La nación de Lituania es ahora de gran mayoría católica. Pero en un tiempo en ese país la religión era dirigida por los cismáticos ortodoxos que no obedecen al Sumo Pontífice. Y la conversión de Lituania al catolicismo se debe en buena parte a San Josafat. Pero tuvo que derramar su sangre, para conseguir que su país aceptara el catolicismo. En 1595 los principales jefes religiosos ortodoxos de Lituania habían propuesto unirse a la Iglesia Católica de Roma, pero los más fanáticos ortodoxos se habían opuesto violentamente y se habían producido muchos desórdenes callejeros. Ahora llegaba al convento el que más iba a trabajar y a sacrificarse por obtener que su nación se pasara a la Iglesia Católica. Cuando sus enemigos se lanzaron contra él, le atravesaron de un lanzazo, le pegaron un balazo, y arrastraron su cuerpo por las calles de la ciudad y lo echaron al río Divina. Era el 12 de noviembre de 1623. Meses después los verdugos se convirtieron a la fe católica y pidieron perdón de su terrible crimen. El Papa ha declarado a San Josafat, Patrono de los que trabajan por la unión de los cristianos. La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos (Tertuliano). |
Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús
San Josafat de Lituania, Mártir
Los santos, con la ayuda de Dios, hacen grandes cosas para el bien de todas las almas destinadas al Cielo; a veces los santos son mártires por su fe, y con su fe, y por el martirio, son semilla de muchos arrepentimientos y abren camino al Cielo de muchos que, de no haber sido por esa sangre derramada, no obtendrían de Dios la gracia de la fe. La vida la da Dios, y Dios permite el final de la misma. Toda vida tiene que ser para servicio de la fe; como lo fue la misma vida de Jesús, el Mesías. P. Jesús © copyright |