Saltar al contenido

5 de Agosto / Fiesta de la «Basílica de Santa María la Mayor»

Hoy 5 de agosto, se celebra la consagración de esta famosa Basílica construida por el Papa Sixto III, en el año 432, en recuerdo del Concilio de Efeso que en el año 431 había definido que María sí es Madre de Dios. Esta basílica ha sido remodelada y hermoseada durante siglos y su torre fue por mucho tiempo la más alta de Roma. 

Los inicios de esta famosa basílica se remontan a una antigua leyenda. Ésta señala que por revelación divina, un matrimonio italiano, profundamente piadoso y solidario, llegó a un paraje del Monte Esquilino el cual esta cubierto de nieve. El monte blanco era el lugar donde ellos debían erigir un templo dedicado a la Madre de Dios. 
Pronto, el templo mariano fue una instancia donde miles de feligreses de todas partes del mundo acudían para venerar y honrar con oraciones y cantos a la Virgen Madre que tomó el nombre de Virgen de las Nieves. 

Los católicos han tenido siempre mucha veneración por la Basílica de Santa María la Mayor, por haber sido el primer templo dedicado a Nuestra Señora en Roma, y porque la antigua leyenda de las nieves que cayeron en el sitio donde iba a ser construida, recuerda a los fieles que cuando lleguen los ardores de las pasiones y el fuego de las adversidades, la Madre de Dios puede traer desde el Cielo las nieves de las bendiciones Divinas que apaguen las llamas de nuestras malas inclinaciones y calmen la sed de los que ansían tener paz, santidad y salvación.

FUENTE: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Fiesta de la «Basílica de Santa María la Mayor»

Dios se hizo hombre, entonces siendo así, como es, la Virgen María es la Madre de Dios.

La Virgen María, es la  Madre de Dios, y al serlo y por serlo, Ella, la Madre de Dios consigue de Dios su Hijo, el Poder de pedirle lo que sea, que Él, Su Hijo Dios, se lo concede según la fe del creyente, y por esto, por la Madre de Dios, Dios hace milagros a quien con devoción y fe se lo pide, ya sea para ellos mismos o para otros.

Confiar en la Madre de Dios, creer en la Madre de Dios, amar a la Madre de Dios, esto es tener fe en el mismo Dios.

P. Jesús

© copyright