Domingo, 4 de Enero de 2.015
A ti, que deseas tener un buen año: Yo también quiero que tengas un buen año, ¡claro que sí!, por esto rezo por ti, y pido a Dios Padre que tú veneres a la Virgen María como Madre tuya, ¡que lo es!, por ser Madre de Dios. A uno, sin una buena madre, difícilmente las cosas le van a ir bien. Todos saben que una madre buena es necesario tenerla para que la alegría viva en su corazón, porque las madres buenas hacen esto, alegran el corazón de los tristes, de los necesitados. ¿Quién no necesita afecto sincero, tú? Todos necesitan de una madre, y más de la Madre que Dios, Jesús, te dio; porque los regalos de Dios no son caprichos, sino que los regalos de Dios son necesidades, y tú, ¡no lo niegues!, ¡acéptalo!, necesitas de una madre maravillosa; y la Virgen María, lo es, ¡es maravillosa! Enciende tu fe, apártate del error y aprende, y quiere venerar a la Madre de Dios y tuya. Reza el santo Rosario, ¡mejor en familia! Y si crees que no tienes familia, te diré que la Sagrada Familia existe y es tu familia también. “Jesús, José y María, os doy mi corazón y el alma mía.” Así rezan los que viven la alegría de su fe. Venera a la Virgen María, dale su lugar en tu vida; ámala y confía en Ella, en que quiere lo mejor de ti, como es que tengas fe y vida para vivirla, para dar con ella, con tu vida, caridad a todo el que te conoce y te ve, porque tu vida no puede ser simple, sino que debes dar buen ejemplo de fe, esperanza y caridad. Reacciona, de ahora en adelante, venera a tu Madre, piensa en Ella, pídele interceda por ti, a Dios, para que Dios te conceda la alegría de tu corazón, eso que es bueno para ti, y que será tu alegría. Este año quiero que estés alegre, contento, pero sobre todo, quiero que tengas paz por vivir, tú, la caridad. Aprende de los santos y comprende que Dios te quiere en el Cielo, por esto te dio a su Madre, para que no tengas miedo y vivas la fe. Con afecto sincero. P. Jesús © copyright |
Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN. |