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78 Carta / A ti, que vas a servir a todos

Domingo, 12 de febrero de 2.012

A ti, que vas a servir a todos:

No te quedes encerrado en tu casa, deprimido, ofuscado por las pérdidas sentimentales y económicas; haz planes como un buen comerciante, porque con tus obras y palabras vas a ganarte el Cielo. Mira, te muestro el campo, ese campo con el tesoro escondido, es la vida misma, y tú no eres ningún perdedor, sino que eres un comerciante listo y eficiente. ¡Haz un estudio de mercado!, ¿qué te va a dar más, tener 10 clientes o 10.000?; entonces, como buen profesional, sabrás que es más rentable servir a todos que a unos pocos. Pero para servir a todos, tienes que prepararte, porque tienes que agradar a muchos, y cada uno es distinto; sobre todo y ante todo… no voy a decirte la tontería de “sé tú mismo”, ¡que no!, que eso no da beneficios, lo que da dividendos es imitar a Cristo, porque todos aman a Dios, y debe ser así, y así debes de actuar tú, como si fueras otro Cristo y vieras en todos los demás a Cristo sediento de paz, de afecto. ¡A por ellos, muchacho!, a por todos, imitando al Bueno de Dios, al Santo de Dios, al Sufrido de Dios, sí, sufrido; ¡ven!, no te se me escondas!, que, a la que hablo de sufrimiento, alguna gente desaparece. ¡Ven!, ¡quédate!, porque te diré las grandes ventajas de servir a todos, porque hay unas cualidades necesarias para el cristiano, que agradan ipso facto a todo el mundo y son, sobre todo, NO QUEJARTE de nada, y en todo ver el lado bueno, positivo; sólo con esto tendrás más de un millar de amigos. Así que te he descubierto la vía directa al corazón de tus semejantes, que es el no quejarte y verlo todo Providencial, y además buscar una razón positiva, que en todo hay, incluso en la muerte, porque si te comentan de alguien que se ha muerto, puedes decir la verdad de que muy seguro estará con Dios, en el Cielo, porque Dios no deja pasar NI UNO sin que no lo quiera para Él. Sí por eso murió, para llevarse a TODOS AL CIELO, como tú debes vivir para lo mismo, no quejándote de nada y viéndolo todo positivo, incluso la muerte, porque la muerte da la oportunidad de ir al Cielo, y Dios NO PIERDE NINGUNA OPORTUNIDAD, y es el más listo de todos, ¡más que el mismo Satanás!, que es un infeliz, intentando llevarse las almas al Infierno; pero llega la muerte y Dios se muestra al difunto, va a su encuentro, Él, o su bendita Madre, y le dicen a la persona lo que necesita oír para salvarse, y si esta persona tiene algo de bondad en su corazón, aunque sea una chispita pequeña, entonces aceptará el Amor de Dios, que se le mostrará para convencerlo de la Verdad, de que Él, Dios lo Ama. Entonces, no temas a nada, porque nada tiene un final trágico, ¡jamás!, ni ninguno de tus proyectos que no se han realizado; nada humano ha sido trágico, al contrario, todo ha sido para un bien, y debes de confiar en la fe, y debes propagar el Evangelio de la Fe, el que Cristo vino al mundo, murió y resucitó, como todos lo vais a hacer, y hay un Cielo MARAVILLOSO, en donde, a la que pones allí los pies, el tiempo es ya todo el mismo tiempo y ya todos estáis dentro del Cielo; entonces, nadie encuentra a faltar a nadie allí, sólo los de esta parte de la vida, la terrena, echáis en falta a los que han partido ya, pero, antes de que cumplas los 120 años, te vas a ir a este Cielo maravilloso que Dios prometió a los que lo venden todo y compran el campo con el tesoro.

Amigo, sirve a todos y hazte libre. Si te quejas, si críticas a otros, vas a perderte la alegría de vivir en compañía, la alegría de disfrutar de la Buena Vida, que es estar unido a Cristo Rey, y yendo con Él, aliviar los corazones desesperados, que se han pasado media vida criticando a los demás, y además han exagerado y han perdido la Gracia Santificante por haber calumniado, y entonces resulta que sin Gracia, no están con Dios, están con Satanás, porque sólo hay dos opciones, y éstas son, hacer el bien o hacer el mal. Tú no te preocupes por nada de lo que pases o vivas, tú, pon paz y alegría, la alegría de tu esperanza, EL CIELO, la resurrección de las almas.

Sé que lo has entendido y, bien hecho, has decidido no quejarte y ser positivo. ¡Fantástico!

Dios te bendice a través de mí, sacerdote católico.

Con afecto sincero.

 P. Jesús

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Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN.