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6 de Noviembre / San Alejandro de Sauli, Obispo

San Alejandro cuyo nombre significa «el que protege con fuerza», nació en Milán en 1535. A los 17 entró como religioso en la comunidad de los Padres Barnabitas, y luego de ordenarse como sacerdote, empezó a predicar con elocuencia y tan formidable doctrina que San Carlos Borromeo, Arzobispo de Milán lo invitó a predicar la cuaresma en su catedral. Fue nombrado superior general de su comunidad, y San Carlos Borromeo lo designó como su confesor. Su fama llegó hasta el Santo Padre Pío V, el cual lo nombró como Obispo de la isla de Córcega, siendo consagrado por el Arzobispo San Carlos.

San Alejandro encontró a Córcega en el más lastimoso estado moral. Los sacerdotes eran poco instruidos y el pueblo tenía muchas supersticiones; los campos estaban infectados por bandoleros y entre las familias había terribles venganzas. Se propuso evangelizar el lugar y lo consiguió. Visitó una por una todas las parroquias exigiendo que se enseñara catecismo y se diera buen ejemplo. Predicaba en todas partes con gran entusiasmo y mucho fruto. El santo trabajó en Córcega durante veinte años y consiguió la reforma.
Dios, nuestro Padre, le concedió a San Alejandro la gracia de hacer milagros, y fueron muchos los milagros que éste santo obró en aquella isla.

San Alejandro murió en 1592 y también después de su muerte siguió haciendo milagros.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Alejandro de Sauli, Obispo

Cree en la acción del sacramento que ayuda a ejercer con capacidad tu vocación. Cree y verás cómo Dios hace contigo maravillas, como las hizo con San Alejandro de Sauli, Obispo.

P. Jesús

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8 de Noviembre / San Adeodato I, Papa

Su pontificado duró tres años. Era romano de nacimiento e hijo del subdiácono llamado Esteban. En su época, Roma se vio asolada por los desórdenes y guerras, por un terremoto y por una epidemia. San Adeodato se entregó totalmente al cuidado de los enfermos. El Martirologio Romano menciona el hecho de que una vez curó a un leproso al besarle las heridas. Según se dice, fue el primer Papa en usar los sellos de plomo llamados «bullae», nombre que se da actualmente a ciertos documentos pontificios.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Adeodato I, Papa

San Adeodato I, Papa, vivió en tiempos difíciles, e hizo mucho bien, y por eso es santo. Tenía misericordia de los enfermos y caridad con ellos, por eso Dios le concedía el don de hacer milagros, porque era amigo de Dios y de los hombres todos.

Siendo Papa sufrió mucho y, cuanto más sufría, más amaba a Dios. Si tienes dolor en tu vida, haz como San Adeodato I, Papa, y verás cómo Dios te ama más, por tu amar más a Dios. Confía en Aquel que es Amor.

P. Jesús
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13 de Noviembre / Beato Artémide Zatti

Nació en Boretto, Italia, el 12 de octubre de 1880. Desde los nueve años tuvo que empezar a trabajar para llevar un poco de dinero a su casa, pues su familia era muy humilde. En 1897, a causa de la lamentable situación económica, tuvieron que emigrar a Bahía Blanca, Argentina.

Allí, él frecuentó una asociación escolar que estaba dirigida por los salesianos. Poco a poco fue percibiendo en su interior una especial sintonía con la vocación religiosa salesiana, hasta que en un momento decidió optar por consagrar su vida al Señor como hermano coadjutor, siendo admitido en 1900 en la Casa de Bernal como aspirante por Monseñor Cagliero.

Después de un tiempo, se le confió a los cuidados de un joven sacerdote tuberculoso; experiencia que hizo que contrajera la enfermedad. Así, ingresó al Hospital de San José, dirigido por un sacerdote y médico llamado Evaristo Garrone; asistiéndolo en sus necesidades.

Artémide le hizo una promesa a María Auxiliadora, que fue consagrar su vida a los enfermos, en caso de curarse. Luego, contra todo pronóstico médico, sanó y pudo cumplir su promesa, ocupándose primero de la farmacia del hospital, y más adelante, a raíz de la muerte del Padre Garrone, asumiendo la completa responsabilidad del hospital.

Siempre vivía dedicándose plenamente a sus enfermos, a quienes siempre visitaba diariamente. Se le llamaba «el infatigable enfermo» o «el amigo de los pobres»; pasó 50 años de su vida trabajando en el hospital.

En 1913, Artémide fue el alma de la construcción del nuevo hospital, que permitió poder acoger y cuidar a más enfermos. En el año 1950, luego de caer por una escalera, tuvo que guardar reposo, parando así su labor por un tiempo. Poco después se le declaró un cáncer del que murió el 15 de marzo de 1951 en Viedma a los 70 años.

Él se entregaba a los demás sin cálculo ni medida, pues veía en cada enfermo al Señor mismo. Sus «ordenes» a la enfermera han quedado en las memorias de todos: «Prepare un lecho para el Señor», «¿Tienes sopa caliente y vestidos para un Jesús de 10 años?».

Una vida desbordante de bondad y de dulzura, a tal punto que todos llamaban a esta bella figura de salesiano coadjutor «un ángel que se hizo enfermero». Habiéndose obtenido un milagro por su intercesión, fue declarado venerable por Su Santidad Juan Pablo II en 1997 y beatificado el 14 de abril del 2002.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Beato Artémide Zatti

Las vidas de santos, nos muestran como su voluntad férrea en sí mismos es dulzura y caridad de trato para todos los demás.

No hay nada mejor que ser amigo de un santo.

Busca personas buenas que imiten a Jesús de Nazaret, a María Santísima, y hazte amigo-a de ellos, y verás cómo tu vida cambia por momentos, porque los santos cambian los destinos de los que viven cerca de ellos.

Busca gente santa. Elige tus amistades y verás como tu vida cambia para bien; porque “dime con quién andas y te diré quién eres”, ¡santo!

P. Jesús

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15 de Noviembre / San Alberto Magno, Doctor de la Iglesia

Ya en su tiempo la gente lo llamaba «El Magno», el grande, por la sabiduría admirable que había logrado conseguir. Lo llamaban también «El Doctor Universal» porque sabía de todo: de ciencias religiosas, de ciencias naturales, de filosofía, etc. Era geógrafo, astrónomo, físico, químico y teólogo, y las personas comentaban que el santo «sabe todo lo que se puede saber» y le otorgan además el título de «milagro de la época», «maravilla de conocimientos» y otros más.

San Alberto fue el maestro del más grande sabio que ha tenido la Iglesia Católica, Santo Tomás de Aquino. El descubrió la genialidad del joven Tomás.

Nació en Alemania en 1206. Era de familia rica y de importancia en el gobierno y en la alta sociedad. Ingresó de religioso con los Padres Dominicos.

En Colonia, en París y en varias otras universidades fue un profesor brillantísimo y de muchas naciones iban estudiantes a escuchar sus clases. Tuvo el mérito de haber separado la teología de la filosofía, y de rescatar y reconciliar las ideas del filósofo con las cristianas (lo cual perfeccionará luego su discípulo Santo Tomás).

Escribió 38 volúmenes, de todos los temas. Fue nombrado superior provincial de su comunidad de Dominicos. Y el Sumo Pontífice lo nombró Arzobispo de Ratisbona, pero a los dos años renunció a ese cargo para dedicarse a su misión intelectual.

Murió el 15 de noviembre de 1280, a la edad de 74 años.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Alberto Magno, Doctor de la Iglesia

Cada uno en su lugar, cada quien con su Misión, y Dios infundiendo paz y caridad en el mundo.

San Alberto Magno, Doctor de la Iglesia, por sus cualidades humanas y espirituales, tenía su misión; por eso abandonó, renunció a ser arzobispo para ayudar a la Iglesia en otras de sus necesidades, que por ser como era, eran de más utilidad a Dios y a la misma Santa Madre Iglesia Católica.

A veces hay que renunciar a lo que nos dan, para ser lo que somos, por lo que hemos sido creados, por esa Misión más grande que uno. Sinceridad, y siempre amor y obediencia a Dios, que habla con los hechos de lo que cada uno es y siente instintivamente como vocación, por sus méritos humanos, que Dios utiliza para el bien suyo y de tantos. Fíate de tu vocación, sigue la voluntad de Dios que la ha inscrito en tu corazón y tu manea de ser. Sé fiel a ti mismo.

P. Jesús

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30 de Noviembre / San Andrés, Apóstol

Nació en Betsaida y tuvo el honor y el privilegio de haber sido el primer discípulo que tuvo Jesús, junto con San Juan el evangelista. Los dos eran discípulos de Juan Bautista, y este al ver pasar a Jesús (cuando volvía el desierto después de su ayuno y sus tentaciones) exclamó: «He ahí el cordero de Dios». Andrés se emocionó al oír semejante elogio y se fue detrás de Jesús, Jesús se volvió y les dijo: «¿Qué buscan?». Ellos le dijeron: «Señor: ¿dónde vives?». Jesús les respondió: «Venga y verán». Y se fueron y pasaron con Él aquella tarde. Esa llamada cambió su vida para siempre. San Andrés se fue luego donde su hermano Simón y le dijo: «Hemos encontrado al Salvador del mundo» y lo llevó a donde Jesús quien encontró en el gran San Pedro a un entrañable amigo y al fundador de su Iglesia. El día del milagro de la multiplicación de los panes, fue San Andrés el que llevó a Jesús el muchacho que tenía los cinco panes. El santo presenció la mayoría de los milagros que hizo Jesús y escuchó, uno por uno, sus maravillosos sermones, viviendo junto a él por tres años. En el día de Pentecostés, San Andrés recibió junto con la Virgen María y los demás Apóstoles, al Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego, y en adelante se dedicó a predicar el evangelio con gran valentía y obrando milagros y prodigios. La tradición coloca su martirio el 30 de noviembre del año 63, bajo el imperio de Nerón.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Andrés, Apóstol

Y tú ¿buscas a Jesús como lo buscó San Andrés, apóstol?  Búscalo con todo tu corazón, y lo hallarás pronto, si lo pides por intercesión de San Andrés, apóstol.

Los santos, en el Cielo siguen teniendo los mismos carismas que ya en su vida terrena fueron conocidos de ellos, porque la gente no cambia al traspasar la muerte; la gente es igual al último instante de su vida. Pedid a los Santos, a todos los Santos, y dejad que Dios obre maravillas con ellos; ya algunos las obraron en la tierra, y siguen haciéndolo desde el Cielo.

P. Jesús
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7 de Diciembre / San Ambrosio

San Ambrosio cuyo nombre significa «Inmortal» es uno de los más famosos doctores que la Iglesia de occidente tuvo en la antigüedad junto con San Agustín, San Jerónimo y San León.

Cuando apenas tenía 30 años fue nombrado gobernador de todo el norte de Italia, con residencia en Milán, y posteriormente, fue elegido Obispo de esta ciudad por clamor popular. San Ambrosio se negó a aceptar el cargo pues no era sacerdote, pero se hicieron memoriales y el Emperador mandó un decreto señalando que el santo debía aceptar ese cargo. Desde entonces se dedicó por horas y días a estudiar las Sagradas Escrituras hasta llegar a comprenderla maravillosamente.

San Ambrosio componía hermosos cantos y los enseñaba al pueblo; además, escribió muy bellos libros explicando la Biblia, y aconsejando métodos prácticos para progresar en la santidad. Especialmente famoso se hizo un tratado que compuso acerca de la virginidad y de la pureza. Además de su sabiduría para escribir, tenía el don de la diplomacia siendo llamado muchas veces por el alto gobierno como embajador del país para obtener tratados de paz cuando se suscitaba algún conflicto.

San Ambrosio falleció el viernes santo del año 397, a la edad de 57 años.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Ambrosio

San Ambrosio, aplaudido por el pueblo, debido a su santidad. Las personas saben conocer la bondad y los actos heroicos de los santos que viven sobre todo la humildad y bondad de corazón. Los santos se esfuerzan en comprender los mandatos de Dios, estudian y se preparan para vivir una vida plena en la tierra y completa en el Cielo. Aprendamos de los santos e instruyámonos.

P. Jesús
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30 de Diciembre / Santa Anisia

Santa Anisia era una joven cristiana, huérfana de padre y madre y dueña de una gran fortuna con la que beneficiaba generosamente a los más necesitados. En los tiempos del gobernador Ducisio desató una cruel persecución en Tesalónica y trataba de impedir, especialmente, que los cristianos llevasen a cabo sus asambleas religiosas. Anisia decidió asistir a una de estas asambleas, pero en el camino, uno de los guardias del emperador le cerró el paso y le preguntó a donde se dirigía.

La santa confesó valientemente su fe cristiana provocando la ira del guardia quien la mató inmediatamente. Cuando retornó la paz para la Iglesia, los cristianos de Tesalónica construyeron un oratorio en el lugar donde había sido sacrificada la santa.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santa Anisia

Los paganos, los contrarios al Amor, persiguen, prohíben y matan, pero nadie que ama a Dios, muere en vano; todos los santos mártires son semillas de otros santos.

La vida, los vivos, se rebelan a la muerte, y todos mueren; todos lo vivos mueren, pero unos son Santos y otros no lo son.

Santa Anisia, ella defendió su verdad, la de ser cristiana; la mataron por ello y murió mártir de la fe; ella, que sufrió tanto, comprende tu sufrimiento, el que llevas dentro por seguir a Cristo, por imitar a Dios.

P. Jesús
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