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Santoral Febrero - 3. página

19 de Febrero / San Auxibio, Obispo

Auxibio nació en Roma, de padres idólatras y tenía carácter dulce y honesto. Para asegurarle un puesto en el desempeño de los cargos públicos, su padre quiso que contrajera un matrimonio ventajoso, pero el santo tenía otros propósitos y pensaba en hacerse cristiano, huyendo de la ciudad y embarcándose en secreto hacia la isla de Chipre.

En dicho lugar, Auxibio encontró a Juan Marcos, pariente de San Bernabé quien lo bautizó, confirmó y lo instruyó sobre como predicar para luego ordenarlo sacerdote y obispo. Juan Marco le confió también la misión de predicar en la ciudad de Soles, donde fue acogido favorablemente por un sacerdote de Júpiter, a quien lo edificó con su vida santa, hasta llegar a convertirlo.

El Apóstol Pablo supo por Juan Marcos los progresos que hacía la fe en Chipre y le confió a Heracles el poder de instituir más obispo y de construir una nueva Iglesia. Auxibio empezó a predicar la fe en pleno día y luego de la construcción y consagración del nuevo edificio, comenzó su obra de apostolado a la vista de todos.

La gracia de Dios lo sostuvo y los milagros corroboraron su predicación de modo que llegó a formar en Soles una comunidad cristiana floreciente. Después de un episcopado de 50 años, Auxibio sintió que se aproximaba su fin y reunió a su clero y los exhortó a permanecer firme en la fe.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Auxibio, Obispo

Para vivir bien la fe, necesita un santo ayuda de otras personas cristianas, como le aconteció a san Auxibio, obispo, que con la ayuda de fieles creyentes, su fe se robusteció y, por la ayuda en las enseñanzas de la predicación, pudo al final el santo salir a la luz del día a predicar y, siendo luz y ejemplo de santidad, cambió buena parte de las personas que le oían, y no le faltaba la señal y el poder de Dios, que hacía milagros a través y con él.

P. Jesús
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20 de Febrero / Beatos Francisco y Jacinta Marto

En la Portugal rural del 1917 no es inusual el ver a los niños llevando a sus rebaños a pastorear. Esto es lo que los niños de la familia Marto y Santos, todos primos, hacían en estos días. Casi siempre eran Lucía Santos, Francisco Marto y su hermana Jacinta, los que con gusto tomaban esta responsabilidad agradecidos por el chance de estar al aire libre y de jugar y rezar mientras las ovejas pastaban en silencio. Ellos pastoreaban en diferentes lugares cercanos al pueblito de Fátima y de Aljustrel, que era donde ellos vivían. En estos lugares ocurrieron las apariciones que cambiarían el curso de la vida de estos niños y de la historia del siglo 20. 

Entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917, La Virgen María se les apareció en la Cova de Iría (Cueva de la Paz) a Lucía, Francisco y Jacinta. A partir de estos encuentros, su fe creció y solo querían rezar y sufrir por la conversión de los pecadores. Durante las apariciones, soportaron calumnias, insultos y persecuciones; siendo incluso encerrados varios días en la cárcel y amenazados de muerte por los enemigos de la Iglesia. 

Francisco nació en Aljustrel, Fátima, el 11 de Junio de 1908. Fue bautizado el 20 de Junio de 1908. Su gran preocupación era la de “consolar a Nuestro Señor”. El Espíritu de amor y reparación para con Dios ofendido, fueron notables en su vida tan corta. Pasaba horas “pensando en Dios”. por lo que siempre fue considerado como un contemplativo. 

Su precoz vocación de eremita fue reconocida en el decreto de heroicidad de virtudes, según el que después de las apariciones «se escondía detrás de los árboles para rezar solo; otras veces subía a los lugares más elevados y solitarios y ahí se entregaba a la oración tan intensamente que no oía las voces de los que lo llamaban». 

Cayó victima de la neumonía en Diciembre de 1918 y falleció en Aljustrel a las 22 horas del día 4 de Abril de 1919. Sus restos mortales quedaron sepultados en el cementerio parroquial de Fátima hasta el día 13 de marzo de 1952, fecha en que fueron trasladados para la Basílica de Cova da Iria. 

Jacinta Marto, Nació en Aljustrel, Fátima, el 11 de Marzo de 1910. Fue bautizada el 19 de Marzo de 1910. Su vida fue caracterizada por el Espíritu de sacrificio, el amor al Corazón de María, al Santo Padre y a los pecadores. Llevada por la preocupación de la salvación de los pecadores y del desagravio al Corazón Inmaculado de María, de todo ofrecía un sacrificio a Dios, como les recomendará el Ángel, diciendo siempre la oración que

Nuestra Señora les enseñará: “Oh Jesús, es por nuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María». 

Víctima de la neumonía cayó enferma en Diciembre de 1918. Murió el 20 de Febrero de 1920. El 1 de Mayo de 1951 fue finalmente trasladada a la Basílica del Santuario. 

El 13 de Mayo del 2000, el Santo Padre Juan Pablo II los declaró beatos en su visita a Fátima, en presencia de la otra vidente, Lucia. Francisco y Jacinta son los primeros niños no mártires en ser beatificados.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Beatos Francisco y Jacinta Marto

Muchos dirían, si no fuera por la fe, que Dios fue injusto con estos dos santos, hermanos y niños, porque Dios, sin respetar la mayoría de edad permitió que su bendita Madre, la Virgen María los eligiera para aparecerse a ellos y darles sus mensajes. ¿Fué injusta María eligiendo aparecerse a niños menores de edad? Y Dios permitió tantos sufrimientos en ellos, calumnias, insultos, persecuciones, e incluso los encerraron varios días en la cárcel y los amenazaron de muerte. Y Dios lo permitió, como así mismo los heroicos sacrificios y penitencias que ofrecían a Dios por la salvación de los pecadores. Y aun más, en poco más de un año, enferman y mueren estos dos santos hermanos, los beatos Francisco y Jacinta Marto. ¡Qué vida! Y eran niños, podrían decir algunos ¿Cómo puede tratar así Dios a los que ama, a los que le sirven? ¿Por qué no elije a mayores de edad, a personas capacitadas física e intelectualmente para luchar contra los que van a dañarlos. Pues la historia es ésta, amados hermanos en Cristo, Dios hace lo que quiere porque es Dios.

P. Jesús
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21 de Febrero / San Pedro Damian, Cardenal y Obispo de Ostia

Nació en Ravena y fue una de esas figuras severas que, como San Juan Bautista, surgen en las épocas de relajamiento para apartar a los hombres del error y traerles de nuevo al estrecho sendero de la virtud. Debido a la prematura muerte de sus padres, el santo fue criado por su hermano, convirtiéndose en un excelente discípulo, y más tarde en un profundo servidor de Cristo. Pedro decidió abandonar el mundo exterior y abrazar la vida religiosa en otra región, entrando al convento de Fonte Avellana, comunidad de ermitaños que gozaba de gran reputación. Allí se dedicó a la oración, lectura espiritual y estudios sagrados, viviendo con gran austeridad. Pese a su negativa, Pedro asumió la dirección de la abadía en 1043 gobernando con gran prudencia y piedad. Fundó otras cinco comunidades de ermitaños, donde fomentó entre los monjes el espíritu de retiro, caridad y humildad y además estuvo al servicio de la Iglesia, siendo nombrado Cardenal y Obispo de Ostia en 1057. San Pedro escribió varios documentos que ayudaron a mantener la observancia de la moral y de la disciplina, particularmente en lo que se refiere a los deberes de los clérigos y monjes. A pesar de su severidad, el santo sabía tratar a los pecadores con bondad e indulgencia, cuando la caridad y la prudencia lo pedían. Murió el 22 de febrero de 1072.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Pedro Damian, Cardenal y Obispo de Ostia

Los santos como san Pedro Damián, cardenal y obispo de Ostia, saben que los pecadores no saben lo que hacen, y saben que muchos que se dedican a la vida cristiana, no hacen lo que deben sabiendo su deber. Santos así hacen falta siempre porque en la Santa Madre Iglesia Católica, algunos, inducidos por Satanás, se mezclan con las personas piadosas y tuercen sus voluntades y las inducen a pecar. ¡Vigila con quién te juntas; puede que sólo quiera tu prestigio y el dinero que le das! Porque hay quien sigue comercializando en el Templo, en la Iglesia de Cristo. A ver si los futuros santos se llenan de piedad y no de hacer un circo, un evento espectacular para cobrar dinero por su mal entendida piedad. Recemos por la Iglesia, por todos los bautizados; eso es la verdadera caridad: la oración; pero hay poca fe; muchos piensan que son sus palabras que tocan los corazones de las almas y no se dan cuenta de que Dios no necesita de nadie; que si Dios quiere puede entrar en un corazón duro y mostrarle su Amor, el Amor de todo un Dios que, más que hablar, se dejó matar, y por esta muerte, Dios Espíritu Santo es quien da la fe y no las muchas palabras muy bien pronunciadas, sino la voz de Dios que clama en el desierto. No juguéis a predicadores y vivid haciendo muchas oraciones al que puede volver blanco lo que es negro; sólo Él: Dios… Porque muchos se ponen eufóricos pero llegan a sus casas y el pecado sigue arraigado en sus almas. Tocar las almas no es sólo que lloren o se entusiasmen o tengan deseos e intenciones de arrepentirse en los momentos de oratoria de la predicación, sino que es realmente cambiar de vida, y sólo se cambia por efecto de Dios Espíritu Santo y no por las palabras, aunque sean de un futuro santo. Sólo Dios habla y cuando Él habla, las almas cambian.

P. Jesús
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22 de Febrero / Fiesta de la Cátedra de San Pedro

Hoy se celebra la festividad de la Cátedra de San Pedro, una ocasión solemne que se remonta al cuarto siglo y con la que se rinde homenaje y se celebra el primado y la autoridad de San Pedro.

La palabra «cátedra» significa asiento o trono y es la raíz de la palabra catedral, la iglesia donde un obispo tiene el trono desde el que predica. Sinónimo de cátedra es también «sede» (asiento o sitial): la «sede» es el lugar desde donde un obispo gobierna su diócesis. Por ejemplo, la Santa Sede es la sede del obispo de Roma, el Papa.

Antes de rezar el Ángelus en este día, el Papa Juan Pablo II recordó que «la festividad litúrgica de la Cátedra de San Pedro subraya el singular ministerio que el Señor confió al jefe de los apóstoles, de confirmar y guiar a la Iglesia en la unidad de la fe. En esto consiste el ‘ministerium petrinum’, ese servicio peculiar que el obispo de Roma está llamado a rendir a todo el pueblo cristiano. Misión indispensable, que no se basa en prerrogativas humanas, sino en Cristo mismo como piedra angular de la comunidad eclesial». «Recemos -dijo- para que la Iglesia, en la variedad de culturas, lenguas y tradiciones, sea unánime en creer y profesar las verdades de fe y de moral transmitidas por los apóstoles».

La cátedra es en realidad el trono que Carlos el Calvo regaló al papa Juan VIII y en el que fue coronado emperador el día de Navidad del año 875. Carlos el Calvo era nieto de Carlomagno. Durante muchos años la silla fue utilizada por el papa y sus sucesores durante las ceremonias litúrgicas, hasta que fue incorporada al Altar de la Cátedra de Bernini en 1666.

Tradiciones, leyendas y creencias afirmaron durante muchos años que la silla era doble y que algunas partes se remontaban a los primeros días de la era cristiana e incluso que la utilizó San Pedro en persona. La silla ha sido objeto de numerosos estudios a lo largo de los siglos y la última vez que fue extraída del nicho que ocupa en el altar de Bernini fue durante un período de seis años, entre 1968 y 1974. Los análisis efectuados en aquella ocasión apuntaban a que se trataba de una sola silla cuyas partes mas antiguas eran del siglo VI. Lo que se había tomado por una segunda silla era en realidad una cubierta que servía tanto para proteger el trono como para llevarlo en procesión.

Todos los años en esta fecha, el altar monumental que acoge la Cátedra de San Pedro permanece iluminado todo el día con docenas de velas y se celebran numerosas misas desde la mañana hasta el atardecer, concluyendo con la misa del Capítulo de San Pedro.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Fiesta de la Cátedra de San Pedro

La fe y la moral van de la mano, como dicen los santos, y hoy que se conmemora la Fiesta de la Cátedra de San Pedro, os digo hermanos en Cristo, que quien diga tener fe tiene que vivir la moral de la fe.

P. Jesús
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23 de Febrero / San Policarpo, Obispo y Mártir

San Policarpo fue uno de los discípulos del apóstol San Juan Evangelista. Los fieles le profesaban una gran admiración. Y entre sus discípulos tuvo a San Ireneo y a varios santos más.

San Policarpo era obispo de la ciudad de Esmirna, en Turquía, y fue a Roma a dialogar con el Papa Aniceto para ver si podían ponerse de acuerdo para unificar la fecha de fiesta de Pascua entre los cristianos de Asia y los de Europa. Y caminando por Roma se encontró con un hereje que negaba varias verdades de la religión católica. El otro le preguntó: ¿No me conoces? Y el santo le respondió: ¡Si te conozco. Tu eres un hijo de Satanás!

Cuando San Ignacio de Antioquía iba hacia Roma, encadenado para ser martirizado, San Policarpo salió a recibirlo y besó emocionado sus cadenas. Y por petición de San Ignacio escribió una carta a los cristianos del Asia, carta que según San Jerónimo, era sumamente apreciada por los antiguos cristianos.

El pueblo estaba reunido en el estadio y allá fue llevado Policarpo para ser juzgado. El gobernador le dijo: «Declare que el César es el Señor». Policarpo respondió: «Yo sólo reconozco como mi Señor a Jesucristo, el Hijo de Dios». Añadió el gobernador: ¿Y qué pierde con echar un poco de incienso ante el altar del César? Renuncie a su Cristo y salvará su vida. A lo cual San Policarpo dio una respuesta admirable. Dijo así: «Ochenta y seis años llevo sirviendo a Jesucristo y El nunca me ha fallado en nada. ¿Cómo le voy yo a fallar a El ahora? Yo seré siempre amigo de Cristo».

El gobernador le grita: «Si no adora al César y sigue adorando a Cristo lo condenaré a las llamas»,. Y el santo responde: «Me amenazas con fuego que dura unos momentos y después se apaga. Yo lo que quiero es no tener que ir nunca al fuego eterno que nunca se apaga».

En ese momento el pueblo empezó a gritar: ¡Este es el jefe de los cristianos, el que prohibe adorar a nuestros dioses. Que lo quemen! Y también los judíos pedían que lo quemaran vivo. El gobernador les hizo caso y decretó su pena de muerte, y todos aquellos enemigos de nuestra santa religión se fueron a traer leña de los hornos y talleres para encender una hoguera y quemarlo.

Hicieron un gran montón de leña y colocaron sobre él a Policarpo. Los verdugos querían amarrarlo a un palo con cadenas pero él les dijo: «Por favor: déjenme así, que el Señor me concederá valora para soportar este tormento sin tratar de alejarme de él». Entonces lo único que hicieron fue atarle las manos por detrás.

Policarpo, elevando los ojos hacia el cielo, oró así en alta voz: «Señor Dios, Todopoderoso, Padre de Nuestro Señor Jesucristo: yo te bendigo porque me has permitido llegar a esta situación y me concedes la gracia de formar parte del grupo de tus mártires, y me das el gran honor de poder participar del cáliz de amargura que tu propio Hijo Jesús tuvo que tomar antes de llegar a su resurrección gloriosa. Concédeme la gracia de ser admitido entre el grupo de los que sacrifican su vida por Ti y haz que este sacrificio te sea totalmente agradable. Yo te alabo y te bendigo Padre Cestial por tu santísimo Hijo Jesucristo a quien sea dada la gloria junto al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos».

«Tan pronto terminó Policarpo de rezar su oración, prendieron fuego a la leña, y entonces sucedió un milagro ante nuestros ojos y a la vista de todos los que estábamos allí presentes (sigue diciendo la carta escrita por los testigos que presenciaron su martirio): las llamas, haciendo una gran circunferencia, rodearon al cuerpo del mártir, y el cuerpo de Policarpo ya no parecía un cuerpo humano quemado sino un hermoso pan tostado, o un pedazo de oro sacado de un horno ardiente. Y todos los alrededores se llenaron de un agradabilísimo olor como de un fino incienso. Los verdugos recibieron la orden de atravesar el corazón del mártir con un lanzazo, y en ese momento vimos salir volando desde allí hacia lo alto una blanquísima paloma, y al brotar la sangre del corazón del santo, en seguida la hoguera se apagó».

«Los judíos y paganos le pidieron al jefe de la guardia que destruyeran e hicieran desaparecer el cuerpo del mártir, y el militar lo mandó quemar, pero nosotros alcanzamos a recoger algunos de sus huesos y los veneramos como un tesoro más valioso que las más ricas joyas, y los llevamos al sitio donde nos reunimos para orar».

El día de su martirio fue el 23 de febrero del año 155. Esta carta, escrita en el propio tiempo en que sucedió el martirio, es una narración verdaderamente hermosa y provechosa.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Policarpo, Obispo y Mártir

La Santa Iglesia Católica da valor al cuerpo y al alma de la persona, porque cuerpo y alma son un todo para el juicio posterior de nuestras obras, en cuanto morimos y Cristo mismo nos juzga por la labor de nuestras manos, por la abundancia de amor a Dios, de caridad, en nuestros corazones.

San Policarpo, obispo y mártir; hoy que se conmemora su entrada en el Cielo, pidámosle que pida a Dios por nuestra fe y nuestras obras de amor salidas de nuestro corazón.

P. Jesús
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24 de Febrero / San Etelberto de Kent

Etelberto, rey de Kent, se casó con una princesa cristiana llamada Berta, que era hija única de Chariberto, rey de París. Etelberto concedió a su esposa plena libertad para participar de su religión, y Berta llevó a Inglaterra a Liudardo, un obispo francés. La tradición habla de la piedad y las amables virtudes de Berta, que indudablemente impresionaron mucho a su marido; sin embargo, el rey no se convirtió hasta la llegada de San Agustín y sus compañeros.

Los misioneros enviados por San Gregorio el Grande, desenbarcaron en Thanet, desde donde se comunicaron con el rey, anunciándole su llegada y las razones de su viaje. El rey les rogó que permanecieran en la isla y pocos días más tarde, fue personalmente a escucharlos. Luego de este encuentro, San Etelberto les concedió permiso para predicar en todo el pueblo, convertir a cuantos pudieran y les entregó la iglesia de San Martín para que pudiesen celebrar la Misa y otras liturgias.

Las conversiones empezaron a multiplicarse, y pronto el rey y su corte fueron bautizados en Pentecostés del año 597. El rey además les dio permiso para reconstruir las antiguas iglesias y construir otras nuevas.
Su gobierno se distinguió por el empeño que puso en mejorar las condiciones de vida de sus súbitos; sus leyes le ganaron el aprecio de Inglaterra, en épocas posteriores, y su apoyo a la fe católica permitió que se construyesen muchos templos, monasterios y algunas diócesis, como la de Rochester.

El santo pronto se convirtió en un modelo por la nobleza de su conversión. La acogida que dio a los misioneros y su gesto de escucharles sin prejuicions son un caso extraordinario en la historia. Con su actitud de no imponer la fe en sus súbditos, a pesar de su celo por propagarla, favoreció enormemente la obra de los misioneros.

Después de cincuenta y seis años de reinado, falleció en el año 616, y fue sepultado en la Iglesia de San Pedro y San Pablo, donde descansaban los restos de la reina Santa Berta y San Liudardo.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Etelberto de Kent

Esto es, hay que ser como San Etelberto de Kent, que aunque tenía mucho celo para que sus súbditos se convirtieran  a la fe, no se la impuso, y por eso pronto muchos se acogieron al Amor de Dios. Porque Dios Ama en la libertad y da la libertad el vivir la fe.

P. Jesús
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25 de Febrero / Beata Maria Ludovica de Angelis

Nacida el 24 de octubre de 1880 en Italia (en San Gregorio, pueblito de los Abruzzos, no lejano de la ciudad de L’Aquila), Sor María Ludovica De Angelis, con su llegada, primera de ocho, había colmado de alegría a sus padres quienes en la misma tarde del día del nacimiento, en la fuente bautismal, habían elegido, para su primogénita, el nombre de Antonina. Con el correr de los años, en contacto con la naturaleza y la dura vida del campo, la niña, crecida límpida, abierta, trabajadora y ricamente sensible, se había transformado en una joven fuerte y al mismo tiempo, delicada, activa y reservada, como toda la gente de aquella espléndida tierra. El 7 de diciembre del mismo año del nacimiento de Antonina, fallecía en Savona una hermana, que había optado dar plenitud a la propia vida siguiendo las huellas de Aquel que dijo: «Sean misericordiosos como es misericordioso el Padre… Todo cuanto hagan a uno solo de estos hermanos míos, a Mí lo hacen…», era Santa María Josefa Rossello la cual dio vida, en Savona, en 1837, al Instituto de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia: una Familia Religiosa que caminaba por los senderos del mundo, proponiendo con la fuerza del ejemplo el mismo ideal a muchas jóvenes. Antonina sentía en su corazón que sus sueños encontraban eco en los sueños que habían sido los de la Madre Rossello. Ingresó con las Hijas de la Misericordia el 14 de noviembre de 1904; en la Vestición Religiosa toma el nombre de Sor María Ludovica y tres años después de su ingreso, el 14 de noviembre de 1907, zarpa hacia Buenos Aires, donde arriba el 4 de diciembre sucesivo. Desde este momento se da en ella un florecer ininterrumpido de humildes gestos silenciosos en una entrega discreta y emprendedora. Sor Ludovica no posee una gran cultura, al contrario. Sin embargo, es increíble cuánto logra realizar ante los ojos asombrados de quiénes la circundan. Y, si su castellano es simpáticamente italianizado, con algún toque pintoresco de «abruzzese», no le cuesta entender ni hacerse entender. No formula programas ni estrategias, pero se dona con toda el alma. El Hospital de Niños, al cual es enviada, y que inmediatamente adopta como familia suya, la ve, primero, solícita cocinera, luego, convertida en responsable de la Comunidad, infatigable ángel custodio de la obra que, en torno a ella, se transforma gradualmente en familia unida por un único fin: el bien de los niños. Serena, activa, decidida, audaz en las iniciativas, fuerte en las pruebas y enfermedades, con la inseparable corona del Rosario entre las manos, la mirada y el corazón en Dios y la infaltable sonrisa en los ojos, Sor Ludovica llega a ser, sin saberlo ella misma, a través de su ilimitada bondad, incansable instrumento de misericordia, para que a todos llegue claro el mensaje del amor de Dios hacia cada uno de sus hijos. Único programa expresamente formulado, es la frase recurrente: «Hacer el bien a todos, no importa a quién». Y se realizan así, con subvenciones que solo el cielo sabe cómo Sor M. Ludovica consigue obtener, salas de cirugía, salas para los pequeños yacentes, nuevas maquinarias, un edificio en Mar del Plata destinado a la convalecencia de los niños, una capilla hoy parroquia, y una floreciente chacra para que sus protegidos tuviesen siempre alimento genuino. Durante 54 años Sor M. Ludovica será amiga y confidente, consejera y madre, guía y consuelo, de cientos y cientos de personas in City Bell de toda condición social. El 25 de febrero de 1962 concluye su camino, pero quienes permanecen todo el personal médico en particular no olvidan, y el Hospital de Niños asume el nombre de «Hospital Superiora Ludovica».

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Beata Maria Ludovica de Angelis

Los santos saben cómo amaba Dios, en familia. Era Jesús, en su trato de Amor, como vivir en familia, hacer familia; por eso tantos santos, como la beata María Ludovica de Angelis, en su vida de comunidad, hacen como hizo Jesús y viven una sana y santa vida de familia, y en estas condiciones, vivir la paz de Dios se palpa, porque Dios hace familia con la Sagrada Familia y la Santísima Trinidad, un sólo Dios, Él. ¡El que es!

P. Jesús
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26 de Febrero / San Néstor, Obispo de Magido, Mártir

Polio, gobernador de Panfilia y Frigia durante el reinado de Decio, trató de ganarse el favor del emperador, aplicando cruelmente su edito de persecución contra los cristianos. Néstor, obispo de Magido, gozaba de gran estima entre los cristianos y los paganos, y comprendió que era necesario buscar sitios de refugio para sus fieles. Rehusando a ser oculto, el Obispo esperó tranquilamente su hora de martirio, y cuando se encontraba en oración, oficiales de la justicia fueron en su búsqueda.

Luego de un extenso interrogatorio y amenazas de tortura, el Obispo fue enviado ante el gobernador, en Perga. El gobernador trató de convencer al santo –primero con halagos y luego con amenazas- de que renegara de la religión cristiana, pero Néstor se mantuvo firme en el Señor, siendo enviado al potro, donde el verdugo le desgarraba la piel de los costados con el garfio. Ante la firme negativa del santo de adorar a los paganos, el gobernador lo condenó a morir en la cruz, donde el santo todavía tuvo fuerzas para alentar y exhortar a los cristianos que le rodeaban. Su muerte fue un verdadero triunfo porque cuando el Obispo expiró sus últimas palabras, tanto cristianos como paganos se arrodillaron a orar y alabar a Jesús.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Néstor, Obispo de Magido, Mártir

Los cristianos y paganos quieren ver el ejemplo de la fe de los santos; por eso los mártires como San Néstor, Obispo de Magido, mártir, por su mismo martirio, por su misma fe, cuándo subió al Cielo, los que lo vieron morir, tanto cristianos como paganos se arrodillaron a orar y alabar a Jesús. Esta es la corona de laurel, el ayudar a Dios, por las obras de la fe, a que las personas se salven. Amén.

P. Jesús
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27 de Febrero / San Gabriel de la Dolorosa

Nació en 1838 y provenía de una familia acaudalada. La infancia de este santo fue perfectamente ordinaria; por el contrario, poseía un temperamento vehemente, que no siempre sabía dominar y que además leía muchas novelas e iba con frecuencia al teatro. Tras la muerte de su hermana predilecta, el santo abrazó la vida religiosa a la edad de 17 años, ingresando a la Congregación de los Pasionistas. La vida de Gabriel se convirtió entonces en un extraordinario esfuerzo por alcanzar la perfección en las cosas pequeñas. Poseía un extraordinario espíritu de oración, de caridad a los pobres, de amor al prójimo, exacta observancia y un deseo constante de mortificarse más allá de sus fuerzas junto con su absoluta docilidad a la obediencia.

Sin embargo, lo más sorprendente sobre este santo, fue la alegría con que supo consumar el sacrificio. Cuando apenas llevaba cuatro años en la religión, aparecieron los primeros síntomas de la tuberculosis, enfermedad que le impidió continuar con sus deberes de la vida comunitaria. La paciencia en la debilidad y los sufrimientos corporales y la total sumisión a las restricciones que los superiores le imponían se convirtieron en las principales características del santo. Murió el 27 de febrero de 1862.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Gabriel de la Dolorosa

¿Es que los santos no pueden ir al teatro ni leer novelas? ¿Es que los santos no pueden tener, vivir una vida mundana? ¿Algún santo lo ha hecho? Revisa el santoral, y lee su historia y dime si los santos han ido de discoteca, o acudido a bailes, o leído novelas. Quizás lo ha hecho algún tiempo en su vida, pero los santos no han sido canonizados por ser mundanos sino precisamente por tener una vida de deseos de agradar a Dios, de imitar a Cristo y/o a Santa María. Y tú ¿“ves” ahora a la Virgen María yendo de discotecas o mirando telenovelas o leyendo revistas “rosas”? El día tiene sólo veinticuatro horas, y todas ellas para imitar a Dios, a los santos; que los santos siempre han imitado a Jesús y se han esforzado para tener mejor carácter del que han tenido en un pasado, como hizo San Gabriel de la Dolorosa, como debes hacer tú, ¡tú! Amén.

P. Jesús
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28 de Febrero / Beata Antonia de Florencia, Viuda

La beata se casó muy joven y perdió a su esposo a los pocos años. Deseando consagrarse enteramente a Dios, opuso resistencia decidida a los intentos de sus parientes de casarla de nuevo. En 1429, la Beata Angelina de Marsciano envió a dos de sus religiosas a fundar en Florencia el quinto convento de Terciarias Regulares de San Francisco y la beata fue una de las primeras en entrar en él. Un año más tarde, su superiora la nombró superiora del convento de Santa Ana de Foligno, y tras tres años, fue enviada a gobernar la nueva comunidad de Aquila.

Cuando San Juan Capistrano pasó por la ciudad, la beata Antonia le manifestó que deseaba una regla más estricta. El santo comprendió su anhelo y consiguió que se le cediese el monasterio de Corpus Christi, que otra orden acababa de construir. Ahí se retiró Antonia con once de sus religiosas, en 1447, para practicar la regla original de Santa Clara en todo su rigor.

La humildad y la paciencia eran la virtudes características de la Beata Antonia, quien durante 15 años tuvo que soportar una dolorosa enfermedad, además de una multitud de severas pruebas espirituales. Antonia era digna hija de San Francisco por su amor a la pobreza. Algunos testigos narraron que habían visto varias veces a la beata arrebatada en éxtasis a cierta altura del suelo, y que una vez un globo de fuego apareció sobre su cabeza e iluminó el sitio en que se hallaba orando.

La beata falleció en 1472. Su culto fue confirmado en 1847.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Beata Antonia de Florencia, Viuda

Sí, los santos pueden haberse casado y perdido su virginidad, pueden haber tenido hijos o no de su matrimonio, y pueden ser consagrados en su celibato o en su matrimonio o vida religiosa; los santos, como la beata Antonia de Florencia, viuda, tienen algo en común: su amor exclusivo a Dios Uno y Trino, a Santa María, San José, a los Santos y Ángeles.

P. Jesús
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