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vidas de santos meditadas - 2. página

11 de Enero / Santo Tomás de Cori

Nació en Cori (Italia), el 4 de junio de 1655. Con tan sólo 14 años queda huérfano; acontecimiento que lo hace madurar rápidamente. A fin de mantener a su hermana menor se dedica al pastoreo. “El santito”, como cariñosamente lo llamaba la gente, en sus largas horas de soledad aprendió a ver a Dios en las cosas sencillas, en la creación y sobretodo en la oración.

Conoció a los franciscanos de su pueblo y rápidamente se sintió llamado a la vocación franciscana. Después de haberle dejado a su hermana la dote para que pudiera casarse fue admitido en la Orden. Inmediatamente lo enviaron a Orvieto a estudiar donde es ordenado sacerdote en 1683. Al poco tiempo fue nombrado maestro de novicios.

Los franciscanos se habían expandido por todo el mundo; pero no todos vivían con fervor su vocación por lo que surgieron algunos conventos en donde se acentuaba la vida espiritual y se hacían retiros. Tomás pidió irse a vivir a uno de estos conventos llamados “retiros” en Bellegra. Allí escribió estatutos para la formación de los religiosos y también para normar la vida de este tipo de conventos “retiro”.

La Orden reunida en Capítulo General en Murcia, en España, los generalizó para todos los conventos-retiro franciscanos del mundo.

Su fama de santidad suscitaba que muchos religiosos y cristianos laicos acudieran a él a pedir consejo.
Su predicación era de una claridad y sencillez tales que conmovía los corazones de aquellos que acudían a escucharlo y se veían impulsados a reconciliarse con Dios y a vivir la fe intensamente.

Tomás pasaba largas horas ante el Santísimo sin ni siquiera imaginar nadie que por 40 años vivió una gran sequedad es espiritual sufriendo la ausencia de todo consuelo en la oración y en la vida espiritual. Nadie lo vio nunca triste.

Santo Tomás de Cori fue para sus hermanos un padre lleno de amabilidad. A algunos que se oponían a la reforma del convento, los trató con suma paciencia y humildad, ganándose sus corazones a fuerza de caridad y de testimonio.

Murió después de una larga jornada en el confesionario el 11 de enero de 1729. Fue canonizado por Juan Pablo II el 21 de noviembre de 1999.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santo Tomás de Cori

Santos, como san Tomás de Cori, por vivir una gran sequedad por cuarenta años, nos demuestran el poder de la fe con la voluntad en la libertad de creer y cumplir con la fe, pase lo que pase.

Hoy en día, que todo quieren que sea a base de sentimentalismos, estos santos nos muestran una vez más la belleza de la santidad: la humildad y obediencia.

Ser santo sigue siendo lo mismo: humildad y obediencia, con voluntad en la libertad de tu soledad.

Aprendamos de los santos. Sepamos de ellos y confiemos en ellos, pidamos que intercedan por nosotros. ¡Lo hacen! Son santos.

P. Jesús
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12 de Enero / Santa Margarita Bourgeoys, Fundadora

Originaria de Troyes, Francia, donde nació en 1620. Se trasladó al Canadá donde fundó la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Montreal, con la finalidad de asistir y enseñar a los niños de la incipiente ciudad de Montreal.

Santa Margarita Bourgeoys, que nació en Troyes (Francia), el año 1620, dedicó totalmente su vida a los más necesitados, a partir de la edad de 20 años. Su campo de acción fueron las familias pobres de la ciudad natal. Pero luego fue a Montreal (Canadá), entonces posesión francesa y allí durante largos años se entregó, juntamente con sus primeras hermanas, a impartir una instrucción humana y cristiana tanto en las escuelas como en las parroquias, hasta su muerte, que tuvo lugar en 1700.

De modo especial cooperó a la edificación de aquel nuevo país, intuyendo el papel determinante de las mujeres, y se afanó con asiduidad en su formación con un espíritu profundamente cristiano.

En una época en donde no se concebía religiosas que vivieran fuera de la clausura de los conventos, Margarita, animada por la certeza del llamado de Dios, fundó en Canadá la primera Congregación Femenina sin clausura de la historia de la Iglesia.

En 1652, Margarita se entera de que el gobernador de Montreal estaba buscando una maestra de escuela para su pequeña colonia, y ella interpretó esto como un signo de Dios, embarcándose rumbo a esta joven colonia americana para servir como maestra.

En 1657 inauguró la primera escuela de Montreal, que poco a poco va recibiendo más alumnos. Como ya no podía darse abasto y le preocupara también la educación de los niños indígenas, regresa a Francia por ayuda. Un año más tarde retorna con cuatro jóvenes y comienza a pensar en fundar una nueva congregación religiosa que recibe el aliento del Rey de Francia, al que visita en un nuevo viaje en busca de más jóvenes que quisieran vivir su llamado.

En 1676, el primer obispo de Quebec, Mons. Laval, quiere orientar a la nueva comunidad según sus ideas; en 1683, el convento se incendia y dos hermanas mueren carbonizadas, entre ellas su sobrina.

El nuevo obispo decide deshacer la comunidad e integrarla a las ursulinas que vivían en claustro. Margarita lucha y reza para que se manifieste la voluntad de Dios y finalmente, en 1698, las veinticuatro primeras hermanas pudieron hacer la profesión de votos simples, en la nueva Congregación.

Había fundado la primera escuela para indios en 1676. En 1679, había ya dos jóvenes iroquesas en la congregación. En 1685, fueron invitadas a Quebec, y allí fundaron la segunda de las más de doscientas casas que tendrán más tarde.

Murió el 12 de enero de 1700 en Montreal, Canadá. Fue beatificada por Pío XII en 1950 y canonizada en 1982 por Juan Pablo II.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santa Margarita Bourgeoys, Fundadora

Cuánto bien hacen las santas mujeres en la Iglesia; todas ellas buenas y amadas y sacrificadas por los que aman tanto, como así fue la vida de santa Margarita Bourgeoys, fundadora y mujer de recursos nuevos en su época. Los santos siempre van en vanguardia, porque el Espíritu de Dios sopla en ellos las necesidades de los cristianos.

P. Jesús
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13 de Enero / San Hilario, Obispo de Poitiers

Nació en Poitiers, en el seno de una ilustre familia. El mismo nos dice que fue educado en la idolatría y hace una narración detallada de como Dios lo llevó al conocimiento de la fe, recibiendo el bautismo a una edad un tanto avanzada.

Hacia el año 350, fue elegido Obispo de Poitiers. Después de su elevación al episcopado compuso antes de partir al destierro en Frigia, un comentario sobre el Evangelio de San Mateo, que ha llegado hasta nosotros. Sin embargo, sus principales escritos son sobre el arrianismo. San Hilario amaba la verdad sobre todas las cosas y no escatimaba ningún esfuerzo, ni rehuía alguno por defenderla. Así, San Hilario defendió ardientemente los decretos del Concilio de Nicea, cuando éste se vio amenazado por las intenciones del emperador Constancio quien reunió un concilio de arrianos de Selucia de Isauria, a fin de neutralizarlo. Hilario murió en Poitiers, probablemente en 368.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Hilario, Obispo de Poitiers

Los santos, buscadores de la verdad, practicantes de la verdad, como san Hilario, obispo de Poitiers. Si tú como ellos, los santos, buscas la Verdad, la hallarás en la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana; y esta misma Verdad que buscas, te dará la santidad.

P. Jesús
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14 de Enero / San Félix de Nola

Natural de Nola, abrazó el servicio apostólico desde muy joven. Al morir su padre, Félix distribuyó su herencia entre los pobres y fue ordenado sacerdote por San Máximo, Obispo de Nola. Al iniciarse una cruel persecución contra la Iglesia, Máximo huyó al desierto para continuar al servicio de su rebaño. Al no ser encontrado por los soldados romanos, Félix, quien lo sustituía en sus deberes pastorales, fue tomado preso, azotado, cargado de cadenas y encerrado en el calabozo cuyo piso estaba lleno de vidrios.

Sin embargo, el Ángel del Señor se le apareció y le ordenó ir en ayuda de su Obispo, quien yacía medio muerto de hambre y de frío. Ante su capacidad de hacerlo volverlo en sí, el Santo acudió a la oración y al punto apareció un racimo de uvas, cuyas gotas derramó sobre los labios del maestro, el cual recuperó el conocimiento siendo conducido luego a su Iglesia. Felix permaneció escondido orando permanente por la Iglesia hasta la muerte de Decio; sin embargo, continuó siendo perseguido hasta que se estableció la paz de la Iglesia. Murió en medio de la pobreza y el servicio de los más necesitados, a pesar de que fue elegido como Obispo de Nola.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Félix de Nola

Los santos, unos con otros, por la Gracia de Dios, se ayudan, se consuelan y pueden, si Dios quiere, que por su oración, por la oración de uno a otro, los santos puedan cumplir la voluntad de Dios, como hizo san Félix de Nola a san Máximo.

Dios quiere caridad, y, para darla en servicio, se necesitan como mínimo dos; dos santos.

Recemos unos por otros, y, en la oración y por la oración, uno consuela al que más lo necesita. Y a veces, muchas, son los dos; uno al otro se bendicen por la oración pedida por mensaje de Dios; que Dios quiere que los santos se abracen en comunión con Él, con Dios.

P. Jesús
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15 de Enero / San Pablo, el Ermitaño

Nació en Egipto, en la baja Tebaida. Se distinguía por su conocimiento del griego y de la cultura egipcia. Era bondadoso, modesto y temeroso de Dios. La cruel persecución de Decio perturbó la paz de la Iglesia el año 250 provocando la huida de Pablo al desierto. Habitó en una caverna, alimentándose por cuarenta años del fruto de una palmera y del agua de una fuente, que estaban cerca. Luego, fue alimentado milagrosamente por el pan que le traía cada día un cuervo. Estando ahí, decidió no regresar jamás a la ciudad y orar por la conversión del mundo. Murió a los noventa años, siendo enterrado por San Antonio, quien por una revelación de Dios, visitó a San Pablo días antes de su muerte.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Pablo, el Ermitaño

Los santos de otros tiempos eran perseguidos de otra manera, como fue perseguido san Pablo, el ermitaño, y que fue consolado en su bondad de fe por actos misteriosos que el mismo Dios da. Y avisado san Antonio por revelación Divina privada, fue al encuentro de San Pablo, antes de morir, para así recibir consolación y sepultura.

P. Jesús
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16 de Enero / Beata Juana María Condesa Lluch

Juana María Condesa Lluch nació en Valencia (España) el día 30 de marzo de 1862, en el seno de una familia cristiana de buena posición socio-económica. Fue bautizada el 31 de marzo de 1862 en la Iglesia de San Esteban, lugar donde habían sido bautizados San Vicente Ferrer y San Luis Bertrán. Recibió una esmerada formación humana y cristiana, que contrastaba con la mentalidad racionalista e ilustrada que se abría paso en la sociedad valenciana del momento y que dio lugar a una oleada de descristianización. En la etapa de la adolescencia y juventud va reforzando su vida como cristiana, nutriéndose de las devociones religiosas propias del momento histórico que vive, especialmente la devoción a Jesús Sacramentado, a la Inmaculada Concepción, a San José y a Santa Teresa, lo que a su vez la lleva de forma progresiva a una mayor sensibilidad y compromiso con los mas necesitados. Muy pronto descubre el don del amor de Dios que se estaba derramando abundantemente en su corazón (cf. Rm 5, 5) y hace propia la tarea de acoger ese don en su vida a fin de ser «Santuario de Dios, morada del Espíritu» (cf. 1 Co 3, 16). Su intensa vida de oración, su constante relación con Dios, fueron la fuerza que hizo posible que en ella maduraran los frutos propios de quien vive según el Espíritu: la alegría, la humildad, la constancia, el dominio de sí, la paz, la bondad, la entrega, la laboriosidad, la solidaridad… la fe, la esperanza y el amor. Por ello, quienes la conocieron nos la presentan como una mujer que «Logró vivir lo ordinario de forma extraordinaria». Tenía apenas 18 años, cuando descubrió que la voluntad de Dios sobre su vida era entregarlo todo y entregarse del todo a la causa del Reino a través de la evangelización y el servicio a la mujer obrera, interesándose por las condiciones de vida y laborales de estas jóvenes, realidad sufriente que contemplaba desde la tartana que la conducía desde Valencia a la playa de Nazaret, donde la familia tenía una casa de descanso y expansión. En 1884, tras varios años de dificultades y obstáculos especialmente por parte del entonces Arzobispo de Valencia, el Cardenal Antolín Monescillo, al considerar que era demasiado joven para llevar a cabo la propuesta que le hacía de fundar una Congregación Religiosa, logra de éste el permiso necesario para abrir una casa que diera acogida, formación y dignidad a las obreras que, dado el creciente proceso de industrialización del siglo XIX, se desplazaban de los pueblos a la ciudad para trabajar en las fábricas, donde eran consideradas meros instrumentos de trabajo; «Grande es tu fe y tu constancia. Ve y abre un asilo a esas obreras por las que con tanta solicitud te interesas y tanto cariño siente tu corazón». Unos meses después, en esta misma casa se inauguraba una Escuela para hijas de obreras y otras jóvenes se unían a su proyecto compartiendo los mismos ideales. Desde este momento comenzaba a tomar forma en su vida lo que experimentaba como voluntad de Dios: «Yo y todo lo mío para las obreras», no se trataba de una frase hecha, era el espacio que posibilitaba la llamada de Dios y la respuesta de una persona, Juana María Condesa Lluch. Convencida de que su obra era fruto del Espíritu y con el deseo de que fuese una realidad eclesial, continúa insistiendo a fin de poder organizarse como Congregación Religiosa, pues seguir a Cristo, dando la vida por Él en el servicio a las obreras le pedía exclusividad, de ahí su opción por vivir en castidad, en obediencia y en pobreza de forma radical. Acrisolada en la prueba, pero manteniendo un espíritu sereno, firme y confiado: «Señor, manténme firme junto a tu Cruz», haciendo de la fe su luz, de la esperanza su fuerza y del amor su alma, consigue la Aprobación Diocesana del Instituto en 1892, el cual crecía en miembros y se iba extendiendo por distintas zonas industriales. En 1895 emite la Profesión Temporal junto con las primeras hermanas y en 1911 la Profesión Perpetua, Durante todos estos años, su vida a ejemplo de la Virgen Inmaculada, fue una entrega incondicional a la voluntad de Dios, haciendo suyas las palabras de María ante el anuncio del Ángel: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mi, según tu palabra» (Le 1, 38), palabras que se convirtieron en clave de espiritualidad y en estilo de vida, hasta el punto de definirse como «esclava de la Esclava del Señor» y de dar nombre y significatividad a la Congregación fundada por ella. El 16 de enero de 1916, la Madre Juana María Condesa Lluch pasaba a contemplar el rostro de Dios por toda la eternidad, alcanzando su anhelo de santidad, manifestado tantas veces a las hermanas con estas palabras: «Ser santas en el cielo, sin levantar polvo en la tierra». Expresión que denota que su vida transcurrió según el Espíritu de Cristo Jesús, conjugando la más sublime de las experiencias, la intimidad con Dios, con el empeño de que la joven obrera alcanzara también la más sublime de las vocaciones, ser imagen y semejanza del Creador, y que pone de manifiesto su ser de «Mujer bíblica, llena de coraje en las elecciones y evangélica en las obras», tal como fue definida por uno de los Teólogos Consultores al estudiar sus virtudes. El Instituto nutrido de la firme voluntad de su Fundadora, alcanzaba el 14 de abril de 1937 la aprobación temporal pontificia de S.S. Pío XI y el 27 de enero de 1947 la aprobación definitiva de S.S. Pío XII. La apertura diocesana del Proceso de Canonización de la Madre Juana María tuvo lugar en Valencia en 1953. Fueron declaradas sus virtudes heroicas en 1997 y el dia 5 de julio de 2002, ante S.S. Juan Pablo II, fue promulgado el Decreto de aprobación de un milagro atribuido a su intercesión.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Beata Juana María Condesa Lluch

¿Qué son las virtudes heroicas? Son el deseo incesante de agradar a Dios, de vivir por agradar a Dios; que a Dios le agrada lo bueno, lo santo, lo perfecto, lo que se hace pensando en Él, y se cumple en las obras al servicio de los demás,  orando por ellos, dando buen ejemplo a todos, enseñando, cuidando, sirviéndoles en sus necesidades; cada santo según su carisma, pero siempre, siempre, olvidándose del egoísmo, de vivir para sí mismo y enfocar y encauzar todas las virtudes humanas a las obras salidas de las manos del santo, la santa, como hizo la Beata Juana María Condesa Lluch.

 Aprendamos de los santos a ser santos.

P. Jesús
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17 de Enero / San Antonio Abad

Nació en una población del alto Egipto, al sur de Menfis, el año 251. Antonio se retiró a la soledad siguiendo el ejemplo de un anciano ermitaño de los alrededores. El trabajo manual, la oración y la lectura constituyeron en adelante su principal ocupación. A los 54 años de edad, hacia el año 305, abandonó su celda en la montaña y fundó un monasterio en Fayo. El monasterio consistía originalmente en una serie de celdas aisladas, pero no podemos afirmar con certeza que todas las colonias de ascetas fundadas por san Antonio estaban concebidas de igual manera. Más tarde, fundó otro monasterio llamado Pispir, cerca del Nilo.

San Antonio exhortaba a sus hermanos a preocuparse lo menos posible por su cuerpo, pero se guardaba bien de confundir la perfección, que consiste en el amor de Dios, con la mortificación. Aconsejaba a sus monjes que pensaran cada mañana que tal vez no vivirían hasta el fin del día, y que ejecutaran cada acción, como si fuera la última de su vida. «El demonio-decía- teme al ayuno, la oración, la humildad y las buenas obras, y queda reducido a la impotencia ante la señal de la cruz».

Hacia el año 355, hizo un viaje a Alejandría a petición de los obispos para refutar a los arrianos. Ahí predicó la consustancialidad del Hijo con el Padre, acusando a los arrianos a confundirse con los paganos «que adoran y sirven a la creatura más bien que al Creador», ya que hacían del Hijo de Dios una creatura.

Murió en el año 356, a la edad de 105 años. Parece que en 561, sus restos fueron descubiertos y trasladados a Alejandría, después a Constantinopla, y finalmente a Vienne de Francia. Las imagenes representan generalmente a San Antonio con una cruz en forma de T, una campanita, un cerdo, y a veces un libro. La liturgia bizantina invoca el nombre de San Antonio en la preparación eucarística, y el rito copto.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Antonio Abad

San Antonio, santo de santos, hombre prudente y sabio, hombre de fe basada en el amor a la bendita Madre de Dios, a la que veneraba y tenía como suya; Ella lo consolaba, ella lo cuidaba y por eso vivió tanto, porque cuando una Madre cuida de su hijo, es un consentido del Padre. Todos los que queráis vivir muchos años para servir a la humanidad, pasando por el amor total e integral a la Divinidad un sólo Dios, acudid a María, dejad que Ella os adopte legalmente; no la veáis lejos, sino cerca, muy cerca, como lo que es tu verdadera Madre.

San Antonio, abad, pudo sobrevivir en su soledad porque no estaba solo, porque en el corazón de Antonio estaba la relación de amor total y pleno a esa Madre que Dios nos dio a cada uno de nosotros, de esa Madre que siempre te ve niño, que siempre está pendiente de ti y que en todas tus cosas se implica y te ayuda para que puedas hacerlas siguiendo la voluntad de Dios Padre, como hizo con su verdadero hijo Cristo, Dios Hijo.

Fíate de la Madre de Dios, de María, como lo hizo Jesús y triunfó: Resucito; nos Salvó, ¡triunfó!

Si tú quieres triunfar en tu vida, si tú quieres tener éxito en toda ella, deja que una Mujer que te ama sea tu ayuda, tú consejera, tú intercesora delante Del que todo lo puede, del Todopoderoso Amor que es Dios.

La clave de todo éxito humano es María.

P. Jesús
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18 de Enero / San Leobardo, Recluso

Nació en Auvernia. Se entregó al estudio y consagraba su tiempo libre a estudiar algunos salmos de David. Se preparaba así al servicio de Dios con la práctica de la oración.

Luego de la muerte de sus padres y de traspasar sus compromisos matrimoniales a su hermano menor, Leobardo marchó a la tumba de San Martín, donde después de haber orado prolongadamente, se fue a encerrar cerca de la abadía de Marmouituer y se instaló en una celda.

Se dedicó a fabricar pergaminos para escribir los pasajes de la Biblia y de los salmos que se les escapaban de la memoria. Ante algunas dificultades que tuvo con otro morador, el santo encontró en los libros dejados por Gregorio de Tours, todos los medios necesarios que lo conducían a su salvación y a la santificación de los demás, pues Dios le concedió el don de los milagros, a favor de quienes venía a visitarlo. Murió en el año 593.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Leobardo, Recluso

Cada santo tiene su vida, tiene su propia vida, sus propias circunstancias, pero todos tienen algo en común: su humildad, su alegría interior, paz y amor, porque los dones del Espíritu Santo, son los que Dios da y el santo acepta como regalo de Dios. El santo sabe que todo lo que tiene de bueno es de Dios, Dios se lo da como regalo de su amor; por eso hermanos, cuando alguien me viene con problemas, con sus problemas personales y me pide la solución, le doy la única que hay para el hombre, la de ponerse en manos de Dios, la de hacerse niño y pedirle a Papá Dios que lo enseñe a caminar, y a Mamá María que lo sustente con su amor maternal, y que él, tú, sólo tengas en la mente tu intención de hacer la voluntad de Dios, sea cual sea; que toda voluntad de Dios es el bien. Recuerda eso: el bien en los pensamientos, en los medios y en el fin; donde el bien no está, no está Dios: y sin Dios, ¿quién está entonces? El Maligno: Satanás. Así lo han sabido siempre los santos, y por eso la humildad preside y es el trono de la santidad, allí donde se asientan las demás virtudes, allí donde los dones del Espíritu Santo hacen de tu vida un espejo de Cristo, como ocurrió con san Leobardo.

Los santos nos enseñan, como tú enseñarás a otros.

P. Jesús
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19 de Enero / San José Sebastián Pelczar

Obispo de Przemyśl
Fundador de la Congregación de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús

José Sebastián Pelczar nació el 17 de enero del 1842 en la pequeña ciudad de Korczyna, cerca de Krosno al pie de los montes Cárpatos. Pasó la niñez en su ciudad natal, creciendo en una atmósfera de fe profunda que sus padres Adalberto Pelczar y Marianna Mięsowicz le inculcaron. Estos, viendo que su hijo tenía aptitudes extraordinarias para el estudio, al terminar los dos años de escuela popular en Korczyna, lo enviaron a Rzeszów para continuar sus estudios.
Ya de estudiante tomó la decisión de entregar su vida al servicio de Dios, como lo expresa en su diario: “Los ideales de la tierra palidecen, el ideal de la vida lo veo en el sacrificio y el ideal del sacrificio en el sacerdocio”. Al terminar el sexto curso, entró al Seminario Menor y en el año 1860 empezó los estudios de teología en el Seminario Mayor de Przemyśl.

Después de la ordenación sacerdotal (17 de julio de 1864), trabajó en la parroquia de Sambor durante año y medio y luego fue enviado a Roma (1866-1868) donde estudió a la vez en dos universidades, Collegium Romanum (hoy Universidad Gregoriana) y en el Instituto de san Apolinar (hoy Universidad Lateranense), donde profundizó sus conocimientos y fortaleció su gran amor a la Iglesia y a su cabeza visible, el Papa. Después, al regresar a su patria, trabajó como profesor en el seminario de Przemysl, y luego durante 22 años en la Universidad Jagelónica de Cracovia. Como profesor y decano de la Facultad de Teología, gozaba de estima y grande fama como hombre culto, buen organizador y amigo de los jóvenes. Como reconocimiento a sus valores, le confiaron la dignidad de Rector del Almae Matris de Cracovia (1882-1883).

Deseando realizar el ideal de “sacerdote y Polaco, que trabaja con devoción por su pueblo”, el sacerdote Pelczar no limitaba su actividad al campo de la ciencia, sino también al trabajo social y caritativo. Fue miembro activo de la Asociación de san Vicente de Paúl y de la Asociación de la Educación Popular. Durante los 16 años que fue presidente de la Asociación de la Educación popular, fundó numerosas salas de lectura y bibliotecas. Esta Asociación promovió numerosas charlas gratis, editó y distribuyó entre el pueblo más de cien mil libros y abrió una escuela para las empleadas del servicio doméstico. En 1891, por iniciativa suya, se creó “La Fraternidad de la Inmaculada Virgen María, Reina de Polonia”, que además de los fines religiosos tenía una dimensión social: se ocupaba de la protección de los artesanos, de los pobres, de los huérfanos y empleadas del servicio doméstico (de las empleadas enfermas y las que no tenían trabajo).

Viendo en los problemas de su tiempo, un signo de la voluntad de Dios , fundó en el año 1894, en Cracovia, la Congregación de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús, siendo su fin la proclamación del Reino del Amor del Sagrado Corazón de Jesús. Fue su deseo que las Hermanas fueran signo e instrumento de este amor para con las jóvenes, enfermos y todos los que necesitasen cualquier tipo de ayuda.

En el año 1899 fue nombrado Obispo auxiliar y un año mas tarde, después de la muerte del Monseñor Ł. Solecki, fue Obispo de la diócesis de Przemyśl. Durante los 25 años de su ministerio episcopal, se dio a conocer como un valiente pastor, celoso por el bien de las almas a él confiadas.

A pesar de su debilitada salud, Mons. Pelczar seguía desempeñando actividades religiosas y sociales. Para animar a los fieles a mantener y renovar la fe, visitaba frecuentemente las parroquias, se preocupaba además por la dimensión moral e intelectual del clero, dando a la vez ejemplo de una profunda piedad que se expresaba en la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y a la Madre de Dios. Tenía gran devoción al Santísimo Sacramento e invitaba a los fieles a participar en las celebraciones eucarísticas. Gracias a sus diligencias, aumentó el número de nuevas iglesias y capillas, también fueron restaurados muchos templos. No obstante las difíciles circunstancias políticas, realizó tres sínodos diocesanos, organizando en unas normas legislativas diferentes iniciativas, dándoles mayor apoyo y asegurando su estabilidad.

El obispo José Sebastián conocía las necesidades de sus fieles y rodeaba de cuidados a los más pobres de su diócesis. Las guarderías para los niños, los comedores populares para los pobres, los refugios para los que no tenían casa, la preparación en las labores domésticas para las jóvenes, las becas para los seminaristas sin recursos económicos, son algunas de las obras existentes debidas a su iniciativa. Se compadecía de las injusticias sufridas por los trabajadores, y se dedicó con empeño por solucionar algunos problemas de su tiempo como la emigración y el alcoholismo. En sus cartas pastorales, en los artículos publicados y en otros escritos subrayaba la necesidad de respetar estrictamente la enseñanza social del Papa León XIII.

Dotado copiosamente por Dios, no desperdiciaba los talentos recibidos sino que los desarrollaba y multiplicaba. Una de las pruebas de su increíble laboriosidad son sus numerosos escritos que contienen obras teológicas, históricas, libros sobre la ley canónica, manuales, devocionarios, cartas pastorales, charlas y homilías.

Monseñor Pelczar murió la noche del 27 al 28 de marzo de 1924. Quedó en la memoria de la gente como hombre de Dios que, a pesar de los tiempos difíciles que le tocó vivir, cumplió siempre su voluntad. El profesor, P. Antonio Bystrzonowski, discípulo y sucesor del prof. Pelczar en la cátedra universitaria, el día de su entierro dijo: “El difunto Obispo de Przemyśl unía en sí las más bellas cualidades y talentos: un celo apostólico y un espíritu de iniciativa llevado a la práctica con energía. La luz de una gran sabiduría, tal vez más grande por sus virtudes. Monseñor, brillaba como modelo y ejemplo de un trabajo extraordinario unido a un entusiasmo juvenil”.

El 2 de junio del 1991, durante su IV peregrinación a Polonia, el Santo Padre, Juan Pablo II beatificó al Mons. José Sebastián Pelczar en Rzeszów. Las Reliquias del Beato se encuentran en la catedral de Przemyśl. En Cracovia el beato José Sebastián es venerado, de modo especial, en la iglesia de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús, donde se encuentra la capilla a él dedicada. Su memoria se celebra el 19 de enero.

Fue canonizado por el Papa Juan Pablo II el domingo 18 de mayo de 2003.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San José Sebastián Pelczar

Amado por Dios, la Santísima Trinidad, un sólo Dios, fue san José Sebastián Pelczar, que fundó, escribió, ayudó; hizo de su vida una obra de Dios.

P. Jesús
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20 de Enero / San Sebastián, Mártir

Sebastián, hijo de familia militar y noble, era oriundo de Narbona, pero se había educado en Milán. Llegó a ser capitán de la primera corte de la guardia pretoriana. Era respetado por todos y apreciado por el emperador, que desconocía su cualidad de cristiano. Cumplía con la disciplina militar, pero no participaba en los sacrificios idolátricos. Además, como buen cristiano, ejercitaba el apostolado entre sus compañeros, visitaba y alentaba a los cristianos encarcelados por causa de Cristo. Esta situación no podía durar mucho, y fue denunciado al emperador Maximino quien lo obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo.

El santo escogió la milicia de Cristo; desairado el Emperador, lo amenazó de muerte, pero San Sebastián, convertido en soldado de Cristo por la confirmación, se mantuvo firme en su fe. Enfurecido Maximino, lo condenó a morir asaeteado: los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas, dándolo por muerto. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.

Sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma, pero el santo se negó rotundamente pues su corazón ardoroso del amor de Cristo, impedía que él no continuase anunciando a su Señor. Se presentó con valentía ante el Emperador, desconcertado porque lo daba por muerto, y el santo le reprochó con energía su conducta por perseguir a los cristianos. Maximino mandó que lo azotaran hasta morir, y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión y tiraron su cuerpo en un lodazal. Los cristianos lo recogieron y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián.

El culto a San Sebastián es muy antiguo; es invocado contra la peste y contra los enemigos de la religión, y además es llamado además el Apolo cristiano ya que es uno de los santos más reproducidos por el arte en general.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Sebastián, Mártir

Morir es consecuencia de la vida, y así tiene que ser nuestra vida a imitación de Cristo; anunciando la Buena Nueva: Dios vino al mundo, el Mesías vino ya a salvarnos y estamos salvados por el Hijo de Dios: Jesús, el carpintero de Nazaret, que estableció su Reino en las almas de los fieles creyentes, que tienen como Él, como Cristo Rey, la resurrección y la vida en el Nuevo Reino de Dios para ti. ¿Quieres vivir para siempre? Sé santo. Puedes, con Dios, puedes, imitando a Cristo puedes, porque siendo como Cristo fue, Dios Padre te cubre con su Poder de Amor y con el Amor de Dios Espíritu Santo; tú puedes aceptar el Amor de Dios y, viviendo de su Amor, amar y en este amar está la plena santidad. ¡sé santo!

Santo es y fue San Sebastián, mártir.

P. Jesús
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