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91 Carta / A ti, que me preguntas mi opinión de si los sacerdotes se deberían casar

Domingo, 29 de julio de 2.012

A ti, que me preguntas mi opinión de si los sacerdotes se deberían casar:

¡Amigos, amigas!, os dije la semana pasada de lo que esta semana os hablaría en mi carta, pero me han escrito sobre el tema de la carta 89, de hace dos semanas, y quiero daros mi más sincera opinión sobre el tema, de lo que pienso sobre si los sacerdotes católicos deberían casarse o no; pero antes añadiré las cartas que me han escrito sobre el tema mismo.

Leámoslo todo con caridad, siendo hermanos en la fe, componentes del Cuerpo Místico de Cristo por el bautismo.

.-Pienso que los sacerdotes deberían casarse, son seres humanos antes que nada, siente, sufren, lloran, ríen por qué no fundar familia? Eso si nada que no sea con su pareja y si se vieren en la necesidad de divorciarse pues hasta ahí, no mas otro matrimonio!

.-Este tema me parece muy interesante q si los sacerdotes se pueden casar? Ps de mi punto católico más q una pregunta debe ser una respuesta a lo frio q somos los católicos con la Santa Biblia nos daríamos cuenta de Pablo. Q dice el q no pueda ser casto y puro o eunuco q se case para q no cometa adulterio. Jesús, el Santo Sacerdote eterno, tampoco se caso y nos dio como ejemplo su pureza y muchos más apóstoles lo fueron castos y puros. En el sacerdocio casarse o no. No es una obligación, es una decisión y un compromiso con Dios no con los hombres. Se puede ser casto y puro? Claro. Q si el cuerpo no pide lo q no se le da.

.-Padre, no creo que los sacerdotes deban casarse. La Iglesia somos la familia de los sacerdotes.
Debemos rezar, por ustedes y por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
Gracias Padre por ser UN SACERDOTE!!!
DIOS TE BENDIGA HOY Y SIEMPRE!!!

.-Hola P. Jesús. Que Dios lo bendiga eternamente por todo el bien que hizo y hace constantemente.
Le ruego que si nuestra hermana en la fe no contesta a su carta 89, que por favor la conteste igual.
Yo estoy CONVENCIDO de que no se deben casar así como también que los conyugues de un matrimonio deben ayudarse mutuamente para la santidad.
He tenido varias discusiones con personas pero mis argumentos creo yo son más bien espirituales, cosa que la gente atea o que no conoce al menos un poco la fe cristiana le cuesta aceptar.
Decididamente me gustaría mucho poder dar sus argumentos que siempre son con tanto amor aunque no agrade mucho la respuesta.

Os he dicho que os contestaría con sinceridad a lo que yo pienso personalmente, y eso me dispongo a hacer ahora mismo, yo creo que el Papa es quien decide sobre el asunto, sobre el tema, y como buen soldado de Dios, yo acató las ordenes del que tiene las llaves del Cielo. Personalmente pido y quiero de los sacerdotes, ¡SANTIDAD!, y la santidad es acatar las órdenes del Santo Padre, no de los obispos que no están en comunión con el Papa, sino con los que tiene fe y creen que el Papa es INFALIBLE EN MATERIA DOCTRINAL. Nunca me ha preocupado este tema, porque me hice sacerdote para ser sacerdote, no a tiempo parcial, sino a tiempo TOTAL, y os quiero tanto a todos los bautizados, a mis feligreses, que no necesito amoríos ni amores, porque mi destino es cumplir la voluntad del Padre y creo firmemente en la Salvación que viene de Dios Hijo. ¡No me importa absolutamente nada más que cumplir con la voluntad de Dios y la autoridad del Papa!, en serio. Yo no paso noches en vela pensando en algunas cosas que debería o no hacer la Iglesia, yo comprendo que la Iglesia está llena de viciados y vicios, como lo está el mundo, y que hay que rezar, ¡orar!, luchando por la salvación de todo el mundo. Este es mi deber, y por lo demás dejo hacer al Papa. Eso sí, encuentro una pérdida de tiempo la lucha que llevan algunos sacerdotes para poder casarse, tiempo que pierden en sus cosas, que ya sabían cuando estudiaban para sacerdotes, como eran, sinó que hubieran estudiado para diáconos; se podrían casar y tendrían un sueldo, y una esposa e hijos, si quisieran. Todos los sacerdotes saben que no han sido, ¡ni uno!, engañado, que cuando decidieron seguir su supuesta vocación sacerdotal, era para servir en exclusiva al rebaño de Dios, ¡al pueblo elegido!, nadie les engañó. Y si quieren casarse, ¿será que ya tienen mujer?, porque no pusieron objeciones cuando recibieron el sacramento sacerdotal, y sabían que tenían abstinencia total. Me llama la atención que no son los seminaristas quienes piden boda, sino los sacerdotes de parroquia. ¿Será que se queman al conocer a alguien determinado?, porque decidieron libremente recibir el sacramento sacerdotal sabiendo que no se podrían casar, y lo aceptaron sin rechistar. Es como los cónyuges que hacen adulterio y piden luego el divorcio, pero cuando se casan lo hacen convencidos de que es para siempre, incluso invierten juntos en un lugar donde vivir. ¿No será que se piden estas cosas, como la boda para los sacerdotes y el divorcio para los esposos, cuando ya hay otra persona que acapara el amor que pertenece a la Iglesia, en los sacerdotes, y a la esposa e hijos, en los esposos?; ¿no es más bien el quemarse, que el amor como vocación?, porque de ser amor como vocación, ¿cómo es que aceptaron ser sacerdotes y no diáconos? ¿Cómo es que los esposos se casaron uniendo sus cuerpos y sus capitales en una promesa de amor y cuidados ¡hasta que la muerte los separe!?… ¿Será la pasión más que el amor lo que pide en algunos sacerdotes un cambio de celibato a casados?… Y, ¿tendría el Papa que cambiar las normas actuales, por la pasión fogosa?, ya que la persona que me comenta las palabras de San Pablo de que quien se queme, se case. El sacramento sacerdotal, tiene sello de Dios que ayuda a llevar a cabo y con éxito lo que debe hacer, y si no puede hacerlo, si en verdad se ha enamorado de una mujer, habiéndose equivocado de vocación, puede pedir dispensa y casarse; nadie, ¡ni el Papa!, les obliga a ir contra ellos mismos. ¿Qué quieren entonces algunos sacerdotes?. Los sacerdotes cobran poco; no podría vivir una familia numerosa con su sueldo; ¿qué pasaría luego?, ¿algunos tendrían que cobrar más que otros?; ¿para irse a confesar o a comulgar, se tendría que pagar cuota?; porque puestos a pedir, se pueden pedir ¡tantas cosas!… Yo no me imagino a un Cura de Ars casado, ni a un Padre Pio… ¡Dios quiere santos!, y la santidad difícilmente se gana trabajando a horario, sino que la santidad es siempre a horario completo: día y noche pendiente de la vocación. Así lo hacen los esposos, día y noche pendientes el uno del otro y de su prole. Y así lo hacen muuuuuchos sacerdotes, que día y noche se ocupan de su vocación y consagración total y exclusiva a Dios, para el bien de las almas. Yo no sé si funcionaría bien el que un sacerdote casado confesara; ¿podría su mujer tener celos de la mujer que pasa largas horas en confesión por necesidad de su alma?, ¿sabría el sacerdote callar las confesiones ante las preguntas de la esposa?; no todas las esposas son iguales, algunas hay de chismosas y todas son celosas, ¡todas! Acabo el tema; como al principio del mismo, y repito y digo: sobre si los sacerdotes tendrían que casarse, mi opinión firme es que lo que el Santo Padre diga y decida, por mí, está y estará bien. No tengo ningún problema con este tema, porque mis días y mis noches son para Dios, para recibir de continuo la bendición del Padre. ¿Es duro?, piensas tú, y yo te contesto con mi pregunta a ti: ¿es duro cumplir tú, si eres soltero-a, el no fornicar, y si eres casado-a, el no hacer adulterio y amar a tu cónyuge como el primer día o más?… Yo no he visto en toda mi vida, una vida sin sufrimiento, sin lucha para la santidad. Si alguien espera esto de si mismo o los demás, está muy equivocado-a, porque en la vida, para que haya obras de caridad, hay que amar a Dios sobre todas las cosas y personas, y sufriendo por la inclinación que hay al pecado, los pecadores pequen poco, lo menos posible, y reciban el perdón de Dios por las palabras del buen sacerdote, que olvidándose de sí mismo, cada día se pone al confesonario y espera a los que necesitan de la práctica de  su vocación para unirse con Dios, siempre que les haga falta. En esta vida sólo estamos de paso, ¡en serio!, ¡no os engaño!, y necesitan los feligreses del sacerdote, y todas las personas necesitan del sacerdote para ser ayudados y salvados. La vocación sacerdotal va más allá de celebrar una Misa diaria, es mucho más que lo que muchos sacerdotes dan a la Iglesia; para mí, un sacerdote es un ¡santo!, tiene que serlo, y hay que ayudarle a serlo, y vosotros podéis ayudar a los sacerdotes; ¿cómo?, pidiéndoles que os confiesen, que recen por vosotros, que ayuden a vuestro vecino enfermo, a al huérfano de padres, al abandonado por el divorcio de sus progenitores, que hay muchos de estos niños huérfanos, pero claro, hay el problema de los sacerdotes pederastas, ¡qué malos son!, ¡ellos irán todos al Infierno!, doy fe, por mi fe, la fe Católica, Apostólica y Romana. Y si algún sacerdote quiere casarse, que deje el sacerdocio y se case; ¿quién se lo impide?, ¿su paga y su trabajo de sólo la Misa diaria?… No se puede tener todo, y sobran zánganos en todos lados, hay que ser activos y trabajar mucho para ofrecer a Dios la labor diaria como regalo de amor al Padre que nos creó, ¡que nos dio la vida! Yo no me casaría y soy sacerdote, no creo que sea bueno para la vocación compartir mi Amor a Dios y a todos sin discriminación, con una esposa caprichosa, por muy buena que sea. Los esposos tienen que dedicarse tiempo uno al otro, y el sacerdocio no es un trabajo social, como ser banquero, por ejemplo, sino que una vocación, es una acción que no se acaba pasada la jornada, como la del padre, como la del religioso; las vocaciones son algo más que trabajo laboral; un diácono es un seglar, casado o soltero, que ayuda al sacerdote, ¡que tiene tanto trabajo ayudando a Dios a salvar almas, que no puede ocuparse de las facturas, de los archivos y de algunos actos propios al diácono, tal y como estableció la Iglesia en sus primeros tiempos. Sinceramente, no veo problema en que la Iglesia siga como hoy, en seguir al Papa, y si el Santo Padre cambiara de opinión y dejase casar a los sacerdotes que lo quisieran, no tendría yo ningún problema; seguiría soltero y entregado totalmente a Dios y a VOSOTROS, por Amor. Esta es mi sincera opinión. No la escondo, la doy a la luz, para que sea luz y reconforte los corazones, algunos llenos de sentimentalismos adquiridos por los dichos populares, porque os lo digo, se puede vivir, y vivir bien siendo castos, siendo puros y vírgenes; es más, os comento que es menos necesario el sexo que el cariño, y yo, personalmente, cariño tengo, de una buena madre y de un maravilloso padre que está en el Cielo; tengo hermanos y hermanas en la fe, y muchas almas a las que amo con amor distinto al amor, que amo por caridad, porque hay muchos de vosotros, que me llegáis dentro, que os llevo muy dentro de mí, por vuestra sincera y verdadera vocación a la santidad, por vuestras buenas obras de piedad y tantas obras de misericordia. ¡Hay algunos de vosotros que me tenéis robado el corazón!; vuestras palabras que me escribís o me decís, unidas a vuestros hechos que sé bien, me llenan plenamente,  no necesito de mujer ni de hijos, porque REALMENTE Y VERDADERAMENTE TENGO VOCACIÓN SACERDOTAL, no necesito casarme para realizarme; me realizo amándoos como a mí mismo. Y Dios Padre es testigo de que lo que digo lo ha comprobado, de que es cierto y da testimonio de mí. Os doy mi bendición en el día de hoy, domingo 29 de julio de 2012, para que los que dudan, no duden, para los que estén perdidos, encuentren el camino que es Cristo.

Hoy es de estos días que no terminaría mi carta, porque siento que necesitáis de muchas palabras para comprender el tema, pero hay algo que es de fe, y es que hay que obedecer al Papa, y es bueno que empecéis a aplicarlo, porque vendrán tiempos muy duros para la fe de la Iglesia. Sí, más que los de ahora, por eso, dejaros de democracias dentro de la Iglesia católica, que no está hecha para la democracia, que es una mera manera de vivir en la sociedad terrena, y la Iglesia no está instituída para esta vida, sino para llevarte a la Buena Vida, la que viene después de ésta, y existe, también para los sacerdotes, que parece que lo olvidan. Ah, ahora me he imaginado a un joven sacerdote, guapo, y todas las fans de él yendo a la Iglesia a “pescarlo”, haciendo escándalo y gritos, porque muchas mujeres piadosas irían a la caza del sacerdote que se quisiera casar, para ser parte principal del grupo social de la Parroquia, y cenar de vez en cuando con el Obispo, ¿soltero o casado?; ¿los obispos también piden para ellos boda?; ¿y si a la mujer del obispo no le cae bien una mujer de algún sacerdote, que pasaría, enviaría el Obispo al sacerdote lejos, a una aldea perdida, para que la mujer agraciada en belleza no deslumbrara a la suya?… Oh, ¡cuántos problemas me imagino!; ¿vosotros os los imagináis conmigo?… y os pregunto, ¿vale la pena poner más problemas a la Iglesia peregrina en la tierra?; ¿cómo acabaría todo esto?, ¿como los protestantes?, con sacerdotes divorciados, o con varios matrimonios y teniendo que mantener a ex mujeres con el dinero de Cáritas, Y luego, esos sentimentalistas, podrían pedir el matrimonio gay, y… ¿qué más?… ¿No ocurre esto en los protestantes?, sí eso les ocurre  a ellos que protestaron de la Iglesia Católica y fueron contra el Papa. Entonces, ¿es que los sacerdotes que quieren casarse son protestantes?… Me temo que sí. Y, siendo así, ¿no sería mejor que dejaran la Iglesia Católica y se fueran con los protestantes, ya que quieren cambiar la doctrina?… Ahora he pensado en los príncipes de la Iglesia, los Cardenales; ¿serían princesas sus mujeres?…

Os dejo meditando en todo ello, y yo me voy a rezar por los sacerdotes que no están unidos al Papa, porque son esos los que son pederastas, ¡los que no están unidos al Papa!; los que viven en unión al Santo Padre, son como yo, solteros castos.

Buenas noches, hermanos, tan amados en la Caridad de la Fe.

Con afecto sincero.

 P. Jesús

© copyright

Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN.

 

92 Carta / A ti, que esperas que te cuente sobre la realización personal

Domingo, 5 de agosto de 2.012

A ti, que esperas que te cuente sobre la realización personal:

¿Qué hiciste ayer que te gustó y disfrutaste con ello?… ¿y durante toda la semana pasada?…

Muy seguramente que todos-as tenéis vuestras preferencias y vuestras cualidades. Y muchos tienen muchas cualidades que otros se las abortaron de pequeños, cuando estaban aprendiendo a usarlas, diciéndoles que no servían para eso; y nadie se acordó que todo bebé que nace no sabe caminar y tiene esta facultad pero debe entrenarla para poder realizarla, y debe aprender y ejercer, una y otra vez, la acción de caminar para así poder andar.

Lo mismo ocurre, igualmente pasa con las facultades del alma y las de la mente; que hay que ejercitarlas para hacer de ellas una costumbre y así, algo que aun siendo natural, ninguno nace enseñado, tiene que aprender. Y os diré bien, ¡la vida es un aprendizaje a amarse y a amar!, esta es la VERDADERA realización personal, llegar a la satisfacción íntima, y también física y mental, de amarse uno mismo como a los demás y a Dios sobre todas las cosas. Quien no sabe amarse y amar, no es un ser realizado, ¡está mutilado!

La sociedad, que está compuesta por mucha gente mutilada, en el sentido de no estar realizada, de no amarse a sí mismo y a los demás como a sí mismo, enseña, dice, habla de lo que no sabe, porque la mayoría de las personas no está realizada, no ama.

No es cosa de curas lo que os digo, ¡es científico también!, porque todo bien se hace bien por amor, por cariño, por afecto bien sincero. Los científicos se entregan a su labor, alma y cuerpo, y creen en sí mismos, en ese descubrimiento, en esa mejora que pueden aportar al mundo; en el fondo se aman a sí mismos, aunque algunos sea por el aplauso que van a recibir y desean tener, y por el reto de ganar a otro-s que van por su mismo camino del descubrimiento, “a ver quien llega primero”; esto es un amor mal entendido, pero es amor, en el sentido de que saben ver que el otro, los otros, pueden conseguir lo mismo que él está deseando descubrir, es decir, tiene una unión con los demás, los tiene en cuenta.

La realización personal, os lo diré así de claro, es CARIDAD, y quien más ama, ¡hasta el sacrificio de sí mismo!, éste está más realizado personalmente que otros. Así de claro os lo digo, ser santos es la realización personal superior y la que uno valora realmente; lo demás que os han dicho, ¡son cuentos para niños!, para que hagáis lo que algunos quieren que así sea, para tener de vosotros lo que les puede hacerse llenar los bolsillos, o que no los molesten mientras se los llenan con sus cuentos.

¡Hay tantos que son ingenuos… !

Buscan fuera de sí mismos, lo que lógicamente tienen que tener dentro, porque todo ya nos lo ha dado Dios, sólo que en la vida se desarrolla, como el andar. Dios nos da la capacidad, y luego hay que desarrollarla, hay que hacerla aflorar. Y, ¡cuántas veces!, ¡tantas!, por lo que llaman tantos, desgracias y sufrimientos, es la única manera para que uno llegue al descubrimiento de que tiene que amarse primero, porque, tantas veces, hay temporadas en que se queda solo, sin nadie que lo ame, y entonces, en esta soledad, empieza a analizarse y, como mecanismo de supervivencia, empieza a amarse, por necesidad de ser amado, y se dice: “ya que nadie me ama, ya que nadie me valora, y a nadie le gusta cómo soy, ¿qué hago?, tendré que amarme a mí mismo.” Y entonces se busca, porque no tiene a nadie más a quien dar lo que Dios da a cada uno, la capacidad de amar; y como digo, se mira a sí mismo y ¡se ve!, y como no tiene otras cosas, otras personas en quien pensar, piensa en sí mismo y ¡Dios!; ve su imperfección; sí, ¡la ve!, porque el silencio, por estar solo, y por la falta de otros, la soledad, le hacen reaccionar; ya que le habían enseñado desde niño a agradar a papá y mamá, y si estos padres no eran personas formadas, sino que en algunas cosas eran ignorantes, por sus propios padres, y etc., entonces, nadie le ha enseñado al sujeto a sujetarse en sí mismo, en él mismo, en ser responsable de sus actos y pensamientos y vocablos. Aprendió a agradar a los demás, a necesitar del aplauso, cuando de hecho, NADIE NECESITA APLAUSOS EXTERNOS; y el que no los necesite no quiere decir que si se los dieran no lo agradece, sí los agradece, pero no los necesita. Quiero que miréis esta película, no toda ella está bien al 100%, pero es interesante en alto grado, por eso pido a los amigos de CatholicosOnline que os pongan el link aquí, y les solicito además que sigan dándoos a conocer historias inventadas y filmadas, porque por las experiencias de otros se aprende y se evitan muchos golpes de la vida, muchos sinsabores, y además se tienen muchas alegrías.

El Manantial –  http://www.youtube.com/watch?v=YLIavL8HbpI

Y continuando con el tema, volviendo a la realización personal, os digo, sin exagerar, que es necesario, IMPRESCINDIBLE, QUE TE AMES A TI MISMO. En serio te lo digo, muy de verdad.

Cuando uno se halla solo, y empieza a observarse, puede luego mejorarse, es decir, puede ir sacando de sí mismo lo que Dios le ha dado, porque cada uno ya viene completo al mundo, sólo que tiene que practicar en andar, como en TODO LO DEMÁS.

Las cualidades que van a hacerte feliz, a sentirte realizado, LAS TIENES DENTRO DE TI, pero tantos las buscan fuera, necesitando siempre de la aprobación de los demás, especialmente de los de casa, de los padres y la familia. Aunque también, no os niego, que hay individuos que han sido muy mal informados, y en vez de sacar de sí mismos las cualidades que Dios le ha dado, entonces, en vez de eso, estando solos, empiezan a mirar, a observar a los demás ¡de lejos!, y de lejos siempre hay celos. Y se observa de lejos aunque se puede estar muy cerca, por el trabajo, por el parentesco, etc., y en vez de empezar a amarse a sí mismo, se odia, no se conoce, porque si se conociera, se amaría, y por no conocerse y estar observando a los demás, ¡SE ODIA!, y va haciendo las cosas mal, ¡muy mal!, porque, ¿quién puede vivir sin amor, sin afecto sincero?, ¿tú?… ¡yo no!

Cuando han llevado, la vida, la sociedad, la familia, a uno-a, al extremo de la soledad, -pudiendo vivir en la misma casa, en un mismo lugar-, entonces pueden pasar varias cosas, una es que se odie a sí mismo, pensando que no es digno-a de amor, otra es que buscando el afecto desesperadamente, lo busque en el sexo, en la masturbación; ¡tantos se masturban por falta de amor!, no se aman. También ocurre que, en la soledad, se unan a Dios en la oración; aun algunos, sin tener fe, empiezan hablando solos, y sin darse cuenta se ven que lo comentan con Alguien, que dicen que no les responde, pero SIEMPRE que alguien habla a Dios, aunque no le dé este nombre, SIEMPRE recibe contestación. Y sin oírlo, ¡tanta gente empieza a amarse a sí mismo!, porque por el hecho de hablarse, se conoce, y al conocerse se valora como persona que es y se va cogiendo afecto a uno mismo, y por el afecto llega el mejoramiento personal, y por tal concepto, entonces entra en uno mismo la apreciación de lo que es, de quién es y de quién puede ser, sabiendo que él mismo, a sí mismo puede lograr mejorarse con la voluntad de decidirlo, de quererlo, de desearlo y de hacerlo posible, empezando, continuando y prosiguiendo, como el andar.

Y viéndose a sí mismo, confía en él, y confiando en él mismo, indaga y reconoce que, si antes era de una manera y ahora es de otra mejor, es que es libre; porque la libertad la da el obrar bien, conscientemente bien, sabiendo uno que hace el bien y que es lo que quiere hacer, porque sí. ¡Hay alguna persona así!, los que llaman «buenos por naturaleza», esos a los que les dicen: “este es bueno de su natural”, pero hay algunos que, por malas experiencias de la vida, no son tan buenos, son los que algunos llaman: de carácter difícil; a ésos, lo que les ocurre, es que han tenido mala vida, no han sido valorados como personas, sea en la familia o en la sociedad, como tantas veces ocurre en las escuelas, con otros alumnos y algunos profesores, esos profesores que sólo saben de la materia a enseñar y que no entienden nada de la realización personal. Esos profesores, tantos, que han permitido burlas en sus clases, que degradan a otros, en su presencia o en su ausencia, que no debería haber sido, pero que ha ocurrido, entonces, por no tener autoridad moral, ya que no es un padre, un familiar, o ¡un amigo!, entonces, poco puede hacer para ayudar al maltratado, que llega a casa y a veces, está tan asustado que no puede ni explicar lo sucedido, o que no quiere, por su orgullo herido; por eso a mí me parece correcto y aceptable el que algunos buenos padres quieran para sus hijos el estudiar en colegios a distancia, dentro del marco familiar; no,  no me parece mal, y más si la familia es numerosa; pero que cada quien haga lo que le dejen hacer, porque Dios está por encima de muchas cosas y circunstancias, porque Dios es Dios a todas horas, y aprovecha el dolor recibido para hacer salir rosas, aunque preferiría un paraíso, sobre todo para los niños; por esto Dios, al crear el mundo hizo un Paraíso, pero el pecado, por la tentación del maligno, desbarató la voluntad de Dios, que en su misma voluntad está la LIBERTAD; Él quiere que se quiera lo suyo, lo que dio: el Paraíso, como manera de vivir, pero quiere que se quiera libremente, y que quien lo quiera, LO DEMUESTRE; por esto existe esta vida en el planeta Tierra, para demostrar a Dios lo que uno quiere, y si uno quiere ir al Paraíso, al Nuevo Reino Celestial, entonces, PUEDE; SI QUIERE, puede ganárselo, y como en el mundo está el pecado, por el pecado de la desobediencia, Dios Hijo VINO A OBEDECER, y por su fiel obediencia, de Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios y fruto del Amor entre Dios y la plena de Gracia, la Virgen Inmaculada, María, porque Dios la amó con “locura” tal que le dio a su Hijo, a Él mismo, en naturaleza humana, para “entrar” en el mundo de los vivos en cuerpo y alma, y viviendo como uno de ellos, pero Él obedeciendo en todo al Padre y sin hacer mal a nadie, AMANDOSE TANTO A SÍ MISMO que Ama totalmente y plenamente y verdaderamente al ser humano, salvara a todos los que quieren ir al Cielo, CON ÉL, que estaríais aún con Dios, en el Paraíso que Dios creó, para vivir unidos y felices, criatura y Creador.

Volviendo al tema de la realización personal, vemos que Dios se realizó haciéndose hombre y viniendo a obedecerse, en este elemento humano, para abrir el camino del Cielo, que estaba cerrado por el pecado.

Entonces vemos que la realización personal es hacer lo que uno tiene que hacer; y ¿qué tienes que hacer tú?, amarte, como Dios se Ama a sí mismo; y eso no es malo, ¡ES LO NATURAL!; poco de bueno vamos a hacer si no nos amamos. A algunos santos, les enseñaron y les enseñan a despreciarse, a deformarse, a vivir en una silla de ruedas, pudiendo andar, pero Dios, que ve el corazón, comprende, y aún siendo uno mutilado, lo quiere, lo Ama, y lo cuida, dejándolo en la libertad de hacer caso a los comentarios de algunos que dicen que entienden de santidad, y que ésta está en el dolor y el sufrimiento; y sí está, pero también está en la alegría de vivir en familia, como vivió Jesús, Dios, con Santa María y San José, con sus primos y primas, a los que todos conocían. E iba Dios, Jesús, a las sinagogas y se ponía a hablar en público; y algunos dicen a otros, que es ser ególatra el hablar en público, como hizo Jesús. ¡No saben nada!. Muchos santos han sufrido tanto y no hacía falta, la santidad no es a ver quien sufre más por Dios, sino que la santidad es a ver quién AMA MÁS por Dios, para Dios, con Dios.

En este mundo no hay perfección.

En este mundo, muchas cosas se entienden mal.

En este mundo, la realización personal es sencillamente amar y ser amado. Y siendo así, en un ambiente adecuado, las personas se realizan en el amor y por las necesidades de las circunstancias, y por ese amor que quieren dar, sacan de sí mismos los dones que Dios les dio, y empiezan a andar con ellos, y los ofrecen a otros como prueba y muestra de su amor.

Como podéis ver, amigos míos, las cosas no son tan complicadas en el planeta Tierra, porque la vida va de amarse, y al amarse uno, se da cuenta de que alguien Superior tuvo que hacerlo, porque sabe bien que no se pudo hacer solo, y entonces llega a Dios, y entonces, por amarse a sí mismo-a, ama a Dios tanto,  agradecido-a de haberlo creado por Amor, ya que lo hizo perfecto para amarse a sí mismo-a, y nadie ama lo que no es bueno, lo que no le hace un bien; y por eso no es aberración amarse a uno mismo, porque en cada uno, en esa conciencia que Dios nos dio, hay “el detector de mentiras”, y cada uno se sabe su verdad, y más si lo dejan solo, y más si busca él-ella la soledad del silencio para meditar, para conocerse; que hacer oración, también es conocerse a sí mismo, ya que eres amado por Dios, y si bien en tu oración disciernes sobre lo que Dios creó, es bueno y hace bien, que disciernas sobre ti mismo, en las maravillas de, por ejemplo, cómo tus ojos pueden ver, y tus manos trabajar para el bien de los demás. ¡Pensar en ti, en positivo, es orar! también. Sí, como el pensar en agradar a los demás, porque Dios quiere que, como a ti mismo, ames a los demás, A TODOS LOS DEMÁS. Evidentemente no hablo de un amor sexual, que es lo que se estila hoy en día, y como le empezaron a llamar «hacer el amor» a la unión sexual conyugal, ahora ha quedado como una práctica de un mal entendido amor, el practicar el sexo hoy con uno-a, mañana con otro-a, y esto es y siempre ha sido ABERRACIÓN, porque del acto sexual, llamado «hacer el amor», se hacen los hijos. Es la manera que Dios eligió para seguir poblando la tierra, ya que la persona muere, ¡todos mueren!, ¡incluso Dios, Jesús, murió!, aunque resucitó y abrió el Cielo para todos, para ti. Y, en el Cielo, en el Paraíso, que Dios creó desde un principio y donde vivieron nuestros primeros padres, Adán y Eva, que también fueron los primeros padres carnales para Jesús de Nazaret, que siendo Dios, es hijo de la carne que Dios creó en los hombres, por eso, es hijo también, como todos, de la naturaleza caída, y por eso, pasó tentaciones y resistió a todas, por la potencia de su Amor, porque el amor tiene la potencia de sacrificarse y ser fiel; el amor tiene todos los dones y toda la belleza y todo el poder y la fuerza de abastecer y abastecerse y hacer lo que quiere, y Dios quiso salvar a todo; y el amor de cada uno, decide ser salvado por Dios, por Jesús, pero si no se ama a sí mismo, ¿para qué uno-a quiere ser salvado?; entonces, lo que suele hacer, es practicar el amor sexual para tener la satisfacción carnal, la que es de este mundo; pero los que viven este amor en el matrimonio, disfrutan carnalmente y espiritualmente, ¡disfrutan más y mejor!, porque el amor sexual está reservado al matrimonio, que es la unión familiar donde se procrea y se enseña a amar para hallar así el Amor, ¡Dios!, que Ama y te busca, ¡te busca siempre!, y si una persona está entretenida en actividades sexuales de vicios inmorales, no ve el Amor de Dios, porque se está “realizando” con actividades sexuales que son propias de actos realizados en una vocación matrimonial, para llenar la tierra, para enseñar a andar y enseñar a amar, amando; pero ¿cuántos matrimonios se aman como deberían amarse?…

Veo que me he alargado demasiado, y tengo que dejaros por hoy. El tema de la realización personal es muy extenso si se explica bien, y no tiene nada que ver con el trabajo, sino con los afectos, porque Dios creó a la persona para que lo ame, para darle su Amor, y esto es lo que realiza al hombre, saberse amado por Dios, aceptar su amor y amarlo por ser amado, por ser creado por amor, y como se vive en el planeta Tierra y hay un tiempo y unas necesidades, y hay unos trabajos que hacer, eso que es servicio y que puede ser pagado, y así, en el intercambio de actividades se gana el dinero necesario para cubrir las necesidades propias y las de los demás, que por circunstancias ajenas a su voluntad no pueden prosperar en la vida, no pueden servir, sea porque no hay trabajo, sea porque el país es pobre, sea porque se está enfermo, etc., sea por lo que sea, el amor de los que pueden, debe entregarse a los demás, sea con trabajo, con dinero, con afecto, porque de hecho, el dinero es la parte material del afecto, del amor que hace que sirvas a los demás; porque todo hay que hacerlo por amor, con amor, para el Amor, que es Dios, y enseñó cómo ama Dios curando a los enfermos, creyeran en Él, en que era Dios, o no, Él, Dios los curaba, y les decía que no pecaran más, unos lo cumplían, otros no; Y dio pan a los que habían pasado el día escuchándole; Dios quiere que tengas todo lo demás por añadidura, por eso, trabajar con amor, por amor, es también como una oración, si trabajas bien, porque el que ora mal, pidiendo venganzas, ese no ora a Dios, que es Amor y perdona a todos, ese ora a Satanás.

Ay, no terminaría, pero tengo que acabar.

¡Dios te bendiga!, y hasta pronto amigo-a, ámate a ti mismo-a amando a Dios sobre todas las cosas y personas, ese Dios que te Ama tanto que murió por ti, y muere por ti en cada Misa. ¡Ama y REALIZATE PERSONALMENTE! Esa es la realización personal, no os miento, ¡meditad en silencio y soledad!

Con afecto sincero.

 P. Jesús

© copyright

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93 Carta / A ti, que quiero que disfrutes del goce espiritual

Domingo, 12 de agosto de 2.012

A ti, que quiero que disfrutes del goce espiritual:

En los días grises, en las noches oscuras del corazón, que no del alma, porque hay noches oscuras del alma y abundan más, en las personas cristianas, las noches oscuras del corazón, cuando te duele por los que amas que no te aman, que te exigen actos inexigibles para un cristiano-católico, pero te los exigen en demostración del amor que quieren que les tengas; ¿eso es demostración de amor, el pecado, el que peques contra Dios y faltes al amor que te debes hacía ti mismo?, ¡¡¡¡NO!!!!

Las exigencias de los que están en nuestro corazón, a veces, son muy poco razonables y razonadas; quieren dominarte, para más tarde desecharte; porque nadie ama indefinidamente al pecador que peca sabiendo que va a pecar, es decir al pecador a conciencia; a este que le pueden decir: “No nos podemos casar, pero en nombre de nuestro amor, acostémonos juntos, y que todos sepan que somos uno en el acto sexual sin la responsabilidad del fruto de un amor de esposos”.

Poned los de CatholicosOnline.com el vídeo de la parodia sobre las “parejas de hecho”, que a tantos les piden hacer en nombre del mal entendido amor, y que los padres, a veces los hermanos, ilusos, apoyan y bendicen, siendo una maldición. 
http://es.gloria.tv/?media=320996

El pecado grave de la concupiscencia, te lleva al Infierno eterno DIRECTAMENTE.

No hay excusas para este lamentable pecado. Lamentable, porque es un pecado que es muy usual en esta sociedad actual de consumismo, de gente que duda siempre y que pasa de un “amor” a otro “amor”, como cambian de desayuno, por el capitalismo de poder acceder, pagando, a cualquier dieta que se le antoje, porque tiene dinero para comprar al amante y a los padres y familiares del mismo, que pueden decirse católicos pero son MALIGNOS. ¿Cuántos padres siguen hoy en día vendiendo a sus hijos por dinero?, ¡tantos! Y si no hacen lo que ellos quieren, les quitan el amor, de cuajo, al fruto de su vientre. Y si el candidato tiene dinero, entonces aún es más su soberbia en afirmar que no hay pecado en amar a un hombre casado, o a esta mujer que no quiere casarse contigo porque tiene hijos de otro, con el que se casó antes, porque tenía más dinero que tú. Hay mujeres caprichosas que quieren un poco de cada hombre que han conocido; de uno el dinero, del otro el sexo. Y no les interesa nada más que vivir su vida “FELIIIIIZZZZZ”, eso dicen, y apuntan en su Twitter: “¡Soy tan felizzzz!”, en sus planes maquiavélicos de utilizar a todos los hombres que puedan adquirir con su dinero, porque hay mujeres que ganan más dinero que los hombres, por el intercambio del sexo; hay especialistas en excitar a los hombres, lo que antes se llamaba: “las putas finas”, pero están allí, muchas en las playas, luciendo la desnudez de su cuerpo, que Dios lo hizo bello para enamorar al varón y que el esposo disfrutara de la esposa, porque en tener hijos, mantenerlos y educarlos bien, hay mucho sacrificio, y Dios es un Dios de Amor y Belleza, y quiere para sus hijos la belleza y el amor, para dar forma a la creación más maravillosa que entre dos personas de distinto sexo pueden hacer, y que son los hijos. Hijos creados por amor, por deseos y pasión, dentro del marco del matrimonio sacramental. Dios quiere recompensar la ayuda que se le da de poder seguir poblando el planeta Tierra de sus hijos, de estas almas que ama y crea y entrega al matrimonio para que los cuide, para que gocen espiritualmente de las decisiones del mismo Dios que son la creación de almas, ¡de vida!

Tener hijos es el goce espiritual que alegra más y mejor los corazones de los esposos: hombre y mujer. Los hijos dan un placer espiritual jamás logrado en nada más humano; toda la alegría acumulada en el corazón del hombre, de la persona, se desborda en dicha cuando tiene en sus brazos al hijo, fruto del amor entre él y su cónyuge.

¡Dios no quiere divorcios!, el divorcio es proclamarse PERDEDOR, VENCIDO, DERROTADO.

Quién quiera el éxito, que empiece por este: CASARSE BIEN Y PARA SIEMPRE

Dios entrega a los hombres que tienen vocación al santo matrimonio, les da la posibilidad de hallar el goce espiritual que se puede parecer más a la dicha celestial, porque no es, no son unos instantes de excitación y de placer, como lo es en el acto sexual matrimonial, sino que es en las 24 horas del día; el resto de tu vida, si te casas bien, con alguien que en verdad y de verdad ame a Dios sobre todas las cosas, te ame a ti y tú lo ames a él-ella, y juntos y unidos tengáis el plan de vida de ser SANTOS. Sí, he dicho SANTOS, porque es más fácil ser santos dentro del matrimonio canónico, que un soltero por más que ame a Dios. Eso sí, ¡los dos! tienen que querer ser santos; luego la vida es una aventura dichosa dentro de todas las vicisitudes que Dios les permita para ir moldeando su corazón a la perfección, porque una cosa es el corazón y otra es el alma. De esto hablaré la próxima semana; esta semana es para hablar del goce espiritual. Y te lo digo yo, sacerdote, que conozco a muchas personas, buenas personas que son un matrimonio feliz y que gozan del goce del alma, ese goce espiritual del deber cumplido (subráyame eso; se lo digo a quien le dicto). Porque hay que saber obedecer a Dios dentro del matrimonio, porque Dios es AMOR, todo Amor y Belleza y Bondad… y muchas cosas más que pocos conocen, porque en vez de aprender teología, -cosas de Dios-, están por otras cosas de la vida, que no les dan más que problemas y más problemas. Dios quiere solucionarte todos tus problemas, por eso, CÁSATE con alguien que tenga tu misma fe, y haced vuestro mundo; y si tus padres, hermanos, parientes y amigos, quieren para ti una pareja de hecho, líbrate de ellos porque te están llevando al Infierno, y ellos irán contigo allí mismo, ETERNAMENTE.

Esta carta no es una broma pesada, esta carta contiene la verdad, proclama la verdad, como la proclamó San Juan Bautista, y que por eso perdió literalmente la cabeza; y el que no quiera hacerme caso, perderá la cabeza, porque su mala conciencia le llevará de depresión en depresión durante toda su vida, y perderá todo el cuerpo en el Infierno eterno.

Quiero que te salves. Si es preciso, olvídate de tus padres, hermanos y amigos, ¡aléjate de ellos!, pero NO PEQUES CON EL CONCUBINATO, ‘bendecido’ por los que no te aman como dicen amarte. Sé que estás pasando por una gran prueba, pero, ¡escucha la voz del que gritaba en el desierto!, a San Juan Bautista; él perdió SU VIDA física por defender la doctrina, por decirle al Rey Herodes que no le era lícito tener por mujer a la mujer de su hermano, a Herodías, y que tenía una niña de su esposo legal. Si el santo, como fue y es, San Juan Bautista, murió por eso, ¿crees tú que la doctrina ha cambiado?… ¡¡¡NO!!!, sigue siendo la misma, porque Dios no cambia, aunque algunos de la Iglesia Santa proclamen lo contrario.

Y tú, si tienes un hermano que vive en concubinato, y se lo permites y se lo aplaudes y haces ver ante tus hijos que es una relación lícita, ¡ay de ti, lo que te espera sufrir en la vida!, y luego, te lo digo alto y claro, ¡¡¡al Infierno!!!, tú con ellos.

Es una carta con un llamado desesperado, que la dicta mi corazón de sacerdote que sufre al veros a tantos, que al morir vais camino al Infierno. Ningún sacerdote puede perdonar los pecados de un muerto, por mucho que se lo pidan los vivos; los pecados, cada cual tiene que pedir perdón por ellos en la confesión.

Sí que el matrimonio es un sacramento que se dan los esposos, y hay tantos que no están casados; muy seguramente, esos padres y hermanos que “bendicen” las parejas de hecho, NO ESTAN LEGALMENTE CASADOS ANTE DIOS. Sólo Dios sabe lo que hay en el corazón de cada uno, por esto hablo yo en general, y no señalo a ninguno, porque Dios sabe más que todos los hombres juntos y lo que creen saber.

Os pensábais que hablar del goce espiritual, era hablar de felicidad y de dicha, y sí, lo es, porque ahora sigue, prosigue mi carta, para los que se han casado bien, esos que en su hogar viven un Paraíso Familiar, esa Iglesia Doméstica, donde Dios Padre es obedecido imitando todos a Cristo, con la intercesión a sus plegarias, -unidos, o cada uno de los componentes de la familia-, a Santa María y a su casto esposo San José. A esos, Dios los ve con agrado, y de pleno, por el sacramento matrimonial, les entrega la potencia de su Amor Verdadero, el Amor de un Dios agradecido, agradeciendo a los esposos estar siempre abiertos a la vida en sus relaciones sexuales, propias del matrimonio, donde los hijos, -si Dios quiere-, van llegando y poblando ese Paraíso Doméstico, en el hogar más sencillo y más lleno de felicidad, por el goce espiritual de vivir entre ángeles que los guardan.

Algunos hijos que han nacido en un hogar así bendecido, por la voluntad del libre albedrio de los padres, se mal casan luego, y son unos desgraciados, porque han corrompido su vida, que fue vivida en un Paraíso Familiar; muy seguramente han cambiado por el dinero, por el mundanismo, la unión y unidad espiritual. Algunos hay que siguen a un mal hermano, endemoniado, que saliendo él, del hogar, cambió su religión, y lleva a los demás al pecado, porque su función, de parte de Satanás, es arrastrar a los otros, a todos los hermanos que pueda, al Infierno; y empieza hablando mal de los padres, señala sus fallos, pecados, defectos, porque todo matrimonio, toda persona, es imperfecta, dentro de la perfección que va buscando; tú, todos, ¡ni uno! es santo; es más, muchos han pecado mucho, viviendo incluso en un Paraíso Doméstico, porque han sido muy probados, y cayeron para levantarse pronto, ¡en seguida!, pero cayeron; o  no supieron ser buenos esposos al cien por cien; muchos porque no sabían, porque nadie les había enseñado, quizás porque sus propios padres o abuelos eran ateos, o por falta de salud o de dinero, que marcan a las personas con mucho dolor interior; y los hijos malos recuerdan esos momentos, no los de la confesión inmediata, sino los del pecado. Os digo, recordad cuántas confesiones hicieron vuestros padres; tantas como pecados cometieron, y ¿no es eso lo que la Iglesia Católica pide para ir al Cielo: Confesión buena y sincera?… Como digo, estos hijos que han vivido en un Paraíso Familiar, reniegan luego de él, porque, SON DÉBILES, y no les es posible hacer de su matrimonio lo que vivieron, porque o han formado una pareja de hecho, -una detrás de otra-, o aceptan la de su hermano, y ÉSTÁN EN PECADO; por eso y por ir contra el CUARTO MANDAMIENTO de la Ley de Dios; y aunque algunos de estos vayan a Misa y se denominen católicos, e incluso profesen en algún grupo católico que les permite ir contra sus padres SANTOS, esos que les dieron un Paraíso Doméstico, donde el goce, la alegría, la paz, la virtud, la pureza vivía en ellos, os digo, que si no cambian de actitud, irán sin remedio al fuego eterno del Infierno. No puedo engañaros, soy sacerdote de la Iglesia Verdadera, la que fundó Cristo, Dios Hijo, la que fue la tuya y abandonaste por dejarte arrastrar por tus pasiones de sexualidad. ¡Vuelve!, regresa, que Dios perdona siempre, como siempre perdonaba a tus padres si pecaban, y siempre la Gracia de Dios estaba en tu hogar. ¿Lo recuerdas?… cuánta alegría, cuanta dicha; tu corazón, tu cuerpo, tu alma, toda tu persona gozaba de dicha espiritual.

Que os sirva de lección esta historia inventada, que tantos han vivido y niegan reconocer que fueron dichosos, a más no poder, en sus casas, de niños, cuando sus padres, por su fe, les protegían, aún siendo limitados en su capital, y a veces, tantas, por ignorancia, por mala tentación de Satanás, que los vencía a veces, fuisteis sin embargo, tan dichosos. Atreveos a pensarlo, a recordar los numerosos días de goce, donde la alegría estaba en todos, y todo lo que aprendisteis, de lo bueno, de lo malo que recibísteis de unos padres que se habían casado dándose en matrimonio ante Dios, y cumpliendo con todo, porque sus pecados, todos, los iban a confesar en seguida, y pedían perdón; pero tú, a veces, en tu corazón no los perdonabas, porque querías unos padres perfectos, sin ser un hijo perfecto…; ¡mírate ahora!, ¿cuándo fuiste más feliz en toda tu vida?… Te lo diré: cuando estabas en casa, en tu casa, con tus padres que tanto te amaban, yendo todos camino de santidad, confesando vuestras faltas y pecados, que ahora has propagado por todo el mundo, ¡los suyos!, y los has sentenciado a las críticas, y más calumnias e injusticias; te digo, como sacerdote que soy y sé de la vida y de Dios, que si no te arrepientes, si no pides perdón a Dios y a ellos, si no haces penitencia y deshaces públicamente el mal que públicamente has hecho, tú, dudo que entres en el Cielo, y toda tu vida será UN INFIERNO.

El goce espiritual está en perdonar y pedir perdón, en perdonarse y recibir el sacramento de la Reconciliación con Dios, de la Penitencia. Dios te espera en el confesonario. Dios te Ama, como Ama a tus benditos padres, como Ama a todos los esposos que dicen: “de ahora en adelante nuestro matrimonio será legal ante Dios”, como Ama a los que rompen sus relaciones de pareja de hecho, como Ama a los que deciden casarse bien…

¿Es que no Ama Dios a los malos, a los que hacen mal, aún después de haber leído esta carta, aún después de saber que no actúan bien?… Sí, los Ama, pero ¿de qué les sirve a ellos, si irán al Infierno, si viven en un infierno, pudiendo tener Goce Espiritual?

Recemos por los que se portan mal. ¡Que hay!

Con afecto sincero.

 P. Jesús

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Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN.

 

94 Carta / A ti, que quieres y no puedes

Domingo, 9 de septiembre de 2.012

A ti, que quieres y no puedes:

Amigo-a, ánimo, porque podrás, podrás ser y hacer todo lo bueno que pretendes, sólo debes unirte a Dios y pedirle lo que siente tu corazón; todo lo que desees y es bueno, Dios te lo concederá, pero ten fe y haz oídos sordos a los que te dicen que es imposible, porque para Dios no hay nada imposible.

Haz tu plan de vida, cuídate y cuida de los demás, dando lo mejor de ti y previniendo cualquier “ataque” de todos estos que no hacen y no dejan hacer, y de estos otros que quieren que hagas lo que ellos decidan. ¡Cada quien tiene su vida!, y Dios que esté en la vida de todos, y así todos felices y contentos; pero no, hay quieres no paran, no paran de ir a los demás para dañarlos con sus palabras y comentarios fuera de lugar, pero que les quema el corazón, y lo sueltan para así hacer lo que dicen que deben hacer, es decir; decir tonterías, que sí que piensan, pero que no las han meditado correctamente. ¿Qué hacer con todos estos?, armarse de paciencia y poner cara de escuchar, pero cerrar fuertemente tu corazón para que no entren en él sus comentarios, que los preparan para acobardarte, para “lincharte”. ¡No permitas que hagan de tu vida su vida!; si lo que quieres hacer es algo bueno, ¡adelante!, no necesitas el permiso de nadie. Es más, ¡Dios lo quiere!, porque cuando Dios habla al corazón para que una persona luche y gane en sus proyectos buenos, los ángeles siempre están dispuestos a servirle, y los demonios siempre están dispuestos a hacer fracasar cualquier buen proyecto.

Aprende a pasar de los que no quieran venir contigo.

Aprende a dejar a los que te arrastran a un lugar que no es el que tú has decidido por propia voluntad.

Pasarán dos cosas, que algunos te dejarán y que otros, después de dejarte, te seguirán. Pero si no das tu paso adelante, siempre te sentirás como un cobarde, siendo una persona con tan grandes y buenas cualidades, como tienes. ¿Crees que perderían el tiempo contigo si estuvieran seguros de que no podrías conseguirlo? Saben que podrías, por eso no quieren que lo hagas, no quieren que te demuestres a ti mismo que puedes.

Ve a las personas que confían en ti, ve a los que te aprecian de verdad, valorando quien eres y animándote a todo lo que quieres hacer y que puedes hacer, porque es algo bueno, es hacer el bien; y por otro lado tienes a Cristo viviendo en ti, por vivir tú en Gracia de Dios; entonces, todo te es posible, incluso eso que no quieren que hagas posible. Tú, atrévete, arriésgate y confía en ti, por ser algo bueno, y siendo así, Dios te apoyará en todo; es decir, confía en ti, porque tienes a Dios en tu corazón, y en tu inteligencia vive Dios Espíritu Santo. Demuéstrate a ti mismo que puedes, porque PUEDES.

No seas de los que ya no luchan más, de esos tantos que los han vencido esos demás, y van desdichados por la vida. ¡Es tu vida! La vida tuya va de ti, así que anímate a seguir tu estrella. Tú puedes. No te va a faltar jamás tu voluntad, ni mis oraciones por ti. ¡Ánimo! Lucha y GANA, ¡¡¡ya!!!

Con afecto sincero.

 P. Jesús

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95 Carta / A ti, que estás desconsolado

Domingo, 16 de septiembre de de 2.012

A ti, que estás desconsolado:

¡Un abrazo!, y mi bendición, para que te sientas amado por tus hermanos en la fe. Eres católico y estás solo; señal de que vives la verdadera fe, porque la fe es interior, es una condición individual, aunque muchos la compartan; por eso, a los buenos, a veces les toca vivir la soledad.

Parece que todo te ha ido mal, pero yo te aseguro que en 10 años te darás cuenta que lo que hoy crees una desgracia, ¡darás gracias a Dios! por ello, porque así tu vida da un rumbo distinto, así, por lo que vives hoy, mañana será tu dicha. No te lo crees, pero es así. Lo que ocurre es que sólo los buenos, los que son buenos de verdad, tienen experiencia de esto, y los buenos son humildes y no van contando su vida por ahí, a excepción de a los amigos. Si hubiere buenos novelistas, gente buena de verdad, que escribieran novelas en donde se viera que el mal de una temporada, pasada por el protagonista, y que este mal, con los desenlaces de la vida, resulta ser la dicha futura, la dicha plena y verdadera, más gente creería, más personas comprenderían lo que es la vida, y que el estar desconsolado es sinónimo de CAMBIO, porque todo cambio trae ese desconsuelo, porque dejas a las personas que amas y que no te aman, para unirte a otras nuevas circunstancias.

Serás un coloso, porque quien es capaz de no retroceder, que hacer daño, hacer mal a los demás o así mismo; pecar, es retroceder. Pues, el que no peca, AVANZA, y mientras avanza, sufre, es normal y natural, ¡no pasa nada!, así es siempre lo que sucede cuando uno crece espiritualmente.

Todo está controlado por Dios, TODO.

Tú confía, y entrega a Dios mismo tu dolor, este desconsuelo que me ha llevado a escribirte hoy. Y escucha bien lo que te digo: estas fiestas de Navidad, no vas a sufrir tanto como en las pasadas. ¿No es esto una alegría?, el porqué te lo diré precisamente por las mismas fiestas de Navidad. Tendrás que esperar para leerme, pero te digo, que vendrán acontecimientos insospechados que Dios te los dará por medio de la Divina Providencia, para que tu sientas que es verdad, QUE DIOS TE AMA.

Y con Dios, te Ama la Virgen María.

Anda, anda, no pongas esta cara, porque la vida te va a demostrar el poder de la Divinidad, Un sólo Dios, que es Amor.

Dios decidió darte la vida, y siendo fiel, vives la soledad, como Él, Jesús, Dios, la vivió también, porque es real, son ciertas sus Palabras, esas de que el siervo es igual a su Maestro.

Otro abrazo, ¡ya van dos!… Pues venga un tercero, porque siento yo por ti un cariño bien sincero.

Lucha y vencerás.

Confía y reirás.

Sé bueno, por tu libertad.

Me lees el domingo que viene, de nuevo juntos tú y yo, a través de la oración, que al leerme siempre diriges a Dios, porque eso quiero, quiero que al leerme, notes, sepas, tengas la certeza de que Dios te Ama, sea en primavera o en cualquier estación del año, porque Dios hace nuevas todas las cosas.

¡Viva los desengaños!, sí, ¡viva!, porque son las bases de una mejor vida, la que vas a vivir tú, antes de esos 10 años.

Enhorabuena, has ganado, ¡campeón!, porque has demostrado a Dios tu dolor y Él te llenará de alegría; ¡qué vida vas a vivir!, ¡¡¡Dios!!!, ni tú mismo te lo vas a creer cuando ocurra, y luego llorarás de agradecimiento a tu situación de hoy de desconsuelo.

Yo que entiendo de cómo va la vida, te lo digo, una vez más te lo repito: este desconsuelo de hoy, escucha bien, será tu alegría. ¡Lo sé!, ten fe. ¡Vive!

Y otro abrazo más. Este ya es el cuarto. Pues vayamos para el quinto, porque 5 son las llagas de Jesucristo, y cinco son los abrazos que te doy hoy, como sacerdote de Cristo, que todos los sacerdotes lo representan y lo presentan.

Acepta mi oración por ti: “Padre, dale salud, paz, amor y larga vida. Amén”.

Vaya, vaya, también quieres dinero; ¡pues eso también lo pido por ti!: “Padre dale trabajo, y por él, por su trabajo bien hecho, reciba dinero. Amén”

¿Estás contento-a?; me alegro. ¡Claro que me alegro!, porque ya de tantas semanas de escribirte, de pedir por ti al Padre, pues, sí, te quiero, te quiero bien, es decir, me preocupo por ti, para que no pierdas la fe, es más, para que la propagues. Amén.

Bueno, ahora sí que me despido por hoy, deseando que tengas un feliz domingo en oración.

Con afecto sincero.

 P. Jesús

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96 Carta / A ti, que estás contrariado

Domingo, 23 de septiembre de de 2.012

A ti, que estás contrariado:

No esperabas eso de esa persona, ¡nunca lo hubieras pensado de ella!, y es cierto, es verdad este nuevo acontecimiento que ocurrirá por su libre albedrío. Entonces, siendo así, ¿por qué te preocupas por ello?; es algo que pasará, que es irremediable, porque no está bajo tu control; es decir, la gente es libre y si quiere partir, se va. Y aún, menos mal que te ha avisado.

El sacramento matrimonial es más que un contrato, y todo y así, tantas veces uno de los dos se va, porque sí; y ¿quién puede detener al que quiere irse?… Nadie, ¡ni Dios!

Rezar para que Dios te ayude a soportar la separación, es la mejor opción, y empezar a prepararse mentalmente y de todas las maneras posibles, para esta nueva vida que vas a vivir.

Has pedido que se quede, y no quiere; entonces, acepta su decisión, y que sepas que esa persona, ante Dios tendrá que darle explicaciones de su conducta; como tú de la tuya. Así que, por favor, ¡no peques tú!, por el dolor que vas a recibir y recibes. Prepárate sabiamente; díte, que tú no tienes la culpa de su abandono; porque quien se va es el culpable, si nada malo se le ha hecho para que tome esta determinación, porque ese deseo de libertad, de hacer lo que uno quiere, todos lo tienen, pero hay que saber vivir en familia, hay que querer vivir en familia, porque la persona está, digamos, “diseñada” para vivir en familia; si se va, esto no es lo natural ni lo establecido por Dios, porque lo primero que sabemos de boca de Dios, es que nadie separe lo que Dios a unido.

Ama tanto Dios a la familia, que incluso dijo que el hijo abandonará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer.

Es necesaria la familia para vivir.

Pero hay varios tipos de personas; hay las que abandonan a la familia, y hay los que son abandonados por la familia; porque, por el pecado original, las cosas no se hacen siempre bien; algunas veces se hacen mal. Recordemos al hijo pródigo.

Recordemos, ahora es el momento, sí, de recordar que tu vida va de ti y Dios. Nadie se queda en este mundo para siempre, y no se van de este mundo, de dos en dos, aunque dos murieran en el mismo momento, sino que cada uno se va por sí solo, por sí mismo, a enfrentarse con el juicio personal de todo lo que ha hecho y dicho, e incluso lo que se ha permitido pensar.

Si te sientes abandonado, ora y reza, y acepta esta triste situación de abandono en la que te ha puesto tu cónyuge, o esa persona que, por razón de vida, por ser de tu familia, tenía el deber de estado de estar a tu lado, y más en momentos de precariedad y necesidad, quizás de enfermedad también.

Quiero que sepas, que Dios no te abandonará nunca, y por sus medios, esos medios que llamamos acontecimientos de la Divina Providencia, te dará su mano, aunque tu cónyuge te haya abandonado, o tu familia, porque Dios puede sacar pan de las piedras, y si tú eres siempre bueno y haces el bien, sacará para ti lo que necesites; todo lo que precises.

¡Dios no te abandona!

Con afecto sincero.

 P. Jesús

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97 Carta / A ti, que me pides consejo sobre tu prima, que dice ser lesbiana

Domingo, 30 de septiembre de de 2.012

A ti, que me pides consejo sobre tu prima, que dice ser lesbiana:

Me has escrito, y te lo agradezco hija mía, tan querida por la Santísima Trinidad, un sólo Dios; me dices:

“Padre Jesús, le escribo porque necesito orientación, ya que tengo una prima que es lesbiana y tiene una pareja, yo me acabo de enterar y pues todo esto me resulta muy confuso porque yo no sé cómo reaccionar ante esta situación ya que hasta donde yo sé a los ojos de Dios es aborrecible y demás, y en lo personal tampoco acepto a estas personas. Quisiera me pudiera orientar atreves de sus hermosas CARTAS, y sobre todo para saber cómo dirigirme a mi prima ya que yo la estimo y pues ya estoy desesperada… DIOS LO SIGA BENDICIENDO ENORMEMENTE!!!”

Te contesto que las lesbianas y homosexuales, al igual que los fornicarios y adúlteros, si no cambian y piden perdón a Dios, en confesión, no podrán entrar en el Reino de los Cielos. Eso dice la Sagrada Biblia, y es de fe.

Supongo que tu prima lo sabe; si no lo sabe, sería bueno que se lo dijeras, sólo para que lo supiera; le dices: “Quiero comentarte que según la fe cristiana, si tienes pareja y eres lesbiana, si no cambias de vida sexual y moral, y mueres en pecado mortal, la Iglesia dice que podrías ir al Infierno, si no has tenido tiempo de pedir perdón a Dios en confesión, o no te has arrepentido antes de morir. Sólo quiero que lo sepas, como que Dios perdona siempre. Y te añado que si alguna vez te sientes mal, acude a la Virgen María, y Ella siempre te ayudará”. Y no le dices lo que piensas de ella, sólo lo que tu fe, la fe católica, dice, y que está escrito en la misma Sagrada Biblia.

Piensa que, por tus santas oraciones y buen ejemplo, por tus palabras de lo cierto, de la Verdad, ella, con los años, quizás en la ancianidad, reaccionará, y posiblemente confesará sus pecados arrepentida, porque Dios te ha escuchado, y la salvación viene en un ¡zas!, con algo tan personal como es el arrepentimiento sincero y el firme propósito de irse a confesar. ¡Nadie está perdido mientras tiene vida, mientras vive!

Te aconsejo que te apartes de ella, porque si te duele, y te duele, es mejor que no la veas, porque, de verla, podrías faltar a la caridad, y eso no es bueno, ni para ti ni para ella. Y todos los familiares que están de acuerdo con ella, ¡le hacen mucho mal!; el mejor bien que puedes, hacerle es que sepa que tú no lo apruebas, y que realmente a ti te interesa que se salve su alma. Yo creo que se salvará. La vida es muy larga, hay mucho tiempo para arrepentirse, y sobre todo, si hay personas como tú que no quieren engañarla. Dile que se lo dices porque la quieres mucho y te preocupa su vida.

En cuanto a ti, piensa la verdad, que hay muchas personas en este mundo caminando el camino de la santidad, personas que no conoces, que no se ven mucho, porque no hacen ruido con sus escándalos, porque sólo se escandalizan de ellas, de esas santas personas, los que no quieren saber nada de la virtud y la bondad.

Estás sufriendo y vas a sufrir; no voy a engañarte en esto, así es la vida de los futuros santos, una vida de sufrimientos, muchos, por los pecados de los pecadores que no quieren reconocer que no hacen ni el bien, ni lo bueno, ni lo correcto.

Y aunque sufras, tú debes seguir viviendo tu vida, una vida santa, una vida llena, plena de virtudes, porque tus virtudes, tu buen ejemplo, ella los sabrá, porque siempre vigilan los pecadores a los que no quieren pecar.

Acepta que es libre, que hace lo que quiere, y acepta que Dios puede salvarla en un ¡zas!, en un instante, y lo importante es eso, ¡que se salve!, y, como te digo, Dios te ha oído. Vive tu vida, aléjate de ella mientras no rectifique, porque te duele verla, y busca la compensación de los santos, porque hay personas como tú en esta vida de cruz y cruces, que aun sufriendo tanto, siguen queriendo ser santos, siguen teniendo plena fe en que Dios los Ama, en que Dios salva.

Y es cierto, Dios salva a todos. Ten fe, que Dios te ha oído en tus sollozos.

Un abrazo y una santa oración para ti y esa persona por la que sufres tanto. Dios hará. Paz.

Con afecto sincero.

 P. Jesús

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98 Carta / A ti, que me escribes sobre la homosexualidad, y me dices

Domingo, 7 de octubre de 2.012

A ti, que me escribes sobre la homosexualidad, y me dices:

“Estimado Padre, está seguro usted del origen del homosexualismo, se nace, se hacen, el catecismo me dice que si tengo tendencias homosexuales debo dedicarme a la castidad porque practicarlo es antinatura, pero usted dice que debo cambiar para no irme al infierno, y si es lo que soy, lo que siento, por más que se lucho, es mi cruz, pero si yo soy así entonces que yo ya estoy condenado desde que tengo uso de razón. Sé que usted es severo en sus respuesta, contra la persona, cuando a una vidente Oliva De Colombia Jesús le mostró el lugar de los homosexuales él le dijo: que los sean castos se salvan, entonces somos así y esa es nuestra cruz….?!!”

Hijo de Dios, los sacerdotes, además de practicar la castidad y serlo, tienen que decir la verdad, no se pueden inventar la Ley de Dios, como los juristas no pueden inventarse leyes civiles, y a un cliente lo defienden bajo la misma ley civil de cada país, porque el juez, después de oír a las dos partes, al defensor y al fiscal, entonces hace justicia, según la ley de código civil. Y para ir al Cielo, al Paraíso perdido, para ir al Reino de Dios, hay una Ley que Dios mismo impuso a los hombres, y la escribió con su dedo, como leemos en Moisés. Ningún buen sacerdote, que te quiera bien y se quiera bien, te dirá una mentira, sino que SU DEBER es decirte la verdad, y la verdad es esa, que los homosexuales, si practican relaciones sexuales, pueden ir al Infierno; y ¿por qué digo “pueden”, y no aseguro que vayan?, porque siempre una persona puede arrepentirse de pecar, puede irse a confesar, y DIOS LO PERDONA SIEMPRE, y entonces SE SALVA. Y puede que una persona que ha sido adoptada por homosexuales, y lesbianas, permitiéndolo la ley civil, si esa persona cree que es normal y bueno ser homosexual, y no ha sabido nada de la ley de Dios, ni conoce a Cristo, entonces, no sabe lo que hace, no tiene conciencia de pecado, es más, esa persona cree que está bien lo que está mal por la Ley de Dios; y Dios, que es Misericordioso y Justo, sabemos que juzga como Rey y Señor, conociendo lo que contiene el corazón de cada persona.

Hijo de Dios, no puedo decirte más que la verdad de Dios. Si tú quieres salvarte, si quieres ir al Cielo, ya sabes las condiciones en que puedes ir, porque por tu comentario, sé que las sabes. Yo, ni ningún sacerdote que esté unido al Papa, puede decirte que está bien lo que está mal. Piensa, medita, decide lo que más te interesa, si hacer el bien y cumplir con la ley de Dios, o hacer la tuya; eres libre, no puedo ni quiero quitar tu libertad, sólo decirte que para ir a la Casa del Rey de reyes, en el Cielo, hay unas normas que Él mismo pone y te propone; como los reyes de la tierra tienen sus normas, y para acudir a sus palacios, hay una manera de presentarse para honrarlo. Y en el Cielo, en el Reino de Dios, ¡es igual!, lo mismo. Tú eres libre, realmente y verdaderamente libre, como todos, COMO DIOS, que también lo es, al igual que tú, y en su Casa, el Cielo, hace lo mismo que tú aquí en la tierra, hace lo que quiere. Si quieres ir, plantéatelo; sus normas, su Ley es esa: Los homosexuales, que practiquen la sexualidad, no entrarán en el Reino Celestial, irán al Infierno.

Eso es lo que hay.

Con afecto sincero.     

 P. Jesús

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Para quien quiera contestar a la carta, CLICAR AQUÍ, aunque el P. Jesús no podrá responder a cada uno, sí que pedirá a Dios Padre, en nombre de Jesús por esta persona y sus intenciones. EXPLICACIÓN.

 

99 Carta / A ti, que me vives el Año de la Fe

Domingo, 14 de octubre de 2.012

A ti, que me vives el Año de la Fe:

Por ser católico bautizado, tienes el goce de estar viviendo en el Año de la Fe, que por la Comunión de los Santos de todos los tiempos, va a dar mucho fruto de bondad, de santidad, por la caridad de muchos que viven la fe, hacen obras de fe, arrepentidos de sus pecados y errores cometidos antes de hoy, porque hoy, el primer domingo del Año de la Fe, es un buen día para empezar esa nueva vida para el resto de tu vida, la vida de la fe, propagando la misma con el ejemplo y las palabras que salgan de tu boca.

Bendice a todos, para que Dios te bendiga a ti. Hay mucho poder en la bendición de una persona a otra; antes, en los tiempos del antiguo testamento, se valoraba mucho más la bendición; quizás porque, por tradición, se recordaba mucho más a Dios; ahora, los tiempos, pudiendo ser tan buenos para la fe, quizás falta más tradición, porque seguir la moda, se lleva a muchas almas tras el éxito mundano, perdiendo el éxito personal de realización de uno mismo.

Por favor, aquí los de CatholicosOnline.com, que pongan el link del Evangelio de hoy, porque no voy a repetir el tema y quiero aquí también hablar del Año de la Fe; así que entrad a leer y disfrutad de la Buena Nueva, el Evangelio de la Fe, que así denominamos los de CatholicosOnline.com, y yo me considero de ellos, porque aquí me hacen el favor de dejarme llegar a ti, sí, a ti, mi querido amigo, mi querida amiga, que me lees, y descubro en tus comentarios que nuestro cariño es mutuo, porque el cariño, la ternura, que como sacerdote siento por ti, me lo devuelves y ¡soy feliz!

Link al Evangelio de hoy: http://www.evangeliomeditado.com/Evangelio_12/Octubre_12/14_10_12.html

Como te digo, soy feliz, porque mi fe y tu fe nos une en el Año dichoso de la fe.

Disfruta de estos doce meses que llenarán tu alma de dicha, la dicha de conocer, servir y amar a Dios, la dicha de decidir tú ser bueno, el mejor, porque puedes serlo; con Dios puedes tener éxito en esto, en ser bueno, ¡mejor cada día!, y disfrutar de la fe; esa fe que es la esperanza cumplida de un Dios que verdaderamente te ama, un Dios que murió de Amor por ti, y en cada Misa, vuelve a morir de Amor por ti.

Eres amado por Cristo, te lo digo con la verdad de ser sacerdote, con la verdad de conocer bien a Dios en unidad, con la verdad de mi vocación y de mi cariño y gran ternura que siento por ti.

Hemos visto todos cómo el capitalismo, al igual que el comunismo, no fue nada bueno para nadie, sólo para los que comercializaron con él, sólo para los que se llenaron los bolsillos, tanto en el comunismo como en el capitalismo. Y ¿qué habéis aprendido?…

A pesar de la maldad de las personas individuales, la Iglesia Católica es la que fundó Cristo.

Amigos del alma, os invito a reflexionar sobre la fe, sobre vuestra fe y la dicha de practicarla. ¡No os quedéis sólo en que Dios es Jesús, y que creyendo eso, ya te salvas!; Dios juzga, juzga por las obras que cada quien ha hecho en su vida; y si tienes fe, fe en que Jesús es Dios y te salva, creerás también en todas sus otras palabras; por eso te pido que leas el Evangelio y sepas, y sabiendo, te llenes de fe y goces de saber que hay un Cielo MARAVILLOSO que te espera, y Dios quiere dártelo porque te Ama, y también quiere que lo aceptes como Amigo, como compañero de tu cruz, y que dejes que la lleve contigo; y para eso, vivas la fe, no sólo tengas fe, sino que vivas la fe, esa fe que, pasada la prueba, te dará la alegría de vivir, aquí en la tierra y otro día en el Cielo.

Disfrutemos de la fe, propaguemos la fe, amemos la fe; y con las obras de nuestra caridad demos esperanza a todos, A TODOS.

Tengo fe en tus obras de fe.

Con afecto sincero.

 P. Jesús

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100 Carta / A ti, que eres mi amigo-a

Domingo, 28 de octubre de 2.012

A ti, que eres mi amigo-a:

¿Cómo estás amigo-a?, ¿cómo van tus proyectos y tu vida?…

Hoy te escribo esta carta porque eres mi amigo-a, porque has estado a mi lado estas 100 cartas que llevo escribiendo para ti, y que nos han unido en la caridad de la esperanza de nuestra bendita fe cristiana católica.

Deseo y pido al Buen Dios, que todo te vaya bien y mejor, que cada día estés más contento de ti mismo y de quien eres. Sé que tienes unas fantásticas cualidades, y que muchas de ellas aún las tienes por desarrollar, y te invito a que lo hagas, a que creas en Dios, que cree en ti, y hagas salir de ti mismo muchas más cosas buenas de las que ya han visto la luz, y muchas han sido reconocidas.

Pretendo que nuestra amistad sea para siempre, y procuro y procuraré darte lo mejor de mí mismo, como hizo Cristo.

Te agradezco que me quieras siendo sacerdote, como soy, y que me pidas ayuda siempre que la necesites; y sabes que en mi oración al Padre, a Dios, siempre en ella le hablo de ti. Sé que lo sabes, pero te lo digo, porque para mí es una alegría ser sacerdote y sentir que tú me quieres así como soy.

La confianza que nos tenemos, es algo bueno, porque hace que nos comprendamos más y mejor.

Todo lo que sentimos el uno para el otro, es pura Gracia de Dios, es como vivir la Comunión de los Santos; es un regalo especial que sólo se entrega por la Caridad.

Amigo-a, en esta carta número cien, ¡qué bien!, seguimos con la amistad, y tendremos un futuro fantástico, porque en este presente ya lo estamos disfrutando tanto.

Aquí me tienes, aquí estoy, para miles de cartas más que tengo pensadas escribirte, y descubrirte la fe, la esperanza y la caridad.

¡Amigos para siempre!

Con afecto sincero.

 P. Jesús

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