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Santoral Diciembre - 3. página

21 de Diciembre / San Pedro Canisio

Este santo, llamado «el segundo evangelizador de Alemania», es venerado como uno de los creadores de la prensa católica y fue el primero del numeroso ejército de escritores jesuitas.

Nació en Nimega, Holanda en 1521. A los 19 años, consiguió la licenciatura en teología, y para complacer a su padre se dedicó a especializarse en abogacía. Sin embargo, tras realizar algunos Ejercicios Espirituales con el Padre Favro, que era compañero de San Ignacio, se entusiasmó por la vida religiosa, hizo votos o juramento de permanecer siempre casto, y prometió a Dios hacerse jesuita.
Fue admitido en la comunidad y los primeros años de religioso los pasó en Colonia, Alemania, dedicado a la oración, el estudio, la meditación y la ayuda a los pobres. Fue muy caritativo y amable con las personas que le discutían, pero tremendo e incisivo contra los errores de los protestantes.

San Pedro Canisio tenía una especial cualidad para resumir las enseñanzas de los grandes teólogos y presentarlas de manera sencilla para que el pueblo pudiese entender. Logró redactar dos Catecismos, uno resumido y otro explicado. Estos dos libros fueron traducidos a 24 idiomas y en Alemania se propagaron por centenares y millares

En los treinta años de su incansable labor de misionero recorrió treinta mil kilómetros por Alemania, Austria, Holanda e Italia. Parecía incansable, y a quien le recomendaba descansar un poco le respondía: «Descansaremos en el cielo».

Por muchas ciudades de Alemania fue fundando colegios católicos para formar religiosamente a los alumnos. Además, ayudó a fundar numerosos seminarios para la formación de los futuros sacerdotes. Alemania, después de San Pedro Canisio, era más católico. San Pedro Canisio se dio cuenta del inmenso bien que hacen las buenas lecturas. se propuso formar una asociación de escritores católicos.

Estando en Friburgo el 21 de diciembre de 1597, después de haber rezado el santo Rosario, exclamó lleno de alegría y emoción: «Mírenla, ahí esta. Ahí está». Y murió. La Virgen Santísima había venido para llevárselo al cielo.

El Sumo Pontífice Pío XI, después de canonizarlo, lo declaró Doctor de la Iglesia, en 1925.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Pedro Canisio

San Pedro Canisio, Doctor de la Iglesia, gran pensador cristiano lleno de la gracia de esa Verdad Revelada por Dios que está explicada en el Catecismo de la Iglesia Católica.

P. Jesús

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22 de Diciembre / Santa Clotilde, Viuda

Esta santa reina tuvo el inmenso honor de conseguir la conversión al catolicismo del fundador de la nación francesa, el rey Clodoveo, ya que se unió en matrimonio con él. Tuvo tres hijos, pero uno de ellos murió a los pocos años de vida. La santa oraba y pedía perseverantemente por la conversión de su esposo, el rey Clodoveo, pues éste era pagano, y se negaba rotundamente a acceder a la conversión cristiana.

Cuando los alemanes atacaron a Clodoveo en la batalla de Tolbiac, el rey le pidió al «Dios de su esposa» que si le concedía la gracia de la victoria, él se convirtiría a la religión católica. Dios que no desoye ninguna súplica, le concedió el milagro al rey francés, y de manera inesperada, el ejército del Rey Clodoveo derrotó a los enemigos. De inmediato, el rey solicitó al obispo San Remigio que lo instruyera en la religión, y en la Navidad del año 496 fue bautizado solemnemente con todos los jefes de su gobierno. Gracias a su conversión, Francia profesa la religión católica.

En el año 511 murió Clodoveo. San Gregorio de Tours señala que la reina Clotilde era admirada a causa de su gran generosidad en repartir limosnas, y por la pureza de su vida y sus largas y fervorosas oraciones. La gente también afirmaba que la santa parecía más una religiosa que una reina. Después de la muerte de su esposo sí vivió como una verdadera religiosa; se retiró a Tours y allí consagró su vida a la oración y socorrer a pobres y enfermos. Cuando murió, sus dos hijos Clotario y Chidelberto llevaron su féretro hasta la tumba del rey Clodoveo.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santa Clotilde, Viuda

Ni el dinero ni los títulos hacen daño a la fe, si quien tiene fe desea ser santo-a.

Aprended de los Santos de la historia, aprended buenas mujeres de Santa Clotilde, porque ella, por su fe, consiguió de Dios que la Nación de su esposo, el rey de Francia, fuera católica. Si su esposo hubiera escuchado las súplicas de ella, quizás no hubiera tenido que vivir tanta guerra y tantas personas muertas; porque si Dios escuchó su oración de conversión si era ayudado el rey, ¿no escucha Dios a los de fe que quieren la paz antes de que haya guerra? Cuánto sufre Dios por los que sufren tanto por no ceder los que mandan a amarlo y servirlo como Dios que es, como rey que es: Rey de Cielos y Tierra, ¡Jesús!

P. Jesús

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23 de Diciembre / San Juan Cancio

Este santo nació en la ciudad de Dant, Polonia, en el año 1397. Siendo todavía muy joven se ordenó sacerdote y fue nombrado profesor de la Universidad de Cracovia. Pero la envidia de algunos de sus compañeros terminó por conseguir que lo nombraran párroco de un pueblo lejano. Tiempo después recuperó el puesto de profesor en la Universidad de Cracovia y durante muchos años dictó clases sobre las Sagradas Escrituras o explicación de la Santa Biblia. Su fama llegó a ser sumamente grande. En las discusiones repetía lo que decía San Agustín: «Combatimos el pecado pero amamos al pecador. Atacamos el error, pero no queremos violencia contra nadie, la violencia siempre hace daño, en cambio la paciencia y la bondad abren las puertas de los corazones».

Cuando predicaba acerca del pecado lloraba al recordar la ingratitud de los pecadores hacia Dios, y la gente al verlo llorar se conmovía y cambiaba de conducta.

A sus alumnos les repetía estos consejos: «Cuídense de ofender, que después es difícil hacer olvidar la ofensa. Eviten murmurar, porque después resulta muy difícil devolver la fama que se ha quitado». Fueron centenares los sacerdotes formados espiritualmente por él, y la gente lo llegó a llamar «el padre de los pobres» por sus muchas obras de caridad con los más desvalidos.

Murió el 24 de diciembre de 1473. En su sepulcro se obraron muchos milagros y por su intercesión se consiguieron admirables favores.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Juan Cancio

Decía San Juan Cancio: «Combatimos el pecado pero amamos al pecador. Atacamos el error, pero no queremos violencia contra nadie, la violencia siempre hace daño, en cambio la paciencia y la bondad abren las puertas de los corazones». Y también: «Cuídense de ofender, que después es difícil hacer olvidar la ofensa. Eviten murmurar, porque después resulta muy difícil devolver la fama que se ha quitado». Y es que vivió en carne propia el daño que hacen los envidiosos que ofenden con las palabras producto de su envidia, pero… ¿Qué habría sido de aquel joven sacerdote profesor de universidad si no hubiera sido envidiado y por tanto apartado y trasladado a un pueblo lejano, sería tan santo? Ay, esos que hacen daño y dañan y tanto bien hacen a los que dañan. ¡Qué locos! Ellos se pierden y, si no se arrepienten, van al Infierno eterno, pero los Santos van al Cielo gracias a pasar las pruebas de la maldad recibida y, aguantando el dolor, seguir amando a Dios y siendo buenos siempre. Eso es ser Santo. Eso consiguen los malos, que muchos, por amor a Dios, por sus fechorías, Dios los prueba y los hace Santos. Meditad bien esta verdad y gozaros con ella.

¿Sufres por que te dañan los sin fe y los que dicen tenerla y no la tienen? ¡Bien! Dios te está haciendo santo, santa. ¡Esto marcha! ¿Ves?

P. Jesús
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24 de Diciembre / Santa Paola Elisabetta Cerioli

Paola Elisabetta Cerioli, nació en Soncino (Cremona – Italia), el 28 de enero de 1816. Sus padres fueron el noble Francisco Cerioli y la Condesa Francisca Corniani, ricos terratenientes, y aún más ricos por la vida cristiana que testimoniaban en la familia y en la sociedad.

Recién nacida fue bautizada en su misma casa, pues corría riesgo de muerte. Superada la fase crítica, el día 2 de febrero se completó en la Iglesia el rito de su Bautismo.

Desde temprana edad tuvo que lidiar con el sufrimiento físico y espiritual pues su cuerpo frágil sufría también viendo la miseria, muy presente en la época entre las personas del campo, hacia las cuales su madre supo despertar especial atención y cariño.

Llegado el tiempo de su formación cultural y moral, fue enviada al Monasterio de las Hermanas de la Visitación en Alzano Maggiore (Bérgamo – Italia), como era costumbre en la época para las familias nobles. Allí habían sido enviada también para su hermana y se encontraba la tía, la hermana Giovanna.

Constancia vivió en aquel colegio hasta los 16 años. Después de vuelta a casa, la voluntad de los padres, en la cual ella siempre reconoce la voluntad de Dios, la llevó con 19 años, al matrimonio con Gaetano Busecchi, de 58 años, heredero de los Condes Tassis de Comonte de Sériate (Bérgamo – Italia).

El difícil matrimonio la hizo una esposa dócil y cuidadosa. Tuvo la alegría de engendrar cuatro hijos, de los cuales tres murieron recién nacidos; y otro, Carlos, murió con 16 años. Pocos meses después murió también el marido, dejando a Constancia sola y heredera de un gran patrimonio.

La pérdida del último hijo y del marido fueron para ella una experiencia dramática. Cayó en un estado de gran aflicción. Gracias a la ayuda de los Obispos de Bérgamo, Mons. Luis Esperanza y Mons. Alexandre Valsecchi, que la acompañaron espiritualmente, tuvo la fuerza de sostenerse en la fe. Se unió con el misterio de la Madre de los Dolores y se abrió, a través de una profunda vida de fe y de caridad activa, al valor de la maternidad espiritual, preparándose de esta forma para una donación total de sí a Dios en el servicio de los pequeños y más pobres.

Así, pocos meses después de haber quedado viuda, se hizo religiosa y abrió su palacio para acoger y atender en educación, alimentación y formación espiritual a las niñas abandonadas del campo. En 1857, junto con seis compañeras más, funda el Instituto de las Hermanas de la Sagrada Familia.

Habiendo enfrentado muchas dificultades, el día 4 de noviembre de 1863, realiza su más profundo anhelo: abre la primera casa para la acogida y la educación de los pobres hijos del campo, donando para ese fin su propiedad de Villacampagna (Cremona – Italia): el primer y fiel colaborador era el Hermano Juan Capponi, natural de Leffe (Bérgamo – Itália).

De esta forma, Paola Elizabetta Cerioli se convirtió en la fundadora de los Institutos de las Hermanas de la Sagrada Familia para el socorro material y la educación moral y religiosa de la clase campesina, en aquella época, la más excluida y pobre.

Escogió a la Sagrada Familia como modelo, queriendo que sus comunidades aprendiesen de ella como ser familias cristianas acogedoras, unidas en el amor actual, en la fraternidad serena, en la fe fuerte simple y confiada.

Feliz por haberse consagrado a sus amados pobres, el 24 de diciembre de 1865 murió dejando a los cuidados de la Providencia el Instituto femenino ya bien encaminado y la semilla del Instituto masculino.

El perfil espiritual de Cerioli fue marcado por la acción fuerte de la Trinidad que moldearon su vida y su corazón de manera sorprendente. En el centro de todo su deseo y actividad tenía siempre una referencia explícita a Dios Padre y a su Hijo Jesús, más el desenvolvimiento de su testimonio espiritual fue marcado de manera especial por la figura de María, Madre de los Dolores.

Este misterio de María, que manifiesta la unión total y profunda con el misterio de Jesús, que en su vida terrena no excluye la tentación y la cruz, para Cerioli no fue solo objeto de contemplación exterior: durante el año 1854 se tornó verdadera iluminación que vivificó el destino de su vida y de su obra: «Confesó que una vez, considerando los dolores de María Santísima e imaginando el momento en que ella vio la muerte de su Divino Hijo, sintió un presentimiento tal y una opresión en el corazón, que angustiada se dejó caer sentada casi desmayándose. «No sé — dijo después — como he podido sobrevivir, frágil y probada como estaba».

Fue así que lentamente se sintió llevada a tener estas actitudes y disposiciones propias de la profundísima relación filial que hubo y hay entre María y su Hijo agonizante. De manera profética y por el dolor que ella también había pasado con el fallecimiento de sus hijos, era invitada a entender lo que Dios le guardaba también a ella en recompensa cuando consolaba a la Virgen María, dciéndole: «Madre no llores, Dios te dará otros hijos».

En su vida diaria, se destacó por la maternidad espiritual, la caridad concreta, la piedad, la absoluta confianza en la Providencia, el amor para la pobreza, la humildad, la simplicidad y por la admirable sumisión a los Superiores (los Obispos, sus orientadores espirituales). Valorizó mucho la dignidad y el papel de la mujer en la familia y en la sociedad.

Creó colegios para huérfanos, instituyó escuelas; cursos de doctrina cristiana, ejercicios espirituales; recreación y asistencia a las enfermas. Venciendo dificultades e incomprensiones de todo tipo, quiso dar inicio a una institución religiosa constituida por hombres y mujeres que, de alguna forma, imitasen el modelo evangélico del misterio de Nazaret constituido por María y José que acogen y protegen a Jesús para darlo al mundo.

La contemplación de la Familia de Nazaret sugiere a ella la aceptación de un modelo de paternidad, de maternidad y también de filiación características solo posibles de vivir con el amplio horizonte que da la fe.

Fue beatificada en 1994 y canonizada por el Papa Juan Pablo II el 16 de mayo de 2004 (VI Domingo de Pascua).

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santa Paola Elisabetta Cerioli

Santa, santa, santa es Paola Elisabetta Cerioli, amada por el Amado y por la más amada del Amado, su Madre María, Virgen de los Dolores.

Hemos venido a sufrir, con la bondad siempre presente en nosotros, oh hijos míos.

P. Jesús
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25 de Diciembre / La Natividad de Nuestro Señor Jesús

Cuando se hubieron cumplido los acontecimientos que debían preceder al advenimiento del Mesías, de acuerdo con los vaticinios de los antiguos profetas, Jesús llamado el Cristo, Hijo de Dios eterno, se encarnó en el seno de la Virgen María y, hecho hombre, nació de ella para la redención de la humanidad. Desde la caída de nuestros primeros padres, la sabia y misericordiosa providencia de Dios había dispuesto gradulamente todas las cosas para la realización de sus promesas y el cumplimiento del más grande de sus misterios: la encarnación de su divino Hijo.

Por aquel entonces, el Emperador Augusto emitió un decreto para llevar a cabo un censo en el cual todas las personas debían registrarse en un lugar determinado según sus respectivas provincias, ciudades y familias. Hasta Belén, cerca de la ciudad de Jerusalén, llegaron San José y la Virgen María procedentes de Nazaret, y estando allí, le llegó la hora de dar a luz de la Virgen, trayendo al mundo a su divino Hijo a quien envolvió en lienzos y lo recostó en la paja del pesebre.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

La Natividad de Nuestro Señor Jesús

Todo estaba preparado para la Historia de la Salvación: La venida de Cristo, Dios y hombre verdadero.

Y vino nuestro Rey y nació nuestro Señor, en medio de gran pobreza y mucho amor. Amado por Dios, Su Padre, y por María Virgen, Inmaculada concebida: su Madre bendita. Niño vino al mundo, niño quiso ser Dios hijo para tener madre, para ser como todos, que todos tenemos madre y benditas son hoy todas las madres que dan vida a niños como tú, como yo, como lo fue Dios. ¡Viva la vida! ¡Viva el Amor!

Feliz y Santa Navidad para ti pastor o rey, o tan sólo como San José; el que amó a María y es fiel a Dios.

P. Jesús
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26 de Diciembre / San Esteban, Protomártir

A San Esteban se le llama «protomartir» porque fue el primer mártir de toda la historia católica. San Esteban era uno de los hombres de confianza de los apóstoles; habló y defendió muy bien a Jesús, que entre los judíos generó cierto desconcierto. Por tal razón, la tradición señala que fue llevado ante el Tribunal Supremo de la Nación, el Sanedrín, para ser acusado con falsos testigos, los cuales argumentaron que Esteban afirmaba que Jesús iba a destruir el templo y a acabar con las leyes de Moisés.

Sin embargo, el santo no se atemorizó, y por el contrario, pronunció un impresionante discurso en el cual fue recordando toda la historia del pueblo de Israel (Hechos 7) y a través del cual exhortó a los judíos a rectificar, reprendiéndolos por haber llegado al extremo de no sólo no reconocer al Salvador, sino de haberlo además crucificado.

Llenos de ira, éstos lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon.

Los que lo apedreaban dejaron sus vestidos junto a un joven llamado Saulo (el futuro San Pablo que se convertirá por las oraciones de este mártir) y que aprobaba aquel delito. Mientras lo apedreaban, Esteban decía: «Señor Jesús, recibe mi espíritu». Y de rodillas dijo con fuerte voz: «Señor, no les tengas en cuenta este pecado». Y diciendo esto, murió.

Los cristianos lo rescataron y dieron a su cuerpo digna sepultura.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Esteban, Protomártir

Defender a Jesús, eso hizo San Esteban, el primer mártir de la Iglesia, defender a Jesús.

Y tú, ¿defiendes a Jesús? ¿Cuentas su vida y cómo es Él, el verdadero Mesías?

Defiende a Jesús, y Jesús te defenderá ante la muerte y te protegerá de todo mal; que el único mal que hay es perder la fe. Si tu defiendes a Jesús, no perderás la fe, más bien la vas a aumentar por la Gracia de Su Poder, porque Jesús de Nazaret es Dios, tu Dios.

P. Jesús
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27 de Diciembre / San Juan, Evangelista

San Juan tuvo la inmensa dicha de ser el discípulo más amado por Jesús. Nació en Galilea y fue hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el mayor. San Juan era pescador, tal como su hermano y su padre, y según señalan los antiguos relatos, al parecer fue San Juan, que también fue discípulo de Juan el Bautista, uno de los dos primeros discípulos de Jesús junto con Andrés. La primera vez que Juan conoció a Jesús estaba con su hermano Santiago, y con sus amigos Simón y Andrés remendando las redes a la orilla del lago; el Señor pasó cerca y les dijo: «Vengan conmigo y los haré pescadores de almas». Ante este subliminal llamado, el apóstol dejó inmediatamente sus redes, a su padre y lo siguió.

Juan evangelista conformó junto con Pedro y Santiago, el pequeño grupo de preferidos que Jesús llevaba a todas partes y que presenciaron sus más grandes milagros. Los tres estuvieron presentes en la Transfiguración, y presenciaron la resurrección de la hija de Jairo. Los tres presenciaron la agonía de Cristo en el Huerto de los Olivos; y junto con Pedro se encargó de preparar la Última Cena.

A Juan y su hermano Santiago les puso Jesús un sobrenombre: «Hijos del trueno», debido al carácter impetuoso que ambos tenían. Estos dos hermanos vanidosos y malgeniados se volvieron humildes, amables y bondadosos cuando recibieron el Espíritu Santo. Juan, en la Última Cena, tuvo el honor de recostar su cabeza sobre el corazón de Cristo. Fue el único de los apóstoles que estuvo presente en el Calvario. Y recibió de Él en sus últimos momentos el más precioso de los regalos. Cristo le encomendó que se encargara de cuidar a la Madre Santísima María, como si fuera su propia madre, diciéndole: «He ahí a tu madre». Y diciendo a María: «He ahí a tu hijo».

El domingo de la resurrección, fue el primero de los apóstoles en llegar al sepulcro vacío de Jesús. Después de la resurrección de Cristo, en la segunda pesca milagrosa, Juan fue el primero en reconocer a Jesús en la orilla. Luego Pedro le preguntó al Señor señalando a Juan: «¿Y éste qué?». Jesús le respondió: «Y si yo quiero que se quede hasta que yo venga, a ti qué?». Con esto algunos creyeron que el Señor había anunciado que Juan no moriría. Pero lo que anunció fue que se quedaría vivo por bastante tiempo, hasta que el reinado de Cristo se hubiera extendido mucho. Y en efecto vivió hasta el año 100, y fue el único apóstol al cual no lograron matar los perseguidores. Juan se encargó de cuidar a María Santísima como el más cariñoso de los hijos.

Con Ella se fue a evangelizar a Éfeso y la acompañó hasta la hora de su gloriosa muerte. El emperador Dominiciano quiso matar al apóstol San Juan y lo hizo echar en una olla de aceite hirviente, pero él salió de allá más joven y más sano de lo que había entrado, siendo desterrado de la isla de Patmos, donde fue escrito el Apocalipsis. Después volvió otra vez a Éfeso donde escribió el Evangelio.

A San Juan Evangelista se le representa con un águila al lado, como símbolo de la elevada espiritualidad que transmite con sus escritos. Ningún otro libro tiene tan elevados pensamientos como su Evangelio.

Según señala San Jerónimo cuando San Juan era ya muy anciano se hacía llevar a las reuniones de los cristianos y lo único que les decía siempre era esto: «hermanos, ámense los unos a otros». Una vez le preguntaron por qué repetía siempre lo mismo, y respondió: «es que ese es el mandato de Jesús, y si lo cumplimos, todo lo demás vendrá por añadidura». San Epifanio señaló que San Juan murió hacia el año 100 a los 94 años de edad.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Juan, Evangelista

Amados, amaros unos a otros, eso quiere Dios, eso lo recuerdan sus Santos y el Apóstol San Juan, evangelista, lo recordaba siempre.

Amarse es necesario para ser santos; quien ama a Dios, indiscutiblemente ama a todas las personas y busca la paz; si no consigue la paz, se va y reza por ellos; porque ningún santo puede vivir sin paz, y la paz es señal de amor a Dios. Cuando se ama a Dios, se hace lo posible y lo imposible para vivir con paz, la paz del Amor.

P. Jesús
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28 de Diciembre / Santos Inocentes Mártires

El día de hoy se conmemora a los Niños Inocentes que el cruel Herodes mandó matar.

Según señala el Evangelio de San Mateo, Herodes llamó a los Sumos Sacerdotes para preguntarles en qué sitio exacto iba a nacer el rey de Israel, al que habían anunciado los profetas. Ellos le contestaron: «Tiene que ser en Belén, porque así lo anunció el profeta Miqueas diciendo: «Y tú, Belén, no eres la menor entre las ciudades de Judá, porque de ti saldrá el jefe que será el pastor de mi pueblo de Israel» (Miq. 5, 1).

Entonces Herodes se propuso averiguar exactamente dónde estaba el niño, para después mandar a sus soldados a que lo mataran. Y fingiendo dijo a los Reyes Magos: – «Vayan y averiguen acerca de ese niño, cuando lo encuentren regresan y me lo informan, para ir yo también a adorarlo». Los magos se fueron a Belén guiados por la estrella que se les apareció otra vez, al salir de Jerusalén, y llenos de alegría encontraron al Divino Niño Jesús junto a la Virgen María y San José; lo adoraron y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. En sueños recibieron el aviso divino de que no volvieran a Jerusalén y regresaron a sus países por otros caminos, y el pérfido Herodes se quedó sin saber dónde estaba el recién nacido. Esto lo enfureció hasta el extremo, por lo que rodeó con su ejército la pequeña ciudad de Belén, y dio la orden de matar a todos los niñitos menores de dos años, en la ciudad y alrededores.

El mismo evangelista San Mateo afirmará que en ese día se cumplió lo que había avisado el profeta Jeremías: «Un griterío se oye en Ramá (cerca de Belén), es Raquel (la esposa de Israel) que llora a sus hijos, y no se quiere consolar, porque ya no existen» (Jer. 31, 15).

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santos Inocentes Mártires

Los malos quieren matar y matan a los inocentes. Santos son los Inocentes Mártires que el rey Herodes mandó matar, para matar así a Dios, al Mesías.

Recordemos a los Santos Inocentes Mártires y pidámosles que intercedan por la vida, la vida de tantos niños que hoy en día son inocentes y los matan por no querer que tengan vida. La vida es un don de Dios y sólo Dios decide la vida y permite la muerte.

P. Jesús
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29 de Diciembre / Santo Tomas Becket, Arzobispo y Mártir

Nació en Londres en 1170. Era hijo de un empleado oficial, y en sus primeros años fue educado por los monjes del convento de Merton. A los 24 años consiguió un puesto como ayudante del Arzobispo de Inglaterra (el de Canterbury) quien se dio cuenta que Tomás tenía cualidades excepcionales para el trabajo, así que le fue confiando poco a poco oficios más difíciles e importantes. Lo ordenó de diácono y lo encargó de la administración de los bienes del arzobispado. Lo envió varias veces a Roma a tratar asuntos de mucha importancia. Tomás como buen diplomático había obtenido que el Papa Eugenio Tercero se hiciera muy amigo del rey de Inglaterra, Enrique II, y éste en acción de gracias por tan gran favor, nombró a nuestro santo (cuando sólo tenía 36 años) como Canciller o Ministro de Relaciones Exteriores.

Tras la muerte del Arzobispo Teobaldo en 1161, el rey Enrique II de inmediato pensó en Santo Tomás como el mejor candidato para ocupar dicho cargo, pero nuestro santo se negó muy cortésmente alegando que él no era digno para tan honorable puesto. Sin embargo, un Cardenal de mucha confianza del Sumo Pontífice Alejandro III lo convenció de que debía aceptar, y al fin aceptó. Cuando el rey empezó a insistirle en que aceptara el oficio de Arzobispo, Santo Tomás le hizo una profecía o un anuncio que se cumplió a la letra. Le dijo: «Si acepto ser Arzobispo me sucederá que el rey que hasta ahora es mi gran amigo, se convertirá en mi gran enemigo». Enrique no creyó que fuera a suceder así, pero sucedió. Ordenado de sacerdote y luego consagrado como Arzobispo, pidió a sus ayudantes que en adelante le corrigieran con toda valentía cualquier falta que notaran en él. Como él mismo lo había anunciado, los envidiosos empezaron a calumniar al arzobispo en presencia del rey. Dicen que en uno de sus terribles estallidos de cólera, Enrique II exclamó: «No podrá haber más paz en mi reino mientras viva Becket. ¿Será que no hay nadie que sea capaz de suprimir a este clérigo que me quiere hacer la vida imposible?».

Al oír semejante exclamación de labios del mandatario, cuatro sicarios se fueron donde el santo arzobispo resueltos a darle muerte. Estaba él orando junto al altar cuando llegaron los asesinos. Era el 29 de diciembre de 1170. No opuso resistencia. Murió diciendo: «Muero gustoso por el nombre de Jesús y en defensa de la Iglesia Católica». Tenía apenas 52 años.

El Papa Alejandro III lanzó excomunión contar el rey Enrique, el cual profundamente arrepentido hizo penitencia durante dos años, para obtener la reconciliación en 1172.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santo Tomas Becket, Arzobispo y Mártir

Los santos, como San Tomas Becket, Arzobispo y Mártir, son odiados y calumniados, perseguidos; y a algunos han matado como consecuencia de celos y envidias que suscitan sus obras de bondad y caridad.

Los santos saben que viven para vivir otro día en la felicidad perpetua, eterna, en la dicha que sólo ellos pueden gozar, porque se la ganan en esta vida con toda clase de renuncias que hacen ellos, y malos tratos que les dan los demás.

Todo y así, sé santo, porque ser santo es la felicidad terrena y Eterna, porque no hay mayor felicidad en esta vida que tener una buena conciencia y vivida en paz.

P. Jesús
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30 de Diciembre / Santa Anisia

Santa Anisia era una joven cristiana, huérfana de padre y madre y dueña de una gran fortuna con la que beneficiaba generosamente a los más necesitados. En los tiempos del gobernador Ducisio desató una cruel persecución en Tesalónica y trataba de impedir, especialmente, que los cristianos llevasen a cabo sus asambleas religiosas. Anisia decidió asistir a una de estas asambleas, pero en el camino, uno de los guardias del emperador le cerró el paso y le preguntó a donde se dirigía.

La santa confesó valientemente su fe cristiana provocando la ira del guardia quien la mató inmediatamente. Cuando retornó la paz para la Iglesia, los cristianos de Tesalónica construyeron un oratorio en el lugar donde había sido sacrificada la santa.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santa Anisia

Los paganos, los contrarios al Amor, persiguen, prohíben y matan, pero nadie que ama a Dios, muere en vano; todos los santos mártires son semillas de otros santos.

La vida, los vivos, se rebelan a la muerte, y todos mueren; todos lo vivos mueren, pero unos son Santos y otros no lo son.

Santa Anisia, ella defendió su verdad, la de ser cristiana; la mataron por ello y murió mártir de la fe; ella, que sufrió tanto, comprende tu sufrimiento, el que llevas dentro por seguir a Cristo, por imitar a Dios.

P. Jesús
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