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Santoral meditado por el P. Jesús - 31. página

28 de Octubre / Fiesta del Señor de los Milagros

Alrededor del año 1650, unos negros angolas pertenecientes a la cofradía del barrio de Pachacamilla, en Lima, Perú, pintaron en uno de los muros del galpón donde se reunían, y donde quizá también habitaban, la imagen de un Cristo crucificado. En este lugar, hoy en día se erige el Monasterio de las Nazarenas, casa del Señor de los Milagros, llamado también de la Santa Cruz pues en 1674 se pintó una cruz como símbolo de protección, ante las amenazas de invadir Lima el pirata Jacobo L´Hermite Clerk.

Un 13 de noviembre del año 1655 un poderoso terremoto sacudió la ciudad de Lima sin causar daños ni al muro ni a la imagen del Cristo crucificado pintada en él por los angolas.

Este hecho prodigioso fue el que dio comienzo al culto popular al Señor de los Milagros, propagándose rápidamente entre la feligresía local pero sin la autorización del párroco del templo de San Marcelo, razón por la cual éste solicitó a la autoridad eclesiástica inmediata superior que se demoliera el muro a fin de evitar cualquier acto profano.

Sin embargo, la destrucción no pudo llegar a cumplirse debido a circunstancias fuera de lo común, quedando en pie el muro y la pintura del Cristo continuó ganando el prestigio y el favor del pueblo.

En el año 1661 Antonio de León se interesó por la imagen del Cristo Crucificado pintado por los negros angolas; el muro estaba en mal estado, ya que tras él corría una acequia que había debilitado su base. De León mejoró las instalaciones del sitio y construyó un apoyo a modo de altar, el cual sirvió también para reforzar la base dañada de la pared. Este hombre padecía de un tumor maligno y cada vez que visitaba el sitio pedía la gracia de curarse, hasta que la consiguió. Años después, Sebastián Antuñano, el tercer Mayordomo y el gran artífice del culto al Cristo Morado, compró el lugar y levantó una capilla.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Fiesta del Señor de los Milagros

Alabado sea  Dios que eligió a San Judas Tadeo y a San Simón,  para ser ambos apóstoles suyos. Ellos dijeron que sí al seguirlo, porque la acción es obra de su fe. Ambos fueron muertos de manera bárbara, como hacían en aquellos tiempos, tiempos de los principios del cristianismo, tiempos de abundancia de fe y pocas obras, como ocurre hoy en día, que a la fe parece que le faltan obras; porque primero llega la fe que invade el ser, saliendo del alma, y necesita de tiempo y oración para que a la fe se le adhieran todas las obras que nos proclamarán ¡santos!

La fe busca las obras que le dan la vida.

P. Jesús

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29 de Octubre / San Narciso, Obispo de Jerusalén

Era ya muy anciano cuando fue elegido obispo de Jerusalén. Eusebio cuenta que, en su tiempo, los cristianos de este lugar recordaban todavía algunos de los milagros del santo obispo. Por ejemplo como los diáconos no tuviesen aceite para las lámparas la víspera de la Pascua, San Narciso pidió que trajesen agua, se puso en oración y después mandó que la pusiesen en las lámparas. Así lo hicieron y el agua se transformó en aceite.

Algunos molestos por la severidad del santo, y por la disciplina que exigía en su diócesis, le acusaron de haber cometido un crimen. Para no ser causa de conflicto decidió retirarse a la soledad. Ya no se supo más de él hasta que, durante el gobierno de Gordio, apareció nuevamente. Como ya se sentía muy anciano para retomar el obispado, nombró a San Alejandro por coadjutor. Se dice que Narciso murió a los 116 años.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Narciso, Obispo de Jerusalén

Ay, amada Iglesia de Dios, qué mal se portan algunos a veces; ese maltrato que dan a los Santos, que tienen éstos que esconderse de sus propios hermanos en Cristo e hijos de la misma Madre, la Madre de Dios.

Los santos tienen una paciencia misericordiosa que les ayuda, como le ayudó al Obispo de Jerusalén, San Narciso, a llegar a su santidad a pesar de las calumnias y de las injusticias de los mismos de la Iglesia, que neciamente y algunos con maldad, dicen y proclaman para bien del santo, que con dolor en el alma, se une más a Dios y eso es lo que le hace santo, esa unión de Amor con Dios, con Dios Uno y Trino.

Tú, que vas a ser santo, no te preocupes de nada bueno o malo que ocurra en tu vida, tú vive con Dios y sirve a los hermanos, y si se te hace pesada la cruz, haz como San Narciso, Obispo de Jerusalén, y retírate a vivir una vida de santidad, porque la santidad la da la unión con Dios, tanto si es en la soledad como en medio de una gran vida social. Oración. La oración y la caridad tienen que estar allí donde tú estés, pero no importa tanto el lugar como sí las obras de tu fe.

P. Jesús

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30 de Octubre / San Alonso Rodríguez

Existen dos Alonso Rodríguez, el de la historia de a continuación, que es ya santo y Español y, el otro, mártir del Paraguay beatificado en 1931 junto a San Roque de Santa Cruz y Juan del Castillo. En mayo de 1988, San Roque se convirtió en el primer santo del Paraguay.

San Alonso nació en Segovia (España) en 1533. Al quedarse viudo, el santo solicitó a los padres jesuitas que lo aceptaran en su comunidad, pero no fue admitido debido a que ya bordeaba los 40 años de edad, y tampoco tenía estudios en las ciencias y las humanidades. Sin embargo, el superior cambió de parecer, y lo aceptó como hermano lego, y sería ésta la profesión que lo llevaría a la santidad.

Los superiores lo enviaron a la isla de Mallorca como portero del colegio de los jesuitas de Montesión, y de todos los amigos que San Alonso tuvo mientras fue portero, el más santo e importante de todos fue San Pedro Claver. Este gran apóstol vivió tres años con San Alonso en aquella casa, y una noche, por revelación divina, San Alonso supo que su amigo estaría destinado a la evangelización en Sudamérica. Al poco tiempo, San Pedro Claver viajó a Colombia, donde bautizó a más de 300,000 esclavos negros en Cartagena, además de protegerlos y velar por ellos.

El santo portero también sufrió terribles ataques en su cuerpo; de vez en cuando, por ejemplo, sufría de sequedades tan espantosas en la oración; pero San Alonso poseyó el don de la curación.

El 29 de octubre de 1617 sintiéndose sumamente lleno de dolores y de angustias, al recibir la Sagrada Comunión, inmediatamente se llenó de paz y de alegría, y quedó como en éxtasis. Dos días estuvo casi sin sentido y el 31 de octubre despertó, besó con toda emoción su crucifijo y diciendo en alta voz: «Jesús, Jesús, Jesús», expiró.

Fue declarado Venerable en 1626. En 1633 fue nombrado Santo Patrono de Mallorca. Fue beatificado en 1825. Su canonización tuvo lugar el 6 septiembre de 1887. Sus reliquias se encuentran en Mallorca.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Alonso Rodríguez

San Alonso Rodríguez de Segovia (España) fue humilde en pedir ser admitido en los Jesuitas y en aceptar primero su negación y más tarde fue humilde en aceptar el cargo de portero lego en Mallorca. De él se destaca su humildad, que fue llena de gracia, por la misma gracia de Dios, que sólo necesita de la humildad para santificar a las personas y vivir en su alma como Rey y Señor de sus posesiones: alma y cuerpo, que son lo que compone a toda persona humana: alma y cuerpo, cuerpo y alma.

P. Jesús

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31 de Octubre / San Quintín

Fue Quintín hijo de un senador romano muy apreciado de la gente.

Se hizo amigo del Papa San Marcelino, quién lo bautizó.

El más grande deseo de Quintín era hacer que muchas personas conocieran y amaran a Jesucristo, y poder derramar su sangre por defender la religión.

Cuando el Papa San Cayo organizó una expedición de misioneros para ir a evangelizar a Francia, Quintín fue escogido para formar parte de ese grupo de evangelizadores.

Dirigido por el jefe de la misión, San Luciano, fue enviado Quintín a la ciudad de Amiens, la cual ya había sido evangelizada en otro tiempo por San Fermín, por lo cual hubo un nutrido grupo de cristianos que le ayudaron allí a extender la religión. Quintín y sus compañeros se dedicaron con tan grande entusiasmo a predicar, que muy pronto ya en Amiens hubo una de las iglesias locales más fervorosas del país.

Nuestro santo había recibido de Dios el don de sanación, y así al imponer las manos lograba la curación de ciegos, mudos, paralíticos y demás enfermos. Había recibido también de Nuestro Señor un poder especial para alejar los malos espíritus, y eran muchas las personas que se veían libres de los ataques del diablo al recibir la bendición de San Quintín. Esto atraía más y más fieles a la religión verdadera. Los templos paganos se quedaban vacíos, los sacerdotes de los ídolos ya no tenían oficio, mientras que los templos de los seguidores de Jesucristo se llenaban cada vez más y más.

Los sacerdotes paganos se quejaron ante el gobernador Riciovaro, diciéndole que la religión de los dioses de Roma se iba a quedar sin seguidores si Quintín seguía predicando y haciendo prodigios. Riciovaro, que conocía a la noble familia de nuestro santo, lo llamó y le echó en cara que un hijo de tan famoso senador romano se dedicara a propagar la religión de un crucificado. Quintín le dijo que ese crucificado ya había resucitado y que ahora era el rey y Señor de cielos y tierra, y que por lo tanto para él era un honor mucho más grande ser seguidor de Jesucristo que ser hijo de un senador romano.

El gobernador hizo azotar muy cruelmente a Quintín y encerrarlo en un oscuro calabozo, amarrado con fuertes cadenas. Pero por la noche se le soltaron las cadenas y sin saber cómo, el santo se encontró libre, en la calle. Al día siguiente estaba de nuevo predicando a la gente.

Entonces el gobernador lo mandó poner preso otra vez y después de atormentarlo con terribles torturas, mandó que le cortaran la cabeza, y voló al cielo a recibir el premio que Cristo ha prometido para quienes se declaran a favor de Él en la tierra.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Quintín

La barbarie de los paganos se ha visto, por la historia, que fue causa de mucho dolor a los santos, y de dar punto final a la vida de ellos para que así traspasaran por el martirio las puertas del Cielo. Uno de ellos fue San Quintín, al que Dios amaba con predilección por su bondad y humildad, y por eso tenía los dones de la curación y de poder sacar los malos espíritus; y también el de la predicación.

Acordémonos de los Santos y hagámonos soldados de los ejércitos de salvación, para así propagar el amor de Dios por todo el mundo, de Dios que se llama Jesús y es hijo de la judía María y de Dios mismo.

Confiemos en Dios, en el que los santos confiaron; en Jesús, el Nazareno que murió y resucitó porque es Dios, Rey de Cielos y tierra.

P. Jesús

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3 de Noviembre / San Martín de Porres

Nació en la ciudad de Lima, Perú, el día 9 de diciembre del año 1579. Fue hijo de Juan de Porres, caballero español de la Orden de Calatrava, y de Ana Velásquez, negra libre panameña. Martín es bautizado en la iglesia de San Sebastián, donde años más tarde Santa Rosa de Lima también lo fuera. Son misteriosos los caminos del Señor: no fue sino un santo quien lo confirmó en la fe de sus padres. Fue Santo Toribio de Mogrovejo, primer arzobispo de Lima, quien hizo descender el Espíritu sobre su corazón, corazón que el Señor fue haciendo manso y humilde como el de su Madre. A los doce años Martín entró de aprendiz de peluquero, y asistente de un dentista. La fama de su santidad corre de boca en boca por la ciudad de Lima. Martín conoció al Fraile Juan de Lorenzana, famoso dominico como teólogo y hombre de virtudes, quien lo invita a entrar en el Convento de Nuestra Señora del Rosario. Las leyes de aquel entonces le impedían ser religioso por el color y por la raza, por lo que Martín de Porres ingresó como Donado, pero él se entrega a Dios y su vida está presidida por el servicio, la humildad, la obediencia y un amor sin medida. San Martín tiene un sueño que Dios le desbarata: «Pasar desapercibido y ser el último». Su anhelo más profundo siempre es de seguir a Jesús. Se le confía la limpieza de la casa; por lo que la escoba será, con la cruz, la gran compañera de su vida. Sirve y atiende a todos, pero no es comprendido por todos. Un día cortaba el pelo a un estudiante: éste molesto ante la mejor sonrisa de Fray Martín, no duda en insultarlo: ¡Perro mulato! ¡Hipócrita! La respuesta fue una generosa sonrisa. San Martín llevaba ya dos años en el convento, y hacía seis que no veía a su padre, éste lo visita y… después de dialogar con el P. Provincial, éste y el Consejo Conventual deciden que Fray Martín se convierta en hermano cooperador. El 2 de junio de 1603 se consagra a Dios por su profesión religiosa. El P. Fernando Aragonés testificará: «Se ejercitaba en la caridad día y noche, curando enfermos, dando limosna a españoles, indios y negros, a todos quería, amaba y curaba con singular amor». La portería del convento es un reguero de soldados humildes, indios, mulatos, y negros; él solía repetir: «No hay gusto mayor que dar a los pobres». Su hermana Juana tenía buena posición social, por lo que, en una finca de ella, daba cobijo a enfermos y pobres. Y en su patio acoge a perros, gatos y ratones. Pronto la virtud del moreno dejó de ser un secreto. Su servicio como enfermero se extendía desde sus hermanos dominicos hasta las personas más abandonadas que podía encontrar en la calle. Su humildad fue probada en el dolor de la injuria, incluso de parte de algunos religiosos dominicos. Incomprensión y envidias: camino de contradicciones que fue asemejando al mulato a su Reconciliador. Los religiosos de la Ciudad Virreinal van de sorpresa en sorpresa, por lo que el Superior le prohíbe realizar nada extraordinario sin su consentimiento. Un día, cuando regresaba al Convento, un albañil le grita al caer del andamio; el Santo le hace señas y corre a pedir permiso al superior, éste y el interesado quedan cautivados por su docilidad. Cuando vio que se acercaba el momento feliz de ir a gozar de la presencia de Dios, pidió a los religiosos que le rodeaban que entonasen el Credo. Mientras lo cantaban, entregó su alma a Dios. Era el 3 de noviembre de 1639. Su muerte causó profunda conmoción en la ciudad. Había sido el hermano y enfermero de todos, singularmente de los más pobres. Todos se disputaban por conseguir alguna reliquia. Toda la ciudad le dio el último adiós. Su culto se ha extendido prodigiosamente. Gregorio XVI lo declaró Beato en 1837. Fue canonizado por Juan XXIII en 1962. Recordaba el Papa, en la homilía de la canonización, las devociones en que se había distinguido el nuevo Santo: su profunda humildad que le hacía considerar a todos superiores a él, su celo apostólico, y sus continuos desvelos por atender a enfermos y necesitados, lo que le valió, por parte de todo el pueblo, el hermoso apelativo de «Martín de la caridad». Su fiesta se celebra el 3 de Noviembre.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Martín de Porres

La humildad tiene su premio: la santidad. Y así se le pagó a San Martín de Porres; Dios le pagó su humildad con su santidad.

No te importe que te insulten y que te degraden, que no te tengan en cuenta y te traten mal. Tú piensa en Dios y acepta que el pecador te dañe; reza por él y no te preocupes más. Él recibirá su pago y tú el tuyo: La santidad.

P. Jesús
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4 de Noviembre / San Carlos Borromeo

San Carlos cuyo nombre significa «hombre prudente» ha sido uno de los santos extraordinariamente activos a favor de la Iglesia y del pueblo que sobresale admirablemente. San Carlos Borromeo, un santo que tomó muy en serio aquella frase de Jesús: «Quien ahorra su vida, la pierde, pero el que gasta su vida por Mí, la ganará», murió relativamente joven porque desgastó totalmente su vida y sus energías por hacer progresar la religión y por ayudar a los más necesitados. Decía que un obispo demasiado cuidadoso de su salud no consigue llegar a ser santo y que a todo sacerdote y a todo apóstol deben sobrarle trabajos para hacer, en vez de tener tiempo de sobra para perder.

Nació en Arjona (Italia) en 1538. Desde joven dio señales de ser muy consagrado a los estudios y exacto cumplidor de sus deberes de cada día. A los 21 años obtuvo el doctorado en derecho en la Universidad de Milán. Un hermano de su madre, el Cardenal Médicis, fue nombrado Papa con el nombre de Pío IV, y éste admirado de sus cualidades nombró a Carlos como secretario de Estado. Más tarde, renunció a sus riquezas, se ordenó de sacerdote, y luego de obispo y se dedicó por completo a la labor de salvar almas.

San Carlos fundó 740 escuelas de catecismo con 3,000 catequistas y 40,000 alumnos. Fundó además 6 seminarios para formar sacerdotes bien preparados, y redactó para esos institutos unos reglamentos tan sabios, que muchos obispos los copiaron para organizar según ellos sus propios seminarios. Fue amigo de San Pío V, San Francisco de Borja, San Felipe Neri, San Félix de Cantalicio y San Andrés Avelino y de varios santos más.

Murió cuando tenía apenas 46 años, el 4 de noviembre de 1584. En Arona, su pueblo natal, le fue levantada una inmensa estatua que todavía existe.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Carlos Borromeo

Joven y activo, dado a la pulcritud y exactitud de sus deberes y trabajos, así era San Carlos Borromeo, que llegó a obispo y es ejemplo de caridad.

La vida y el trabajo son una bendición de Dios.

P. Jesús

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5 de Noviembre / Santos Zacarías e Isabel

Fueron los padres de Juan bautista y Zacarías era sacerdote de la Antigua Ley. No tenían hijos y habían llegado ya a una edad en que no podían esperar tenerlos, cuando un ángel se le apareció a Zacarías, en el momento en que éste oficiaba en el templo y le dijo:

«No temas Zacarías porque tu plegaria ha sido escuchada, e Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, al que pondrás por nombre Juan. Desde el seno de su madre será lleno del Espíritu Santo y, a muchos de los hijos de Israel convertirá al Señor su Dios». Y así sucedió.

Según un escrito apócrifo, Zacarías había muerto mártir. Cuenta que fue asesinado en el templo por mandato de Herodes, porque se había negado a decir dónde estaba su hijo. El Martirologio, sin embargo, no menciona el martirio al conmemorar a Zacarías e Isabel el 5 de noviembre.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

Santos Zacarías e Isabel

Cuando toda esperanza fracasa, queda la fe. La fe consigue hacer realidad cualquier cosa que le pidas a Dios y con esa fe confíes en su Providencia.

No te desesperes, que nada es imposible para Dios. Aprende de la historia de los Santos Zacarías e Isabel.

P. Jesús

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6 de Noviembre / San Alejandro de Sauli, Obispo

San Alejandro cuyo nombre significa «el que protege con fuerza», nació en Milán en 1535. A los 17 entró como religioso en la comunidad de los Padres Barnabitas, y luego de ordenarse como sacerdote, empezó a predicar con elocuencia y tan formidable doctrina que San Carlos Borromeo, Arzobispo de Milán lo invitó a predicar la cuaresma en su catedral. Fue nombrado superior general de su comunidad, y San Carlos Borromeo lo designó como su confesor. Su fama llegó hasta el Santo Padre Pío V, el cual lo nombró como Obispo de la isla de Córcega, siendo consagrado por el Arzobispo San Carlos.

San Alejandro encontró a Córcega en el más lastimoso estado moral. Los sacerdotes eran poco instruidos y el pueblo tenía muchas supersticiones; los campos estaban infectados por bandoleros y entre las familias había terribles venganzas. Se propuso evangelizar el lugar y lo consiguió. Visitó una por una todas las parroquias exigiendo que se enseñara catecismo y se diera buen ejemplo. Predicaba en todas partes con gran entusiasmo y mucho fruto. El santo trabajó en Córcega durante veinte años y consiguió la reforma.
Dios, nuestro Padre, le concedió a San Alejandro la gracia de hacer milagros, y fueron muchos los milagros que éste santo obró en aquella isla.

San Alejandro murió en 1592 y también después de su muerte siguió haciendo milagros.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Alejandro de Sauli, Obispo

Cree en la acción del sacramento que ayuda a ejercer con capacidad tu vocación. Cree y verás cómo Dios hace contigo maravillas, como las hizo con San Alejandro de Sauli, Obispo.

P. Jesús

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7 de Noviembre / San Engelberto, Arzobispo de Colonia, Mártir

Uno de los abusos que más se extendieron durante la Edad Media, era la concesión de uno o varios beneficios eclesiásticos a los jóvenes y aún niños. San Engelberto fue un ejemplo de ellos, cuyo padre era el poderoso Conde de Berg. Cuando estudiaba todavía en la escuela de la catedral de Colonia, era ya prebendado de Santa María de Aquisgrán, de San Jorge, de San Severino y de la catedral de Colonia.

En 1217 fue nombrado Arzobispo de Colonia; la diócesis estaba completamente arruinada por las luchas políticas y religiosas, pero San Engelberto poseía cualidades humanas que lo hacían apto para la tarea que le esperaba: un juicio claro, un gran deseo de justicia, una voluntad fuerte y una presencia que imponía respeto. 

El santo recibió generosamente a los frailes menores y dominicos a quienes alentó para que se estableciesen en sus dominios. Convocó varios sínodos en su diócesis para mantener la disciplina en el clero secular y regular. 
El santo desempeñó con vigor y energía, y supo ganarse el respeto de todos; pero al mismo tiempo, la mano firme y justa con que gobernó, le creó muchos enemigos. Uno de ellos, fue su primo Federico de Isenberg, administrador de las religiosas de Essen, quien tramó una conspiración para asesinarlo debido a los reproches que San Engelberto le había dirigido a causa de sus abusos y malos manejos administrativos. 

El 7 de noviembre de 1225, el santo partió de Soest a Schwelm con una escolta insuficiente, y Federico y otros nobles cayeron sobre él con cien soldados y lo asesinaron.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Engelberto, Arzobispo de Colonia, Mártir

Asesinaron a San Engelberto, Arzobispo de Colonia, Mártir.

El asesinato de los santos era y es cosa común en la vida nuestra, porque la belleza de la santidad daña la vista, y para no sufrir, matan a los que van a vestir de blanco en la Gloria Celestial. Los santos tienen enemigos en sus amigos.

P. Jesús

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8 de Noviembre / San Adeodato I, Papa

Su pontificado duró tres años. Era romano de nacimiento e hijo del subdiácono llamado Esteban. En su época, Roma se vio asolada por los desórdenes y guerras, por un terremoto y por una epidemia. San Adeodato se entregó totalmente al cuidado de los enfermos. El Martirologio Romano menciona el hecho de que una vez curó a un leproso al besarle las heridas. Según se dice, fue el primer Papa en usar los sellos de plomo llamados «bullae», nombre que se da actualmente a ciertos documentos pontificios.

Comentario sobre la biografía del Santo-a, por el P. Jesús

San Adeodato I, Papa

San Adeodato I, Papa, vivió en tiempos difíciles, e hizo mucho bien, y por eso es santo. Tenía misericordia de los enfermos y caridad con ellos, por eso Dios le concedía el don de hacer milagros, porque era amigo de Dios y de los hombres todos.

Siendo Papa sufrió mucho y, cuanto más sufría, más amaba a Dios. Si tienes dolor en tu vida, haz como San Adeodato I, Papa, y verás cómo Dios te ama más, por tu amar más a Dios. Confía en Aquel que es Amor.

P. Jesús
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