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Santoral Noviembre - 4. página

29 de Noviembre / San Gregorio, Taumaturgo

Se llama «taumaturgo» al que hace muchos milagros. A este santo le pusieron ese nombre porque según indica la tradición popular, desde tiempos de Moisés, no se había visto a un hombre conseguir tantos milagros como los que obtuvo San Gregorio. 

Cuando era joven tuvo que viajar a Cesarea, en Palestina, a acompañar a una hermana; estando allá, conoció al sabio más grande de su tiempo que era Orígenes quien había puesto una escuela de teología en esa ciudad. 

Al estallar la persecución de Decio en 250, San Gregorio aconsejó a los cristianos que se escondieran para que no tuvieran peligro de renegar de su fe cristiana por temor a los tormentos. Se ha hecho célebre en la historia de la Iglesia la frase que dijo este gran santo poco antes de morir. Preguntó: «¿Cuántos infieles quedan aún en la ciudad sin convertirse al cristianismo?» Le respondieron: «Quedan diecisiete», y él exclamó gozoso: «Gracias Señor: ese era el número de cristianos que había en esta ciudad cuando yo llegué a misionar aquí. En ese tiempo no había sino 17 cristianos, y ahora no hay sino 17 paganos». 

Las gentes lo invocaban después cuando hubo inundaciones y terremotos, y es que San Gregorio con sus oraciones y sacrificios logró detener terribles inundaciones que amenazaban acabar con toda los cultivos y casas de la ciudad.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Gregorio, Taumaturgo

Pedid, aun hoy, milagros a Dios a través de San Gregorio, taumaturgo, porque Dios sigue amándolo con el mismo amor con que traspasó la muerte este Gran Santo.

Hay santos que son tan amados por Dios, que los prueba en la fe y la humildad, concediéndoles el don de que con su intercesión haga Dios milagros.

P. Jesús
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30 de Noviembre / San Andrés, Apóstol

Nació en Betsaida y tuvo el honor y el privilegio de haber sido el primer discípulo que tuvo Jesús, junto con San Juan el evangelista. Los dos eran discípulos de Juan Bautista, y este al ver pasar a Jesús (cuando volvía el desierto después de su ayuno y sus tentaciones) exclamó: «He ahí el cordero de Dios». Andrés se emocionó al oír semejante elogio y se fue detrás de Jesús, Jesús se volvió y les dijo: «¿Qué buscan?». Ellos le dijeron: «Señor: ¿dónde vives?». Jesús les respondió: «Venga y verán». Y se fueron y pasaron con Él aquella tarde. Esa llamada cambió su vida para siempre. San Andrés se fue luego donde su hermano Simón y le dijo: «Hemos encontrado al Salvador del mundo» y lo llevó a donde Jesús quien encontró en el gran San Pedro a un entrañable amigo y al fundador de su Iglesia. El día del milagro de la multiplicación de los panes, fue San Andrés el que llevó a Jesús el muchacho que tenía los cinco panes. El santo presenció la mayoría de los milagros que hizo Jesús y escuchó, uno por uno, sus maravillosos sermones, viviendo junto a él por tres años. En el día de Pentecostés, San Andrés recibió junto con la Virgen María y los demás Apóstoles, al Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego, y en adelante se dedicó a predicar el evangelio con gran valentía y obrando milagros y prodigios. La tradición coloca su martirio el 30 de noviembre del año 63, bajo el imperio de Nerón.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Andrés, Apóstol

Y tú ¿buscas a Jesús como lo buscó San Andrés, apóstol?  Búscalo con todo tu corazón, y lo hallarás pronto, si lo pides por intercesión de San Andrés, apóstol.

Los santos, en el Cielo siguen teniendo los mismos carismas que ya en su vida terrena fueron conocidos de ellos, porque la gente no cambia al traspasar la muerte; la gente es igual al último instante de su vida. Pedid a los Santos, a todos los Santos, y dejad que Dios obre maravillas con ellos; ya algunos las obraron en la tierra, y siguen haciéndolo desde el Cielo.

P. Jesús
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