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Santoral Diciembre - 2. página

10 de Diciembre / Beato Marco Antonio Durando

Marco Antonio nació el 22 de mayo de 1801, en Mondoví, en la ilustre familia de los Durando, cuya casa daba a la Plaza Mayor y estaba cerca de la catedral y de la iglesia de la Misión. Al revés que su madre, que era persona muy piadosa y que inspiró la religiosidad y la fe en el corazón de sus ocho hijos, el padre tenía ideas liberales y era de tendencia laica y agnóstica. Dos de los hijos, de manera especial, profesaron tales convicciones y se implicaron en los sucesos del Risorgimento italiano. Ocuparon puestos de relieve en la vida política y militar. Santiago fue ministro de asuntos exteriores en el gobierno Rattazzi, de 1862. Juan, general y jefe de las tropas pontificias, en 1848, desobedeció las órdenes de Pío IX llevando a las tropas pontificias más allá del Po para cerrar el paso a los austríacos. Una vez que regresó al ejército piamontés, participó con Carlos Alberto en la batalla de Novara, en la expedición de Crimea y en las guerras de independencia.

La pasión misionera.

Marco Antonio salió más a la madre. A los 15 años manifestó el deseo de marchar como misionero a China. Entró en la Congregación de la Misión, que por entonces se estaba reconstruyendo en Italia. A los 18 años emitió los votos perpetuos y el 12 de junio de 1824 fue ordenado sacerdote. Durante cinco años permaneció en Casale Monferrato y después, desde 1829 hasta su muerte, en la casa de Turín, de la que fue superior dos años después de llegar. En lugar de ir a China, su destino fueron las misiones populares, en las que expresó la pasión misionera del anuncio de Cristo. Sostuvo y difundió la recién nacida obra de la Propagación de la Fe, instituida en Lyon en 1822. En la plenitud de su responsabilidad como Visitador, en 1855, inauguró el colegio Brignole-Sale para las misiones extranjeras con el objetivo de formar sacerdotes para las misiones ad gentes.

En los años jóvenes de su primer sacerdocio, su dinamismo misionero fue absorbido por las misiones, que predicó en muchos pueblos del Piamonte. Huyendo de los extremismos, tanto del laxismo como del rigorismo jansenista, el padre Durando predicó la misericordia de Dios, atrayendo a las gentes a la conversión: «La gente —relata un cronista de la misión de Bra— se agolpaba para oírlo y estaba tan silenciosa y atenta oyéndolo como si fuese un único hombre». En estas misiones no se limitó a predicar, sino que allí donde encontraba situaciones graves de pobreza, de acuerdo con los cohermanos, actuaba de modo concreto. En Locana, por ejemplo, hizo «convertir todo el legado económico de la misión, que consistía en 700 liras, en harina de maíz para los pobres del pueblo», practicando así la enseñanza de San Vicente de actuar espiritual y corporalmente en favor de los pobres.

Amor a los pobres y primer director de las Hijas de la Caridad en Italia

La preocupación por los pobres fue la otra cara de su pasión misionera. Poco después de haber sido elegido superior, intuyó la utilidad de introducir en Italia del norte a las Hijas de la Caridad, nacidas del carisma caritativo de san Vicente y de santa Luisa de Marillac. Éstas, tras haber sido dispersadas en la época de la revolución francesa, habían comenzado a reorganizarse. Las apariciones de la Medalla Milagrosa, en 1830, a santa Catalina Labouré, novicia de las Hijas de la Caridad, pueden considerarse como el origen del nuevo florecimiento que estaba experimentando esta comunidad. La inteligencia del padre Durando consistió en intuirlo. Las quiso en Piamonte. El rey Carlos Alberto, en 1833, las acogió y ellas comenzaron a tomar la responsabilidad de varios hospitales, tanto los militares de Turín y Génova, como los civiles de Carignano, Castellamonte y Turín. En 1855, tuvo el valor de enviarlas a la retaguardia de la guerra de Crimea para curar a los heridos. Al mismo tiempo difundió la asociación mariana de la Medalla Milagrosa entre las jóvenes y de ella nacieron nuevas vocaciones: en el breve espacio de diez años, surgieron 20 fundaciones e ingresaron 260 hermanas. El número de las vocaciones era tan desbordante que Carlos Alberto puso a su disposición, en 1837, el convento de san Salvario, en Turín. Gracias al crecimiento de las hermanas, el padre Durando dotó a la ciudad de Turin de una red de centros de caridad, llamados Misericordias, desde las que las hermanas, con las Damas de la Caridad, salían para prestar el servicio a domicilio y la ayuda a los pobres. Alrededor de las Misericordias surgieron diferentes obras, como las primeras guarderías para niños pobres, talleres para muchachas y orfanatos. Las Hijas de la Caridad han sido extraordinarias impulsoras del desarrollo del catolicismo social en Italia gracias a su obra de asistencia entre los enfermos y los pobres, a la vez que con la asunción de variadas obras educativas.

Hombre de gobierno y director de conciencias

En 1837, con apenas 36 años, fue nombrado visitador (o superior mayor) de la Provincia del norte de Italia de los misioneros vicencianos, cargo que ocupó durante 43 años ininterrumpidos, hasta su muerte. Por ello, tuvo que mermar su participación en las misiones. Su tiempo estuvo absorbido por la organización de la congregación de los misioneros vicencianos y la predicación de ejercicios espirituales a los sacerdotes y clérigos de la diócesis de Turín. La calidad de su dirección espiritual atrajo también la atención de las nuevas fundaciones que estaban surgiendo en Turín. El arzobispo, monseñor Fransoni, le confió la dirección de las hermanas de san José, llegadas a Italia recientemente. Contribuyó a la redacción de las reglas de las hermanas de santa Ana. Fue guía espiritual de las clarisas capuchinas del nuevo monasterio de santa Clara. La marquesa de Barolo, que había fundado un monasterio para la recuperación de las muchachas perdidas, las hermanas penitentes de santa Magdalena, deseó que fuese consejero en la redacción de las reglas y director de la obra. Sin embargo, la obra que lo caracteriza es la fundación de las hermanas Nazarenas.

En la escuela de Jesús crucificado, fundador de las Nazarenas

Como sucede con las obras de Dios, sin haberlo querido, el 21 de noviembre de 1865, fiesta de la Presentación de María, el padre Durando pudo confiar a la sierva de Dios, Luisa Borgiotti, las primeras postulantes de la nueva Compañía de la Pasión de Jesús Nazareno. Eran jóvenes que se habían dirigido a él, puesto que, deseosas de consagrarse a Dios, carecían de algunos requisitos canónicos para poder entrar en las comunidades religiosas. Él les encomendó la tarea de servir a los que sufren, como miembros dolientes de Cristo crucificado, yendo a asistirles a su domicilio, día y noche. La obra era hasta tal punto novedosa y original que un canónigo de la catedral exclamó: «Si el padre Durando viniese a confesarse conmigo, en conciencia no me sentiría en grado de absolverlo». Y sin embargo, gracias a la caridad de estas hermanas, que supieron estar junto a los moribundos con delicadeza, discreción y fe, porque contemplaban en los que sufrían el sufrimiento del Señor, se produjeron algunas conversiones significativas como las de Guido Gozzano, Felice Raccagni, Sofia Graf y Anni Vivanti.

Muerte y glorificación

El padre Durando murió el 10 de diciembre de 1880: tenía 79 años. Sus restos mortales, significativamente, están sepultados en aquel pequeño santuario de la Pasión, anejo a la Iglesia de la Visitación de Turín, donde la comunidad de las Nazarenas se había nutrido de la devoción a la pasión del Señor para introducirse de forma misionera en el servicio de los que sufren.

La causa de beatificación, iniciada en Turín en 1928 y continuada en Roma con el proceso apostólico en 1940, se ha concluido en el 2001 con el reconocimiento del milagro obtenido por su intercesión.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Beato Marco Antonio Durando

El Beato Marco Antonio Durando, misionero fiel en donde se hallase, propagaba la fe, y la fe de muchos fue conocida y aumentada por la Gracia que Dios infundía al Padre Durando.

De buenas madres, de madres piadosas, nacen hijos santos, por la Gracia de Dios, y el ejemplo y oración de la madre que, unida a la Madre de Dios, consiguen de Dios maravillas para el mundo, tan necesitado de la Gracia.

P. Jesús
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11 de Diciembre / San Dámaso I, Papa

Este Pontífice se hizo famoso por haber redactado y hecho grabar los epitafios o lápidas en los sepulcros de muchos famosos mártires de las catacumbas de Roma.

De familia española, el santo fue secretario de los Pontífices, San Liberio y San Félix, y al ser elegido Papa, en el año 366, hizo honor a su nombre, que significa «domador», porque tuvo que sofocar una sangrienta rebelión que se levantó en Roma contra él.

Tuvo como Secretario al gran San Jerónimo, a quien le encargó que tradujera la S. Biblia al idioma popular, conocida con el nombre de «La Vulgata», y que fue empleada por la Iglesia Católica durante cerca de 15 siglos.

La tradición señala que el Papa San Dámaso fue el que introdujo en las oraciones de los católicos el «Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén». Durante todo su pontificado se preocupó por conseguir que los obispos de todas las naciones reconocieran al Sumo Pontífice de Roma como el obispo más importante del mundo.

Murió el 11 de diciembre del año 384 a la edad de 80 años. Fue sepultado en la tumba que él mismo se había preparado humildemente, alejado de las tumbas de los santos famosos de Roma. Después construyeron sobre su sepulcro la basílica llamada San Dámaso.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

 San Dámaso I, Papa

Un santo muy amado por Dios y por la Iglesia Católica de Roma, es san Dámaso I, Papa. De él sabemos que consiguió hacer poner en las lápidas de los mártires, sus epitafios, y que consiguió también que toda la Iglesia reconociera al obispo de Roma, como al obispo más importante por ser el Santo Padre, sucesor de Pedro, sucesor de Cristo.

P. Jesús
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12 de Diciembre / Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe

Un sábado de 1531 a principios de diciembre, un indio llamado Juan Diego, iba muy de madrugada del pueblo en que residía a la ciudad de México a asistir a sus clases de catecismo y a oír la Santa Misa. Al llegar junto al cerro llamado Tepeyac amanecía y escuchó una voz que lo llamaba por su nombre. Él subió a la cumbre y vio a una Señora de sobrehumana belleza, cuyo vestido era brillante como el sol, la cual con palabras muy amables y atentas le dijo: «Juanito: el más pequeño de mis hijos, yo soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive. Deseo vivamente que se me construya aquí un templo, para en él mostrar y prodigar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa a todos los moradores de esta tierra y a todos los que me invoquen y en Mí confíen. Ve donde el Señor Obispo y dile que deseo un templo en este llano. Anda y pon en ello todo tu esfuerzo». De regresó a su pueblo Juan Diego se encontró de nuevo con la Virgen María y le explicó lo ocurrido. La Virgen le pidió que al día siguiente fuera nuevamente a hablar con el obispo y le repitiera el mensaje. Esta vez el obispo, luego de oir a Juan Diego le dijo que debía ir y decirle a la Señora que le diese alguna señal que probara que era la Madre de Dios y que era su voluntad que se le construyera un templo. De regreso, Juan Diego halló a María y le narró los hechos. La Virgen le mandó que volviese al día siguiente al mismo lugar pues allí le daría la señal. Al día siguiente Juan Diego no pudo volver al cerro pues su tío Juan Bernardino estaba muy enfermo. La madrugada del 12 de diciembre Juan Diego marchó a toda prisa para conseguir un sacerdote a su tío pues se estaba muriendo. Al llegar al lugar por donde debía encontrarse con la Señora prefirió tomar otro camino para evitarla. De pronto María salió a su encuentro y le preguntó a dónde iba. El indio avergonzado le explicó lo que ocurría. La Virgen dijo a Juan Diego que no se preocupara, que su tío no moriría y que ya estaba sano. Entonces el indio le pidió la señal que debía llevar al obispo. María le dijo que subiera a la cumbre del cerro donde halló rosas de Castilla frescas y poniéndose la tilma, cortó cuantas pudo y se las llevó al obispo. Una vez ante Monseñor Zumarraga Juan Diego desplegó su manta, cayeron al suelo las rosas y en la tilma estaba pintada con lo que hoy se conoce como la imagen de la Virgen de Guadalupe. Viendo esto, el obispo llevó la imagen santa a la Iglesia Mayor y edificó una ermita en el lugar que había señalado el indio. Pio X la proclamó como «Patrona de toda la América Latina», Pio XI de todas las «Américas», Pio XII la llamó «Emperatriz de las Américas» y Juan XXIII «La Misionera Celeste del Nuevo Mundo» y «la Madre de las Américas». La imagen de la Virgen de Guadalupe se venera en México con grandísima devoción, y los milagros obtenidos por los que rezan a la Virgen de Guadalupe son extraordinarios.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe

Nuestra Señora de Guadalupe, la más bella, la más buena Madre que cualquier hijo bueno quiere tener y tiene. Sé bueno y confía en tu buena y fiel Madre, la Virgen de Guadalupe: María.

P. Jesús
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13 de Diciembre / Santa Lucia, Mártir

A Santa Lucía se le ha representado frecuentemente con dos ojos, porque según una antigua tradición, a la santa le habrían arrancado los ojos por proclamar firmemente su fe.

Nació y murió en Siracusa, ciudad de Italia, y gracias a sus múltiples virtudes entre las que se destaca la sencillez, la humildad y la honradez, el Papa San Gregorio en el siglo VI puso su nombre a dos conventos femeninos que él fundó.

Según la tradición, cuando la santa era muy niña hizo a Dios el voto de permanecer siempre pura y virgen, pero cuando llegó a la juventud quiso su madre (que era viuda), casarla con un joven pagano. Lucía finalmente obtuvo el permiso de no casarse, pero el joven pretendiente, rechazado, dispuso como venganza acusarla ante el gobernador de que la santa era cristiana, religión que estaba totalmente prohibida en esos tiempos de persecución. Santa Lucía fue llamada a juicio; fue atormentada para obligarla a adorar a dioses paganos, pero ella se mantuvo firme en su fe, para luego ser decapitada.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santa Lucia, Mártir

Las personas que no aman a Dios y que no son católicas, por amor humano, pueden llegar a hacer muchos males e injusticias: calumniar, robar y acusar a otro… La rabia de los que no poseen a Dios por los sacramentos, con sus deseos y pasión, se hacen astutos ¡lobos sanguinarios! Pero Dios protege siempre a los santos, para que no lo dejen jamás, a pesar de toda la astucia de Satanás.

Santa Lucía, mártir, fue conocedora de tan triste historia en su propia vida. Ella puede interceder por todos los que, como ella, no quieren casarse con paganos, por ser santos cristianos.

P. Jesús
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15 de Diciembre / Santa María de la Rosa, Fundadora

Nació en Brescia (Italia) en 1813, y al cumplir los 17 años, consagró su vida al servicio de obras de caridad. En la finca de sus padres fundó con las campesinas de los alrededores una asociación religiosa que las hizo crecer y madurar en la fe católica.

En su parroquia organizó retiros y misiones especiales para las mujeres. En 1836 llegó la peste del cólera a Brescia. Después de la peste, como habían quedado tantas niñas huérfanas, el municipio formó unos talleres artesanales y los confió a la dirección de María de la Rosa que apenas tenía 24 años pero que gozaba de la estima y confianza de toda la ciudad. Desempeñó ese cargo con gran eficacia durante dos años, y luego se dedicó a organizar su propia obra abriendo un internado para las niñas huérfanas o muy pobres. Poco después inauguró también un instituto para niñas sordomudas.

En 1840 se fundó en Brescia una asociación de mujeres piadosas para atender a los enfermos de los hospitales y nombraron como superiora a Santa María de la Rosa. Las mujeres que pertenecían a la asociación se llamaban Doncellas de la Caridad. Al principio sólo eran cuatro jóvenes, pero a los tres meses ya eran 32. Muchas personas admiraban la obra que las Doncellas de la Caridad hacían en los hospitales, atendiendo a los más abandonados y enfermos de gravedad. En 1850 se fue a Roma y obtuvo que el Papa Pío Nono aprobara su consagración.

Murió el 15 de diciembre de 1855.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santa María de la Rosa, Fundadora

Fundar según el carisma de cada vocación y atraer a ella las almas que Dios quiera que se cobijen, para hacer el bien a todas las personas. Dios ama a los fundadores-as, porque es necesario que la persona se realice con obras de apostolado, de caridad, de ayuda a la humanidad.

Santa María de la Rosa, fundadora y mujer de mucha piedad.

P. Jesús
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16 de Diciembre / San Josep Manyanet y Vives

Josep Manyanet nació el 7 de enero de 1833 en Tremp (Lleida, España), en el seno de una familia numerosa y cristiana. Fue bautizado el mismo día y, a la edad de 5 años, fue ofrecido por su madre a la Virgen de Valldeflors, patrona de la ciudad. Tuvo que trabajar para completar los estudios secundarios en la Escuela Pía de Barbastro y los eclesiásticos en los seminarios diocesanos de Lleida y Urgell. Fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1859. Tras doce años de intenso trabajo en la diócesis de Urgell al servicio del obispo, en calidad de paje y secretario particular, mayordomo de palacio, bibliotecario del seminario, vicesecretario de cámara y secretario de visita pastoral, se sintió llamado por Dios para hacerse religioso y fundar dos congregaciones religiosas.

Fundador y apóstol de la Sagrada Familia Contando con la aprobación del obispo, en 1864, fundó a los Hijos de la Sagrada Familia Jesús, María y José, y en 1874, a las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, con la misión de imitar, honrar y propagar el culto a la Sagrada Familia de Nazaret y procurar la formación cristiana de las familias, principalmente por medio de la educación e instrucción católica de la niñez y juventud y el ministerio sacerdotal. Con oración y trabajo constantes, con el ejercicio ejemplar de todas las virtudes, con amorosa dedicación y solicitud por las almas, guió e impulsó a lo largo de casi cuarenta años la formación y expansión de los institutos, abriendo escuelas, colegios y talleres y otros centros de apostolado en varias poblaciones de España. Hoy, los dos institutos están presentes en países de Europa, las dos Américas y África. Especialmente llamado por Dios para presentar al mundo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, escribió varias obras y opúsculos para propagar la devoción a la Familia de Jesús, María y José, fundó la revista La Sagrada Familia y promovió la erección, en Barcelona, del templo expiatorio de la Sagrada Familia, obra del arquitecto siervo de Dios Antonio Gaudí, destinado a perpetuar las virtudes y ejemplos de la Familia de Nazaret y ser el hogar universal de las familias.

Su pensamiento El beato Josep Manyanet predicó abundantemente la Palabra de Dios y escribió también muchas cartas y otros libros y opúsculos para la formación de los religiosos y religiosas, de las familias y de los niños, y para la dirección de los colegios y escuelas-talleres. Sobresale La Escuela de Nazaret y Casa de la Sagrada Familia (Barcelona 1895), su autobiografía espiritual, en la cual, mediante unos diálogos del alma, personificada en Desideria, con Jesús, María y José, traza todo un proceso de perfección cristiana y religiosa inspirada en la espiritualidad de la casa y escuela de Nazaret. También Preciosa joya de familia (Barcelona 1899), una guía para los matrimonios y familias, que les recuerda la dignidad del matrimonio como vocación y la importante tarea de la educación cristiana de los hijos. Para la formación de los religiosos escribió un libro de meditaciones titulado El espíritu de la Sagrada Familia, en donde describe la identidad de la vocación y misión de las religiosas y religiosos Hijos de la Sagrada Familia en la sociedad y en la Iglesia. Existe una edición de sus Obras Selectas (Madrid 1991) y está en fase de impresión el primer volumen de sus Obras Completas.

Enfermedades y muerte Las obras del Padre Manyanet crecieron entre muchas dificultades: ni le faltaron varias dolorosas enfermedades corporales que le atormentaron durante toda su vida. Pero su indómita constancia y fortaleza, nutridas con una profunda adhesión y obediencia a la voluntad de Dios, le ayudaron a superar todas las dificultades. Minada su salud por unas llagas abiertas en el costado durante 16 años —que llamaba «las misericordias del Señor»—, el 17 de diciembre de 1901, esclarecido en virtudes y buenas obras, volvió a la casa del Padre, en Barcelona, en el colegio Jesús, María y José, el centro de su trabajo y rodeado de niños, con la misma sencillez que caracterizó toda su existencia. Sus últimas palabras fueron la jaculatoria que había repetido tantas veces: Jesús, José y María, recibid cuando yo muera el alma mía. Sus restos mortales descansan en la capilla-panteón del mismo colegio Jesús, María y José, continuamente acompañados por la oración y el agradecimiento de sus hijos e hijas espirituales y de innumerables jóvenes, niños y familias que se han acercado a Dios, atraídos por su ejemplo y sus enseñanzas.

El testimonio de su santidad La fama de santidad que le distinguió en vida, se extendió por muchas partes. Por lo que, introducida la Causa de Canonización en 1956, reconocida la heroicidad de sus virtudes en 1982 y aprobado un milagro debido a su intercesión, fue declarado Beato por Juan Pablo II en 1984. Ahora, con la aprobación de un nuevo milagro obrado por su intercesión, está prevista su canonización para el día 16 de mayo de 2004. La santidad de Josep Manyanet, como afirmó Juan Pablo II, tiene su origen en la Sagrada Familia. Fue llamado por Dios «para que en su nombre sean bendecidas todas las familias del mundo». El Espíritu forjó su personalidad para que anunciara con valentía el «Evangelio de la familia». Su gran aspiración era que «todas las familias imiten y bendigan a la Sagrada Familia de Nazaret»; por ello, quiso hacer un Nazaret en cada hogar, una «Santa Familia» de cada familia. La canonización del Beato Josep Manyanet sanciona ahora no sólo la santidad, sino también la actualidad de su mensaje nazareno familiar. Es, por eso, el profeta de la familia, el protector de nuestras familias.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Josep Manyanet y Vives

Las familias numerosas y católicas son un buen lugar para la cuna de los santos, muchos santos son hijos de padres católicos con muchos hijos. Así también lo es San Josep Manyanet  y Vives. Todo un santo que recordar y suplicar su intercesión.

P. Jesús
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17 de Diciembre / San Lázaro

San Lázaro tuvo la dicha de ser el protagonista de uno de los milagros más impresionantes de Jesucristo, ya que fue resucitado por el Señor después de cuatro días de haber fallecido.

Según las Sagradas Escrituras, Lázaro enfermó gravemente y dos de sus hermanas Marta y María enviaron con urgencia un mensajero al lugar donde se encontraba Jesús con el siguiente mensaje: «Aquél a quien Tú amas, está enfermo». Bellísimo modo de decir con pocas palabras muchas cosas. Si lo amas, estamos seguros de que vendrás, y si vienes, se librará de la muerte.

El santo fallece y recién al cuarto día llegó el Señor. Las dos hermanas salen al encuentro de Jesús en medio de lágrimas y sollozos diciéndole: «Oh, Señor ¡si hubieras estado aquí! ¡Si hubieras oído cómo te llamaba Lázaro! Sólo una palabra tenía en sus labios: ‘Jesús’. No tenía otra palabra en su boca. Te llamaba en su agonía. ¡Deseaba tanto verte! Oh Señor: sí hubieras estado aquí no se habría muerto nuestro hermano».

Jesús responde: – «Yo soy la resurrección y la Vida. Los que creen en Mí, no morirán para siempre». Jesús, al verlas llorar se conmovió y también lloró. Nuestro Redentor verdadero Dios y verdadero hombre, sintió también el dolor ante la muerte de un ser querido. Los judíos que estaban allí en gran número, exclamaron: «¡Miren cuánto lo amaba!». Jesús dijo: ¡Lázaro, yo te mando, sal fuera! Y Lázaro se levantó. Después de cuatro días de muerto, fue resucitado milagrosamente y visto por la multitud que contempló el hecho.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Lázaro

Tú, discípulo de Jesús, amigo de Cristo, que no eres sacerdote pero eres tan amado por Dios, que te demostró su amor, muriendo por ti en la Cruz; tú como Lázaro, a ti Dios te ama con un amor santo, el amor de un Amigo que es Dios.

San Lázaro, el amigo laico de Jesús.

P. Jesús
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18 de Diciembre / San Modesto

Este santo es especialmente reconocido por la Iglesia Católica ya que restauró los templos de los Santos Lugares en Jerusalén, después del terrible destrozo que hicieron allí los persas.

En el año 600 el rey persa Cosroes, pagano y enemigo de la religión católica invadió Tierra Santa en Palestina, y ayudado por los judíos y samaritanos fue destruyendo y quemando sistemáticamente todo lo católico: templos, casas religiosas, altares, etc. Mandó matar a millares de cristianos en Jerusalén, a muchos otros los vendió como esclavos y, a otros, los desterró sin piedad. Uno de ellos fue el Arzobispo de Jerusalén, San Zacarías, y fue San Modesto, superior de uno de los conventos de Tierra Santa al que Dios llamaría para reconstruir los templos. Heráclito, el nuevo gobernante, logró alejar a los persas de la ciudad, situación que el santo aprovechó para comenzar el proyecto de reconstrucción, para lo que contó con la ayuda de sus monjes a recoger.

Lo primero que reconstruyó fue el templo del Santo Sepulcro, y luego el de Getsemaní o el Huerto de los Olivos y la Casa de la Última Cena, o Cenáculo.

El Arzobispo Zacarías había muerto en el destierro, y el emperador Heráclito nombró como sucesor de éste a San Modesto. Lo nombró Patriarca Arzobispo de Jerusalén, siendo una elección muy oportuna, porque entonces sí tuvo facilidad para dedicarse a reconstruir los centenares de templos y demás lugares santos destruidos por los bárbaros. Modesto continuó incansable su labor de reconstruir templos, conseguir contribuciones e inspeccionar los trabajos en los diversos sitios.

Murió el 18 de diciembre mientras llevaba un valioso cargamento de ayuda para la restauración de los santos lugares, fue envenenado por unos perversos para poder robarle los tesoros que llevaba.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Modesto

El mundo destruye y Dios construye utilizando a los santos. No temáis a la vida, a los gobernantes, porque si destruyen, Dios hará que un santo construya. La vida de los que aman a Dios es una vida para gozarse en el Amor por toda la Eternidad; y el Amor Verdadero no necesita nada terrenal, necesita sólo de tu corazón.

Entrega a Dios tu corazón, como tantos Santos se lo han entregado, como San Modesto se lo entregó, y Dios le encargo una Misión de lo Alto.

Tu Misión es el Amor.

P. Jesús

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19 de Diciembre / San Urbano V, Papa

Una de las épocas más difíciles para la Iglesia Católica fue «El destierro de Avignon, o destierro de Babilonia». Durante este periodo los Papas tuvieron que salir de Roma, a causa de las continuas e insostenibles revoluciones. Se establecieron en Avignon, una ciudad francesa, poco después del año 1300.

Entre todos los Papas que vivieron en Avignon estaba San Urbano V.

Nació en Languedoc, Francia, en 1310. Hizo sus estudios universitarios y entró de monje benedictino. Fue superior de los principales conventos de su comunidad y como tenía especiales cualidades para la diplomacia. Los Sumos Pontífices que vivieron en Avignon lo emplearon como Nuncio o embajador.

Estaba de Nuncio en Nápoles cuando llegó la noticia de que había muerto el Papa Inocencio VI y que él había sido nombrado nuevo Sumo Pontífice. Y no era ni obispo menos cardenal. En sólo un día fue consagrado obispo, y coronado como Papa.

Como Sumo Pontífice se propuso acabar con los abusos que existían. Quitó los lujos de su palacio y de sus colaboradores. Se preocupó por obtener que el grupo de sus empleados en la Corte Pontificia fuera un verdadero modelo de vida cristiana.

Entregó los principales cargos eclesiásticos a personas de reconocida virtud y luchó fuertemente para acabar con las malas costumbres. Al mismo tiempo trabajó seriamente para elevar el nivel cultural del pueblo y fundó una academia para enseñar medicina.

Con la ayuda de los franciscanos y de los dominicos emprendió la evangelización de Bulgaria, Ucrania, Bosnia, Albania, Lituania, y hasta logró enviar misioneros a la lejana Mongolia. Lo más notorio de este santo Pontífice es que volvió a Roma, después de que ningún Papa lo había hecho desde hacía más de 50 años. Al llegar a Roma no pudo contener las lágrimas. Las grandes basílicas, incluso la de San Pedro, estaban casi en ruinas. La ciudad se hallaba en el más lamentable estado de abandono y deterioro.

Urbano V con sus grandes cualidades de organizador, emprendió la empresa de reconstruir los monumentos y edificios religiosos de Roma. Estableció su residencia en el Vaticano (donde hasta hoy viven los Pontífices). También se dedicó a restablecer el orden en el clero y el pueblo.

Pero las revoluciones se dieron nuevamente, y Urbano, que se encontraba bastante enfermo, dispuso irse otra vez a Francia en 1370. Santa Brígida le anunció que si abandonaba Roma moriría. El 5 de diciembre salió de Roma y el 19 de diciembre murió.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Urbano V, Papa

Mirad, observad en vuestros pensamientos cómo ha sufrido la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana, fundada por el mismo Dios, Jesús. Y ved cómo siempre resurge y avanza y nutre a sus amados hijos con la fe de la esperanza en que Dios nos Salvó, nos Redimió, y como Él vamos todos a Resucitar.

No tengáis miedo. La Iglesia está viva aunque los discípulos mueran; vienen otros y empiezan de nuevo, como de nuevo hay que recomenzar siempre que se ha pecado, siempre que se ha dañado la cristiandad. ¡Ánimo! Como San Urbano, Papa, hay que regresar a Roma, hay que volver a la fe, a apoyar al Papa, el sucesor de Dios, de Cristo.

La Iglesia avanza, en medio de dificultades, pero avanza; sigue viva, como tú que vives en tu fe. ¡Ánimo! Roma vive.

P. Jesús

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20 de Diciembre / Santo Domingo de Silos

Nació en La Rioja, España, cerca del año 1000. Entró de religioso con los Padres Benedictinos en el famoso monasterio de san Millán de la Cogolla, y estando allí, hizo grandes progresos espirituales recibiendo del Espíritu Santo la inspiración para interpretar los temas de la Revelación divina contenidos en la Sagrada Biblia.
Llegó a ser superior del convento, y en sólo dos años restauró totalmente aquella construcción que ya estaba deteriorada.

Un día llegó el rey de Navarra a exigirle que le entregara los cálices sagrados y lo más valioso que hubiera en el convento para dedicar todo esto a los gastos de guerra. Santo Domingo se le enfrentó valientemente y le dijo: «Puedes matar el cuerpo y a la carne hacer sufrir pero sobre el alma no tienes ningún poder. El evangelio me lo ha dicho, y a él debo creer que sólo al que al infierno puede echar el ama, a ese debo temer».
El rey de Navarra, lleno de indignación desterró al abad Domingo. Al enterarse de lo ocrrido, el rey Fernando I de Castilla, lo mandó llamar y le confió el Monasterio de Silos, que estaba en un sitio estéril y alejado; además se hallaba en estado de total abandono y descuido, tanto en lo material como en lo espiritual.

Santo Domingo demostró ser un genio organizador con un talento para la restauración. Levantó un monasterio ideal, y formó, entre otras cosas, una biblioteca llena de los mejores libros de ese tiempo, transformando aquella casa en un lugar de trabajo y oración.

Santo Domingo de Silos logró liberar a más de 300 cristianos que estaban prisioneros y eran utilizados como esclavos por los musulmanes. Por esta razón se le representa frecuentemente acompañado de hombres con cadenas.

El biógrafo, que escribió sobre la vida de este santo, poco después de su muerte, dice que no había enfermedad que las oraciones de este santo no lograran curar.

Y tras 96 años de su muerte, el santo se apareció en sueños a la mamá de Santo Domingo de Guzmán para anunciarle que tendría un hijo que sería un gran apóstol. Por eso cuando el niño nació lo llamaron Domingo en honor al santo de Silos. Es por ello también que muchas madres en España se encomiendan al santo Domingo de Silos para obtener que su hijo nazca bien y que cuando crezca lleve una vida santa.

Murió el 20 de diciembre del año 1073, y todavía se conserva el famoso monasterio de Santo Domingo.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santo Domingo de Silos

«Puedes matar el cuerpo y a la carne hacer sufrir, pero sobre el alma no tienes ningún poder. El evangelio me lo ha dicho, y a él debo creer que sólo al que al infierno puede echar el alma, a ese debo temer», dijo Santo Domingo de Silos, ¡qué Santo! Así es la fe de los que viven para siempre en el Cielo: fuerte, audaz, sincera y verdadera; la fe del creyente es la fe de los santos.

Los hombres quitan y Dios hace que otros hombres den para hacer mejor y más bien a la Santa Madre Iglesia. Amén.

P. Jesús

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