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83 Carta / A ti, que tienes necesidad de ser útil

Domingo, 18 de marzo de 2.012

A ti, que tienes necesidad de ser útil:

No hay nada más satisfactorio que un trabajo en equipo, y el tener hijos es el trabajo perfecto para la persona, ¡ha nacido para esto!, para vivir y perpetuar la especie.

Enamorarse, casarse, amarse y luchar por el fruto de este amor, los hijos de los dos.

No hay nada, ¡NADA! que satisfaga más a la persona, que continuar con la especie humana. Hacer esto tiene premio: larga vida, felicidad y santidad, si se hace por deber divino, y no por necesidad humana.

¡Hay que cumplir con el deber!

¡Hay que servir a Dios Padre!, hacer su voluntad; y Él, Dios, quiere que se continúe con la especie humana. Pidió que se poblara la tierra para LLENAR EL CIELO de los hijos de los hombres, almas de Dios y para Dios.

Tú no sólo eres una persona humana, sino que eres TAMBIÉN alma inmortal. El cuerpo, así como lo tienes hoy, es para vivir como máximo 120 años aquí; y por lo que has hecho y haces con él, con tu cuerpo, te ganes el Cielo Eterno, ¡la dicha sin fin!

Existe este Reino Celestial, y está hecho para ti, para que tú vayas a él, vivas por siempre jamás en él, después de GANÁRTELO.

Nadie, ¡nadie! lo puede ganar por ti. Sólo tú puedes ganártelo. ¡Y esto es maravilloso!, porque te da la certeza de tu total libertad. ¡Eres libre de ir al Cielo!, ¡¡¡Sííí!!!, libre eres de gozar en la eternidad Celestial, después de luchar y sufrir y realizarte gozándote de la vida actual, presente. Porque la persona goza solucionando sus problemas, enfrentándose a ellos, cara a cara, y midiendo sus fuerzas, ¡su voluntad! No hay problema enorme para ti, todos están hechos a tu medida, ¡los puedes afrontar, resistir, sobrellevar, y ¡VENCER!, si vives con Dios, si eres bautizado y vives en Gracia de Dios, porque, unido a Dios, ERES INVENCIBLE, eres IRREPETIBLE, y ¡vas a ganar después de luchar, después de creer que Dios, Jesús, te sana, te salva, te ayuda!

No tengas miedo a la vida, ni al dolor, ni a la pobreza; todo esto lo vivió Dios, Jesús, ni a la calumnia, ni a la soledad, ¡no temas a nada ni a nadie!, sólo haz esto, mientras vivas tu cada día cumpliendo con tu deber, ama a Dios sobre todas las cosas y personas, y al prójimo como a ti mismo, haciendo siempre el bien, sin mirar a quien. ¡Haz el bien porque sí!, gózate en tener una conciencia limpia, en saberte un ser superior a mucha gente que no sabe ni quiere dar bien por mal. ¿Tú sabes lo maravilloso que es ser mejor, dar siempre el bien, y tenerte un respeto a ti mismo que nadie tiene que dártelo, sino que tú lo sabes, porque haces el bien oculto y en público?  

La felicidad está en no acusarte a ti mismo de nada, en poder tú mismo decirte: hice lo que debía hacer, hice lo que pude, dentro de las limitaciones de ser imperfecto, de cometer errores por falta de saberlo todo y por los tropiezos que los enemigos me ponen, estando ellos al servicio del tentador, Satanás.

¡Qué divertido es vivir A TOPE!, al máximo de los esfuerzos humanos para ser bueno, para imitar a Cristo, Dios, Jesús.

Tú puedes ser feliz, pese a quien pese; primero aceptando tu vida, y luego cambiándola para mejor, pidiendo a Jesús lo que quieres; ¡reza!, ¡reza!, ¡¡¡reza!!!, la oración te dará alas, te hace individualmente feliz y te llena de alegría, la alegría de ser LIBRE. No necesitas a nadie más que a Dios para vivir, todos los demás están ahí para que los sirvas, ¡tú a ellos!, ¡no al revés!, como muchos pretenden, y van como almas en pena.

¿Qué clase de hombre es el que necesita que otros lo sirvan y no quiera servir en nada?, es un bebé, porque incluso los niños sirven. Es más, el bebé también sirve, con su afecto, con la necesidad de afecto que le lleva a ser agradecido con él y darlo también. Entonces, realmente el hombre que no quiere servir, NO ES PERSONA, es una especie de ser que no se ha realizado, que no sabe vivir las dichas de la tierra, del planeta que Dios ha otorgado al hombre para ser feliz haciendo de él un mundo mejor, luchando contra las malas tentaciones que Satanás le brinda para que llore arrinconado por lo que le hacen otros. ¡Levántate y anda!, con Cristo puedes salir de cualquier encrucijada; ¡sé persona humana!, LUCHA.

La vida es maravillosa.

La vida te necesita, tú debes escribir tu destino con el ejemplo bueno de todas tus palabras y obras. Nadie te debe nada, ¡nada!, sal de esta soberbia, y empieza a servir, porque Dios te ha dado a ti, ¡a ti!, unas facultades que te hacen necesario para otros, porque todos sois salidos de Dios, y Dios es un todo con todos vosotros. Dios no hace nada en vano, y, si vives, es para algo.

Ya basta de lloriqueos, de decir tus traumas. ¿Y qué, no fue traumática la vida de Jesús?; ya nació en una cueva y tuvo que emigrar con sus padres… Ya sabes la historia, y sabes cómo murió; entonces, no te sientas infeliz por tus vivencias; haz desde ahora, tu vida maravillosa, ¡maravillosa! ¡Eres libre!, no necesitas de nadie más que de Dios para ser perfecto, para ser exitoso; a todos los demás los tienes para amarlos, para servirlos, para tener misericordia de ellos. Ojo, que de algunos deberás protegerte, porque van a por ti, a venderte al infierno, en esta tierra y en la otra vida, así que, ¡cuidado!, sé astuto y bueno, y vuela como paloma lejos de los malos; reza por ellos y dales el ejemplo de tus virtudes, ¡ellos te ven desde lejos también!, porque te tienen en su mira y te miran. Tú avanza como caudillo de tus propias virtudes, y domina tus pasiones, no para aniquilarlas, sino para enfocarlas en lo bueno, en lo lícito, en lo verdadero. Y sé feliz, muy feliz sirviendo a los demás, mientras te estás realizando. Debes realizarte en hacer todo lo mejor que puedas, todo lo que hagas, ¡también tu trabajo profesional!, que demasiados no se dan el cien por cien en él, algunos con la excusa de que no les pagan bien, otros porque no se han preparado y han olvidado que deben seguir preparándose, y muchos porque les han criticado, les han sentenciado a no servir para nada bueno. Así que el próximo domingo, en mi carta, voy a remediar esto, el que te creas un sentenciado al fracaso; ¡que no!, que en la vida hay un lugar para ti donde puedes triunfar profesionalmente. El domingo me lees. ¡Te espero amig@! Ahora te dejo, porque tengo trabajo, es domingo y quiero hacer muchos amigos; y tú haz como yo, y sé amigo de todos y no de unos pocos, pero sigue siendo sólo de Dios, no te repartas con nadie más, porque para ayudar a otros tienes que ser libre e individual, y ¡sólo Dios basta!. La gente necesita de líderes, la gente necesita de ti.

Con afecto sincero.

 P. Jesús

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Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN.