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11 de Noviembre / San Martín de Tours, Obispo

San Martín es un santo muy querido para los franceses, y muy popular en todo el mundo. Nació en Hungría, pero sus padres se fueron a vivir a Italia. Era hijo de un veterano del ejército y a los 15 años ya vestía el uniforme militar.

Una noche vio en sueños que Jesucristo se le presentaba vestido con el medio manto que él había regalado a un pobre y oyó que le decía: «Martín, hoy me cubriste con tu manto».

Luego de esta visión renunció a las armas y decidió seguir a Cristo en una milicia más noble. En seguida se fue a Poitiers donde era Obispo el gran sabio San Hilario, el cual lo recibió como discípulo y se encargó de instruirlo. Como Martín sentía un gran deseo de dedicarse a la oración y a la meditación, San Hilario le cedió unas tierras en un sitio muy solitario y allá fue con varios amigos, fundando el primer convento o monasterio que hubo en Francia. En esa soledad estuvo diez años dedicado a orar, a hacer sacrificios y a estudiar las Sagradas Escrituras.

En Tours fundó otro convento y pronto tenía ya 80 monjes. Y gracias a los milagros, la dedicación, y la piedad del nuevo Obispo, pronto desapareció el paganismo en esa región.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Martín de Tours, Obispo

La piedad de unos cuantos puede hacer cambiar una nación, con la ayuda y la gracia de Dios, que nunca deja a los que lo aman con sinceridad, como ocurrió con San Martín de Tours, Obispo.

P. Jesús
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21 de Noviembre / La Presentación de la Santísima Virgen María

Hoy, celebramos junto con toda la Iglesia, la Presentación en el Templo de la niña Santa María.

Es en una antigua y piadosa tradición que encontramos los orígenes de esta fiesta mariana que surge en el escrito apócrifo llamado «Protoevangelio de Santiago». Este relato cuenta que cuando la Virgen María era muy niña sus padres San Joaquín y Santa Ana la llevaron al templo de Jerusalén y allá la dejaron por un tiempo, junto con otro grupo de niñas, para ser instruida muy cuidadosamente respecto a la religión y a todos los deberes para con Dios.

Históricamente, el inicio de esta celebración fue la dedicación de la Iglesia de Santa María la Nueva en Jerusalén en el año 543. Estas fiestas se vienen conmemorando en Oriente desde el siglo VI, inclusive el emperador Miguel Comeno cuenta sobre esto en una Constitución de 1166.

Más adelante, en 1372, el canciller en la corte del Rey de Chipre, habiendo sido enviado a Aviñón, en calidad de embajador ante el Papa Gregorio XI, le contó la magnificencia con que en Grecia celebraban esta fiesta el 21 de noviembre. El Papa entonces la introdujo en Aviñón, y Sixto V la impuso a toda la Iglesia.

Oración:

Santa Madre María, 
tú que desde temprana edad te consagraste al Altísimo, 
aceptando desde una libertad poseída
el servirle plenamente como templo inmaculado, 
tú que confiando en tus santos padres,
San Joaquín y Santa Ana, 
respondiste con una obediencia amorosa 
al llamado de Dios Padre, 
tú que ya desde ese momento
en el que tus padres te presentaron en el Templo 
percibiste en tu interior el profundo designio de Dios Amor; 
enséñanos Madre Buena a ser valientes seguidores de tu Hijo, 
anunciándolo en cada momento de nuestra vida 
desde una generosa y firme respuesta al Plan de Dios. 

Amén.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

La Presentación de la Santísima Virgen María

Seguir a Dios, unirse al Templo y ser fiel a Cristo, es todo lo mismo; y es lo que hizo la Santísima Virgen María, y se conmemora todo ello en la fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen María.

P. Jesús

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27 de Noviembre / Virgen de la Medalla Milagrosa

Un 27 de noviembre: las apariciones

El 27 de noviembre de 1830, a las 5 y media de la tarde, estando en oración, Santa Catalina Labouré ve en el sitio donde está actualmente la Virgen del globo, como dos cuadros vivientes que pasan en fundido encadenado.

En el primero, la Virgen está de pie sobre medio globo terráqueo y lleva en sus manos un pequeño globo dorado. Sus pies aplastan una serpiente.

En el segundo, salen de sus manos abiertas unos rayos de un brillo bellísimo. Al mismo tiempo Catalina oye una voz que dice:

«Estos rayos son el símbolo de las gracias que María consigue para los hombres ». Después se forma un óvalo en torno a la aparición y Catalina ve como se inscribe en semicírculo una invocación, hasta entonces desconocida, escrita en letras de oro:

«Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti».

Después, la medalla se vuelve y Catalina ve el reverso : arriba, una cruz sobre la letra inicial de María, abajo, dos corazones, uno coronado de espinas, otro atravesado por una espada. Entonces oye Catalina estas palabras : « Haz, haz acuñar una medalla según este modelo. Las personas que la lleven con confianza recibirán grandes gracias ».

La Medalla 

En esta capilla escogida por Dios, la Virgen María en persona ha venido a revelar su identidad por medio de un objeto pequeño, una medalla, destinada a todos sin distinción! 

La identidad de María era tema de controversias entre teólogos desde los primeros tiempos de la Iglesia. En 431, el Concilio de Efeso había proclamado el primer dogma mariano : María es madre de Dios. Desde 1830, la invocación « Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti » que se levanta hacia el cielo, mil y mil veces repetida por miles de almas cristianas en todo el mundo a petición de la Madre de Dios, va a producir su efecto. 

El 8 de diciembre de 1854, Pío IX proclama el dogma de la Inmaculada Concepción : por una gracia especial que ya le venía de la muerte de su Hijo, María fue concebida sin pecado. 

Cuatro años más tarde, en 1858, las apariciones de Lourdes van a confirmar a Bernadette Soubirous el privilegio de la madre de Dios. 

Corazón Inmaculado, María fue la primera rescatada por los méritos de Jesucristo. Es luz para nuestra tierra. Todos estamos destinados, como ella, a la felicidad eterna. 

La medalla milagrosa 

Unos meses después de las apariciones, sor Catalina es destinada al hospicio de Enghien, en el distrito 12 de París, para cuidar a los ancianos. Se pone al trabajo. Pero la voz interior insiste : hay que hacer que se acuñe la medalla. De eso Catalina vuelve a hablar a su confesor, el Padre Aladel. 

En febrero de 1832, hay en París una terrible epidemia de cólera, que va a hacer más de 20.000 muertos. Las Hijas de la Caridad empiezan a distribuir, en junio, las 2.000 primeras medallas acuñadas a petición del padre Aladel. 

Son numerosas las curaciones, lo mismo que las protecciones y conversiones. Es un maremoto. El pueblo de París califica la medalla de «milagrosa». 

En el otoño de 1834 ya hay más de 500.000 medallas, y en 1835 más de un millón en todo el mundo. En 1839, se ha propagado la medalla hasta alcanzar más de diez millones de ejemplares. 

A la muerte de sor Catalina, en 1876, se cuentan más de mil millones de medallas. 

La medalla luminosa 

Las palabras y los símbolos grabados en el anverso de la medalla expresan un mensaje con tres aspectos estrechamente ligados entre sí. 

«Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.» 

La identidad de María se nos revela aquí explícitamente : la Virgen María es inmaculada desde su concepción. De este privilegio que ya le viene de los méritos de la Pasión de su Hijo Jesucristo, emana su inmenso poder de intercesión que ejerce para quienes le dirigen sus plegarias. 

Por eso la Virgen María invita a todos las personas a acudir a ella en cualquier trance. 

Sus pies en medio de un globo aplastan la cabeza de una serpiente. 

Este globo representa a la tierra, el mundo. Entre judíos y cristianos, la serpiente personifica a Satanás y las fuerzas del mal. 

La Virgen María toma parte en el combate espiritual, el combate contra el mal, cuyo campo de batalla es nuestro mundo. Nos invita a entrar nosotros también en la lógica de Dios que no es la lógica del mundo. La gracia auténtica de conversión es lo que ha de pedir el cristiano a María para transmitirla al mundo. 

Sus manos están abiertas y sus dedos adornados con anillos que llevan piedras preciosas de las que salen rayos que caen esparciéndose por toda la tierra. 

El resplandor de estos rayos, lo mismo que la hermosura y la luminosidad de la aparición descritas por Catalina, requieren, justifican y alientan nuestra confianza en la fidelidad de María (los anillos) para con su Criador y para con sus hijos; en la eficacia de su intervención (los rayos de gracia que caen en la tierra) y en la victoria final (la luz), ya que ella misma, primera discípula, es la primera salvada. 

La medalla dolorosa 

La medalla lleva en su reverso una inicial y unos símbolos que nos introducen en el secreto de María. 

La letra « M » está coronada con una cruz. 

La letra « M » es la inicial de María, la cruz es la Cruz de Cristo. Los dos signos enlazados muestran la relación indisoluble que existe entre Cristo y su Madre Santísima. María está asociada, a la misión de Salvación de la humanidad por su Hijo Jesús,y participa con su compasión en el mismo sacrificio redentor de Cristo. 

Abajo, dos corazones, uno rodeado de una corona de espinas, el otro traspasado por una espada. 

* El corazón coronado de espinas es el Corazón de Jesús. Recuerda el cruel episodio de la Pasión de Cristo, relatado en los evangelios, antes de que se le diese muerte. Significa su Pasión de amor por los hombres. 

* El corazón traspasado con una espada es el Corazón de María, su Madre. Recuerda la profecía de Simeón relatada en los evangelios, el día de la Presentación de Jesús en el templo de Jerusalén por María y José. Significa el amor de Cristo que mora en María y su amor por nosotros : Para nuestra Salvación, acepta el sacrificio de su propio Hijo. 

* Los dos Corazones juntos expresan que la vida de María es vida de intimidad con Jesús. 

Doce estrellas grabadas alrededor. 

Corresponden a los doce apóstoles y representan a la Iglesia. Ser de la Iglesia, es amar a Cristo y participar en su pasión por la Salvación del mundo. Todo bautizado está invitado a asociarse a la misión de Cristo uniendo su corazón a los Corazones de Jesús y de María. 

La medalla es un llamamiento a la conciencia de cada uno, para que escoja, como Cristo y María, la vía del amor hasta la entrega total de sí mismo.

Fuente: ACI Prensa

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Virgen de la Medalla Milagrosa

Una medalla para la fe, una medalla de fe, donde la Virgen de la Medalla Milagrosa atiende a los que sufren y tienen fe.

Cuándo no sepas qué hacer; cuando algo u alguien crees que “no tiene remedio”, impónle o pónle la medalla de la Virgen de la Medalla Milagrosa, y verás que el nombre que tiene y recibe, es el nombre perfecto para ella, porque hace milagros por la fe.

P. Jesús
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8 de Diciembre / Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María

El 8 de diciembre de 1854 el Sumo Pontífice, Pío Nono, después de recibir numerosas peticiones de todos los obispos y fieles de todo el mundo se reunió en la Basílica de San Pedro en Roma y proclamó la fiesta de la Inmaculada Concepción. Había más de 200 prelados, cardenales, arzobispos, obispos, embajadores y miles y miles de fieles católicos, en medio de la emoción general declaró solemnemente:

«Declaramos que la doctrina que dice que María fue concebida sin pecado original, es doctrina revelada por Dios y que a todos obliga a creerla como dogma de fe».

Desde Roma cantidad de palomas mensajeras salieron en todas las direcciones llevando la gran noticia, y en los 400,000 templos católicos del mundo se celebraron grandes fiestas en honor de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María

Honrar a María, venerar a María, es dogma de fe, porque Ella, la Virgen María, es la Inmaculada Concepción. Que salgan de nuestro corazón, como palomas mensajeras en todas direcciones, todas nuestras acciones y voz, y declaren nuestro amor a la siempre Virgen Madre de Dios y Madre nuestra. Ella nos bendice y habla de nosotros a su Hijo, Dios, a su Esposo, Dios Espíritu Santo, a su Padre, Dios. Ninguna criatura es más grande que Ella; alabémosla, amémosla; pidámosle que su Gracia nos colme de Gracias de Dios. Ella puede, porque es la amada de Dios; Ella, María, la Inmaculada Concepción.

P. Jesús
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10 de Diciembre / Beato Marco Antonio Durando

Marco Antonio nació el 22 de mayo de 1801, en Mondoví, en la ilustre familia de los Durando, cuya casa daba a la Plaza Mayor y estaba cerca de la catedral y de la iglesia de la Misión. Al revés que su madre, que era persona muy piadosa y que inspiró la religiosidad y la fe en el corazón de sus ocho hijos, el padre tenía ideas liberales y era de tendencia laica y agnóstica. Dos de los hijos, de manera especial, profesaron tales convicciones y se implicaron en los sucesos del Risorgimento italiano. Ocuparon puestos de relieve en la vida política y militar. Santiago fue ministro de asuntos exteriores en el gobierno Rattazzi, de 1862. Juan, general y jefe de las tropas pontificias, en 1848, desobedeció las órdenes de Pío IX llevando a las tropas pontificias más allá del Po para cerrar el paso a los austríacos. Una vez que regresó al ejército piamontés, participó con Carlos Alberto en la batalla de Novara, en la expedición de Crimea y en las guerras de independencia.

La pasión misionera.

Marco Antonio salió más a la madre. A los 15 años manifestó el deseo de marchar como misionero a China. Entró en la Congregación de la Misión, que por entonces se estaba reconstruyendo en Italia. A los 18 años emitió los votos perpetuos y el 12 de junio de 1824 fue ordenado sacerdote. Durante cinco años permaneció en Casale Monferrato y después, desde 1829 hasta su muerte, en la casa de Turín, de la que fue superior dos años después de llegar. En lugar de ir a China, su destino fueron las misiones populares, en las que expresó la pasión misionera del anuncio de Cristo. Sostuvo y difundió la recién nacida obra de la Propagación de la Fe, instituida en Lyon en 1822. En la plenitud de su responsabilidad como Visitador, en 1855, inauguró el colegio Brignole-Sale para las misiones extranjeras con el objetivo de formar sacerdotes para las misiones ad gentes.

En los años jóvenes de su primer sacerdocio, su dinamismo misionero fue absorbido por las misiones, que predicó en muchos pueblos del Piamonte. Huyendo de los extremismos, tanto del laxismo como del rigorismo jansenista, el padre Durando predicó la misericordia de Dios, atrayendo a las gentes a la conversión: «La gente —relata un cronista de la misión de Bra— se agolpaba para oírlo y estaba tan silenciosa y atenta oyéndolo como si fuese un único hombre». En estas misiones no se limitó a predicar, sino que allí donde encontraba situaciones graves de pobreza, de acuerdo con los cohermanos, actuaba de modo concreto. En Locana, por ejemplo, hizo «convertir todo el legado económico de la misión, que consistía en 700 liras, en harina de maíz para los pobres del pueblo», practicando así la enseñanza de San Vicente de actuar espiritual y corporalmente en favor de los pobres.

Amor a los pobres y primer director de las Hijas de la Caridad en Italia

La preocupación por los pobres fue la otra cara de su pasión misionera. Poco después de haber sido elegido superior, intuyó la utilidad de introducir en Italia del norte a las Hijas de la Caridad, nacidas del carisma caritativo de san Vicente y de santa Luisa de Marillac. Éstas, tras haber sido dispersadas en la época de la revolución francesa, habían comenzado a reorganizarse. Las apariciones de la Medalla Milagrosa, en 1830, a santa Catalina Labouré, novicia de las Hijas de la Caridad, pueden considerarse como el origen del nuevo florecimiento que estaba experimentando esta comunidad. La inteligencia del padre Durando consistió en intuirlo. Las quiso en Piamonte. El rey Carlos Alberto, en 1833, las acogió y ellas comenzaron a tomar la responsabilidad de varios hospitales, tanto los militares de Turín y Génova, como los civiles de Carignano, Castellamonte y Turín. En 1855, tuvo el valor de enviarlas a la retaguardia de la guerra de Crimea para curar a los heridos. Al mismo tiempo difundió la asociación mariana de la Medalla Milagrosa entre las jóvenes y de ella nacieron nuevas vocaciones: en el breve espacio de diez años, surgieron 20 fundaciones e ingresaron 260 hermanas. El número de las vocaciones era tan desbordante que Carlos Alberto puso a su disposición, en 1837, el convento de san Salvario, en Turín. Gracias al crecimiento de las hermanas, el padre Durando dotó a la ciudad de Turin de una red de centros de caridad, llamados Misericordias, desde las que las hermanas, con las Damas de la Caridad, salían para prestar el servicio a domicilio y la ayuda a los pobres. Alrededor de las Misericordias surgieron diferentes obras, como las primeras guarderías para niños pobres, talleres para muchachas y orfanatos. Las Hijas de la Caridad han sido extraordinarias impulsoras del desarrollo del catolicismo social en Italia gracias a su obra de asistencia entre los enfermos y los pobres, a la vez que con la asunción de variadas obras educativas.

Hombre de gobierno y director de conciencias

En 1837, con apenas 36 años, fue nombrado visitador (o superior mayor) de la Provincia del norte de Italia de los misioneros vicencianos, cargo que ocupó durante 43 años ininterrumpidos, hasta su muerte. Por ello, tuvo que mermar su participación en las misiones. Su tiempo estuvo absorbido por la organización de la congregación de los misioneros vicencianos y la predicación de ejercicios espirituales a los sacerdotes y clérigos de la diócesis de Turín. La calidad de su dirección espiritual atrajo también la atención de las nuevas fundaciones que estaban surgiendo en Turín. El arzobispo, monseñor Fransoni, le confió la dirección de las hermanas de san José, llegadas a Italia recientemente. Contribuyó a la redacción de las reglas de las hermanas de santa Ana. Fue guía espiritual de las clarisas capuchinas del nuevo monasterio de santa Clara. La marquesa de Barolo, que había fundado un monasterio para la recuperación de las muchachas perdidas, las hermanas penitentes de santa Magdalena, deseó que fuese consejero en la redacción de las reglas y director de la obra. Sin embargo, la obra que lo caracteriza es la fundación de las hermanas Nazarenas.

En la escuela de Jesús crucificado, fundador de las Nazarenas

Como sucede con las obras de Dios, sin haberlo querido, el 21 de noviembre de 1865, fiesta de la Presentación de María, el padre Durando pudo confiar a la sierva de Dios, Luisa Borgiotti, las primeras postulantes de la nueva Compañía de la Pasión de Jesús Nazareno. Eran jóvenes que se habían dirigido a él, puesto que, deseosas de consagrarse a Dios, carecían de algunos requisitos canónicos para poder entrar en las comunidades religiosas. Él les encomendó la tarea de servir a los que sufren, como miembros dolientes de Cristo crucificado, yendo a asistirles a su domicilio, día y noche. La obra era hasta tal punto novedosa y original que un canónigo de la catedral exclamó: «Si el padre Durando viniese a confesarse conmigo, en conciencia no me sentiría en grado de absolverlo». Y sin embargo, gracias a la caridad de estas hermanas, que supieron estar junto a los moribundos con delicadeza, discreción y fe, porque contemplaban en los que sufrían el sufrimiento del Señor, se produjeron algunas conversiones significativas como las de Guido Gozzano, Felice Raccagni, Sofia Graf y Anni Vivanti.

Muerte y glorificación

El padre Durando murió el 10 de diciembre de 1880: tenía 79 años. Sus restos mortales, significativamente, están sepultados en aquel pequeño santuario de la Pasión, anejo a la Iglesia de la Visitación de Turín, donde la comunidad de las Nazarenas se había nutrido de la devoción a la pasión del Señor para introducirse de forma misionera en el servicio de los que sufren.

La causa de beatificación, iniciada en Turín en 1928 y continuada en Roma con el proceso apostólico en 1940, se ha concluido en el 2001 con el reconocimiento del milagro obtenido por su intercesión.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Beato Marco Antonio Durando

El Beato Marco Antonio Durando, misionero fiel en donde se hallase, propagaba la fe, y la fe de muchos fue conocida y aumentada por la Gracia que Dios infundía al Padre Durando.

De buenas madres, de madres piadosas, nacen hijos santos, por la Gracia de Dios, y el ejemplo y oración de la madre que, unida a la Madre de Dios, consiguen de Dios maravillas para el mundo, tan necesitado de la Gracia.

P. Jesús
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15 de Diciembre / Santa María de la Rosa, Fundadora

Nació en Brescia (Italia) en 1813, y al cumplir los 17 años, consagró su vida al servicio de obras de caridad. En la finca de sus padres fundó con las campesinas de los alrededores una asociación religiosa que las hizo crecer y madurar en la fe católica.

En su parroquia organizó retiros y misiones especiales para las mujeres. En 1836 llegó la peste del cólera a Brescia. Después de la peste, como habían quedado tantas niñas huérfanas, el municipio formó unos talleres artesanales y los confió a la dirección de María de la Rosa que apenas tenía 24 años pero que gozaba de la estima y confianza de toda la ciudad. Desempeñó ese cargo con gran eficacia durante dos años, y luego se dedicó a organizar su propia obra abriendo un internado para las niñas huérfanas o muy pobres. Poco después inauguró también un instituto para niñas sordomudas.

En 1840 se fundó en Brescia una asociación de mujeres piadosas para atender a los enfermos de los hospitales y nombraron como superiora a Santa María de la Rosa. Las mujeres que pertenecían a la asociación se llamaban Doncellas de la Caridad. Al principio sólo eran cuatro jóvenes, pero a los tres meses ya eran 32. Muchas personas admiraban la obra que las Doncellas de la Caridad hacían en los hospitales, atendiendo a los más abandonados y enfermos de gravedad. En 1850 se fue a Roma y obtuvo que el Papa Pío Nono aprobara su consagración.

Murió el 15 de diciembre de 1855.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santa María de la Rosa, Fundadora

Fundar según el carisma de cada vocación y atraer a ella las almas que Dios quiera que se cobijen, para hacer el bien a todas las personas. Dios ama a los fundadores-as, porque es necesario que la persona se realice con obras de apostolado, de caridad, de ayuda a la humanidad.

Santa María de la Rosa, fundadora y mujer de mucha piedad.

P. Jesús
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18 de Diciembre / San Modesto

Este santo es especialmente reconocido por la Iglesia Católica ya que restauró los templos de los Santos Lugares en Jerusalén, después del terrible destrozo que hicieron allí los persas.

En el año 600 el rey persa Cosroes, pagano y enemigo de la religión católica invadió Tierra Santa en Palestina, y ayudado por los judíos y samaritanos fue destruyendo y quemando sistemáticamente todo lo católico: templos, casas religiosas, altares, etc. Mandó matar a millares de cristianos en Jerusalén, a muchos otros los vendió como esclavos y, a otros, los desterró sin piedad. Uno de ellos fue el Arzobispo de Jerusalén, San Zacarías, y fue San Modesto, superior de uno de los conventos de Tierra Santa al que Dios llamaría para reconstruir los templos. Heráclito, el nuevo gobernante, logró alejar a los persas de la ciudad, situación que el santo aprovechó para comenzar el proyecto de reconstrucción, para lo que contó con la ayuda de sus monjes a recoger.

Lo primero que reconstruyó fue el templo del Santo Sepulcro, y luego el de Getsemaní o el Huerto de los Olivos y la Casa de la Última Cena, o Cenáculo.

El Arzobispo Zacarías había muerto en el destierro, y el emperador Heráclito nombró como sucesor de éste a San Modesto. Lo nombró Patriarca Arzobispo de Jerusalén, siendo una elección muy oportuna, porque entonces sí tuvo facilidad para dedicarse a reconstruir los centenares de templos y demás lugares santos destruidos por los bárbaros. Modesto continuó incansable su labor de reconstruir templos, conseguir contribuciones e inspeccionar los trabajos en los diversos sitios.

Murió el 18 de diciembre mientras llevaba un valioso cargamento de ayuda para la restauración de los santos lugares, fue envenenado por unos perversos para poder robarle los tesoros que llevaba.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Modesto

El mundo destruye y Dios construye utilizando a los santos. No temáis a la vida, a los gobernantes, porque si destruyen, Dios hará que un santo construya. La vida de los que aman a Dios es una vida para gozarse en el Amor por toda la Eternidad; y el Amor Verdadero no necesita nada terrenal, necesita sólo de tu corazón.

Entrega a Dios tu corazón, como tantos Santos se lo han entregado, como San Modesto se lo entregó, y Dios le encargo una Misión de lo Alto.

Tu Misión es el Amor.

P. Jesús

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