Domingo, 20 de septiembre de 2.015
A ti te digo, llorando, conseguirás mucho menos que haciendo un plan y luchando. Sé que sufres mucho, hijo mío, hija mía; llorar debilita las potencias del alma, es mejor orar que llorar; cuando oras el alma se alimenta de Dios y la Virgen María; cuando lloras, el alma se vacía, queda como sola, abandonada de la divina providencia, y esto es un engaño en el que no quiero que caigas tu, futuro santo, futura santa. Los santos son alegres porque se alimentan del alma, y la oración no la abandonan por llorar. Puedes llorar rezando, esta es otra cosa muy hermosa. Cristo lloró y oró, pero siempre, las dos cosas juntas. Al llorar, tu humildad se la das a Dios, y con tu oración, Él, Dios, te ayuda a hacer el plan que te sacará de tan triste y lamentable situación. Espero que lo que hayas aprendido te sea de utilidad; este es mi deseo, querido amigo. Con afecto sincero. P. Jesús © copyright |
Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN. |