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123 Carta / A ti, que quieres dejarte amar por Dios

Domingo, 5 de Octubre de 2.014

A ti, que quieres dejarte amar por Dios:

¿Cómo se hace esto?

Amigo-a, de su natural, Dios te Ama, porque Dios Ama a todas las personas del mundo; TODAS las personas del mundo son amadas por Dios; Él las creó, Él, Dios, las deseó, y por desearlas, tuvieron vida y un destino.

¿Cuántos padres quieren tener hijos y no pueden? Algunos padres quieren tener hijos y no pueden; en cambio, otros tienen hijos, incluso sin quererlo; y es que Dios dejó libre a la naturaleza, que le sirve, y cuando un hombre y una mujer se unen en el momento justo y preciso para engendrar, estando ambos en las óptimas circunstancias para la paternidad, la naturaleza sigue su curso, y una nueva vida se crea, con el permiso de Dios, que selló a la misma naturaleza de estas condiciones necesarias y precisas para engendrar vida, ¡hijos! Y si Dios hizo esto, como hizo que el sol saliera cada día, es decir, que en su movimiento, cada día recibiera una parte de la tierra su luz y su calor, es que Dios vio que era bueno, que es bueno, y lo bueno sería cumplir con la Ley de Dios siempre y todos, y así los hijos nacerían del amor, porque Dios es Dios de Amor y quiere que las personas se propaguen por amor, amándose los padres, que aman a Dios y a los hijos de los dos, de ellos dos, y que Dios permite sean engendrados, por hacer lo natural y estar la naturaleza de los esposos en las óptimas condiciones para procrear, como el sol que alumbra porque es su deber, el deber de ser lo que es: sol, luz y calor, fuente de vida, por la gracia de Dios.

Todo lo ha hecho Dios, y Dios ha permitido que los que han nacido, puedan crear hijos, uniéndose hombre y mujer.

Sí, tú, tú has nacido de la unión de lo femenino con lo masculino, porque las personas son femeninas y masculinas; Dios creó así a las especies; no hay tres maneras de ser en cada especie, ni cuatro, ni seis, sino sólo dos; esta es la ley natural, así son las cosas en la vida sobre la tierra.

Pero también sabes que nadie se ha hecho a sí mismo, sino que viene cada uno de dos personas de distinto sexo, que unidas te crearon; así son las cosas en este viejo mundo terráqueo.

Entonces, si nacen las personas por la ley natural, que esta ley natural ha sido creada por Dios, es decir, Dios la creó y le dio su visto bueno, entonces tú tienes el visto bueno de Dios, que creó la naturaleza que te ha engendrado; entonces tú, como cada uno, eres realmente y verdaderamente amado por Dios, deseado por Dios, que da la libertad a todas las personas; libertad para amarse y unirse, libertad para unirse hombre y mujer y crear hijos de esta unión, que es natural, y que la persona, por ser libre y tener voluntad y discernimiento, puede decidir tenerla o abstenerse de ella. Tú, tú eres libre.

Dios es libre.

Siendo Dios libre, vino al mundo a redimirlo, a salvarlo, y todo aquel que quiere ser redimido y salvado, es redimido y salvado por Jesús, el Hijo de Dios y de la Virgen María. Y el que quiere esto, es el que ACEPTA QUE DIOS LO AME.

Dios te ama porque creó vida, y esta vida humana puede y debe poblar la tierra, por designio de Dios: “Creced y multiplicaos”; y este mismo Dios, en la persona de Jesús de Nazaret, vino personalmente al mundo a demostrarte su amor, muriendo por tus pecados; y si crees en Él, en que Jesús es Dios Hijo, y que murió y resucitó y está en cuerpo presente en la Eucaristía, y comes su cuerpo y bebes su sangre, en las especies de pan y vino, entonces, tú eres salvado, entonces tú tienes entrada en el Reino de los Cielos, cuando te llegue tu hora de partir de aquí; y entonces, siendo salvado, conociendo a Jesús, sabiendo de su vida, que está escrita, documentada, en la Sagrada Biblia Cristiana, entonces tú, tú sabes, tienes la certeza de que Dios te ama. Déjame repetírtelo: Dios te Ama, amigo-a, ¡Dios te Ama!

¿Cómo puedes dejar que Dios te Ame?; sencillo, creyendo en Jesús, en que Jesús es el Hijo de Dios, bautizándote en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y confesando tus pecados y acudiendo a comulgar; porque en la comunión, Dios mismo, Jesús, se entrega de tú a tú, y te da todo entero su amor a ti.

Puedes recibir directamente de Jesús, en persona, su amor, ¿Cómo?, yendo a comulgar, limpio de pecado y con la voluntad de no volver a pecar.
Tú, tú decides recibir o no el amor con que Dios te Ama. ¡Sólo tú!

Deja que Dios te de su amor, bautízate, confiésate y comulga, y en cada comunión bien hecha, recibirás el Amor de Dios de la persona de Jesús, el Hijo de Dios.

¡Qué maravilla!, Dios está a tu alcance, Jesús te abraza y te salva, si quieres. Sólo tú puedes decidirlo.

A Dios nadie le engaña, por eso sólo se une en Comunión con el que está libre de pecado, por haberlo confesado y teniendo la firme voluntad de no volver a pecar. Estas son las condiciones de Dios.

Dios ama a todos, sea lo que sea cada uno, haya hecho lo que haya hecho, sólo quiere tu arrepentimiento sincero en cuanto a tus pecados; tienes que conocer la Ley de Dios, los diez mandamientos, tienes que tener fe en que Jesús es Dios Hijo que te salva, y ¡no tienes que preocuparte de nada más que de vivir con paz, haciendo el bien, cumpliendo la Ley de Dios, que te facilita las cosas, porque saber qué es lo que es bueno para ti, te ayuda a la perfección; y siendo perfecto, te santificas en el nombre del Señor, y tienes y vives una vida coherente con tu fe, sin juzgar a nadie, amando a todos y haciendo el bien a todos, dando buen ejemplo, cumpliendo con tu deber y deberes de estado, y haciendo un mundo mejor; practicando la caridad, con la humildad y el servicio del buen cristiano que ama a todos y se aparta de las malas tentaciones de pecar, para mantenerse siempre en línea directa con Dios, que es vivir en su Gracia; y se vive en Gracia de Dios, cumpliendo los mandamientos y usando de los sacramentos.

Dios ama a todos, ¡también a ti!

¿Quieres recibir su Amor por ti?; entonces, bautízate, ve a Misa y vive la fe católica, que es la Iglesia verdadera, la que Dios, Cristo, fundó en los doce apóstoles, ¡no hubo otra!, y San Pedro es el primer Papa, y el Papa Francisco es el Papa actual.

Ahora ya sabes cómo debes hacer para dejarte amar por Dios. Repasa mi carta y llénate de la alegría de saberte Amado por Dios Padre y Dios Hijo y Dios Espíritu Santo; también por la Madre de Jesús, ¡Dios Hijo!, por la Virgen María.

Te he dicho la verdad, amigo-a. Medita y practica tu libertad y tu fuerza de voluntad, porque Dios quiere que seas libre y santo. Sí, tú, tú, seas como seas ahora, tú estás destinado, por el deseo de Dios, a SER SANTO. ¡Ánimo! Únete a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. ¡El Cielo eterno espera a los Santos!

Tú, por Dios, con Dios, serás Santo. Dale un voto de confianza al Evangelio; léelo y sigue a Jesús, imitándole, porque Jesús, Dios, te Ama, sí, te Ama, ¡te Ama!

Con afecto sincero.

P. Jesús

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Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN.