Domingo, 28 de octubre de 2.012
A ti, que luchas con tus problemas: ¡¡Haces bien!! Los problemas son realmente tus enemigos, ¡no las personas!; ellas, aunque son motivo de problemas, a veces te crean problemas porque están luchando con sus propios problemas. No veas a los demás como enemigos, aunque se muestren y demuestren como enemigos. Por eso Cristo dijo que amárais a los enemigos, porque ellos, tantas veces, son enemigos vuestros por sus problemas. Pensemos en Herodes, el que concedió la cabeza de Juan Bautista a la hija de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, y que convivía sexualmente con él, con Herodes. Juan Bautista, era el problema de Herodías, porque hacía dudar, con sus santas palabras, a Herodes; y de hacerle éste caso, ella, Herodías, sería abandonada por Herodes, y ya no podía volver con su esposo Filipo; y ¿qué sería de ella?, ¿de su hija?… Este problema que ella tenía, a su manera lo solucionó, pidiendo a su hija que pidiera a Herodes que cortara la cabeza de Juan Bautista. Y Juan, fue muerto para solucionar el problema de Herodías, que era, para ella, cuestión de vida o muerte; eso pensaba. No sabemos lo que pasó con esa pobre mujer, después de que se le pasara la embriaguez y la excitación, por el baile, a Herodes; porque sí que sabemos que, cuando le hablaron de Jesús a Herodes, de los prodigios que obraba, él, Herodes, dijo que si era Juan el Bautista, resucitado. ¿Solucionó realmente su problema Herodías, al conseguir la muerte de Juan el Bautista?; no, seguro que no. Pero hoy, lo que quiero hacerte ver, amigo, amiga, es que los problemas son los enemigos, estas situaciones y circunstancias, y no las personas. Porque Dios hizo todas las cosas bien, y creó al ser humano, a la persona, y lo puso a vivir en el Paraíso; allí no había problemas; es en este mundo, donde existen los problemas, y ya Dios mismo, solucionó el más importante, ¡la muerte!. Ya no tienes porqué temerle a la muerte; la muerte ya no es un problema desde que vino Jesús, Dios mismo, como Dios Hijo, al mundo; YA NO HAY EL PROBLEMA DE LA MUERTE. Ahora hay esperanza para todos; repito, PARA TODOS, para los que ya murieron, y los que viven; sí, hay esperanza por esa persona querida que murió, que pasó a mejor vida, si su fe le llevó a aceptar a Dios. Las personas que sufren mucho antes de morir, que sufren en su cuerpo, esas personas, cuando se encuentran cara a cara con Cristo, muchas lo reconocen como al que es: Dios, y se apoyan en Él, y Dios les concede la Gracia del perdón, por su fe. ¡Bendita es la fe! Como te estoy comentando, amigo, amiga, el problema de tu vida, porque tú vives para vivir siempre, eternamente, pues, déjame decirte que este problema está solucionado, que tu fe y las obras de la misma, hacen que Dios te lleve al Cielo; quizás a muchos, pasando primero, antes, por el Purgatorio, eso sí, pero uno puede salvarse, incluso en el último momento de vida, porque Dios no murió en vano; Dios, Jesús, si llegó a la muerte por ti, hará lo imposible para ti para que te salves; y recuerda que tienes un Ángel de la Guarda, ser con poder igual que los demonios; pero ellos, los Ángeles de Dios, en positivo, en bondad, en la verdad; los demonios, en la mentira, en el error, en la oscuridad. La luz es el día de Gloria, la oscuridad son las tinieblas del Infierno. Si ese ángel que sigues, vive en la oscuridad, es un demonio; si vive en la Luz, es un Ángel de Dios. Esas fiestas de noche, de oscuridad, de disfrazarse de lo que no eres, ese error, eso es del demonio; el Ángel de Luz hace siempre buenas obras, ¡a pleno sol!. No caigas en la tentación, de moda, de creer que los ángeles quieren fiestas paganas, en la oscuridad y en el fuego. ¡El sol! da vida a las plantas y a las personas; y la oscuridad de la noche es para descansar, para dormir; eso es lo natural. Porque, muchos, dicen querer una vida natural, comen lo natural, y luego creen lo artificial, lo falso; siguen a los que salen por la noche, y no a la luz natural del sol; ¿cómo se puede vivir y crecer a la luz de las llamas?, lo natural es vivir al sol. Todo lo que uno hace o dice, si no es digno de que los demás lo vean, lo oigan, es que no es digno de hacerse, de oírse. Todos formáis parte de Dios, porque es Él, y sólo Él, Dios, quién os creó. Nadie ha oído jamás, que el demonio hiciera un ser humano; más bien, el demonio persigue al ser humano, y ¿por qué?… En cambio, el Ángel de la Guarda, el Ángel de Dios, no persigue al ser humano, sino que lo guarda, lo cuida, como tú tendrías que guardar y cuidar de tu familia, de tus amigos, de tus vecinos, compañeros de trabajo, de toda persona con la que te encuentres en este mundo en un momento determinado, porque los hombres, entre vosotros, no sois el problema; el problema son otras causas, son las obras o cosas que pensáis o hacéis o decís, pero, unos con otros, sois hermanos, hijos del mismo Padre, Dios. Si pudiérais entender esto, no veríais al otro como a un enemigo, sino como a parte de la solución que necesitas a tu problema, no como parte del problema. El problema de Herodías, es que no hacía lo correcto, lo bueno, sino que iba contra natura, contra lo natural, que es estarse con el esposo, vivir con él, hacerle la vida agradable a él, que su hija bailara para él y no para otro, ¡y menos su hermano!, hermano del esposo. ¡No te cases, si no estás segura-o de ser fiel, por y para siempre, al que dices querer!. No es obligación casarte; es obligación, que hagas, libremente, lo que quieras hacer; y eres una persona RACIONAL, puedes pensar, y puedes decidir; debes decidir lo mejor para ti, pero no para hoy, sino para mañana y dentro de 10, 15, 20, 40, 60 años. Dime, ¿te ves viviendo 60 años con esta persona?; imagínatelo: los dos viejos, sin sexo, y compartiendo la misma vida; ¿podrías?… No te engañes, porque luego creas problemas y lloras, y pides consejo a otros, y quieres ¡CORTAR CABEZAS! Los problemas no se solucionan, ¡jamás!, cortando cabezas; los problemas se solucionan, primero, aceptándolos, y mirando las circunstancias, y no las personas. Sí, puede hacerse, ¡claro que sí!; es hacer el bien sin mirar a quién, es orar a Dios, en nombre de Jesús y por intercesión de la Virgen María, San José, los Santos y los Ángeles de Dios, para que Dios en unidad, te ayude a solucionar tus problemas; y, ¡Dios!, ¡cuántos problemas se solucionan solos!, sí, muchos; y así deben solucionarse la mayoría de ellos: sólo haciendo el bien, viviendo tu vida, continuando con tu vida, haciendo el bien y lo correcto, ¡siendo bueno! y cumpliendo con todos y cada uno de los 10 Mandamientos de la Ley de Dios. Tú no sabes el poder de la Ley. De ese poder, te hablaré la próxima semana. Porque toda ley, tanto la civil, como la de Dios, tiene el poder de solucionar TODOS LOS PROBLEMAS. Esta semana, sé bueno, haz el bien, cumple a rajatabla todos los mandamientos de la Ley de Dios; y veras, comprobarás, cuántos problemas se te van a solucionar, pero ya, ¡ya! Recibe un abrazo de este sacerdote que os comprende a todos, a ti y al que dices que es causa de tu problema, y que también cree que otro es causa de su problema; y, el problema está en la Ley, en cumplir la Ley de Dios. Cumple con ella, y no tendrás problemas, sólo sufrimientos; que esto es otra cosa muy distinta. Ya hablaremos, amigo, amiga. Con afecto sincero. P. Jesús © copyright |
Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN. |