ver quién AMA MÁS por Dios, para Dios, con Dios.

En este mundo no hay perfección.

En este mundo, muchas cosas se entienden mal.

En este mundo, la realización personal es sencillamente amar y ser amado. Y siendo así, en un ambiente adecuado, las personas se realizan en el amor y por las necesidades de las circunstancias, y por ese amor que quieren dar, sacan de sí mismos los dones que Dios les dio, y empiezan a andar con ellos, y los ofrecen a otros como prueba y muestra de su amor.

Como podéis ver, amigos míos, las cosas no son tan complicadas en el planeta Tierra, porque la vida va de amarse, y al amarse uno, se da cuenta de que alguien Superior tuvo que hacerlo, porque sabe bien que no se pudo hacer solo, y entonces llega a Dios, y entonces, por amarse a sí mismo-a, ama a Dios tanto,  agradecido-a de haberlo creado por Amor, ya que lo hizo perfecto para amarse a sí mismo-a, y nadie ama lo que no es bueno, lo que no le hace un bien; y por eso no es aberración amarse a uno mismo, porque en cada uno, en esa conciencia que Dios nos dio, hay “el detector de mentiras”, y cada uno se sabe su verdad, y más si lo dejan solo, y más si busca él-ella la soledad del silencio para meditar, para conocerse; que hacer oración, también es conocerse a sí mismo, ya que eres amado por Dios, y si bien en tu oración disciernes sobre lo que Dios creó, es bueno y hace bien, que disciernas sobre ti mismo, en las maravillas de, por ejemplo, cómo tus ojos pueden ver, y tus manos trabajar para el bien de los demás. ¡Pensar en ti, en positivo, es orar! también. Sí, como el pensar en agradar a los demás, porque Dios quiere que, como a ti mismo, ames a los demás, A TODOS LOS DEMÁS. Evidentemente no hablo de un amor sexual, que es lo que se estila hoy en día, y como le empezaron a llamar «hacer el amor» a la unión sexual conyugal, ahora ha quedado como una práctica de un mal entendido amor, el practicar el sexo hoy con uno-a, mañana con otro-a, y esto es y siempre ha sido ABERRACIÓN, porque del acto sexual, llamado «hacer el amor», se hacen los hijos. Es la manera que Dios eligió para seguir poblando la tierra, ya que la persona muere, ¡todos mueren!, ¡incluso Dios, Jesús, murió!, aunque resucitó y abrió el Cielo para todos, para ti. Y, en el Cielo, en el Paraíso, que Dios creó desde un principio y donde vivieron nuestros primeros padres, Adán y Eva, que también fueron los primeros padres carnales para Jesús de Nazaret, que siendo Dios, es hijo de la carne que Dios creó en los hombres, por eso, es hijo también, como todos, de la naturaleza caída, y por eso, pasó tentaciones y resistió a todas, por la potencia de su Amor, porque el amor tiene la potencia de sacrificarse y ser fiel; el amor tiene todos los dones y toda la belleza y todo el poder y la fuerza de abastecer y abastecerse y hacer lo que quiere, y Dios quiso salvar a todo; y el amor de cada uno, decide ser salvado por Dios, por Jesús, pero si no se ama a sí mismo, ¿para qué uno-a quiere ser salvado?; entonces, lo que suele hacer, es practicar el amor sexual para tener la satisfacción carnal, la que es de este mundo; pero los que viven este amor en el matrimonio, disfrutan carnalmente y espiritualmente, ¡disfrutan más y mejor!, porque el amor sexual está reservado al matrimonio, que es la unión familiar donde se procrea y se enseña a amar para hallar así el Amor, ¡Dios!, que Ama y te busca, ¡te busca siempre!, y si una persona está entretenida en actividades sexuales de vicios inmorales, no ve el Amor de Dios, porque se está “realizando” con actividades sexuales que son propias de actos realizados en una vocación matrimonial, para llenar la tierra, para enseñar a andar y enseñar a amar, amando; pero ¿cuántos matrimonios se aman como deberían amarse?…

Veo que me he alargado demasiado, y tengo que dejaros por hoy. El tema de la realización personal es muy extenso si se explica bien, y no tiene nada que ver con el trabajo, sino con los afectos, porque Dios creó a la persona para que lo ame, para darle su Amor, y esto es lo que realiza al hombre, saberse amado por Dios, aceptar su amor y amarlo por ser amado, por ser creado por amor, y como se vive en el planeta Tierra y hay un tiempo y unas necesidades, y hay unos trabajos que hacer, eso que es servicio y que puede ser pagado, y así, en el intercambio de actividades se gana el dinero necesario para cubrir las necesidades propias y las de los demás, que por circunstancias ajenas a su voluntad no pueden prosperar en la vida, no pueden servir, sea porque no hay trabajo, sea porque el país es pobre, sea porque se está enfermo, etc., sea por lo que sea, el amor de los que pueden, debe entregarse a los demás, sea con trabajo, con dinero, con afecto, porque de hecho, el dinero es la parte material del afecto, del amor que hace que sirvas a los demás; porque todo hay que hacerlo por amor, con amor, para el Amor, que es Dios, y enseñó cómo ama Dios curando a los enfermos, creyeran en Él, en que era Dios, o no, Él, Dios los curaba, y les decía que no pecaran más, unos lo cumplían, otros no; Y dio pan a los que habían pasado el día escuchándole; Dios quiere que tengas todo lo demás por añadidura, por eso, trabajar con amor, por amor, es también como una oración, si trabajas bien, porque el que ora mal, pidiendo venganzas, ese no ora a Dios, que es Amor y perdona a todos, ese ora a Satanás.

Ay, no terminaría, pero tengo que acabar.

¡Dios te bendiga!, y hasta pronto amigo-a, ámate a ti mismo-a amando a Dios sobre todas las cosas y personas, ese Dios que te Ama tanto que murió por ti, y muere por ti en cada Misa. ¡Ama y REALIZATE PERSONALMENTE! Esa es la realización personal, no os miento, ¡meditad en silencio y soledad!

Con afecto sincero.

 P. Jesús

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